Microsoft compartir¨¢ con Defensa el c¨®digo de Windows "para mejorar la seguridad inform¨¢tica nacional"
La empresa permitir¨¢ a los servicios secretos espa?oles acceder a las tripas secretas del sistema operativo
Microsoft ha anunciado hoy que ha llegado a un acuerdo con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) para permitir a expertos de este organismo el acceso al c¨®digo fuente del sistema operativo Windows. La empresa estadounidense ha explicado que el objetivo de esta medida es contar con la colaboraci¨®n de los servicios secretos espa?oles para mejorar la seguridad del programa y por ende la de los sistemas inform¨¢ticos del pa¨ªs (que en su mayor¨ªa funcionan con esta teconolog¨ªa), dentro de un programa internacional que incluye a al menos otros 25 pa¨ªses.
El acuerdo firmado ayer por el director del CNI, Jorge Dezcallar, y la consejera delegada de Microsoft Ib¨¦rica, Rosa Mar¨ªa Garc¨ªa, tiene un periodo de vigencia de tres a?os, y supone la integraci¨®n de Espa?a en el Programa de Seguridad para Gobiernos (PSG) puesto en marcha por la empresa estadounidense en enero de 2001.
El 3%, supersecreto
El director de comunicaci¨®n de Microsoft Ib¨¦rica, Carlos de la Iglesia, ha explicado que, en virtud de este acuerdo, la empresa inform¨¢tica suministrar¨¢ a los expertos del CNI una tarjeta de acceso que permita llegar a trav¨¦s de una conexi¨®n de alta seguridad a los ordenadores que almacenan en Estados Unidos las tripas del sistema operativo (en realidad s¨®lo podr¨¢n leer el 97%; para el resto tendr¨¢n que viajar al cuartel general de la empresa en Redmond). Adem¨¢s, Microsoft se ha comprometido a formar a estos agentes para que puedan colaborar con los inform¨¢ticos que trabajan en este producto, y a suministrarles las herramientas necesarias para manejar e interpretar el c¨®digo fuente.
?ste ¨²ltimo punto es de extrema importancia, puesto que, como ha se?alado Rosa Mar¨ªa Garc¨ªa durante la presentaci¨®n del acuerdo, la ¨²ltima versi¨®n del programa tiene 40 millones de l¨ªneas de c¨®digo, lo que obligar¨ªa a un s¨®lo programador a dedicar 12 a?os s¨®lo a su lectura. Y precisamente ¨¦sta era la cr¨ªtica m¨¢s extendida entre los analistas cuando Microsoft hizo p¨²blico el PSG, puesto que el c¨®digo fuente no sirve para nada si no se puede compilar (es decir, traducir los programas escritos en lenguajes de alto nivel al lenguaje de la m¨¢quina).
Los esp¨ªas "ilusionados"
El CNI no ha hecho p¨²blicos los objetivos que pretende conseguir con esta colaboraci¨®n, aunque seg¨²n Carlos de la Iglesia se han mostrado "muy ilusionados" y afirman tener en mente varios proyectos, que al parecer no han compartido con la empresa estadounidense.
En el PGS, anunciado a los cuatro vientos por Microsoft en enero de 2001, participan hasta el momento al menos 25 pa¨ªses (algunos de ellos de forma p¨²blica, otros manteniendo en secreto su colaboraci¨®n), una lista que podr¨ªa ampliarse hasta 60, que son los Estados que, seg¨²n la empresa inform¨¢tica, cuentan con las leyes necesarias para proteger la propiedad intelectual. En la mayor¨ªa de los casos, como ocurre con Espa?a, los intermediarios del pa¨ªs con la empresa son los servicios secretos. Adem¨¢s, Microsoft ha incluido en el programa a varios organismos internacionales, entre ellos la OTAN y Europol.
La amenaza de Linux
En realidad de lo que se trata es de crear un grupo de trabajo, seg¨²n ha explicado Carlos de la Iglesia, integrado por los representantes de todos los pa¨ªses y organismos internacionales de forma que, adem¨¢s de compartir informaci¨®n con la empresa, lo hagan entre ellos. Sus aportaciones y sugerencias ser¨¢n tenidas en consideraci¨®n por Microsoft para incorporarlas, en la medida de lo posible, en las pr¨®ximas versiones del sistema operativo, seg¨²n Carlos de la Iglesia.
El programa es un paso m¨¢s dentro de la apuesta de la empresa estadounidense por compartir (eso s¨ª, con muchas restricciones) las tripas de Windows, con el objetivo de hacer frente a la expansi¨®n del c¨®digo abierto (de acceso libre, normalmente por Internet, y modificado por programadores de todo el mundo para mejorarlo o adecuarlo a sus necesidades concretas). Es el caso de Linux, de c¨®digo abierto y libre, que puede modificarse pero tambi¨¦n venderse en paquete cerrados, y que hoy por hoy supone uno de los mayores peligros para la hegemon¨ªa de la empresa estadounidense en el mercado de los sistemas operativos. Microsoft inici¨® en 2000 un acuerdo de colaboraci¨®n con otras empresas para permitirles acceder a porciones del c¨®digo fuente de Windows, de forma que lo tengan m¨¢s f¨¢cil a la hora de desarrollar programas destinados a funcionar con este sistema operativo.
El objetivo de aumentar la seguridad del programa, anunciado por Microsoft como el fundamental, tiene dos vertientes: por una parte, el hecho de que nadie m¨¢s que la empresa conozca los entresijos del producto ha levantado las sospechas de inform¨¢ticos y Gobiernos de todo el mundo. As¨ª, China ha llegado a hacer p¨²blica su sospecha de que Windows podr¨ªa incluir un mecanismo que sirviera para espiar los ordenadores. Pero adem¨¢s, el sistema operativo (y todos los programas de Microsoft) acumula una lista de problemas de seguridad bastante significativa. Sea porque es el m¨¢s analizado y atacado, o porque efectivamente tiene fallas importantes, los ataques de piratas inform¨¢ticos aprovechando alg¨²n resquicio dejado por sus programadores est¨¢n casi a la orden del d¨ªa. As¨ª, con iniciativas como la anunciada hoy la empresa pretende, a la vez que transmite un mensaje de confianza en sus productos, aprovechar el conocimiento de los servicios secretos y otros organismos de alto nivel para limar los problemas de seguridad del programa.
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