Michael Dertouzos, el hombre que vaticin¨® la revoluci¨®n de Internet
Cient¨ªfico griego y destacado profesor, fue el impulsor del Consorcio de la World Wide Web que dirige la red de redes y un visionario de su utilidad para cambiarnos la vida
La revista ¡®Time¡¯ cit¨® a Michael Dertouzos como ¡°el inform¨¢tico m¨¢s influyente del mundo¡±, y el propio Bill Gates se refiri¨® a ¨¦l como ¡°el primer verdadero humanista tecnol¨®gico¡±. La categor¨ªa de quienes definieron en esos t¨¦rminos al cient¨ªfico de origen griego hacen pensar no solo en su categor¨ªa acad¨¦mica, sino sobre todo humana, porque Dertouzos, ante todo, fue un humanista preocupado por el servicio que la tecnolog¨ªa pod¨ªa prestarnos a los humanos y c¨®mo nos ayudar¨ªa a mejorar la vida.
Nunca fue conocido por el gran p¨²blico, pero ejerci¨® un gran liderazgo en los equipos de trabajo que dirigi¨® y siempre destac¨® como un gran educador en la divulgaci¨®n cient¨ªfica. Sin embargo, adem¨¢s de por sus patentes y sus contribuciones a la ciencia, Michael sobresale en el mundo cient¨ªfico porque fue un visionario en toda la extensi¨®n de la palabra y pas¨® las ¨²ltimas d¨¦cadas del siglo XX estudiando y pronosticando los futuros cambios tecnol¨®gicos. ?l mismo explic¨® que lo hac¨ªa con sus imaginaciones t¨¦cnicas m¨¢s alocadas pas¨¢ndolas a trav¨¦s del tamiz de la utilidad humana. Gracias a eso, Michael Dertouzos pens¨® en muchas situaciones a?os antes de que ocurrieran y tambi¨¦n por ese motivo sufri¨® muchas veces un rid¨ªculo prematuro del que se resarc¨ªa a medida que avanzaba el tiempo.
Entre sus predicciones m¨¢s destacadas est¨¢n la que realiz¨® en 1976, cuando asegur¨® que para mediados de la d¨¦cada de los 90, tres de cada cuatro hogares tendr¨ªan computadoras de escritorio, lo que ahora conocemos por PC; o la que hizo en 1980, cuando escribi¨® y habl¨® sobre el mercado de la informaci¨®n, en el que cientos de millones de computadoras estar¨ªan interconectadas a trav¨¦s de una red mundial, permitiendo a miles de millones de personas comprar, vender e intercambiar libremente informaci¨®n.
Michael Leonidas Dertouzos naci¨® en Atenas el 5 de noviembre de 1936. Hijo de un almirante de la marina griega y de una pianista profesional, esta herencia justific¨® siempre su gusto tanto por el mar como como por la m¨²sica renacentista y barroca. Su recuerdo de ni?o fue la de una ciudad en llamas, pero la Atenas de la posguerra pronto se le qued¨® peque?a y cumpli¨® el sue?o que alguna vez reconoci¨® haber tenido de joven: ir al MIT (Instituto de Tecnolog¨ªa de Massachusetts). Lo consigui¨® tras lograr una beca Fulbright para estudiar en la Universidad de Arkansas, donde obtuvo una licenciatura y una maestr¨ªa. Despu¨¦s ingres¨® en el programa de doctorado del MIT, obteniendo el t¨ªtulo en 1964. Se uni¨® a la facultad como profesor asistente y se qued¨® all¨ª durante el resto de su vida.
Michael Dertouzos tambi¨¦n adquiri¨® experiencia como empresario al fundar Computek en 1968. La empresa fabricaba y comercializaba uno de los primeros terminales de visualizaci¨®n gr¨¢fica basados en una de sus patentes. M¨¢s tarde se convirti¨® en el presidente de Computek e introdujo los primeros terminales inteligentes. A principios de la d¨¦cada de los 70, Dertouzos, dentro del propio MIT, se cambi¨® al Laboratorio de Ciencias de la Computaci¨®n (LCS) y se uni¨® al ¡®Proyecto MAC¡¯, que hab¨ªa sido establecido por el Departamento de Defensa de Estados Unidos y que sent¨® las bases de muchos de los conceptos b¨¢sicos de dise?o actuales para sistemas de ¡®software.
