?Por qu¨¦ tanto odio, se?or Trump?

La noticia de que Trump impedir¨ªa competir a las atletas trans ha copado los titulares de todo el mundo. Desde su toma de posesi¨®n, estamos siendo testigos de la cruzada que el l¨ªder ultraderechista, al frente del que se considera el pa¨ªs m¨¢s poderoso del mundo, ha emprendido contra las personas trans y contra la diversidad en general.

Que las atletas trans no puedan participar en competiciones deportivas o incluso verse expulsadas de los pr¨®ximos Juegos Ol¨ªmpicos es alarmante. Sin embargo, el se?alamiento que est¨¢ haciendo Trump contra las personas trans y la negaci¨®n directa de su existencia es una tragedia. Es una campa?a de persecuci¨®n y odio contra una minor¨ªa vulnerable que, tristemente, recuerda a ¨¦pocas m¨¢s oscuras en Europa y en el mundo.

En pocas semanas, Trump ha presumido de eliminar cualquier tipo de apoyo sanitario hormonal o quir¨²rgico para las personas trans; las ha excluido del ej¨¦rcito; ha firmado una orden para sancionar al profesorado que decida respetar los nombres y pronombres de sus estudiantes trans y ha intentado internar a las mujeres trans en c¨¢rceles de hombres.

Tambi¨¦n ha firmado una orden que niega el reconocimiento legal a las personas trans y no binarias y les impide adecuar su g¨¦nero en documentos federales, como pasaportes, visados y tarjetas de Global Entry (programa estadounidense para agilizar el paso por aduanas). En su argumentario, el presidente de EE UU habla de una ¡°ideolog¨ªa de g¨¦nero¡±, que niega ¡°la realidad biol¨®gica del sexo¡±; de hecho, ha ordenado a todos los organismos federales que a partir de ahora utilicen el t¨¦rmino ¡°sexo¡± en lugar de ¡°g¨¦nero¡±, y que los impresos de identificaci¨®n expedidos por el Gobierno recojan ¡°con exactitud el sexo del titular¡±.

?Por qu¨¦ tanto odio? ?Por qu¨¦ este ataque contra una minor¨ªa que ya enfrenta una situaci¨®n de extrema vulnerabilidad? Las personas trans, sean invisibilizadas, perseguidas o atacadas, seguir¨¢n existiendo porque, quiera o no el se?or Trump, son parte de nuestra sociedad. Al negar a estas personas en los espacios p¨²blicos, se las relega a los m¨¢rgenes; al privarlas de derechos fundamentales, se las expone a mayor violencia y precariedad.

Toda esta campa?a de Trump ¡ªque comparte argumentario y medidas con la ultraderecha europea¡ª busca sacar r¨¦dito pol¨ªtico del odio atacando a una minor¨ªa (las personas trans representan entre el 0,3 y el 0,5% de la poblaci¨®n mundial, seg¨²n la OMS) y present¨¢ndola como el enemigo. Unos de sus argumentos ¨Del supuesto borrado de las mujeres¨D recuerda a algunos de los esgrimidos en contra del matrimonio igualitario y su potencial para ¡°borrar a la familia tradicional¡±. La aprobaci¨®n de esta norma en Espa?a celebra en julio dos d¨¦cadas de absoluta naturalidad y cotidianeidad.

El l¨ªder del PP, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, est¨¢ intentando que se apruebe en Espa?a una ley similar a la de Trump para expulsar a las mujeres trans del deporte para, seg¨²n sostiene, luchar contra la discriminaci¨®n que sufrimos las mujeres.

Se?or Feij¨®o, ?desde cu¨¢ndo le han importado a su partido los derechos de las mujeres? ?Nos quiere hacer creer que le importa la igualdad a pesar de que su partido se ha opuesto a la aprobaci¨®n de todas las leyes que aseguraban su avance en este pa¨ªs? ?Por qu¨¦ no apoyaron, entre otras, la Ley Org¨¢nica 1/2004 de Medidas de Protecci¨®n Integral contra la Violencia de G¨¦nero; la Ley Org¨¢nica 2/2010 de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupci¨®n Voluntaria del Embarazo; o la Ley Org¨¢nica 3/2007 para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres?

Lo que busca Feij¨®o en nuestro pa¨ªs, igual que Trump en EE UU, es subirse al carro de la ola reaccionaria que ara?a votos se?alando a un enemigo inventado. Y esto no es nuevo.

Nos etiquetan como amenaza, aunque la diversidad es inherente a la naturaleza humana y no se puede silenciar. Estamos aqu¨ª, existimos, somos parte de la ciudadan¨ªa a la que dicen representar y merecemos la misma dignidad y los mismos derechos que cualquier otra persona.

Nos se?alan como la otredad para deshumanizarnos, pero somos mujeres, j¨®venes, mayores, madres, padres, trabajadores de empresas grandes y peque?as; formamos parte del sector p¨²blico; participamos en asociaciones vecinales; vivimos en pueblos y en ciudades; profesamos distintas creencias; vivimos con VIH; tenemos con discapacidad... ?Qui¨¦n representa realmente esa otredad con la que nos quiere calificar?

Nuestro pa¨ªs sufri¨® 40 a?os de dictadura y la memoria hist¨®rica es importante para recordar que somos una sociedad que supo levantarse con celeridad y construir con amplios consensos sociales la democracia l¨ªder en derechos que somos a d¨ªa de hoy.

Este 2025 se cumplen 20 a?os de la aprobaci¨®n del matrimonio igualitario en Espa?a; fuimos el cuarto pa¨ªs del mundo en reconocer este derecho. No seamos permeables a los vientos reaccionarios. Mandemos un mensaje potente de unidad en defensa de los derechos y del consenso social que algunos pretenden hacer tambalear. En Espa?a, somos derechos, somos futuro y somos diversidad. Ese es nuestro Orgullo.