La salida a bolsa de Google entra en su recta final
Algunos fondos de inversi¨®n se quejan por el m¨¦todo y el precio elegidos para la colocaci¨®n
La peculiar salida a Bolsa del sitio de b¨²squeda en internet Google entra ya en su recta final, en medio del escepticismo de algunos grandes inversores institucionales. La colocaci¨®n de acciones del buscador puede comenzar el pr¨®ximo martes, seg¨²n informa hoy el The Wall Street Journal, despu¨¦s de que el viernes pasado la compa?¨ªa anunciara c¨®mo se puede participar en ese proceso.
La operaci¨®n propuesta por la compa?¨ªa es muy particular, y promete marcar una gran diferencia con otras ofertas de acciones en Wall Street. Se trata de una subasta conocida como "holandesa", que consiste en que los interesados en comprar acciones hacen sus ofertas de manera p¨²blica, en este caso por la red de redes 'online'.
Este m¨¦todo contrasta con la mayor¨ªa de las salidas a Bolsa de otras empresas, donde los t¨ªtulos se venden por primera vez en subastas privadas a las que tienen acceso s¨®lo unos pocos inversores privilegiados. Tras recibir las ofertas, Google las comparar¨¢ y calcular¨¢ el mayor precio posible para vender la totalidad de sus acciones, lo que ser¨¢ seguido por la venta propiamente dicha.
Cr¨ªticas por precio excesivo
Google anunci¨® que pretende recaudar unos 2.700 millones de d¨®lares y que los 24,6 millones de acciones que vender¨¢ deber¨ªan costar entre 108 y 135 d¨®lares cada una. El precio fue de inmediato considerado muy alto por algunos inversores institucionales, que creen que su alto coste desincentivar¨¢ la participaci¨®n de peque?os inversores, precisamente lo contrario de lo que se busca con el m¨¦todo "holand¨¦s".
Las cr¨ªticas, en todo caso no parecen preocupar a los fundadores del buscador, Larry Page y Sergey Brin, quienes han dicho que con esta oferta pretenden atraer a inversores de largo plazo interesados en el valor real de la compa?¨ªa y no en la especulaci¨®n a corto plazo.
Lo que se espera es que, una vez hecho p¨²blico el precio, las acciones de Google no suban mucho, y algunos incluso prev¨¦n que caigan, algo totalmente opuesto a lo que suele suceder con los t¨ªtulos de primera emisi¨®n en Wall Street. Pero al eliminar esta volatilidad, tambi¨¦n se elimina un gran incentivo para que los inversores tomen parte en la oferta, lo que se cree que a la larga afectar¨¢ al ¨¦xito de la misma.
Pocas restricciones a la reventa inmediata
Asimismo, hay que destacar que, al contrario de lo que ocurre tras otras ofertas, Google permitir¨¢ que los accionistas de la compa?¨ªa vendan en el mercado abierto los t¨ªtulos de la compa?¨ªa muy pocos d¨ªas despu¨¦s de comprarlos. Este m¨¦todo inquieta a muchos inversores institucionales, que temen que una vez que estas acciones comiencen a negociarse el precio de los t¨ªtulos de Google caiga.
Apenas 15 d¨ªas despu¨¦s de la oferta vencer¨¢n las primeras restricciones para vender 4,6 millones de t¨ªtulos en manos de empleados de la empresa e inversores privados. Tres meses despu¨¦s vencen las restricciones para vender otros 38,5 millones de acciones, y 120 d¨ªas m¨¢s tarde las de otros 24,3 millones de t¨ªtulos. Otros 24,3 millones de acciones podr¨¢n ser vendidos a partir de 150 d¨ªas despu¨¦s de la oferta y 180 d¨ªas despu¨¦s vencer¨¢n las restricciones de venta de 171 millones de t¨ªtulos.
La 'filosof¨ªa Google'
Para algunos expertos todas estas medidas, aunque no satisfagan el apetito por ganancias r¨¢pidas de los grandes fondos de inversi¨®n, son coherentes con la visi¨®n de los fundadores de la empresa. Se explica as¨ª que al permitir que quienes tienen acciones las vendan poco tiempo despu¨¦s de la salida a Bolsa quita una traba innecesaria en la liquidez de la acci¨®n, que tiende a elevar su precio artificialmente.
Sea cual sea la opini¨®n que tengan los inversores de la oferta de Google, lo cierto es que marcar¨¢ una nueva forma de hacer negocios en Wall Street, y ser¨¢ su ¨¦xito el que determine si otras compa?¨ªas est¨¢n dispuestas a seguir este mismo camino.
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