Las deficiencias en telemedicina en la sanidad p¨²blica que ha destapado la pandemia
Los profesionales que atienden la salud en Espa?a se quejan de que faltan canales como una plataforma que permita las videoconferencias o algo tan cotidiano como enviar fotos o v¨ªdeos a trav¨¦s del m¨®vil
Minimizar la exposici¨®n de los pacientes al virus ha sido uno de los principios b¨¢sicos de la atenci¨®n primaria durante estos meses de pandemia. Con los centros de salud haciendo test PCR d¨ªa a d¨ªa, las consultas se han volcado a las l¨ªneas telef¨®nicas. A los pacientes solo se les pide acudir al centro cuando se necesita una auscultaci¨®n o alg¨²n otro examen f¨ªsico. Se puede decir que la pandemia ha forzado la adopci¨®n de la telemedicina o teleasistencia. Pero ha sido una adopci¨®n repleta de carencias. En Espa?a, los profesionales de la sanidad p¨²blica se quejan de falta de recursos, no solo humanos, sino t¨¦cnicos. Faltan canales de comunicaci¨®n efectivos, como una plataforma que permita las videoconferencias o algo tan cotidiano como enviar fotos o v¨ªdeos a trav¨¦s del m¨®vil.
¡°Muchos pacientes te dicen ¡®?te puedo mandar una foto de lo que me ha salido en la mano?¡¯ Pues no, porque no tenemos herramientas¡±, lamenta Amparo Naranjo, m¨¦dica de familia en el consultorio de Las Matas, perteneciente al centro de salud de Monterrozas, en la Comunidad de Madrid. Naranjo ofrece un c¨¢lculo aproximado: ¡°Ahora el 80% de las consultas son por tel¨¦fono. Una mayor¨ªa de las consultas se resuelven as¨ª¡±.
El fen¨®meno no es exclusivamente espa?ol. En un estudio centrado en Estados Unidos, la consultora Arizton estimaba un crecimiento del 80% en el mercado de la telemedicina en este pa¨ªs durante 2020. Al mismo tiempo, el director del Center for Health and Technology del Centro M¨¦dico de la Universidad de Rochester (Estados Unidos), Roy Dorsey, escrib¨ªa en The Lancet que el uso de medicina a distancia se hab¨ªa multiplicado por 10 en las primeras semanas de la pandemia. Seg¨²n la Sociedad Espa?ola de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc), en tiempos de covid-19 un m¨¦dico de cabecera hace una media de 32 actos m¨¦dicos a trav¨¦s de la teleasistencia (cinco horas y 20 minutos de su jornada) y atiende una decena de pacientes de forma presencial.
Las videoconferencias se consideran un avance en telemedicina. ¡°No es lo mismo una conversaci¨®n telef¨®nica con un paciente que verle la cara, ver el aspecto que tiene el paciente¡±, subraya Juan Jos¨¦ Rodr¨ªguez Send¨ªn, presidente de la Comisi¨®n Central de Deontolog¨ªa de la Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial. Aunque apunta que para que la asistencia fuera m¨¢s completa se necesitar¨ªan tambi¨¦n equipos para medir ciertas constantes, hacer un electro o comprobar la saturaci¨®n de ox¨ªgeno.
El nivel b¨¢sico de telemedicina, sin embargo, pasa por tecnolog¨ªas m¨¢s sencillas de adquirir y por modificar protocolos de actuaci¨®n. ¡°Necesitar¨ªamos herramientas con videollamadas, habilitar alg¨²n programa espec¨ªfico para mandar fotograf¨ªas¡±, destaca la m¨¦dico de familia, que a?ade a la lista de peticiones la posibilidad de enviar las bajas laborales por correo electr¨®nico. ¡°Cuando una persona est¨¢ confinada tiene que pedir a un vecino o a un amigo que venga al centro a por la baja f¨ªsica, porque nosotros no se la podemos mandar por e-mail¡±, explica.
L¨ªneas telef¨®nicas saturadas
Entre las cuestiones que tiene que abordar la teleasistencia hay otro problema b¨¢sico. Es la saturaci¨®n de las l¨ªneas telef¨®nicas. ¡°No hay suficientes l¨ªneas. Y luego la gente llama al centro de salud y no hay quien coja el tel¨¦fono¡±, cuenta Rodr¨ªguez Send¨ªn. Algunos pacientes reclaman una forma de poder dejar un mensaje para que les llamen luego, pero no es posible. ¡°Todo esto est¨¢ sin prever. No digo que sea igual en toda Espa?a, pero est¨¢ sin prever con car¨¢cter general¡±, ahonda el portavoz de la Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial.
