¡°En la mayor¨ªa de los casos, no tienes ni idea de d¨®nde acabar¨¢n tus datos¡±
Los usuarios se juegan m¨¢s que la privacidad cuando ceden informaci¨®n personal, advierte el investigador de la London School of Economics
Cada vez que instala una aplicaci¨®n en el m¨®vil o cada vez que ¡°lee y acepta¡± las condiciones de una p¨¢gina web, se expone a ceder datos personales a una organizaci¨®n. Lo hace voluntariamente, seg¨²n los t¨¦rminos legales, pero ni los expertos saben realmente las consecuencias de estas acciones. Jannis Kallinikos (Preveza, Grecia, 1954) es un experto: profesor de sistemas de la informaci¨®n en la London School of Economics, estudia el impacto que tiene la difusi¨®n tecnol¨®gica de informaci¨®n en las organizaciones y en la sociedad. Recientemente, estuvo en Madrid para participar en el debate ¡°La era de la perplejidad¡±, organizado por OpenMind, Materia y EL PA?S.
Kallinikos habla de los datos digitales como una nueva realidad, no un mero reflejo o registro de lo que hay en el mundo f¨ªsico. ¡°?Qu¨¦ es un like de Facebook?¡±, pregunta: ¡°Indica aprobaci¨®n de una imagen u otro contenido, pero es un significado para un contexto muy espec¨ªfico que no exist¨ªa antes¡±. Tambi¨¦n pone el ejemplo del data mining, o miner¨ªa de datos: ¡°Se buscan relaciones entre la informaci¨®n, pero relaciones que solo existen porque esa informaci¨®n se ha generado y almacenado. Los datos que se extraen no representan exactamente algo que existe ah¨ª fuera¡±, afirma, citando ideas del fil¨®sofo estadounidense Albert Borgmann. La revoluci¨®n de la nueva industria digital, entonces, no se debe solo a la cesi¨®n y el an¨¢lisis de datos personales. Seg¨²n Kallinikos, pasa primero por generar esa informaci¨®n: una nueva realidad.
Pregunta. ?La generaci¨®n masiva de datos personales ha puesto sobre la mesa un problema ¨¦tico?
Respuesta. Desde luego. Ha tra¨ªdo muchos problemas ¨¦ticos. El de privacidad es el que m¨¢s se discute, pero hay otros. Uno de ellos es que se utilizan los datos para describir a las personas de formas que desconocen. Ya no es solo que yo no doy mi permiso, es que esa informaci¨®n volver¨¢ a m¨ª para influir en mis decisiones, hasta el punto en el que puedo actuar de formas que no habr¨ªa hecho si no se hubiesen recogido mis datos. Por ejemplo, un sistema de recomendaci¨®n de viajes, basado en mi ubicaci¨®n y en los sitios que han visitado personas con gustos similares, me va a sugerir destinos. Puede parecer inocente, pero la producci¨®n de esa informaci¨®n es compleja, y quiz¨¢s yo visite esos lugares y haga cosas que no habr¨ªa hecho, o incluso podr¨ªa morir en uno de esos lugares. Esto es un problema ¨¦tico que no es exactamente de privacidad.
P. ?La gente conf¨ªa m¨¢s en el big data que en su propio criterio para tomar decisiones?
R. S¨ª. Yo dir¨ªa, incluso, que no contemplan ya sus propios pensamientos. En muchas ocasiones no hacen la comparaci¨®n entre lo recomendado y su decisi¨®n: se dejan llevar por las sugerencias. Los sistemas ofrecen soluciones que los usuarios no contemplar¨ªan solos, y si el proceso se repite, las personas acaban m¨¢s vac¨ªas, m¨¢s planas. Esto tambi¨¦n me parece un problema ¨¦tico. Es un problema de conocimiento, de calidad de vida, de democracia, pero de ¨¦tica tambi¨¦n.
P. Cuando al usuario de una aplicaci¨®n digital se le pide ceder sus datos personales, ?c¨®mo puede saber si se van a utilizar en su inter¨¦s o solo en el de la empresa que los pide?
R. Es muy dif¨ªcil saberlo. En la mayor¨ªa de los casos, no tienes ni idea de d¨®nde acabar¨¢n tus datos. ?Y c¨®mo ibas a saberlo? Muchas de esas operaciones no son p¨²blicas. Lo que te queda es una sensaci¨®n de intranquilidad generalizada, pero aceptas igualmente. ?Qu¨¦ alternativa te queda? No te vas a quedar fuera del sistema. Es decir, tienes una elecci¨®n pero no es una elecci¨®n, realmente. En el caso de la votaci¨®n de Donald Trump, la gente supo para qu¨¦ se hab¨ªan utilizado sus datos a?os m¨¢s tarde, pero es muy dif¨ªcil imaginar esto con antelaci¨®n. Es verdad que hay gente que hoy en d¨ªa decide no usar Facebook, por lo que ya ha pasado, pero en muchos otros casos, sobre todo en los casos simples, no lo piensas: marcas la casilla.
