Irlanda vota en refer¨¦ndum eliminar de la constituci¨®n la protecci¨®n de la ¡°mujer en la casa¡±
En el D¨ªa Internacional de la Mujer, el pa¨ªs decidir¨¢ si enmienda un texto muy conservador que supervis¨® en su d¨ªa el Vaticano
Un refer¨¦ndum siempre lo carga el diablo, por muy angelical que sea su prop¨®sito. El Gobierno de Irlanda ha expresado en las ¨²ltimas horas su temor a que una elevada abstenci¨®n provoque la victoria del ¡°no¡± en la consulta que se celebra este viernes, D¨ªa Internacional de la Mujer, para eliminar de la constituci¨®n dos art¨ªculos con un tufo machista y conservador nada acorde con el esp¨ªritu de la actual rep¨²blica. La apat¨ªa de los partidos tradicionales a la hora de hacer campa?a, la confusi¨®n en los cambios propuestos y el desinter¨¦s de muchos votantes ante una cuesti¨®n que consideran ya de otras ¨¦pocas podr¨ªan acabar provocando una desagradable sorpresa en el resultado.
¡°Creo que una victoria del no supondr¨ªa un retroceso para el pa¨ªs, sinceramente. Supondr¨ªa transmitir el mensaje, para cientos de miles de adultos y de ni?os, de que no forman parte de una familia, de acuerdo con la constituci¨®n. Y supondr¨ªa tambi¨¦n mantener un lenguaje anacr¨®nico sobre el papel y los deberes de la mujer en la casa, sin reconocer que hoy hay otros miembros de la familia que realizan tambi¨¦n esos cuidados de sus m¨¢s cercanos¡±, ha dicho el primer ministro irland¨¦s, Leo Varadkar ¡ªun pol¨ªtico que se declara gay de modo abierto¡ª en Bucarest, donde asist¨ªa este jueves a la cumbre del Partido Popular Europeo.
Las dos reformas constitucionales propuestas afectan a tres apartados de un art¨ªculo concreto. La llamada ¡°enmienda sobre los cuidados de asistencia¡± (the care amendment), sin duda la m¨¢s ofensiva para los grupos feministas, pretende cambiar el actual texto para eliminar la referencia al papel exclusivo de la mujer en casa, como proveedora fundamental de esa asistencia.
Este es el texto original:
¡°Art¨ªculo 41.2.1?
En concreto, el Estado reconoce que, al centrar su vida dentro de la casa, la mujer da al Estado un apoyo sin el cual no podr¨ªa alcanzarse el bien com¨²n.
Art¨ªculo 41.2.2?
El Estado trabajar¨¢, de ese modo, para asegurar que las madres no se vean obligadas por necesidad econ¨®mica a tener que trabajar, en detrimento de sus obligaciones en el hogar.
El nuevo texto propuesto quedar¨ªa de este modo:
Art¨ªculo 42B
El Estado reconoce que la provisi¨®n de asistencia por parte de miembros de una familia hacia otros miembros de esa misma familia, por raz¨®n del v¨ªnculo que existe entre ellos, ofrece a la Sociedad un apoyo sin el cual no podr¨ªa alcanzarse el bien com¨²n. De tal modo, [el Estado] se esforzar¨¢ en apoyar la prestaci¨®n de esa asistencia¡±.
La acomodaci¨®n a la nueva realidad social de Irlanda que pretende la propuesta de reforma constitucional obliga tambi¨¦n a construir una nueva definici¨®n legal de familia que no se circunscriba al del mero matrimonio. Para dar una idea del anacronismo de la carta magna basta recordar que Irlanda aprob¨® en 2015 el matrimonio homosexual.
La llamada ¡°enmienda de la familia¡± (the family amendment) persigue ampliar ese concepto.
El texto actual dice:
Art¨ªculo 41.1
El Estado reconoce a la Familia como la unidad grupal primaria y fundamental de la Sociedad, y como una instituci¨®n moral que posee derechos inalienables e imprescriptibles, superiores y previos a cualquier norma del derecho positivo.
El texto propuesto modifica unas pocas palabras del anterior, y cambia de ese modo notablemente su esp¨ªritu.
Art¨ªculo 41.1
El Estado reconoce a la Familia, ya est¨¦ basada en el matrimonio o en otra relaci¨®n duradera, como la unidad grupal primaria y fundamental de la Sociedad, y como una instituci¨®n moral que posee derechos inalienables e imprescriptibles, superiores y previos a cualquier norma del derecho positivo.
La larga mano del Vaticano
El actual texto constitucional fue supervisado, y pr¨¢cticamente escrito en 1937, por Eamon de Valera, el pol¨ªtico nacionalista m¨¢s relevante en la historia de la Rep¨²blica de Irlanda. Sustitu¨ªa al texto anterior de 1922, la del Estado Libre Irland¨¦s, para deshacerse de cualquier reconocimiento al tratado anglo-irland¨¦s que concedi¨® la independencia a una parte de la isla e incluir la aspiraci¨®n original a una Irlanda ¨²nica y unida.
En la redacci¨®n del texto tuvo mucho peso John Charles McQuaid, que lleg¨® tres a?os despu¨¦s a ser el arzobispo de Dubl¨ªn. De Valera permiti¨® una injerencia constante de la Iglesia Cat¨®lica en los asuntos de Estado y en la vida social, y el borrador constitucional fue enviado hasta en dos ocasiones al Vaticano para que aportara sugerencias o correcciones.
Una inmensa mayor¨ªa del Parlamento irland¨¦s respald¨® la propuesta de reforma que se votar¨¢ este viernes, y es de suponer que una inmensa mayor¨ªa de la sociedad abraza sin el menor problema unos avances que ya llevan d¨¦cada incorporados a la mentalidad y costumbres de los ciudadanos. Pero siempre quedan minor¨ªas ultra, y hasta facciones de izquierda o de supuesta defensa de la mujer, que han transmitido mensajes confusos. Como el hecho de que el nuevo texto borrar¨¢ en el olvido el sacrificio realizado durante muchos a?os por mujeres que, seg¨²n ellas afirman, quisieron ser amas de casa. O la idea de que se otorgue el rango de familia a relaciones temporales de escasa estabilidad.
Ninguno de estos reparos tendr¨ªa una consecuencia legal pr¨¢ctica, y son m¨¢s que discutibles en su l¨®gica, pero han servido para enredar el debate y mantener en vilo al Gobierno. La previsi¨®n apunta a que ser¨¢ a primera hora de la tarde de este s¨¢bado cuando se conozca el resultado de la conducta, y se sepa si Irlanda da un paso adelante en defensa de la mujer o sufre un retroceso legal de un modo innecesario.
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