?C¨®mo deber¨ªa comportarse un robot en la cola del supermercado?
Los expertos apuestan por el desarrollo de m¨¢quinas que sepan interactuar con humanos en situaciones cotidianas
?C¨®mo deber¨ªa comportarse un robot si alg¨²n d¨ªa estuviera en la cola de un supermercado, entrara en un ascensor o se cruzara con una persona por la calle? Estas m¨¢quinas han venido para quedarse y, seg¨²n apuntan los expertos, llegar¨¢ el momento en el que estar¨¢n presentes en las situaciones m¨¢s cotidianas. Cada vez m¨¢s especialistas del sector se ponen preguntas de ese tipo y apuestan por el desarrollo de aut¨®matas que se comporten de forma similar a los humanos para intentar que se integren mejor en la sociedad. ?Hasta qu¨¦ punto un robot puede ser capaz de percibir el mundo que lo rodea? ?Llegar¨¢ un d¨ªa en el que ya no haya diferencia entre interactuar con un androide y con una persona? ?Est¨¢ la sociedad preparada para ello?
¡°Si los robots se mueven en nuestra sociedad, conducen en nuestras carreteras y trabajan en nuestras oficinas, es importante que las personas puedan predecir su comportamiento¡±, explica Reid Simmons, profesor del Instituto de Rob¨®tica de la Universidad Carnegie Mellon. Este investigador, que estudia la capacidad de interacci¨®n social de los aut¨®matas, sostiene que hay dos formas de conseguirlo: ¡°Una es hacer que los robots trabajen como cualquier m¨¢quina y las personas tengan que aprender c¨®mo funcionan. La otra es hacer que directamente se comporten como personas para que no tengamos que aprenderlo¡±.
Simmons apuesta por la segunda y pone como ejemplo el comportamiento de las personas cuando se ponen a la cola de un supermercado o de una taquilla en una estaci¨®n de tren. En estos casos, explica, cada uno sabe a qu¨¦ distancia se tiene que poner para no incomodar a los dem¨¢s y al mismo tiempo evitar que alguien se cuele. Si un robot estuviera en esta situaci¨®n, deber¨ªa saber hacer lo mismo: ¡°Hay que analizar a qu¨¦ distancia se debe poner el aut¨®mata de la ¨²ltima persona en la cola¡±. Esta forma de comportarse puede variar seg¨²n el contexto cultural, afirma Simmons. Por eso, ser¨ªa necesario entrenar al robot para que sepa adaptarse: ¡°En una cola en Estados Unidos habr¨ªa que dejar m¨¢s espacio que en Espa?a¡±.
Uno de los objetivos principales de Amy Loufti, investigadora en el Centro de Sistemas de Sensores Aut¨®nomos Aplicados de la Universidad de ?rebro en Suecia, es ¡°que los robots tengan la capacidad de razonar sobre el mundo a su alrededor¡± y para ello ser¨ªa ¨²til ¡°observar c¨®mo las personas interact¨²an con los objetos¡±. Un aspecto de la interacci¨®n que le interesa especialmente es el desarrollo del lenguaje: ¡°Cuando hablamos de un m¨®vil, no nos referimos solo a la palabra. Tenemos un concepto de lo que es¡±. Loufti estudia c¨®mo trasladar esta capacidad a las m¨¢quinas. ¡°Los humanos interact¨²an con otros humanos hablando, es una forma natural de interacci¨®n y ser¨ªa ¨²til ver si funciona en los robots¡±, afirma.
A la hora de interactuar con los humanos, tambi¨¦n es importante la capacidad de un robot de moverse de forma natural. As¨ª lo afirma Philippe Sou¨¨res, director del departamento de rob¨®tica del Laboratorio de An¨¢lisis y Arquitectura de Sistemas en Toulouse, que desde 2006 trabaja con androides para que sus movimientos sean fluidos y seguros. Saber reproducir acciones complejas como saltar, correr o bailar aumentar¨ªa su potencial, explica Sou¨¨res. ¡°El sue?o de los especialistas en robots humanoides es hacer que tengan estructuras similares a los m¨²sculos con las que ser m¨¢s o menos flexibles dependiendo del momento¡±, afirma.
