Regresa el ¡®samizdat¡¯, la prensa clandestina de los rusos que no usan VPN ni otros trucos de Internet
Con la plataforma, se puede compartir los art¨ªculos con otras personas sin que necesiten descargar redes privadas virtuales
M¨¢s de 100 millones de rusos no pueden acceder a los miles de webs que el Kremlin ha bloqueado desde que comenz¨® la guerra. Por un lado, unos 10 millones de personas no tienen Internet y, por otro, para la gran mayor¨ªa del pa¨ªs, especialmente la gente mayor y de mediana edad, el problema es que la censura obliga a poseer unos conocimientos m¨ªnimos de la red que les dejaba fuera de facto de esa realidad. Hasta ahora. ¡°Hemos creado una herramienta donde t¨² encuentras un art¨ªculo que crees que es importante y despu¨¦s lo compartes con todo el mundo sin que necesiten redes privadas virtuales (VPN). Con tu hermano, con tu amigo o con el vecino, gente que si tuviera que instalar una VPN, no lo har¨ªa. Hacemos mucho m¨¢s f¨¢cil la distribuci¨®n¡±, cuenta a EL PA?S Yevgeny Simkin, co-fundador de Samizdat Online.
¡°El samizdat es una cultura. Mi padre aprendi¨® todo lo que ten¨ªa que aprender sobre el mundo real a trav¨¦s del samizdat sovi¨¦tico, incluso el yoga¡±, recuerda Simkin en una videoconferencia desde Nueva York. Esa palabra define la literatura clandestina que floreci¨® en tiempos de la URSS para evadir la censura. Los ciudadanos sovi¨¦ticos se intercambiaban obras y las copiaban para que llegasen a m¨¢s gente. Un ejemplo cl¨¢sico es una joya atemporal que hoy se venera en la Rusia de Putin y que se populariz¨® entre aquellas sombras, El maestro y Margarita, de Mija¨ªl Bulg¨¢kov.
A ra¨ªz del bloqueo masivo de webs por las autoridades rusas, muchos ciudadanos han comenzado a utilizar las VPN, aunque es dif¨ªcil estimar su cifra. La iniciativa Atlas VPN estima que unos 34 millones de rusos las utilizaban en verano. Alrededor de 130 millones de ciudadanos tienen acceso a Internet, por lo que solo uno de cada cuatro emplear¨ªa este tipo de herramientas, seg¨²n los estudios.
La filosof¨ªa de este samizdat es poder compartir los art¨ªculos con gente que no se ha descargado ninguna VPN. Grosso modo, ¡°cuando quieres tener una web, registras su dominio [su nombre]. Para ello, contactas con una empresa que los gestiona, y ella lo pone en las tablas que tienen todas las m¨¢quinas DNS [que traducen el dominio de palabras normales a identificadores de n¨²meros]. Cuando tu ordenador quiere ir a esa web, se dirige a m¨¢quinas que est¨¢n en tu pa¨ªs y estas le dicen la direcci¨®n¡±, resume Simkin. ¡°Las autoridades que bloquean la BBC no tienen el control de las m¨¢quinas DNS que est¨¢n en Espa?a o Reino Unido, pero tienen el control de las m¨¢quinas DNS de Rusia, Bielorrusia, o Ir¨¢n, y ordenan ocultar o borrar de sus listados los dominios a los que no quieren que llegue la gente¡±, a?ade.
En el caso de las VPN, estas enmascaran a su usuario y lo conectan con m¨¢quinas DNS de otros pa¨ªses. Pero para la gente que no tiene esas herramientas, lo que ha hecho Samizdat ¡°es poner cientos de servidores y miles y miles de dominios con nombres absolutamente rid¨ªculos que sustituyen a los originales¡±. ¡°?Quieres entrar en el diario Meduza desde Mosc¨²? Nuestro servidor recibe la petici¨®n y la codifica con otro dominio, por ejemplo nqtguizhxe.net, que no est¨¢ en la lista negra de las autoridades¡±, afirma el fundador de la iniciativa. Con la burocracia de esos pa¨ªses, habr¨¢n pasado d¨ªas cuando el dominio inventado de la noticia sea detectado y suprimido por los funcionarios.
¡°Si nos bloquean Samizdat, ser¨¢ un problema peque?o. Si ya llegaste a nosotros, lo has hecho con VPN, eres el tipo de persona que ya sabe c¨®mo buscar contenido y que sabe que vive en un mundo de falsificaciones. Los que nos buscan nos encuentran, y una vez lleguen difundir¨¢n los links¡±, apunta Simkin, aunque asegura que ir¨¢n ¡°tres pasos por delante¡± de las autoridades.
Su portal recoge historias de m¨¢s de una treintena de medios con los que tienen acuerdos y traducen las principales a los cinco idiomas que manejan sus editores: ruso, ucranio, bielorruso, ingl¨¦s y farsi. ¡°Queremos ir a China lo m¨¢s pronto posible. La ¨²nica raz¨®n para no estar all¨ª es que no hay dinero. China es una tecnolog¨ªa muy sofisticada y tenemos que estar preparados¡±, apunta el fundador.
