Bruselas obligar¨¢ a las tecnol¨®gicas a revisar las comunicaciones de los usuarios en caso de riesgo de pedofilia
El control de contenidos de correos electr¨®nicos y mensajes propuesto por la Comisi¨®n Europea despierta suspicacias por la posibilidad de que interfiera en el derecho a la intimidad
Durante los primeros meses de pandemia, las demandas de casos en los que se utilizaba material propio de abusos sexuales a menores crecieron un 25% en varios pa¨ªses. Estos datos, y bastantes otros, que para la Comisi¨®n Europea son ¡°la punta del iceberg¡± del problema, le han llevado a proponer un reglamento que pretende implicar a los proveedores de servicios digitales y de acceso a internet en la lucha contra este delito. Y si llega el caso de que estas empresas no colaboran, se les obligar¨¢ a hacerlo bajo el control de autoridades independientes o jueces, seg¨²n la propuesta aprobada por el Ejecutivo comunitario este mi¨¦rcoles. La normativa, en la que Bruselas lleva casi un a?o trabajando, ha provocado quejas de algunas asociaciones en defensa de la privacidad al considerar que pone en entredicho el derecho a la intimidad.
¡°Muchas compa?¨ªas no est¨¢n haciendo nada por detectar [estas situaciones] hoy¡±, ha se?alado la comisaria europea de Interior, la sueca Ylva Johansson, este mi¨¦rcoles. Consciente de las suspicacias que una norma de este estilo despierta, ha subrayado que ¡°ninguna detecci¨®n se har¨¢ sin una orden [de una autoridad independiente o de jueces]¡±. Aunque a continuaci¨®n ha a?adido que ¡°una vez la orden se haya emitido, la detecci¨®n ser¨¢ obligatoria¡±.
El reglamento que ha puesto sobre la mesa la Comisi¨®n y que ahora debe ser enmendado y aprobado por el Consejo de la UE y por el Parlamento Europeo plantea que las compa?¨ªas tecnol¨®gicas (proveedores de servicios digitales, acceso a internet, vendedores y servicios de descarga de aplicaciones) est¨¦n obligadas a hacer un an¨¢lisis de riesgos acerca del ¡°uso indebido para la divulgaci¨®n de material que contenga abusos sexuales a menores o de solicitudes a ni?os [de grooming]¡±. Igualmente, cuando las autoridades detecten que hay riesgo podr¨¢ emitirse una orden. Las propias empresas ser¨¢n las responsables de implementar sistemas de detecci¨®n de estos contenidos. Esos m¨¦todos podr¨¢n estar automatizados, pero en ¨²ltima instancia deber¨¢n tener supervisi¨®n humana.
¡°Hay un proceso con muchas salvaguardas para poder tener este permiso o pedir a otra autoridad independiente o a un tribunal que emita una orden por un periodo determinado. Antes de eso, tienen que consultar y las autoridades de protecci¨®n de datos. Y s¨®lo cuando hay una orden de detecci¨®n, las empresas est¨¢n autorizadas pero tambi¨¦n obligadas a detectar e informar y este contenido¡±, ha explicado la comisaria Johansson en un encuentro con varios medios, entre ellos EL PA?S.
La Comisi¨®n prev¨¦ tambi¨¦n la creaci¨®n de una oficina europea contra el abuso sexual infantil (EU Centre on Child Sexual Abuse), dotado de un presupuesto de 28 millones de euros, que dar¨¢ cobertura a las pesquisas de las propias empresas, desarrollar¨¢ herramientas de investigaci¨®n y emitir¨¢ ¨®rdenes para intervenir comunicaciones en caso de inacci¨®n por parte de las plataformas.
Uno de los interrogantes que pend¨ªan sobre la redacci¨®n final del texto era qu¨¦ pasar¨ªa con los mensajes encriptados de extremo a extremo. Varios servicios de mensajer¨ªa, como WhatsApp o Signal, utilizan esa t¨¦cnica de codificaci¨®n de las comunicaciones para asegurarse de que nadie m¨¢s que el emisor y el receptor, ni siquiera la propia plataforma, pueda ver el contenido. ¡°El texto del reglamento no prohibe la encriptaci¨®n, pero desincentiva que se use para que la empresa pueda escanear contenido y demostrar que est¨¢ tomando medidas de prevenci¨®n para acotar la difusi¨®n de contenidos sexuales de menores¡±, opina Ella Jakubowska, analista de privacidad de la asociaci¨®n European Digital Rights (EDRi).