La adaptabilidad de los robots a m¨²ltiples contextos es un objetivo fundamental de la rob¨®tica blanda, una rama en fuerte expansi¨®n. Para los investigadores especializados en este ¨¢rea, una clave es desarrollar prototipos rob¨®ticos con materiales el¨¢sticos, de tama?o peque?o y aplicables a superficies r¨ªgidas. As¨ª se pueden crear modelos que cambian de funci¨®n y posibilitar movimientos flexibles, afirman. ¡°Esto hace que los robots sean m¨¢s seguros y su uso, m¨¢s personalizado y adaptable. Tanto ni?os como adultos o personas mayores pueden beneficiarse de ellos¡±, explica Jamie Paik, directora y fundadora de laboratorio de rob¨®tica reconfigurable del Instituto Federal Suizo de Tecnolog¨ªa.
Robots contra la soledad
Robots capaces de interactuar con los seres humanos aportar¨ªan un gran impacto social, seg¨²n consideran estos expertos, entrevistados en Madrid durante la feria IROS 2018. Amy Loufti afirma que pueden resultar particularmente ¨²tiles para ¡°ayudar a las personas mayores a mantenerse independientes¡±. Una m¨¢quina ser¨ªa capaz, por ejemplo, de dar informaci¨®n sobre los medicamentos que se tienen que tomar o limpiar la casa, sostiene la investigadora. Tambi¨¦n podr¨ªa ser una herramienta ¨²til para reducir la soledad. ¡°Servir¨ªa para alertar de que una persona lleva mucho tiempo sin hablar con alguien o salir de casa¡±, agrega Loufti.
Espa?a es uno de los pa¨ªses donde se experimenta la aplicaci¨®n de robots para ayudar a personas mayores. El grupo de investigaci¨®n Robotics Lab de la Universidad Carlos III de Madrid ha desarrollado un prototipo capaz de proponer ejercicios y ense?ar c¨®mo hacerlos a trav¨¦s de sus movimientos. A primera vista este peque?o robot parece un juguete. Sus ojos azules, su gran sonrisa y su torso suave como el de un peluche cautivan la atenci¨®n de quienes se le acercan por primera vez. ¡°Normalmente todos me llaman Minnie, como la novia de Mickey Mouse¡±, se presenta.
¡°Al principio los ancianos tienen la idea de que un robot es algo del futuro que no va con ellos. Pero cuando se encuentran a Minnie, que es tan achuchable y cercano, se llevan una grata sorpresa¡±, explica Esther Salichs, una de las integrantes del laboratorio. Es importante que los robots sean especialmente sociales con las personas que nunca antes han visto uno, seg¨²n afirman los expertos consultados. ¡°Por ejemplo, en hospitales, ya que hay gente nueva todo el tiempo que no est¨¢ acostumbrada a tratar con ellos¡±, asegura Simmons.
Pero, ?est¨¢ la sociedad preparada para que los robots formen parte de su d¨ªa a d¨ªa en hospitales, carreteras o colegios? La respuesta est¨¢ en el centro del debate entre los expertos. ¡°La interacci¨®n entre robots y humanos es complicada. Todav¨ªa no tenemos claro c¨®mo los humanos quieren interactuar con los robots y si todos quieren hacerlo¡±, afirma Amy Loufti. Simmons hace referencia a la teor¨ªa del valle inquietante: ¡°Cuando las m¨¢quinas se vuelven m¨¢s humanas, la gente se siente m¨¢s c¨®moda con ellas. Pero llega un punto en el que, si se parecen demasiado a las personas, la gente se incomoda¡±.
Este profesor cree que llegar¨¢ un d¨ªa, dentro de mucho tiempo, en el que los humanos interact¨²en con robots como lo hacen con otras personas. Pero subraya que no hay que confundir una m¨¢quina con un ser humano. Sobre este punto, tambi¨¦n Philippe Sou¨¨res coincide: ¡°Los robots son solo herramientas al igual que un coche o un ordenador. Es importante que la gente sepa que una m¨¢quina es una m¨¢quina y un humano es un humano y son totalmente diferentes¡±.
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