La expulsi¨®n de periodistas de Twitter provoca una reacci¨®n global contra Musk
La decisi¨®n del magnate de suspender las cuentas de 10 profesionales provoca la respuesta de la ONU y la UE, que amenaza con sanciones, as¨ª como de asociaciones en defensa de la libertad de prensa
Al d¨ªa siguiente de su expulsi¨®n de Twitter, los 10 periodistas suspendidos el jueves por la noche y sin previo aviso por el nuevo due?o y se?or de la red social, Elon Musk, segu¨ªan sin tener del todo claras las causas de su veto fulminante, que fundi¨® sus cuentas a negro sin opci¨®n a r¨¦plica o defensa. Las consecuencias, en cambio, fueron cristalinas: la decisi¨®n del magnate gener¨® una alarmada reacci¨®n global por parte de usuarios de la plataforma, estamentos period¨ªsticos, asociaciones en defensa de la libertad de prensa, la Organizaci¨®n de Naciones Unidas y autoridades desde Washington a Bruselas, donde Vera Jourova, vicepresidenta de la Comisi¨®n Europea, dijo que la medida violaba la Ley de Servicios Digitales de la UE y amenaz¨® con algo m¨¢s que palabras. ¡°Hay l¨ªneas rojas. Y sanciones, pronto¡±, tuite¨® la alta funcionaria el viernes por la ma?ana.
En Washington, la congresista dem¨®crata Lori Trahan (Massachusetts), miembro del comit¨¦ de la C¨¢mara de Representantes que vela por el buen gobierno de internet, record¨® en Twitter que la compa?¨ªa le hab¨ªa garantizado esta misma semana que no ten¨ªa intenci¨®n de tomar represalias contra los periodistas que criticaran a la empresa o a su due?o. ¡°Menos de 12 horas despu¨¦s, varios reporteros de tecnolog¨ªa han sido suspendidos. ?Cu¨¢l es el problema, @elonmusk?¡±, a?adi¨®.
Melissa Fleming, subsecretaria general de comunicaciones globales de la ONU, dijo, por su parte, que estaba ¡°profundamente perturbada¡± por las noticias. ¡°La libertad de prensa no es un juguete¡±, a?adi¨®. ