¡®La Liga de la justicia¡¯ y la ficci¨®n hoy: ?manda el director, el productor, el algoritmo o el espectador?
Hoy llega a HBO ¡®La liga de la justicia de Zack Snyder¡¯, una pel¨ªcula reconstruida seg¨²n la idea original del director tras las peticiones de sus seguidores. Un ejemplo m¨¢s de una industria que escucha cada vez m¨¢s a todo el mundo. Pero, ?es esto necesariamente bueno?

En 2017, el director de cine Zack Snyder, conocido por ¨¦xitos como 300, Wonder Woman, Watchmen o El hombre de acero, estaba terminando La liga de la justicia, la pel¨ªcula que iba a reventar las taquillas de todo el mundo a finales de aquel a?o. De repente, fue golpeado por una de las peores tragedias que le pueden ocurrir a un padre: su hija Autumn se suicid¨®. Snyder qued¨® absolutamente devastado, pero pasaron a¨²n algunos meses hasta que abandon¨® el proyecto. Un periodo muy duro principalmente por la p¨¦rdida y la tragedia familiar, pero tambi¨¦n porque Warner Bros., el estudio que financiaba la pel¨ªcula, no estaba de acuerdo con muchas de las decisiones de Snyder para su pel¨ªcula y el cineasta se ve¨ªa obligado a pelear cada uno de sus movimientos.
Seg¨²n Snyder le cont¨® a Sean O¡¯Connell, autor del libro de pr¨®xima publicaci¨®n Release the Snyder Cut: The Crazy True Story Behind the Fight That Saved Zack Snyder¡¯s Justice League, estaba ¡°harto¡±. ¡°Tuve claro que mi familia me necesitaba m¨¢s que toda esta mierda (¡). No ten¨ªa energ¨ªa para luchar con el estudio y pelear por la pel¨ªcula. Literalmente, cero energ¨ªa para eso. Estoy convencido de que ese fue el principal motivo [para abandonar la pel¨ªcula]. Todo filme es una pelea, ?no? Estaba acostumbrado a eso, pero no ten¨ªa la energ¨ªa necesaria. No ten¨ªa ganas de pelear. Me hab¨ªa derrotado lo que estaba sucediendo en mi vida y no pod¨ªa, no me importaba¡±.
Entonces, Warner le encarg¨® terminar el proyecto a Joss Whedon, creador de Buffy, Cazavampiros y director de dos de las pel¨ªculas de Los Vengadores (y que recientemente ha sido noticia debido a las numerosas acusaciones de comportamiento abusivo e inaceptable en rodajes a lo largo de toda su carrera). Whedon decidi¨® rehacer gran parte del trabajo de Snyder para adecuarlo a las peticiones del estudio y tom¨® muchas decisiones que iban en contra del esp¨ªritu del gui¨®n inicial, pero consigui¨® finalizar la pel¨ªcula a tiempo y estrenarla a finales de aqu¨¦l mismo a?o. ?El resultado? Un fracaso de cr¨ªtica y de taquilla.
Desde entonces, se especulaba con la existencia de otra versi¨®n de la pel¨ªcula, de m¨¢s de cuatro horas de duraci¨®n. Un montaje que hab¨ªa realizado el propio Snyder antes de dejar el proyecto, pero que el estudio nunca hab¨ªa aceptado. Los foros de fans de DC ard¨ªan tras el fiasco del estreno del film de Whedon y la indignaci¨®n con el tiempo cristaliz¨® en un movimiento en internet que solicitaba a Warner que sacara a la luz este montaje de Snyder. Su lema/hashtag fue #ReleaseTheSnyderCut (o sea, ¡°estrenad la versi¨®n de Snyder¡±).
La presi¨®n de los fans continu¨® y, poco a poco, sus acciones fueron ganando apoyos, incluso entre algunos de los actores que hab¨ªan participado en la producci¨®n, como Jason Momoa o Ray Fisher. A finales de 2019, tras un cambio de direcci¨®n en Warner, el estudio se reuni¨® finalmente con Snyder y la nueva versi¨®n comenz¨® el camino de su estreno, que ocurrir¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 18 de marzo en HBO.