Un a?o de negociaciones
El Parlamento Europeo aprob¨® el verano pasado un reglamento temporal que permite a las empresas tecnol¨®gicas escudri?ar las comunicaciones de los usuarios (correos electr¨®nicos, mensajes de texto y documentos adjuntos, como fotos y v¨ªdeos) en busca de contenidos ped¨®filos. La normativa, que fue bautizada como Chatcontrol (control de charlas), deroga temporalmente la Directiva 2002/58/CE, conocida como ePrivacy, que regula aspectos como la confidencialidad de la informaci¨®n, el trato de los datos personales y las cookies de terceros. La suspensi¨®n tiene fecha l¨ªmite: el 31 de diciembre de 2022. El objetivo de la Comisi¨®n era tener lista antes de ese momento una normativa de car¨¢cter permanente que aporte la cobertura legal a la intervenci¨®n de las comunicaciones.
Ahora todas las empresas deber¨¢n controlar que no se difundan contenidos ped¨®filos. En EE UU, hace tiempo que el Centro Nacional para Menores Desaparecidos y Explotados (National Center for Missing and Exploited Children, NCMEC) solicita la cooperaci¨®n de las tecnol¨®gicas en este asunto. Esa supervisi¨®n se realiza principalmente de forma automatizada: hay herramientas de inteligencia artificial que buscan palabras clave. Google ya rastrea los documentos subidos a Google Drive; Apple anunci¨® el a?o pasado su intenci¨®n de hacer lo propio con las fotos tomadas desde los iPhone, pero la ola de protestas que desat¨® la decisi¨®n llev¨® a la empresa de Cupertino a congelar la medida hasta estudiar detenidamente sus pros y contras.
Seg¨²n fuentes conocedoras del proceso, una de las cuestiones que habr¨ªan motivado el inter¨¦s de la UE en precipitar una nueva normativa es la intenci¨®n de Facebook de encriptar de extremo a extremo los mensajes enviados por Facebook Messenger, su aplicaci¨®n de mensajer¨ªa instant¨¢nea. Poco usada en Europa, es especialmente popular en EE UU y cuenta con unos 1.300 millones de usuarios activos, lo que la convierta en la segunda herramienta m¨¢s usada, solo por detr¨¢s de WhatsApp (unos 2.000 millones de usuarios).
Varias asociaciones civiles han tratado de sentarse con la comisaria Johansson para discutir los pormenores de la regulaci¨®n que hoy se presenta. No han tenido ¨¦xito. ¡°Nuestra gran preocupaci¨®n es que el reglamento sea una puerta de entrada a que se examinen las comunicaciones de todos los ciudadanos, no solo de los sospechosos de difundir material ped¨®filo¡±, Jakubowska.
La comisaria Johannson ha defendido su proyecto se?alando precedentes sobre el control de las comunicaciones y con otros fines que no son los de evitar un delito como el abuso sexual sobre menores: ¡°Hoy tenemos una directiva sobre privacidad [en las comunicaciones digitales] que dice que las empresas siempre pueden escanear toda la comunicaci¨®n interpersonal si es con el fin de protegerse del malware y el spam. En estos casos se les permite hacerlo y lo hacen. Lo hacen en toda la comunicaci¨®n, tanto en la comunicaci¨®n interpersonal cifrada [o encriptada] como en la no cifrada. Y lo hacen, por supuesto, con fines de lucro, porque si tuvi¨¦ramos mucho spam y malware no utilizar¨ªamos esa comunicaci¨®n. As¨ª que lo hacen con fines puramente comerciales. [Ahora] No es legal hacer este tipo de escaneo para imprimir, para escanear, para el material de abuso sexual infantil¡±. El planteamiento de la Comisi¨®n es di¨¢fano, si est¨¢ justificado para ofrecer un mejor servicio y ganar dinero, ?por qu¨¦ no para evitar un delito?
Tambi¨¦n Supervisor Europeo de Protecci¨®n de Datos tiene sus reservas respecto a la idoneidad de que las comunicaciones privadas sean escrutadas por terceros. El organismo, encargado de velar por el cumplimiento de la normativa de privacidad en las instituciones europeas, public¨® en 2020 una opini¨®n no vinculante en la que ya pon¨ªa en duda que someter las comunicaciones de los ciudadanos a un escrutinio constante pudiera ser compatible con el derecho a la intimidad. Desde la oficina del Supervisor descartan hacer comentarios sobre la nueva normativa, al menos por el momento.
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