La oscura utilizaci¨®n de Facebook y Twitter como armas de manipulaci¨®n pol¨ªtica
Las maniobras en redes se convierten en una amenaza que los gobiernos quieren controlar
Todo cambi¨® para siempre el 2 de noviembre de 2010, sin que nadie lo notara. Facebook introdujo un simple mensaje que saltaba en el muro de sus usuarios, una ventanita que anunciaba las amistades que ya hab¨ªan votado. Eran las elecciones legislativas estadounidenses y 60 millones de votantes vieron ese se?uelo de Facebook. Cruzando datos de sus usuarios con el registro de votantes, la red calcul¨® que fueron a votar 340.000 personas que se hubieran quedado en casa si no hubieran visto en su muro que sus amigos ya hab¨ªan pasado por las urnas.
"Citar lo m¨¢s est¨²pido que cualquier pol¨ªtico diga es una manera de explotar los instintos m¨¢s bajos de la gente. Eso est¨¢ enturbiando el mundo entero", denunci¨® el fundador de Twitter
Dos a?os despu¨¦s, cuando se jugaba la reelecci¨®n Barack Obama, los cient¨ªficos de Facebook publicaron los resultados de este experimento pol¨ªtico en la revista Nature. Era la forma de mostrar m¨²sculo ante los potenciales anunciantes, el ¨²nico modelo de negocio de la compa?¨ªa de Mark Zuckerberg, que le reporta m¨¢s de 9.000 millones de d¨®lares por trimestre. Es f¨¢cil suponer lo mucho que habr¨¢n crecido los b¨ªceps de Facebook desde que sac¨® a la calle a cientos de miles de votantes en hace siete a?os, cuando ni siquiera hab¨ªa historias patrocinadas.
Hace pocas semanas, el cofundador de Twitter Ev Williams se disculpaba por el papel determinante que hab¨ªa desempe?ado esa plataforma en la elecci¨®n de Donald Trump, al ayudar a crear un "ecosistema de medios que se apoya y prospera en la atenci¨®n". "Y eso es lo que nos hace m¨¢s tontos", asegur¨®, "y Donald Trump es un s¨ªntoma de eso". "Citando los tuits de Trump, o citando lo ¨²ltimo y m¨¢s est¨²pido que cualquier candidato pol¨ªtico o cualquier otra persona diga, es una manera efectiva de explotar los instintos m¨¢s bajos de la gente. Y eso est¨¢ enturbiando el mundo entero", denunci¨® Williams.
Cuando le preguntaron a Zuckerberg si Facebook hab¨ªa sido determinante en la elecci¨®n de Trump, rechaz¨® la idea como una "locura" y algo "extremadamente improbable". Sin embargo, la propia red social que dirige se jacta de ser una herramienta pol¨ªtica decisiva en sus "casos de ¨¦xito" publicitarios, atribuy¨¦ndose un papel esencial en victorias de legisladores estadounidenses o en la mayor¨ªa absoluta de los conservadores brit¨¢nicos de 2015.
Salir de la burbuja
Se ha discutido mucho sobre su verdadero impacto desde que el activista Eli Pariser comenzara a advertir sobre el riesgo de las burbujas de opini¨®n que estaban generando las redes. "Ese filtro, que termina reforzando nuestros propios argumentos, est¨¢ siendo decisivo", advierte Gemma Galdon. Recientemente, la directora operativa de Facebook, Sheryl Sandberg, asegur¨® que la burbuja es menor en su plataforma que en los medios tradicionales (aunque neg¨® tajantemente que su compa?¨ªa pueda considerarse un medio). El 23% de los amigos de un usuario de Facebook tienen visiones pol¨ªticas distintas de la suya, seg¨²n Sandberg.
"Sabemos que las din¨¢micas de Facebook favorecen el refuerzo de opiniones, que todo se exacerba porque buscamos la aprobaci¨®n del grupo, porque podemos silenciar a la gente que no nos gusta, porque la herramienta nos da m¨¢s de lo que nos gusta. Y eso genera mayor polaridad", asegura Esteban Moro. Como muestra, un bot¨®n: un estudio reciente de Pew mostraba que los pol¨ªticos m¨¢s extremistas tienen muchos m¨¢s seguidores en Facebook que los moderados. "Vivimos en regiones de las redes sociales completamente cerradas, de las que es muy dif¨ªcil salir", asegura. Y propone probar el experimento de sus compa?eros del Media Lab del MIT que han desarrollado una herramienta, FlipFeed, que permite meterte en la burbuja de otro usuario de Twitter, viendo su timeline: "Es como si te cogieran en helic¨®ptero y te soltaran en Texas siendo un votante de Trump. As¨ª te das cuenta de hasta qu¨¦ punto vivimos en un ecosistema de gente que piensa igual que nosotros".