P. ?C¨®mo se va a resolver esa falta de transparencia en la gesti¨®n de datos digitales?
R. En cierto modo, no creo que se vaya a resolver del todo nunca. Se podr¨¢ resolver a una escala local, pero con ramificaciones m¨¢s profundas en otros sitios. Los sistemas que procesan y comparan informaci¨®n se volver¨¢n m¨¢s complejos y estratificados. Como usuarios, tendremos acceso solo a las interfaces preciosas, pero no podremos imaginar, incluso no querremos imaginar, en muchos casos, lo que hay detr¨¢s. Mucha gente simplemente es vaga y no quiere saberlo, quiere su respuesta y ya. Creo que aqu¨ª todos negociamos: yo cedo algo de libertad, o de privacidad, pero a cambio obtengo un servicio. Esto ya ha existido: cuando compras un coche no sabes c¨®mo se ha fabricado, cuando compras un pr¨¦stamo, no sabes de d¨®nde ha venido el dinero¡ La diferencia es que ahora ocurre a diario, a una escala inmensa y de otra forma.
P. ?Mejora el rendimiento de las empresas y administraciones p¨²blicas con la recogida de informaci¨®n personal de sus usuarios?
R. Esto es una cuesti¨®n interesante, pero tengo que desglosarla. Primero, hay empresas que ya exist¨ªan antes de esta revoluci¨®n, las que producen barcos, coches, tel¨¦fonos, m¨¢quinas, servicios, etc¨¦tera. Luego hay empresas, como Google y Facebook, que se han convertido en lo que son gracias a los datos; no podr¨ªan existir en un mundo diferente al actual. La respuesta es distinta para las empresas tradicionales que para las empresas de datos. En el caso de Google, no solo est¨¢ mejorando gracias a los datos, es que est¨¢ edificada sobre el problema que tiene nuestra sociedad. Las empresas tradicionales tienen que incorporar estas tecnolog¨ªas para mejorar sus operaciones, o crear operaciones nuevas. Algunas empresas lo han hecho mejor que otras: unas han incorporado la tecnolog¨ªa y se han vuelto m¨¢s lucrativas y eficientes, otras han fracasado y otras solo han mejorado un poco. Por otra parte, hay una nueva forma de emprendimiento, que son las plataformas digitales, como Facebook o Amazon, que act¨²an como grandes nexos en los que se encuentran otras empresas, y ganan dinero de forma distinta a las empresas tradicionales.
P. Esta nueva forma de ganar dinero suele ser la publicidad dirigida por los datos, ?no?
R. S¨ª, pero tambi¨¦n otros servicios. Por ejemplo, TripAdvisor y Linkedin solo han ganado un 20% de sus ingresos en publicidad en los ¨²ltimos a?os. Linkedin gana la mayor parte de su dinero gracias a la venta de ¡°soluciones de talento¡±. Sustituyen a los departamentos de recursos humanos de las empresas que necesitan encontrar y contratar nuevo personal, por ejemplo.
P. Mediante publicidad o mediante otros servicios especializados, las plataformas digitales ganan dinero gracias a tecnolog¨ªas de la informaci¨®n que procesan datos personales. ?Ser¨¢ este el modelo de negocio de todas las grandes empresas del futuro?
R. Qui¨¦n sabe. No soy un profeta, pero eso parece.
P. ?Considera esa posibilidad un problema?
R. Es un problema, pero tambi¨¦n una oportunidad, como siempre. La mayor¨ªa de los usuarios de Linkedin ve sus servicios con buenos ojos. A la gente tambi¨¦n le gusta TripAdvisor. Lo que se esconde siempre es que no hay beneficios sin alguna p¨¦rdida impl¨ªcita. En este caso, una de las p¨¦rdidas es la privacidad. Pero he mencionado otras: el hecho de que adquiramos conocimientos de la realidad de tercera mano. Ya no est¨¢n mediados por nuestra experiencia, sino que se generan de forma abstracta por datos, tal y como los recopila y compara TripAdvisor. Si estas p¨¦rdidas se multiplican y proliferan, en muchos campos, acabaremos con personas que tienen muy poca sensibilidad ante la realidad. En resumen, acabaremos con mucha gente que no distinguir¨¢ lo que es relevante de lo que no, lo que est¨¢ en juego y lo que no.
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