Ouya acepta reservas desde Espa?a
La consola basada en Android y financiada por voluntarios costar¨¢ 96 euros
Ouya comenz¨® como un proyecto m¨¢s de Kickstarter, una plataforma de financiaci¨®n social. La mec¨¢nica es sencilla. Alguien tiene una idea, la desarrolla, la documenta e intenta convencer a los peque?os inversores, por tierra, mar y aire. O mejor dicho, por Twitter, Facebook y correo, de que les presten su apoyo en forma de dinero.
En esta web de financiaci¨®n compartida sirve tanto para promover un documental, un videoclip o, como en este caso, una consola de videojuegos de bajo coste y gran potencial.
La diferencia en esta ocasi¨®n est¨¢ en la capacidad de difusi¨®n y expectaci¨®n. Los promotores de Ouya ped¨ªan algo m¨¢s de 767.000 euros (950.000 d¨®lares). Sin embargo, a medida que se fueron conociendo los detalles creci¨® el apoyo popular y financiero hasta rozar siete millones de euros.? El esbozo de consola presentaba un procesador Tegra 3 y mandos inal¨¢mbricos. Nada comparable, por ejemplo, con una PlayStation 3 o XBOX 360, pero tampoco por su precio.
Los creadores, que ya tienen web oficial, acaban de anunciar que se puede comprar por 96 euros m¨¢s 16 euros de gastos de env¨ªo desde fuera de Estados Unidos. Por 120 euros se consigue el paquete con dos mandos. El de cuatro tendr¨¢ un precio de 169 euros, un poco m¨¢s de lo que cuesta la Wii de Nintendo. Eso s¨ª, habr¨¢ que esperar, como m¨ªnimo a marzo de 2013 para tenerla en las manos.
Por esta cantidad no se pueden esperar grandes despliegues. Solo tendr¨¢ ocho gigas de memoria interna, soportar¨¢ hasta cuatro, inal¨¢mbricos, y est¨¢ pensanda para descargar los juegos de Internet y, sobre todo, jugar en l¨ªnea.
OnLive y Gaikai, reci¨¦n comprada por Sony, son dos servicios de juego basadas en la nube. El ¨¦xito de esta tecnolog¨ªa definir¨¢ si las consolas dom¨¦sticas tienen o no los d¨ªas contados. La idea es tener un terminal de bajo coste y potencia limitada y delegar el potencial gr¨¢fico en la nube, en los servidores de estos servicios. Para que esta premisa sea una realidad, hay dos condicionantes que son clave: conexi¨®n a Internet constante y de alta velocidad y un buen cat¨¢logo de juegos.
A los nost¨¢lgicos del juego de los 90 les ha conquistado al primer gui?o. Una dosis de nostalgia, bajo coste, buenos gr¨¢ficos y mucho bot¨®n. A los que tienen alma de h¨¢cker les ha llegado al coraz¨®n el hecho de que est¨¦ basada en Android. Lo ven como una m¨¢quina para jugar, claro, pero tambi¨¦n como un aparato f¨¢cilmente (relativamente) programable para utilizarlo como centro multimedia en el hogar.? el lema es "H¨¢ckers, bienvenidos". Mientras que el resto de fabricantes evitan que sus aparatos se abran, modifiquen o se usen para fines diferentes a los que se pensaron, con Ouya se pretende todo lo contrario, que el due?o de la consola lo convierta en lo que quiera... Si es capaz, claro.
Lo que por ahora no se contempla, y tampoco parece preocupar al p¨²blico dada la gran demanda, incluir las novedades narrativas e interacci¨®n de ¨²ltima generaci¨®n: Ni mando de movimiento -como el de Wii-, ni integraci¨®n con tabletas -como Smartglass de Microsoft- o el reconocimiento de gestos que propone Kinect. Ouya se presenta con sencillez, sin pretensiones, con un viejo slogan: "la revoluci¨®n ser¨¢ televisada", es decir, volver al sal¨®n y al mando tradicional, pero con el cat¨¢logo de juegos gratis, basados en Android.
La fiebre Ouya parece haber llegado tambi¨¦n a los desarrolladores de videojuegos. En KickStarter se multiplican los proyectos de t¨ªtulos a medida. Ser¨¢n los primeros creados para este peculiar y ya afamado aparato. Van desde la aventura de un cocodrilo que esquiva tortugas (no parace 'lo m¨¢s'), un rompecabezas con aires de rol, una especie de Tetris,?un c¨®mico y peculiar pinball, un t¨ªtulo de disparos ambientado en el espacio, una aventura gr¨¢fica en dos dimensiones pixelada al estilo de la vieja escuela, una haza?a de caballeros medievales en clave de estrategia hasta uno tipo Risk con carros blindados.
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