Lo cierto es que es el propio equipo de Trump quien reconoce que cabalgaron hacia la Casa Blanca a lomos de las redes sociales, aprovechando su masiva capacidad para alcanzar usuarios tremendamente espec¨ªficos con mensajes casi personalizados. Como revel¨® una responsable del equipo digital de Trump en la BBC, Facebook, Twitter, YouTube y Google ten¨ªan trabajadores con despacho propio en el cuartel general republicano: "Nos estaban ayudando a utilizar la plataforma de la manera m¨¢s eficaz posible. Cuando est¨¢s inyectando millones y millones de d¨®lares a estas plataformas sociales [entre 70 y 85 millones en Facebook], recibes tratamiento preferencial, con representantes que se aseguran de satisfacer todas nuestras necesidades".
Y en eso aparecieron los rusos
La revelaci¨®n de que Facebook permiti¨® que se compraran, desde cuentas falsas ligadas a Mosc¨², 100.000 d¨®lares en anuncios proTrump puso sobre la mesa el reverso tenebroso de la plataforma de Zuckerberg. Acosado por la opini¨®n p¨²blica y el Congreso de EE UU, reconoci¨® que estos anuncios hab¨ªan alcanzado a 10 millones de usuarios. Sin embargo, un especialista de la Universidad de Columbia, Jonathan Albright, calcul¨® que la cifra real debi¨® ser de al menos el doble, al margen de que gran parte de su difusi¨®n habr¨ªa sido org¨¢nica, es decir, viralizando de forma natural y no solo por patrocinio. ?La respuesta de Facebook? Borrar todo rastro. Y cortar el grifo para futuras investigaciones. "Nunca m¨¢s podr¨¢, ¨¦l o cualquier otro investigador, realizar el tipo de an¨¢lisis que hizo unos d¨ªas antes", public¨® The Washington Post hace una semana. "Son datos de inter¨¦s p¨²blico", se quej¨® Albright al descubrir que Facebook hab¨ªa tapado la pen¨²ltima rendija por la que se pod¨ªan asomar los investigadores a la realidad de lo que sucede dentro de la poderosa compa?¨ªa.
Esteban Moro, que tambi¨¦n se dedica a buscar rendijas entre los opacos muros de la red social, critica la decisi¨®n de la compa?¨ªa, en lugar de apostar por transparencia para demostrar prop¨®sito de enmienda. "Por eso intentamos forzar a que Facebook nos permita ver qu¨¦ parte del sistema influye en los resultados problem¨¢ticos", asegura este investigador, que actualmente trabaja en el Media Lab del MIT. "No sabemos hasta qu¨¦ punto est¨¢ dise?ado para reforzar ese tipo de comportamientos", se?ala en referencia a la difusi¨®n de desinformaci¨®n pol¨ªticamente interesada.
"Sus algoritmos est¨¢n optimizados para favorecer la difusi¨®n de publicidad. Corregirlo para evitar la propagaci¨®n de desinformaci¨®n va en contra del negocio", explica Moro
Facebook ha anunciado que contar¨¢ con casi 9.000 empleados para editar contenidos, lo que muchos consideran un parche en un problema que es estructural. "Sus algoritmos est¨¢n optimizados para favorecer la difusi¨®n de publicidad. Corregirlo para evitar la propagaci¨®n de desinformaci¨®n va en contra del negocio", explica Moro. La publicidad, la fuente de ingresos de Facebook y Google, demanda que pasemos m¨¢s tiempo conectados, interaccionando y clicando. Y para lograrlo estas plataformas desarrollan potent¨ªsimos algoritmos que han creado un campo de batalla perfecto para las mentiras pol¨ªticas, en el que han proliferado medios que se hacen de oro viralizando falsedades y medias verdades polarizadas.
"Es imprescindible que haya un proceso de supervisi¨®n de estos algoritmos para mitigar su impacto. Y necesitamos m¨¢s investigaci¨®n para conocer su influencia", reclama Gemma Galdon, especialista en el impacto social de la tecnolog¨ªa y directora de Eticas. Galdon se?ala que han coincidido muchos fen¨®menos en el tiempo, como el efecto burbuja de las redes (al aislarte de opiniones distintas), el malestar social generalizado, la escala brutal en la que act¨²an estas plataformas, la opacidad de los algoritmos y la desaparici¨®n de la confianza en los medios, que al juntarse han generado "un desastre bastante importante". Moro coincide en que "muchas de estas cosas que est¨¢n pasando en la sociedad tienen que ver con lo que sucede en estas redes" y apunta un dato: "Es el ¨²nico sitio en el que se informa el 40% de los estadounidenses, que pasan all¨ª tres horas al d¨ªa".?
