Un nuevo algoritmo para los coches aut¨®nomos previene los accidentes en la ciudad
Un estudio a?ade una pieza m¨¢s al puzle de la seguridad vial. Sus creadores consideran que en algunos a?os el sistema podr¨¢ incorporarse en la vida real
Un coche aut¨®nomo tiene que saber cuatro cosas y controlarlas muy bien. Saber d¨®nde est¨¢, d¨®nde tiene que ir, por qu¨¦ camino y cuando debe frenar. En una ciudad las variables son numerosas y complejas, desde la velocidad de un peat¨®n, la direcci¨®n del ciclista que circula a la derecha, la densidad de coches, hasta si hay un sem¨¢foro o una se?al ceda el paso, entre otras muchas cosas. Que un d¨ªa llegaremos a tener una ciudad regida por coches aut¨®nomos, es posible, pero no ser¨¢ ma?ana, ni pasado. Falta recorrido, m¨¢s matem¨¢ticas e investigaci¨®n. Un nuevo estudio publicado en Nature Machine Intelligence a?ade una pieza m¨¢s al camino para alcanzar dicho objetivo. Los investigadores han creado un nuevo algoritmo que probaron en varios escenarios de tr¨¢fico real y urbano en M¨²nich. ¡°Hemos visto que preven¨ªa los adaidentes y que funcionaba en cada una de las situaciones¡±, asegura Christian Pek, autor principal del trabajo e investigador del Departamento de Inform¨¢tica de la Universidad T¨¦cnica de M¨²nich (Alemania).
?Qu¨¦ llevan los coches hoy?
Los coches que circulan ya por las carreteras van tomando poco a poco m¨¢s decisiones. Un sistema independiente de control de estabilidad (ESP, por sus siglas en ingl¨¦s) evita que el veh¨ªculo derrape sin que el conductor tenga nada que hacer. El mundo autom¨®vil est¨¢ en el inicio de la movilidad que los expertos llaman ¡°semi aut¨®noma¡±. Muchos coches cuenta ya con un sistema ACC (del ingl¨¦s Adaptative Cruise control) que mantiene la distancia con el veh¨ªculo delantero gracias a unos sistemas de l¨¢ser y c¨¢maras y es capaz de frenar antes de que la persona siquiera haya reaccionado. ¡°Es inmediato¡±, confirma Ricardo Chicharro, socio de 2RK.
El coche tambi¨¦n puede mantenerse en su carril sin que el conductor toque el volante. Una c¨¢mara ve las l¨ªneas pintadas y saber tanto seguir una curva como quedarse en l¨ªnea recta. ¡°No hace falta tocar los pedales ni el volante, pero la responsabilidad del conductor
es total¡±, advierte el experto espa?ol. ¡°La tecnolog¨ªa tiene sus l¨ªmites¡±. El veh¨ªculo tambi¨¦n puede saber cuando girar a la derecha o la izquierda y poner el intermitente, as¨ª como advertir al conductor mediante una luz que parpadea en el retrovisor que se acerca un coche.
Otras de las ventajas da la movilidad "semi aut¨®noma" es que el coche puede regular la velocidad y avisar de que se est¨¢ sobrepasando el l¨ªmite. Adem¨¢s, en un escenario ideal d¨®nde el coche sigue su carril, manejando casi todo sin la intervenci¨®n humana, el coche
tambi¨¦n puede identificar diferentes obst¨¢culos, como una rotonda, un ciclista o una persona, entre otras cosas. ¡°Va jugando con el sistema l¨¢ser y puede frenar si se le cruza algo por su camino¡±, explica Chicharro.
Quedan varias cosas por comercializar debido a la complejidad de la tecnolog¨ªa. Por ejemplo es posible indicar al coche que vaya de Madrid a ?vila, pues, gracias a un sistema de navegaci¨®n, sabe por d¨®nde tiene que ir. Otra etapa que hace falta a?adir es el cambio
de carril, pero todav¨ªa queda camino por recorrer. ¡°Es muy complicado y todav¨ªa no est¨¢ instalado en los veh¨ªculos normales. El veh¨ªculo tiene que ser capaz de manejar todo lo que ocurre en su entorno y todav¨ªa queda trabajo¡±, concluye Chicharro.
