El dise?o, clave para innovar
Cuando forma y funci¨®n deben ir de la mano para conseguir el ¨¦xito
La innovaci¨®n tecnol¨®gica requiere siempre de ingenieros, emprendedores y financieros atra¨ªdos por los riesgos y las oportunidades que conllevan las aventuras. Cada uno crea su propia receta. No existe una ¨²nica que sirva para todo. Lo que cuenta es la mezcla, la combinaci¨®n entre esos distintos elementos, una f¨®rmula que se ir¨¢ enriqueciendo, haci¨¦ndose potencialmente m¨¢s perturbadora, si se agrega una generosa dosis de dise?o.
Silvio Meira es quien mejor ayuda a comprender su importancia en la innovaci¨®n de los pa¨ªses emergentes. Profesor de Ciencias de la Computaci¨®n en Recife, capital del noreste brasile?o, est¨¢ convencido de que las empresas de Silicon Valley yerran al creer que pueden mantener su dominio mandando a fabricar sus aparatos fuera de sus fronteras mientras se dedican a dise?o, como si fueran Apple.
De hecho, el investigador estima que: "el dise?o es?brainware y los cerebros brasile?os son tan buenos como otros". Usa brainware, como una forma de referirse al dise?o bien pensado, a un valor a la hora de crear, en el mismo sentido en el que se referir¨ªa a software o hardware, para designar un producto propio de la mente, del cerebro.
Para un pa¨ªs como Brasil es importante. Se trata de un ejercicio que puede surgir de manera relativamente r¨¢pida en el mundo entero, a diferencia de los sofisticados algoritmos todav¨ªa fuera del alcance de su pa¨ªs y que costar¨¢ a?os de educaci¨®n de calidad y de formaci¨®n de ingenieros de alto nivel. Por este motivo Meira aboga por el dise?o y a puesta por hacer del Porto Digital de Recife (tercer polo tecnol¨®gico de Brasil, detr¨¢s de Sao Paulo y de R¨ªo de Janeiro) un centro para las "industrias creativas". ?l mismo acaba de lanzar Ikewai.com una empresa dedicada al dise?o de negocios.
En India muchos tienen la sensaci¨®n de que no se valora lo suficiente. "En el pasado era posible vender cualquier producto aunque estuviera pobremente dise?ado, siempre y cuando fuera funcional", expone Kashan Kumar, presidente de The Indus Entrepreneurs (TIE), una asociaci¨®n fundada en Silicon Valley para fomentar el empresariado indio en el mundo. TIE est¨¢ financiado con el dinero y la experiencia de aquellos compatriotas que han tenido ¨¦xito. "A ojos de la clase media el dise?o podr¨ªa ser deseable pero no imprescindible porque puede vivirse sin ¨¦l. Y encima cuesta m¨¢s. El arte tradicionalmente se considera cosa ricos."
"Contamos con cientos de universidades que forman ingenieros y muy pocas para dise?adores" -prosigue Kumar- "Las bellas artes son consideradas como una afici¨®n no como una profesi¨®n".
En Israel, Yossi Vardi, reconoce que "se trata de un elemento importante" del proceso de innovaci¨®n. "Hoy en d¨ªa Internet y los m¨®viles se han vuelto obras de arte, una nueva forma de arte", asegura. "La tecnolog¨ªa es un soporte, una capa -como si fuera un lienzo, arcilla, papel o piedra- a trav¨¦s de la cual el talento y el arte se expresan. Sin ese atributo es imposible atraer a los usuarios."
La empresa que m¨¢s ha bregado para que entendamos y aceptemos la trascendencia del dise?o es Apple, por supuesto. Para empezar, demostr¨® que no solo importa tener una m¨¢quina que sirva -ya sea un ordenador o un tel¨¦fono inteligente-, y, para continuar, que la est¨¦tica y la facilidad de uso juegan un rol relevante en la decisi¨®n de compra. La innovaci¨®n en el terreno de las TIC se entiende mejor, pues, como el fruto de una tensi¨®n creativa entre ingenieros y dise?adores.
Vardi recuerda las disputas en Silicon Valley, cuando la inform¨¢tica que hoy se conoce popularmente daba sus primeros balbuceos, entre los partidarios de la inteligencia artificial reagrupados alrededor del Laboratorio de Inteligencia Artificial de Stanford (SAIL) y los que respaldaban, en vez del reemplazo por las m¨¢quinas, "la expansi¨®n" del esp¨ªritu humano mediante el ordenador y, por qu¨¦ no, el LSD. Sus l¨ªderes eran Stewart Brand (creador del Whole Earth Catalog, la biblia de los hippies) y Doug Engelbart, inventor del rat¨®n y primer promotor de la interfaz gr¨¢fica y de los enlaces hipertextuales. La revista Time public¨® un art¨ªculo en 1995 que, bajo el t¨ªtulo "Todo esto se lo debemos a la hippies", retomaba esta tensi¨®n fundamental para entender la historia de las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n.
No fue casualidad que Steve Jobs perteneciera a ese segundo grupo pero las cosas han cambiado desde entonces y los dise?adores de hoy poco tienen que ver con los hippies de los a?os sesenta del siglo pasado.
El dise?o ha dejado de ser asunto exclusivo de los artista para convertirse en un m¨¦todo para abordar los problemas de la manera m¨¢s creativa posible.
Seg¨²n Tim Brown, presidente de IDEO.com, las tres etapas principales (algunos proponen siete), descritas en su libro Change by Design, consisten en "aprender de la vida, de los dem¨¢s" y luego observar, "mirar lo que la gente no hace y escuchar lo que no dice". La idea se centra en que los focus groups no sirve de nada. Hace falta investigar las necesidades de la gente, empezando por las que no formulan. Y luego hay que mostrar empat¨ªa, "dejar de analizarlos como ratas de laboratorio" y "meterse en sus zapatos" para entenderlos mejor.
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