La propaganda inform¨¢tica es "una de las herramientas m¨¢s poderosas contra la democracia", seg¨²n expertos de Oxford, y por ello las redes "necesitan redise?arse para que la democracia sobreviva"
Sheryl Sandberg, la mano derecha de Zuckerberg, defendi¨® la venta de anuncios como los rusos argumentando que se trata de una cuesti¨®n de "libertad de expresi¨®n". Bloomberg public¨® que Facebook y Google colaboraron activamente en una campa?a xen¨®foba antirrefugiados para que la vieran votantes clave en los estados en disputa. Google tambi¨¦n acept¨® dinero ruso por anuncios en YouTube o Gmail. No en vano, Facebook ha presionado durante a?os para que no les afecte la legislaci¨®n que obliga a los medios tradicionales a ser transparentes en la contrataci¨®n de propaganda electoral. Ahora, el Senado quiere legislar sobre la propaganda digital en contra de la presi¨®n de estas grandes plataformas tecnol¨®gicas, que apuestan por la autorregulaci¨®n. Tanto Twitter como Facebook han manifestado estos d¨ªas su intenci¨®n de ser m¨¢s transparentes en este apartado.
La responsabilidad deTwitter
A comienzos de verano el Instituto de Internet de la Universidad de Oxford public¨® un demoledor informe en que analizaban la influencia que las plataformas digitales estaban teniendo en los procesos democr¨¢ticos en todo el mundo. El equipo de investigadores estudi¨® lo sucedido con millones de publicaciones en los dos ¨²ltimos a?os en nueve pa¨ªses (Brasil, Canad¨¢, China, Alemania, Polonia, Taiw¨¢n, Rusia, Ucrania y los Estados Unidos) y concluyeron, entre otras cosas, que "los bots [cuentas automatizadas] pueden influir en procesos pol¨ªticos de importancia mundial".
Facebook, Twitter, YouTube y Google ten¨ªan trabajadores con despacho propio en el cuartel general de Trump: ¡°Cuando inyectas tantos millones, tienes trato preferencial¡±
En EE UU,?los republicanos y la derecha supremacista usaron ej¨¦rcitos de bots para "manipular consensos, dando la ilusi¨®n de una popularidad online significativa para construir un verdadero apoyo pol¨ªtico" y para extender el alcance de su propaganda. Y concentraron sus esfuerzos en los estados clave en disputa, que inundaron con "noticias basura". En pa¨ªses como Polonia y Rusia, gran parte de la conversaci¨®n en Twitter est¨¢ monopolizada por cuentas automatizadas. En estados m¨¢s autoritarios las redes se usan para controlar la conversaci¨®n pol¨ªtica, silenciando a la oposici¨®n, y en los m¨¢s democr¨¢ticos aparecen las cibertropas para contaminarla interesadamente. Las plataformas no informan ni act¨²an porque pondr¨ªan "su cuenta de resultados en riesgo".
"Los bots utilizados para la manipulaci¨®n pol¨ªtica tambi¨¦n son herramientas efectivas para fortalecer la propaganda online y las campa?as de odio. Una persona, o un peque?o grupo de personas, puede usar un ej¨¦rcito de robots pol¨ªticos en Twitter para dar la ilusi¨®n de un consenso a gran escala", asegura el equipo de Oxford. Y concluye: "La propaganda inform¨¢tica es ahora una de las herramientas m¨¢s poderosas contra la democracia" y por ello las plataformas digitales "necesitan redise?arse significativamente para que la democracia sobreviva a las redes sociales".
Zuckerberg dice que es una "locura" pensar que Facebook puede determinar elecciones, pero se jacta de hacerlo en su propia web
Twitter tambi¨¦n ha borrado material irremplazable para conocer la influencia rusa en la elecci¨®n de Trump. M¨¢s recientemente, investigadores de la Universidad del Sur de California han alertado del desarrollo de un mercado negro de bots pol¨ªticos: las mismas cuentas que en su d¨ªa apoyaron a Trump luego trataron de envenenar la campa?a en Francia en favor de Le Pen y m¨¢s adelante se pasaron al alem¨¢n colaborando con el partido neonazi Afd. Zuckerberg prometi¨® hacer lo posible para "asegurar la integridad" de las elecciones alemanas. Durante la campa?a, siete de las 10 noticias m¨¢s virales sobre Merkel en Facebook eran falsas. ProPublica acaba de revelar que la red social toler¨® anuncios ilegales que difund¨ªan informaci¨®n t¨®xica contra el Partido Verde alem¨¢n.
Galdon trabaja con la Comisi¨®n Europea, a quienes considera "muy preocupados" desde hace unos meses, para dar respuesta a estos fen¨®menos pensando en un marco europeo de control que en la actualidad est¨¢ muy lejos de fijarse. "Hay quien apuesta por la autorregulaci¨®n, quien cree que debe haber un organismo de supervisi¨®n de algoritmos como con los medicamentos e incluso quien pide que se censuren directamente contenidos", apunta la investigadora. Pero Galdon apunta un problema mayor: "Le decimos a las plataformas que tienen que actuar mejor, pero no sabemos qu¨¦ significa mejor. Las autoridades europeas est¨¢n preocupadas, pero no saben bien qu¨¦ pasa ni qu¨¦ cambiar ni qu¨¦ pedir exactamente".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.