En definitiva: los fans consiguieron su objetivo. El estudio cedi¨® y finalmente podremos ver la extens¨ªsima nueva versi¨®n de La liga de la justicia que, por lo que parece, ser¨¢ mucho mejor que su antecesora.
Se podr¨ªa pensar entonces que los fans, en este caso, han conseguido algo bueno. Pero hay que olvidar que una parte de los que reivindicaban la versi¨®n de Snyder incurrieron en comportamientos de acoso y ciberacoso contra ejecutivos y directivos de Warner que ten¨ªan poder de decisi¨®n sobre la pel¨ªcula. ¡°Al fan hay que escucharlo¡±, nos cuenta la guionista Paloma Rando, que plantea otra cuesti¨®n interesante. ¡°Normalmente ha dedicado mucho tiempo a la obra de la que es seguidor y en algunos casos puede aportar otras perspectivas que enriquezcan al guionista o creador. Pero escucharlo no quiere decir necesariamente hacerle caso. Ajustarse a lo que espera un fan a menudo implica renunciar a sorprenderlo. En el audiovisual, como en otras industrias culturales que, en tanto que industrias, son conservadoras, se tiende a replicar el ¨¦xito y por eso se repiten f¨®rmulas, g¨¦neros y caras para intentar asegurarse un futuro espectador. El problema de los nuevos sistemas de medici¨®n es que registrar el comportamiento del espectador con mayor detalle solo significa predecir en el marco en el que uno analiza, pero es imposible determinar si salir de ese marco puede dar lugar a un ¨¦xito o no (esto en el caso de que solo queramos tener en cuenta el n¨²mero espectadores)¡±.
El peligro del fan como cocreador
Evidentemente, el caso de La liga de la justicia de Zack Snyder, aunque quiz¨¢ sea el m¨¢s sonado que se ha producido hasta el momento, no es el ¨²nico de este tipo. Hay bastantes ejemplos m¨¢s, como lo que pas¨® con Sonic, la pel¨ªcula, cuyo protagonista, el erizo azul de Sega, fue redise?ado a criterio de los gamers y tras las reacciones iniciales de disgusto en internet al aspecto del personaje; o la petici¨®n, que actualmente est¨¢ ganando mucho apoyo, para que Marvel Studios produzca un spinoff (o sea, una historia independiente con un personaje ya conocido) con uno de los secundarios de Bruja Escarlata y Visi¨®n, el agente del FBI Jimmy Woo. Los fans incluso ya han dejado claro el argumento de la serie que desean: ¡°Como Expediente X, pero de Marvel¡±.
El fen¨®meno fan, sobre todo respecto a las producciones m¨¢s comerciales de ciencia ficci¨®n o fantas¨ªa, no ha dejado de crecer en los ¨²ltimos a?os. Pero eso no deber¨ªa implicar directamente que su fuerza y su importancia, que se ha multiplicado gracias a las redes sociales e internet, tenga que ser tan grande como para influir en el gui¨®n o la est¨¦tica de las pel¨ªculas y las series. El mismo Jim Carrey, que particip¨® en la pel¨ªcula de Sonic interpretando al malvado Doctor Robotnik, declar¨® en un evento de la Asociaci¨®n de Cr¨ªticos de TV de Estados Unidos que ten¨ªa sus dudas respecto a lo que hab¨ªa pasado con la pel¨ªcula: ¡°No s¨¦ muy bien c¨®mo sentirme ante la idea del p¨²blico siendo parte del proceso creativo cuando este a¨²n est¨¢ en pleno desarrollo¡±, declar¨®.
Como pasa casi siempre, Los Simpsons tambi¨¦n predijeron el peligro de este poder de los fans. En el episodio M¨¢s all¨¢ de la c¨²pula del fracaso, Mel Gibson escucha ciegamente todas las sugerencias de Homer respecto a su versi¨®n de Caballero sin espada, terminando con una pel¨ªcula que es un disparate total. Homer, al principio de ese cap¨ªtulo, forma parte de un p¨²blico tipo, escogido para estudiar su reacci¨®n ante una determinada versi¨®n de una pel¨ªcula, algo que en Hollywood se lleva realizando desde hace muchos a?os, aunque no todos en la industria del cine est¨¢n de acuerdo en hacer este tipo de pruebas.