Entusiasmo entre los pol¨ªticos de Occidente y los medios del Este
Simkin lleg¨® a EE UU de peque?o ¡°durante la ola migratoria sovi¨¦tica de los setenta¡±. Ingeniero y fundador de una firma inform¨¢tica, recuerda que ¡°todo cambi¨® en febrero de 2014¡å, cuando Rusia se anexion¨® Crimea y comenz¨® la guerra de Donb¨¢s. ¡°Mi mayor equipo ten¨ªa 10 personas en Rusia y 10 en Ucrania. Cuando arregl¨¦ los problemas y vi que todo estaba bien, me di cuenta de que realmente quer¨ªa hacer algo m¨¢s¡±, rememora. ¡°Tengo algunas conexiones con la pol¨ªtica y con los medios de EE UU, tengo las tecnolog¨ªas y hablo ruso fluido. Pod¨ªa hacer algo y minar la maquinaria de propaganda de Putin¡±, a?ade.
La idea surgi¨® un par de semanas despu¨¦s de comenzar la guerra total contra Ucrania, a mediados de marzo de este a?o, y se ha fraguado lentamente hasta el lanzamiento de su portal en julio. ¡°Hemos avanzado lentamente, con mucho cuidado de no ir demasiado r¨¢pido y sacar algo que no estuviese listo y sufriera ca¨ªdas. Una vez que los mul¨¢s iran¨ªes o Roskomnadzor entiendan lo que pasa, ir¨¢n tras nosotros, y no queriamos provocarlos antes de tiempo¡±, asegura. Seg¨²n sus c¨¢lculos, tienen m¨¢s de 100.000 entradas diarias, ¡°aunque es dif¨ªcil hacer un seguimiento¡±.
Una de sus cofundadoras es la periodista bielorrusa Anna Trubacheva. ¡°Conoce a todo el mundo all¨ª y nos abri¨® todas las puertas al instante¡±, se?ala Simkin. Despu¨¦s, se unieron ¡°con mucho entusiasmo¡± los medios independientes rusos, como Meduza y Mediazona, con los que sigue analizando los pr¨®ximos pasos.
Pese a la gran aceptaci¨®n del proyecto, su financiaci¨®n se apoya hasta ahora sobre los hombros de sus promotores. ¡°La palabra apoyo puede significar que alguien diga: ¡®?ey, os apoyo, os voy a presentar a alguien!¡¯, que es el tipo de ayuda que hemos recibido. Hemos hablado con varios inversores, con varias asociaciones. Algunos est¨¢n interesados, pero no ha entrado nadie de momento¡±, afirma su fundador.
Entre sus apoyos pol¨ªticos figuran el republicano Bill Kristol, ¡°que ha contribuido enormemente¡±, el expresidente de Radio Free Europe Jeffrey Gedmin y el disidente ruso y maestro del ajedrez Gari Kasp¨¢rov. ¡°Hemos hablado con el Departamento de Estado y est¨¢n muy entusiasmados con lo que hacemos¡±, agrega Simkin. Sin embargo, deja claro que son independientes. ¡°No tengo ning¨²n lazo de ning¨²n tipo con ninguna organizaci¨®n ni agenda pol¨ªtica. Esta es mi idea, soy un ingeniero. Pienso que la informaci¨®n lleva al entendimiento, el entendimiento a la compasi¨®n, y la compasi¨®n lleva al florecimiento de la humanidad¡±, puntualiza.
Al ser preguntado si teme que acusen a su proyecto de ser una herramienta de la Casa Blanca o de alg¨²n fil¨¢ntropo estadounidense, Simkin se muestra rotundo al recalcar que acepta las donaciones, pero no las presiones. ¡°Si alguien nos ofrece dinero, lo coger¨¦ con alegr¨ªa porque no lo invitar¨¦ a que nos diga c¨®mo debemos funcionar ni a que nos d¨¦ consejos. Si alguien quiere apoyar el periodismo libre, acepto el dinero¡±, afirma tras suspirar porque ¡°es inevitable escuchar teor¨ªas de la conspiraci¨®n¡±,
El ¡®samizdat¡¯ de Navalni
La organizaci¨®n del opositor ruso Alex¨¦i Navalni lanz¨® la pasada semana una aplicaci¨®n para m¨®viles que comparte nombre con el portal de Simkin y tambi¨¦n permite leer art¨ªculos sin VPN. En este caso incluir¨¢ historias de la Plataforma Anticorrupci¨®n y de los medios Proekt, Vazhnie Istori, The Insider y Bellingcat, algunos de ellos declarados ¡°organizaciones indeseables¡± por Mosc¨².
El organismo ruso que controla Internet, Roskomnadzor, confirm¨® que a finales de julio hab¨ªa cerrado m¨¢s de 5.300 sitios web ¡°por estar sujetos a la censura b¨¦lica¡±. No obstante, muchas m¨¢s webs se han unido al club de los vetados, que incluye redes sociales como Facebook e Instagram (declaradas organizaciones extremistas por la justicia), Twitter y medios p¨²blicos extranjeros como la Deutsche Welle y la BBC. Otros criterios, como ¡°la propaganda del suicidio y del consumo de estupefacientes¡±, ha justificado el bloqueo reciente de la web de notas de pel¨ªculas y videojuegos Metacritic.
En cualquier caso, a las trabas para acceder a la prensa independiente se une la propia reticencia rusa. Apenas un 4% de los ciudadanos conf¨ªa en los medios independientes, frente a un 41% que cree a los canales del Kremlin, seg¨²n un sondeo de agosto del centro de estudios sociol¨®gicos Levada.
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