Naranjo cuenta lo que sucede con un ejemplo: ¡°Si hay cuatro l¨ªneas en el centro de salud y los m¨¦dicos y las enfermeras est¨¢n al tel¨¦fono, porque las consultas son telef¨®nicas, no hay posibilidad de que nadie coja el tel¨¦fono. Las l¨ªneas est¨¢n ocupadas¡±. Puede ocurrir ¨Cy ocurre, seg¨²n Naranjo¡ª que haya m¨¢s m¨¦dicos que l¨ªneas telef¨®nicas. De esta forma, todos los m¨¦dicos no pueden estar atendiendo a pacientes a la vez. Con lo que el cuello de botella de la atenci¨®n primaria se estrangula a¨²n m¨¢s. La m¨¦dica de familia comenta que en su centro era as¨ª en las primeras semanas de la pandemia. Ella solo cog¨ªa l¨ªnea cuando otro m¨¦dico colgaba el tel¨¦fono. Ahora cuentan con tel¨¦fonos m¨®viles. Pero ha sido el ayuntamiento de su zona quien los ha repartido entre los facultativos para liberar las l¨ªneas telef¨®nicas. La Consejer¨ªa de Sanidad de la Comunidad de Madrid, por su parte, afirma haber puesto en marcha medidas para aliviar la atenci¨®n primaria, de reorganizaci¨®n y dirigidas a la asistencia de pacientes covid-19.
A d¨ªa de hoy, para Naranjo el principal problema es el cansancio del d¨ªa a d¨ªa. El n¨²mero de pacientes ¨®ptimo que debe ver un m¨¦dico en su jornada, estimado por la Comunidad de Madrid, es de 31 a 33. Ella empieza a las 8.00 con 40 pacientes en la lista. Durante la ma?ana se le a?aden m¨¢s y a las 15.00 puede haber pasado consulta a unos 60. Con la dificultad a?adida de la asistencia telef¨®nica: ¡°Las llamadas telef¨®nicas implican m¨¢s concentraci¨®n que ver al paciente. Porque cuando lo tienes delante, el paciente te dice que le ha salido una erupci¨®n y t¨² se la ves. Por tel¨¦fono te lo tiene que contar y tienes que pensar qu¨¦ puede ser eso sin verlo¡±.
Este ac¨²mulo de pacientes se podr¨ªa aliviar en parte si existieran los medios para teletrabajar desde casa en atenci¨®n primaria. ¡°Hay mucha gente que est¨¢ de baja porque, ya sea por su patolog¨ªa o por su edad, no pueden correr el riesgo de ver pacientes covid¡±, explica la m¨¦dica de familia. ¡°Estos trabajadores, si se habilita el teletrabajo en casa, que es un entorno seguro, pueden seguir trabajando y pueden hacer llamadas telef¨®nicas como hacemos el resto¡±.
En comunidades como Murcia y Andaluc¨ªa esto ya sucede, seg¨²n Naranjo. Pero no en otras comunidades. En atenci¨®n hospitalaria en Madrid s¨ª existe el teletrabajo, pero no as¨ª en atenci¨®n primaria. En diciembre hab¨ªa en la Comunidad de Madrid 443 trabajadores de baja, seg¨²n el Comit¨¦ Central de Seguridad y Salud, formado por organizaciones sindicales y la Administraci¨®n. Una parte de ellos, los que pertenecen a un colectivo de riesgo por covid, podr¨ªan trabajar si se habilitan los recursos y los permisos correspondientes. Desde la Consejer¨ªa de Sanidad destacan un esfuerzo por ampliar la plantilla de los centros de salud. Desde el inicio de la pandemia se ha contratado a 73 m¨¦dicos de familia de un total de 1.500 incorporaciones.
M¨¢s all¨¢ de la coyuntura de pandemia, Naranjo cree que la no inversi¨®n en telemedicina puede pasar factura a la sanidad p¨²blica. Este tipo de servicios se pueden convertir en una v¨ªa para expandir los cuidados m¨¦dicos a personas mayores o llevarlos a zonas alejadas. Pero tambi¨¦n para mejorar la observaci¨®n de pacientes con enfermedades cr¨®nicas o bajo ciertos tratamientos. Ella aboga por la creaci¨®n de un plan de telemedicina a nivel nacional. Actualmente el documento que m¨¢s se ajusta a esta denominaci¨®n es el Plan de telemedicina de Insalud, publicado por el Ministerio de Sanidad y Consumo y fechado en enero del a?o 2000.
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