Huir de las plataformas tradicionales a las redes sociales alternativas, ?¨¦xodo real o tendencia ef¨ªmera?
Gab, Parler, Telegram y Tik Tok han experimentado un gran auge en los ¨²ltimos meses. Pero no tanto como para desplazar a sus rivales m¨¢s consolidados
¡°El ¨¦xodo de Silicon Valley ha comenzado. M¨¦tete en el arca, lo mejor est¨¢ por venir¡±, reza un mensaje en el perfil de Twitter de la red social Gab. Surgidas de emprendimientos individuales o compa?¨ªas lejanas a la ¨¦lite de Silicon Valley, las nuevas redes sociales alternativas se est¨¢n abriendo un hueco en el espacio digital en busca de ser la cara b de Facebook, Twitter, YouTube, WhatsApp, Google e Instagram. En las ¨²ltimas semanas han ganado mucha popularidad, tras las regulaciones de contenido impuestas en las redes tradicionales ¡ªpara frenar el discurso de odio y la provocaci¨®n de violencia¡ª, el combate a la desinformaci¨®n ¡ªen constante aumento por la pandemia¡ª y el debate sobre la privacidad y la libertad de expresi¨®n ¡ªimpulsado por los seguidores de Donald Trump tras su bloqueo permanente en las principales plataformas.
Muchas han multiplicado sus seguidores. Gab y Parler han crecido y buscan desbancar a Twitter. MeWe quiere hacerlo con Facebook y Telegram con WhatsApp. Duck Duck Go con Google, mientras Tik Tok y Twitch disputan el espacio de YouTube. ?Se trata de un aut¨¦ntico ¨¦xodo hacia f¨®rmulas alternativas o solo de una moda pasajera? ?Son tan fuertes estas nuevas redes para luchar codo a codo contra las que dominan el mercado occidental? En los datos est¨¢n las respuestas.
¡°En muy poco tiempo, Gab ser¨¢ m¨¢s grande que todos los medios heredados combinados¡±, dijo Andrew Torba, el fundador de esta red social que, al igual que Parler, ha apostado todo por ¡°destronar¡± a Twitter. ¡°La gente de todo el mundo est¨¢ abandonando Facebook en masa porque est¨¢n hartos de las implacables violaciones a la privacidad, el capitalismo de vigilancia, los prejuicios, la manipulaci¨®n de las noticias y la orientaci¨®n por parte de estas empresas¡±, dijo el director de marketing la red social MeWe, David Westreich, a USA Today. Pero una cosa es lo que digan los usuarios y directivos de las redes alternativas y otra muy distinta es lo que comprueban los datos. Y si de cifras se trata, puede haber ¨¦xodo, pero no desplazamiento de unas redes por otras.
Un ¨¦xodo sin masas
Uno o dos millones de personas puede ser mucho, pero no en las redes sociales. Y menos cuando hay 4.660 millones de usuarios activos de Internet en todo el mundo (un 59.7% de la poblaci¨®n mundial). De ellos, 4.140 millones hacen uso de las redes sociales diariamente, (el 10% m¨¢s en 2020 que en 2019). Por ello, jactarse de tener un mill¨®n de usuarios en una red social puede ser hasta ingenuo si se compara con los competidores m¨¢s fuertes. Seg¨²n el ¨²ltimo informe de 2020 sobre redes sociales e Internet de We Are Social y Hootsuit y las cifras de Global Web Index y Sensor Tower, Facebook alberga 2.701 millones de usuarios, YouTube y WhatsApp 2.000 millones, Instagram unos 1.158 millones y Twitter 353 millones. Todas est¨¢n en los primeros 20 puestos de las redes m¨¢s utilizadas en todo el mundo.
Gab tiene 2,3 millones, seg¨²n ha informado la compa?¨ªa en diversas ocasiones en publicaciones propias y a los medios CNN Business y Fox Business. Parler ¡ªaplicaci¨®n retirada de las tiendas de Google y Apple y suspendida del servicio de almacenamiento que le brindaba Amazon por servir como refugio de simpatizantes de extrema derecha, defensores de la idea de fraude electoral que difund¨ªa Donald Trump y de teor¨ªas de conspiraci¨®n y miembros de diversos grupos de supremac¨ªa blanca¡ª contaba con 8 millones de usuarios y MeWe con 16 millones, seg¨²n Sensor Tower y NPR. Twitch registra una cantidad similar: 17,5 millones en 2020. El buscador alternativo, Duck Duck Go, recibe 3.000 millones de b¨²squedas mensuales, seg¨²n StatCounter (Google recibe 6.000 millones diarias). En la mensajer¨ªa instant¨¢nea, Telegram ha dado el salto y suma ahora 500 millones de usuarios. Tik Tok es la reina de las alternativas ¡ªa pesar de los intentos del Gobierno de Donald Trump para prohibir la aplicaci¨®n china en Estados Unidos¡ª, con 689 millones de usuarios registrados y es, adem¨¢s, la ¨²nica que aparece en los primeros 20 puestos de las redes m¨¢s utilizadas en todo el mundo, seg¨²n Hootsuite.