Joe Eszterhas, el guionista del cl¨¢sico de los noventa, Instinto b¨¢sico, cont¨® en su biograf¨ªa Hollywood Animal que la pel¨ªcula funcion¨® y arras¨® en taquilla porque se estren¨® sin hacer caso a los resultados de los pases de prueba, en los que los espectadores sal¨ªan indignados de que la mala ganara y los buenos acabaran fatal. En su siguiente proyecto, el thriller Sliver, s¨ª se cambi¨® el final para adaptarlo a los gustos del p¨²blico, incluso la identidad del asesino. El resultado, si es que alguien lo recuerda, fue desastroso.
Escribir guiones a golpe de clic
Este control que los fans intentan tener sobre sus series y pel¨ªculas favoritas parece querer imitar el funcionamiento de los algoritmos (de Spotify o Instagram) que deciden por nosotros lo que vamos a ver, pero en un sentido distinto. En este caso, en lugar de que las plataformas delimiten los productos que nos ofrecen seg¨²n nuestras decisiones anteriores, es el propio p¨²blico el que intenta delimitar la libertad de los creadores para que produzcan los contenidos tal y como ellos desean.
Pero no solo eso: sin darnos cuenta, todos estamos influyendo en las producciones cinematogr¨¢ficas del futuro al elegir qu¨¦ vemos mientras nos preparamos la cena. Las plataformas utilizan an¨¢lisis de big data de sus propios usuarios para descubrir sus gustos y reacciones ante lo que est¨¢n viendo.
Seg¨²n declar¨® Cary Fukunaga, el creador de la serie Maniac, a la revista GQ tras el estreno en Netflix, cuando los ejecutivos de la plataforma revisaban los guiones, le propon¨ªan cambios directamente basados en los an¨¢lisis que hab¨ªan realizado a trav¨¦s del big data. Seg¨²n Fukunaga, Netflix tiene calculado el n¨²mero de espectadores que ganar¨¢ o perder¨¢ dependiendo de lo que pasa en pantalla, lo cual tiene implicaciones en la fase de escritura de los guiones. Sobre esto tambi¨¦n se quej¨® hace unos meses Pedro Almod¨®var en la entrevista que concedi¨® a ICON con motivo del lanzamiento de su cortometraje La voz humana: ¡°Me llevo fatal con el algoritmo, de entrada porque me da mucha rabia no llamarlo algorritmo, que es lo que me pide el cuerpo, y porque adem¨¢s en mi caso nunca acierta con sus recomendaciones. Yo no soy el t¨ªpico espectador de series, aunque veo algunas, pero s¨¦ por otros compa?eros que las grandes plataformas controlan el ritmo de la dramaturgia con el dichoso algoritmo en la mano. Y aunque eso les funcione, a m¨ª es algo que me aterra y horroriza¡±.
El algoritmo o hacerle caso a los fans, por tanto, asegura el tiro, pero no deja espacio para la sorpresa ni, quiz¨¢, para la genialidad. ¡°Muchos de los libros, pel¨ªculas y series que m¨¢s me han gustado no iban dirigidos a m¨ª, nunca un algoritmo habr¨ªa podido predecir que me iban a gustar¡±, afirma Paloma Rando. ¡°Esa sensaci¨®n, como de colarte en una conversaci¨®n ajena, siempre me ha resultado gratificante. Como zapear y dar con una pel¨ªcula que de otro modo no habr¨ªas visto. Y creo que puede ser enriquecedora la tensi¨®n entre darle al espectador lo que espera y llevarle a otro sitio que no habr¨ªa imaginado. Creo que cada vez m¨¢s se tiende a hacer contenidos a la medida del espectador, lo que puede acabar dando lugar a un traje demasiado estrecho. Es trabajo de los creadores reventar esas costuras y de la industria ser capaz de asumir cierto riesgo. Hist¨®ricamente, ha sido as¨ª siempre¡±, concluye.
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