Durante la administraci¨®n del presidente estadounidense Jimmy Carter, Michael Dertouzos presidi¨® un grupo asesor de la Casa Blanca que ayud¨® a redise?ar las redes de computadoras y represent¨® a los Estados Unidos en una delegaci¨®n de la Conferencia de 1995 del G-7 sobre la Sociedad de la Informaci¨®n. Tambi¨¦n fue copresidente del Foro Econ¨®mico Mundial sobre la Sociedad de la Red en Davos, (Suiza) en 1998, sin descuidar nunca sus dos pasiones que le serv¨ªan como relajaci¨®n: el mar y los trabajos en madera.
Michael Dertouzos fue un cient¨ªfico por derecho propio, ya que coleccion¨® patentes sobre multitud de inventos, como una impresora t¨¦rmica, un sistema de visualizaci¨®n gr¨¢fica o una tableta gr¨¢fica. Fue, adem¨¢s, un ameno y gran divulgador cient¨ªfico, hasta el punto de ser reconocido por como un gran educador. Trat¨® de comunicar su visi¨®n de la ciencia y de la tecnolog¨ªa a una audiencia m¨¢s amplia escribiendo ocho libros.
Pero sobre todo fue un l¨ªder y as¨ª lo destacan todos los que trabajaron con ¨¦l. Tuvo el extra?o don de unir a las personas para abordar problemas complejos a la vez que insuflaba energ¨ªa y pasi¨®n en los procesos, ofreciendo en su justa medida ideas y cr¨ªticas pero siempre desde el respeto y la admiraci¨®n a sus colegas aunque tambi¨¦n eran subordinados. ?l mismo dec¨ªa que ¡°nunca estamos simplemente trabajando. M¨¢s bien, siempre nos estamos divirtiendo mientras somos productivos¡±. De hecho, a Michael le gustaba citar al fil¨®sofo chino Lao-zi, que dec¨ªa que ¡°bajo el liderazgo del mejor l¨ªder, los sujetos apenas son conscientes de su existencia. Cuando un verdadero l¨ªder logra el ¨¦xito lleva a los sujetos a creer que lo hicieron todo por s¨ª mismos¡±.
Durante casi tres d¨¦cadas el Laboratorio de Ciencias de la Computaci¨®n (LCS) floreci¨® bajo la presencia y el liderazgo de Michael Dertouzos. Con su influencia, tan arrolladora como aparentemente invisible, se desarrollaron muchas de las tecnolog¨ªas que hoy siguen presentes en la industria de las computadoras y de la informaci¨®n.
Michael era un maestro a la hora de reunir y unir a los equipos t¨¦cnicos para lograr la coherencia desde el caos reinante. Por ejemplo, desarroll¨® del sistema X Window, que se lanz¨® por primera vez en 1984 y que sigue siendo una forma est¨¢ndar de trabajar en ordenadores en red que ejecutan Microsoft Windows, Mac OS, Unix o Linux.
Otro de sus sonados triunfos, mitad intuici¨®n, mitad conocimiento cient¨ªfico, lleg¨® cuando la World Wide Web, la incipiente Internet de los a?os 80, comenz¨® a intuir el ¨¦xito. Michael concibi¨® en ese momento un consorcio en el que las empresas que lo formaban pudieran trabajar juntas y persuadi¨® a su inventor, Tim Berners-Lee, para que fuera al MIT y liderara este esfuerzo. El propio Tim Berners-Lee contaba que ¡°ni yo ni mi peque?o equipo pod¨ªamos resolver las preguntas que nos iban surgiendo. Fue entonces cuando Michael tom¨® el control. Nos reuni¨® a todos en torno a una mesa durante m¨¢s de ocho horas y de all¨ª salieron la misi¨®n, los objetivos y la estructura del equipo en el futuro. De pronto todo era posible de nuevo¡±.
Desde mediados de la d¨¦cada de 1990, el consorcio World Wide Web ha liderado el mantenimiento de la coherencia en la Web, proporcionando est¨¢ndares de interoperabilidad para que una multitud de navegadores puedan acceder a la informaci¨®n desde muchos servidores diferentes.
Pero Michael Dertouzos se consideraba a s¨ª mismo un humanista y un educador antes que un cient¨ªfico, y tal vez por eso desempe?¨® un papel importante en la incorporaci¨®n de la tecnolog¨ªa de la informaci¨®n a la educaci¨®n en el MIT. En 1982, por ejemplo, fue cofundador de un importante proyecto educativo llamado ¡®Atenea¡¯ (nombrado as¨ª por ¨¦l en honor a la diosa griega de la sabidur¨ªa), cuyo objetivo era proporcionar infraestructura de inform¨¢tica en todo el campus acad¨¦mico para favorecer la educaci¨®n.
En la ¨²ltima entrevista que le hicieron antes de morir, publicada en el Chronicle of Higher Education, Michael habl¨® sobre las cualidades que m¨¢s valoraba en los maestros y sobre su escepticismo en lo que podr¨ªa suponer la educaci¨®n a distancia a trav¨¦s de una computadora: ¡°No olvide el impacto que el amor tiene en la educaci¨®n. Si eres amado por tu maestro en el sentido m¨¢s inocente y plat¨®nico, tu maestro realmente se preocupa por tu bienestar, preguntar¨¢ por ti, te rega?ar¨¢ por no hacer lo correcto y te contar¨¢ historias sobre por qu¨¦ deber¨ªas hacer esto o no hacerlo: el aprendizaje puede ser incre¨ªblemente diferente¡±.
Y es que a lo largo de su carrera, Michael siempre estuvo interesado no solo en el desarrollo de la inform¨¢tica y de la tecnolog¨ªa de la informaci¨®n, sino fundamentalmente en el impacto de la tecnolog¨ªa en los seres humanos. Cre¨ªa que la tecnolog¨ªa carec¨ªa de valor, a menos que realmente mejorara la vida humana, la comunicaci¨®n humana, el trabajo humano y el juego. En su ¨²ltimo libro, titulado La revoluci¨®n inacabada: computadoras centradas en el ser humano y lo que pueden hacer por nosotros, expres¨® su frustraci¨®n por la brecha entre la promesa humanista que hab¨ªa visto para las computadoras y c¨®mo hab¨ªan ido las cosas en el mundo comercial.
¡°Cometimos un grave error hace 300 a?os cuando separamos tecnolog¨ªa y humanismo. Ya va siendo hora de volverlos a unir¡±, expres¨® en una entrevista, al darse cuenta de que problemas como la ¨¦tica de la ingenier¨ªa gen¨¦tica, la violencia escolar, elegir un colegio para los hijos o incluso dirigir una naci¨®n requerir¨ªan un tipo de pensamiento que trascendiera la tecnolog¨ªa pura y la fe pura: ¡°Necesitamos encontrar nuestro camino a trav¨¦s del laberinto de un mundo cada vez m¨¢s complejo¡±, escribi¨®.
Michael no solo fue cr¨ªtico con esa situaci¨®n, sino que decidi¨® hacer algo al respecto: crear el ¡®Proyecto Oxygen¡¯, que ten¨ªa la intenci¨®n de hacer que las computadoras fueran m¨¢s f¨¢ciles de usar, ¡°como parte natural de nuestro entorno, como el aire que respiramos¡±. El ¡®Proyecto Oxygen¡¯ y la computaci¨®n generalizada centrada en el ser humano fueron su legado final, una revoluci¨®n inacabada.
Michael Dertouzos falleci¨® en Boston (Estados Unidos) el 27 de agosto de 2001 y fue trasladado a Atenas, donde fue enterrado en el Primer Cementerio de la capital griega. Su ¨²ltimo libro, La revoluci¨®n inacabada?es el mejor de los epitafios posibles para una vida dedicada a la ciencia pero pensando en mejorar la vida de las personas.
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