Nadie puede negar que las redes alternativas han dado saltos importantes en estos ¨²ltimos a?os. Gab, por ejemplo, comenz¨® en 2016 y para 2019 sumaba 400.000 usuarios. Pero en 2020 y principios de este a?o, la cifra se ha quintuplicado. Parler sum¨® cinco millones en cuesti¨®n de tres meses y en enero de este a?o MeWe registra cuatro millones m¨¢s que en 2020. Pero a pesar del crecimiento r¨¢pido, siguen sin ser representativas. Apenas han logrado ara?ar la superficie y las redes tradicionales ni se han inmutado. ¡°No existen competidores que puedan capturar a todos los usuarios de las redes tradicionales. Nadie tiene esa capacidad a¨²n¡±, explica Luis Assardo, investigador de nuevas tecnolog¨ªas.
?En d¨®nde est¨¢ la gran migraci¨®n de la que presumen estas redes? En ning¨²n lugar. ¡°Estos movimientos de personas buscando otras redes suceden cada cierto tiempo, pero no es un ¨¦xodo ni una migraci¨®n como tal: la mayor¨ªa abre adicionalmente una nueva cuenta en una red alternativa, pero sin abandonar las otras¡±, sugiere Assardo. El experto en redes sociales y director de TreceBits, Manuel Moreno, concuerda. ¡°A pesar de estos supuestos ¨¦xodos, el impacto real que tienen estos movimientos sobre las redes tradicionales no es grande. As¨ª que por muchos problemas de seguridad, privacidad y filtraciones que se est¨¦n produciendo, costar¨¢ mucho que las redes sociales tradicionales se vean tremendamente afectadas por un masivo abandono de usuarios¡±, explica.
Si el mercado es libre y la competencia por el espacio digital es posible, ?entonces por qu¨¦ las redes alternativas fracasan, como MySpace, o no despegan, como Rumble? F¨¢tima Mart¨ªnez, profesora y consultora de redes sociales, sugiere que se debe al tema ideol¨®gico. ¡°Estas redes son endog¨¢micas porque re¨²nen a personas que comparten una misma ideolog¨ªa pol¨ªtica y por tanto no ven m¨¢s all¨¢ de lo que quieren ver sinti¨¦ndose a gusto entre los que piensan del mismo modo¡±, explica. Pero no todos buscan nuevos espacios por temas ideol¨®gicos. Hay quienes realmente est¨¢n preocupados por su privacidad o simplemente se han cansado del funcionamiento de las mismas y buscan variedad, pero no siempre logran salir del c¨ªrculo ¡ªo laberinto¡ª de las redes tradicionales.
¡°Hay que tener en cuenta una cosa: durante una semana se puso el grito en el cielo con el cambio de condiciones de uso de WhatsApp. Y aunque WhatsApp se retract¨®, ?cu¨¢l es la realidad una semana despu¨¦s? Que todos seguimos usando WhatsApp como si nada¡±, resalta Moreno. Lo mismo sucedi¨® con Facebook tras Cambridge Analytica. Ahora est¨¢ sucediendo con Twitter. Todas las amenazas de usuarios parecen tener el mismo destino: sacudir las aguas sin salirse de la sopa.
Mart¨ªnez es m¨¢s optimista. ¡°Ha llegado el momento de la segmentaci¨®n de usuarios por tem¨¢ticas, algo de que hemos hablado durante a?os. Esto no quiere decir que los usuarios abandonar¨¢n las redes tradicionales, pero s¨ª les van a dedicar menos tiempo, porque le prestar¨¢n m¨¢s atenci¨®n a otras nuevas redes que les aporten cosas nuevas y que les hagan vivir la misma sensaci¨®n que cuando abrieron por primera vez su cuenta de Twitter, Facebook o Instagram¡±, augura Mart¨ªnez.
As¨ª como ahora hay muchos tipos de redes, hay tambi¨¦n diversos perfiles de usuarios, como los que nunca se conformar¨¢n con una plataforma e invocar¨¢n el llamado al ¨¦xodo. ¡°Muchos lo har¨¢n por moda, otros por el esc¨¢ndalo coyuntural, algunos por el tema de la privacidad de datos. Pero siempre estar¨¢n aquellos que huir¨¢n tras haber sido silenciados por violar las normas¡±, dice Assardo. ?Y no pasa eso siempre en el mundo real, no solo en el de las redes sociales?
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