Los investigadores grabaron varias situaciones por la ciudad en las cuales todos los participantes respetaban las reglas de seguridad vial y empezaron a desarrollar su algoritmo. El coche observa a su alrededor y detecta todas las variables que se presentan en su entorno. A partir de ah¨ª, las matem¨¢ticas le dan todas las posibilidades de acci¨®n y movimiento de cara a los pr¨®ximos segundos. Girar a la derecha, a la izquierda, esperar, acelerar, frenar. El veh¨ªculo, en un cerrar y abrir de ojos, baraja todas las opciones a la vez. ¡°Nuestro algoritmo puede ser trasladado al mundo real¡±, afirma Pek. Seg¨²n los autores, el m¨¦todo se puede aplicar a coches aut¨®nomos de nivel 5 (el m¨¢s alto y que no necesitan intervenci¨®n humana), pero el experto asegura que se puede adaptar tambi¨¦n al 4 (con conductor por si acaso es necesario) o al 3 (pueden circular de forma aut¨®noma en entornos controlados como las autopistas).
Protecci¨®n individual
Lo m¨¢s importante a tener en cuenta es que este algoritmo no protege al conductor de todos los riesgos, no controla si en el coche de enfrente hay un piloto ebrio, o si a uno le da por ir en direcci¨®n contraria o cruzar el sem¨¢foro en rojo. ¡°Lo que hemos demostrado es que reduce el riesgo de accidentes cuando todo el mundo act¨²a siguiendo las reglas. Hemos visto claros beneficios en la seguridad. Te protege a ti mismo, pero no podemos evitar todas las colisiones¡±, explica el experto alem¨¢n. Pero si todos los veh¨ªculos en las calles de M¨²nich tuviesen ese algoritmo se reducir¨ªa el riesgo a cero, ?no? ¡°S¨ª, ser¨ªa lo ideal¡±, contesta Pek. ¡°Pero nos falta recorrido todav¨ªa¡±. ?Y cu¨¢l ser¨ªa el siguiente paso? ¡°Pues que la industria se haga con estos sistemas. Nosotros les damos el concepto y la prueba de que funciona. Ahora les toca a ellos ponerlo en pr¨¢ctica, programarlo e introducirlo en los coches reales¡±, subraya.
El cient¨ªfico est¨¢ convencido de que si los ciudadanos viesen que el algoritmo funciona y que salva vidas, todo el proceso ir¨ªa mucho m¨¢s r¨¢pido. ¡°Si se convierte en algo est¨¢ndar, todos se preguntar¨¢n por qu¨¦ ellos no lo adoptan tambi¨¦n y llegar¨ªamos a un futuro d¨®nde todos los tendr¨ªamos¡±, espera Pek. En definitiva, al experto le gustar¨ªa que su estudio sirva a concienciar a la gente de que estos m¨¦todos funcionan y pueden ser utilizados para mejorar su seguridad en la carretera.
Variables y peatones
Para Ricardo Chicharro, socio de 2RK, una empresa de consultores en transporte inteligente y l¨ªder del Proyecto CITIES Timanfaya que ha creado un bus el¨¦ctrico como gu¨ªa tur¨ªstico, la cosa no es tan sencilla. ¡°Es una pieza m¨¢s al puzle y aporta algo m¨¢s en la movilidad aut¨®noma, pero creo que solo podremos implementarlo en escenarios concretos y controlados donde el n¨²mero de variables est¨¢ limitado¡±, opina. Chicharro asegura que soltar un coche en medio de la Plaza de Cibeles en Madrid no ser¨ªa tarea f¨¢cil, por no decir imposible. ¡°Cada coche de la rotonda ser¨ªa una variable. La tarea del coche aut¨®nomo es prever, no reaccionar¡±, espec¨ªfica. Adem¨¢s, todo depende de la cantidad de sensores y c¨¢maras que tiene el veh¨ªculo, pues esa cifra indica si tiene m¨¢s o menos oportunidades de hacer las cosas correctas.
Sin embargo, hay un punto en el cual la comunidad cient¨ªfica no tiene ninguna duda. Los veh¨ªculos aut¨®nomos son compatibles con los peatones y ciclistas. ¡°El coche adapta su velocidad en funci¨®n de la densidad de la poblaci¨®n con previsiones de hasta 100 metros de distancia¡±, afirma el experto espa?ol. Aun as¨ª, bajo el punto de vista de Chicharro, ning¨²n algoritmo introducido en un veh¨ªculo ahora mismo puede funcionar 100% en ciudades. ¡°Pero llegar¨¢, claro que llegar¨¢¡±, remata.
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