Un tuit por 2,5 millones de d¨®lares: el coleccionismo en internet se contagia de la ¡®fiebre del oro¡¯ de bitcoin

El detonante definitivo ha provenido del mism¨ªsimo Jack Dorsey, fundador y principal ejecutivo de Twitter. El empresario ha puesto a la venta su primer tuit, datado el 21 de marzo de 2006. Lo hace en una plataforma de compraventa llamada Valuables. La puja, que finaliza (c¨®mo no) el pr¨®ximo 21 de marzo, alcanza ya los 2,5 millones de d¨®lares (2 millones de euros) ofrecidos por la fundadora de Bridge Oracle, Sina Estavi. Es el auge de la venta de productos digitales originales a trav¨¦s de la tecnolog¨ªa blockchain, una moda que se ha visto alimentada por la explosi¨®n de bitcoin y del resto de criptomonedas.

El coleccionismo digital se ha puesto de moda muchos siglos despu¨¦s de que naciese el f¨ªsico, el de toda la vida. Coleccionar cuadros, cromos, primeras ediciones de discos de vinilo o autom¨®viles cl¨¢sicos es algo sencillo de entender. La clave es que estos son activos no fungibles, es decir, que poseen unas caracter¨ªsticas ¨²nicas, una identidad propia, que los hacen especiales. Hay pocas copias de la edici¨®n original del primer disco de los Beatles, y una ¨²nica del Nighthawks de Edward Hopper (por ejemplo). En contraposici¨®n est¨¢n los activos fungibles, los que se deterioran por el uso y pueden ser reemplazados por otros de iguales caracter¨ªsticas. Hasta ahora, una copia digital de una canci¨®n o un meme contaban con la misma consideraci¨®n que un t¨®ner de impresora: son archivos intercambiables entre s¨ª, con poco valor, aparte del placer de escuchar el tema o la gracia que nos pueden hacer las ideas ingeniosas al recibirlas.

El auge de los criptoactivos (los m¨¢ximos registrados por el bitcoin es su ejemplo m¨¢s palpable) y la consolidaci¨®n de la cadena de bloques (blockchain en su denominaci¨®n inglesa original) ha puesto de moda la compra de activos no fungibles en el entorno digital. ¡°Son piezas ¨²nicas, con sus caracter¨ªsticas o pertenecen a una edici¨®n limitada¡±, explica Francisco Gordillo, experto en el mundo de las criptomonedas y en redes descentralizadas.

Ejemplos hay muchos, aparte del tuit de Dorsey. La banda estadounidense de rock Kings of Leon ha publicado una edici¨®n limitada en internet de su ¨²ltimo disco. La compa?¨ªa de videojuegos Atari ha lanzado un casino con juegos cl¨¢sicos, la NBA promociona activamente sus ediciones limitadas de coleccionables llamadas Top Shot Moments. El Real Madrid se ha unido a la lista de 125 equipos formada por el Liverpool, el Bayern Munich, la Juventus o el Paris Saint Germain al aliarse con la empresa francesa Sorare para vender cromos digitales que, adem¨¢s, permiten ganar puntos intercambiables dependiendo del comportamiento de los equipos o de los jugadores. Los futbolistas del F. C. Barcelona Gerard Piqu¨¦ y Antoine Griezmann son inversores de Sorare.

Estos bienes digitales ¨²nicos responden al nombre de NFT, las siglas de non fungible tokens (es decir, tokens no fungibles). Para empezar, ?qu¨¦ es un token? Literalmente significa ficha o vale, y, se define como una unidad de valor emitida de forma privada. El t¨¦rmino, en realidad, da nombre a algo que ya est¨¢ ah¨ª desde hace tiempo sin que le prestemos demasiada atenci¨®n: los tiques que compramos en los festivales para cambiarlos por cervezas o los puntos de fidelizaci¨®n de un comercio o de una aerol¨ªnea son ejemplos m¨¢s que integrados en nuestras vidas.

La diferencia es que las fichas digitales que llamamos NFT operan sobre la llamada blockchain (sobre una cadena llamada Ethereum, para ser m¨¢s exactos), y que para manejarlas hacen falta aplicaciones llamadas wallets (carteras) que operan en nuestros m¨®viles o en internet, al estilo de las que tenemos en nuestros tel¨¦fonos m¨®viles para guardar nuestras tarjetas de cr¨¦dito o de embarque (Apple Wallet y Passbook en Android). Hay muchas: Deep, Wallet Connect, Coinbase Wallet, Portis, Metamask...

¡°Todo surge en 2015¡å, rememora Gordillo. ¡°Pero hasta 2018 no cogi¨® tracci¨®n. En 2020, estall¨® y en 2021 ha seguido la tendencia¡±. El pasado a?o, el sector de los NFT se cerr¨® con m¨¢s de 220.000 tarjetas activas, casi el doble que en 2019, que movieron 251 millones de d¨®lares (210 millones de euros), seg¨²n los datos de L¡¯Atelier, una divisi¨®n del banco franc¨¦s BNP Paribas.

Los NFT se encuentran fundamentalmente en seis sectores: compraventa de arte, sobre todo nativo digital; coleccionables (sellos como los de toda la vida, pero en formato digital); activos relacionados con videojuegos, como intercambios o armas para usar en t¨ªtulos determinados; metaversos, es decir, compras en mundos digitales al estilo de la extinta p¨¢gina Second Life; deportes, sobre todo de f¨²tbol, NBA y F¨®rmula 1; y utilities, una especie de caj¨®n de sastre que incluye nombres de dominio o entradas con valor a?adido a determinados eventos. Los NFT se abonan en la criptomoneda ether.

Distribuci¨®n del mercado de los NFT en 2020

?Moda pasajera o nicho de mercado?

Todo lo relacionado con los criptoactivos ha experimentado una explosi¨®n en el ¨²ltimo a?o, con el bitcoin tocando m¨¢ximos. Esta fiebre ha alimentado la moda de los NFT, a juicio de Alex Preukschat, fundador de Blockchain Espa?a y cofundador de la Alianza Blockchain Iberoam¨¦rica. ¡°Me recuerda mucho a la burbuja de los tulipanes¡±, asegura [en referencia a la primera gran burbuja especulativa de la historia moderna, que sucedi¨® en la Holanda del siglo XVII]. ¡°En 2020, entr¨® de forma masiva en bitcoin, y otras criptomonedas como ether, dinero procedente de fondos institucionales. Mucha gente ha ganado mucho, y cuando la gente se cree rica toma decisiones muy diferentes a las que toma cuando son pobres¡±, sentencia.¡± Francisco Gordillo, por su parte, se muestra algo m¨¢s optimista al respecto. ¡°Lo importante de esto es que abre la puerta a la llamada creator economy (una econom¨ªa en la que los creadores puedan ganar dinero con sus obras)¡±, sostiene Gordillo.

¡°Las NFT constituyen una manera sencilla de monetizar contenido que, de otra forma, pertenecer¨ªa a las plataformas o se quedar¨ªa en nuestros ordenadores¡±. Tambi¨¦n mira al futuro con optimismo L¡¯Atelier en su informe. ¡°Uno de los de los componentes clave que definen los NFT es que demuestran la propiedad de un activo, y a medida que las econom¨ªas digitales contin¨²an prosperando, no cabe duda de que estos activos desempe?ar¨¢n un papel fundamental en la aproximaci¨®n del mundo digital y el mundo f¨ªsico, m¨¢s cerca de lo que han estado nunca¡±.

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