Jordi Maquiavello: ¡°As¨ª me echaron de Twitch. Las plataformas son chup¨®pteros, se aprovechan de nosotros¡±
El ¡®streamer¡¯ de cine y videojuegos estuvo siete meses sin su canal por una supuesta infracci¨®n que nunca se demostr¨®. Ahora ha vuelto
El pasado 31 de enero el streamer Jordi Maquiavello quiso despedirse de Twitch. Llevaba siete meses y una semana sin su canal, pero abri¨® otro solo para decir adi¨®s a sus seguidores. Lo anunci¨® en Twitter, entr¨® y fue un directo emotivo, lleno de tristeza. Se desped¨ªa de la que desde 2019 era su plataforma y de la que le hab¨ªan expulsado en junio de 2021 por una supuesta tercera infracci¨®n de derechos de autor. En esa ¨¦poca Maquiavello ingresaba 1.200-1.300 euros de Twitch: ¡°Era mi trabajo principal, me cortaron la progresi¨®n y me arruinaron la carrera. Pensar que nunca m¨¢s voy a poder volver a aparecer en Twitch despu¨¦s de todo lo que hab¨ªa conseguido con muchos a?os de trabajo... Estaba en ese directo destrozado¡±, afirma.
El directo de Maquiavello ese d¨ªa era una provocaci¨®n y una queja. En lugar de aceptar su expulsi¨®n y callar, hab¨ªa vuelto a Twitch para explicarse. A nadie en la compa?¨ªa pareci¨® importarle, porque al d¨ªa siguiente le devolvieron su canal, donde ahora tiene 113.000 seguidores, y el dinero que le deb¨ªan de todos esos meses. A¨²n hoy no est¨¢ claro qu¨¦ ocurri¨® exactamente.
Adi¨®s, Twitch.
— Jordi Maquiavello | Arco de anime (@JMaquiavello) January 31, 2022
El caso de Maquiavello es uno m¨¢s que ilustra la arbitrariedad de las plataformas en decisiones que pueden afectar el futuro laboral de cada vez m¨¢s creadores: ¡°Las plataformas se benefician de nosotros, son chup¨®pteros de todo el dinero que generamos¡±, dice en conversaci¨®n con EL PAIS en Barcelona, donde vive. El problema de Maquiavello, de 23 a?os y de Pontevedra, no fue directamente con Twitch, sino con Warner Media. Maquiavello, que es un nombre art¨ªstico, ten¨ªa un acuerdo verbal con un empleado espa?ol de Warner para transmitir y comentar pel¨ªculas de la empresa: ¡°Era una pel¨ªcula de dos horas y media, por ejemplo, y el directo duraba ocho horas¡±, explica. Puso muchos cl¨¢sicos: Ciudadano Kane, El resplandor, Blade runner.
Luego se fue animando y pas¨® a pel¨ªculas m¨¢s nuevas. Un d¨ªa decidi¨® comentar La liga de la justicia, de Zack Snyder, el d¨ªa de su estreno. Ahora, en retrospectiva, Maquiavello acepta que igual llev¨® ¡°al extremo¡± su acuerdo con Warner: ¡±Entiendo que moralmente, quiz¨¢, podr¨ªa considerarse¡±, dice. ¡°Al d¨ªa siguiente me llega un strike en Twitch¡±, a?ade. Un strike es la temida falta para todos los creadores en plataformas grandes. Al tercero, te lo cierran.
El problema con Maquiavello es que su canal pas¨® a depender de la voluntad de un tipo de Warner Media en EE UU: ¡±Me pongo en contacto con el correo del reclamante y le cuento a la movida, que tengo un acuerdo con Espa?a. Y me responde tan chulo que yo no ten¨ªa ning¨²n derecho de transmitir esas pel¨ªculas¡±, explica. Eso no fue todo. Al cabo de tres d¨ªas le lleg¨® el segundo aviso: ¡°Era otro directo de hac¨ªa dos meses y pens¨¦ que ese hombre estaba reclamando todos a la vez para tirarme el canal. Fui corriendo a eliminarlos. Estaba al filo del abismo¡±, dice.
2/2/2022. Un d¨ªa que nunca olvidar¨¦. No s¨®lo recuper¨¦ mi canal de Twitch despu¨¦s de 7 largos meses, sino que adem¨¢s alcalzamos los 100.000 seguidores. Gracias por todos los mensajes, gracias por todo el amor, gracias por apoyar y por luchar desde junio. Esta victoria es nuestra. pic.twitter.com/aGZ8vzgWhF
— Jordi Maquiavello | Arco de anime (@JMaquiavello) February 3, 2022
En aquella ¨¦poca Maquiavello crec¨ªa mucho con otro de sus intereses: los videojuegos. Ibai Llanos hab¨ªa impulsado Marbella Vice, donde participaron m¨¢s de 100 streamers, entre ellos Maquiavello. ?l no es de los streamers m¨¢s conocidos, pero su edad y dedicaci¨®n le colocaban en una vida c¨®moda dentro del sector, aunque su objetivo es acabar dedic¨¢ndose al cine, que es lo estudi¨® en Vigo.
Cuando a un streamer le cierran el canal durante meses, su audiencia no es algo que pueda recuperar en seguida ni tal como la dej¨®: ¡°Yo estaba entonces en Twitch con medias de 1.000-1.500 personas en todos los directos. Era una barbaridad. Y, adem¨¢s, ahora que en Twitch se lleva mucho lo de series de streamers¡±, dice. Despu¨¦s de Marbella ha habido al menos otras dos donde Maquiavello no ha podido participar por estar fuera de la plataforma.
Su expulsi¨®n definitiva lleg¨® sin embargo por algo que a¨²n hoy Maquiavello no entiende. Fue por una canci¨®n, no por una pel¨ªcula. ¡°Ten¨ªa una lista de reproducci¨®n de m¨²sica para ponerla de fondo en los directos y era m¨²sica toda, en esencia, muy cl¨¢sica: Louis Armstrong, Tony Bennett, Frank Sinatra¡±, dice. ¡°Y un d¨ªa, de repente, en un directo, se me para. No puedo ver el chat. Actualizo la p¨¢gina. Me han cerrado el canal. Ya no existe. Esto fue el 19 de junio y entro a mis redes sociales y veo un mont¨®n de mensajes de qu¨¦ ha pasado. Entro en mi correo y pone que me hab¨ªan reclamado una canci¨®n de hac¨ªa dos semanas¡±, a?ade.
La canci¨®n era Summertime, de Ella Fitzgerald. ¡°Pensaba que era la de Lana del Rey y justo me reclaman una canci¨®n que no ha sonado en directo¡±, dice. Aparentemente hab¨ªas sido una asociaci¨®n de autores estadounidense. ¡°Entonces yo reclam¨¦ y les dije ¡®oye, ?qu¨¦ es esto? Nunca he puesto esta canci¨®n en directo¡¯. Y no me lleg¨® respuesta¡±, dice. Ah¨ª empez¨® la odisea: siete meses sin canal, sin respuestas a correos, sin saber qu¨¦ hab¨ªa pasado exactamente. ¡°Era un muro, no hab¨ªa comunicaci¨®n posible¡±, recuerda. Y eso que en Twitter hab¨ªa campa?as de apoyo y quejas.
A¨²n hoy, con el canal restablecido, Maquiavello no sabe qu¨¦ ocurri¨® con precisi¨®n. A preguntas de EL PA?S, Twitch no hace comentarios concretos sobre el caso. Solo remite a enlaces de sus pol¨ªticas comunitarias. Maquiavello escribi¨® una y otra vez a correos con sus quejas, pero ¡°respond¨ªan bots, eran respuestas automatizadas¡±. Era el vac¨ªo: ¡°Imagina que te despiden sin darte ninguna raz¨®n, porque alguien se ha quejado de ti y lo siento mucho, ya est¨¢s fuera. Me parece incre¨ªble. Pero la gente en Internet ha normalizado este vapuleo. La gente tiene miedo¡±.
Con un bot¨®n
Twitch se lavaba las manos. Un ejecutivo de Warner Media pod¨ªa acabar con la carrera de un joven espa?ol solo apretando un bot¨®n. Maquiavello era perfectamente consciente. Supo por una persona de Twitch que el ¨²nico modo de recuperar el canal era que le retiraran un strike. ¡°Incluso le mand¨¦ un mensaje de voz a esta persona de Warner Media. Le dej¨¦ un buz¨®n de voz en su tel¨¦fono pidi¨¦ndole por favor desesperadamente que me ayudase. Le escrib¨ª tambi¨¦n y veo el correo ahora mismo y da verg¨¹enza porque da l¨¢stima. Era un correo de desesperaci¨®n, de por favor. de me est¨¢s arruinando medi¨¢ticamente¡±, dice.
En lugar del perd¨®n, le lleg¨® desde Warner un nuevo castigo en la otra plataforma donde trabaja habitualmente, YouTube. ¡±Me respondieron, pero de una forma agresiva. Hab¨ªa subido un v¨ªdeo de un an¨¢lisis de Euphoria a YouTube, una serie de HBO. Me metieron un strike en YouTube por esa reclamaci¨®n. La primera vez en mi vida que me metieron un strike en YouTube y me pone el correo del reclamante y era esta persona de Warner Media otra vez. Eso fue dos d¨ªas despu¨¦s de los mensajes. Su respuesta fue putearme m¨¢s. No entiendo por qu¨¦, no entiendo la crueldad¡±, explica.
Las plataformas, para evitar m¨¢s problemas, delegan las reclamaciones de derechos de autor directamente en los afectados, en este caso estudios de Hollywood. Luego las contrarreclamaciones se enfrentan a respuestas poco claras o automatizadas. Las plataformas se reservan adem¨¢s todo tipo de derechos. Por ejemplo, sobre algo que preocupaba mucho a Maquiavello: cu¨¢ndo caducan los strikes. No se sabe exactamente, seg¨²n los t¨¦rminos de Twitch: ¡°No son permanentes, sino que se asocian con una cuenta durante el tiempo suficiente para que Twitch determine si el titular de la cuenta est¨¢ cometiendo una infracci¨®n reiterada¡±. Cuando nos d¨¦ la gana, vienen a decir.
Maquiavello empez¨® a subir v¨ªdeos a YouTube de adolescente, hace m¨¢s de 10 a?os. Llev¨® su inter¨¦s por el cine a comentar bandas sonoras, como la de Juego de Tronos. Al principio renunciaba incluso a monetizar sus v¨ªdeos para evitar problemas. Luego vio el dinero que estaba perdiendo y empez¨® a ver el sistema por dentro. En YouTube, cuando sube un v¨ªdeo con fragmentos de series que van a ser reclamados, sabe que se lo van a impugnar. Maquiavello recurre y las grandes productoras estiran los plazos que tienen, aunque el uso de las im¨¢genes sea leg¨ªtimo, para ilustrar o educar.
No todas las productoras son iguales, admite Maquiavello. Netflix o Disney, por ejemplo, le responden r¨¢pido y puede subir el v¨ªdeo antes. En otros casos, debe esperar hasta tres meses. ¡°Yo siempre digo a quienes se dedican a esto que lo peleen hasta el final, porque siempre ganas, porque la ¨²ltima herramienta que tienen ellos es denunciar judicialmente¡±, dice.
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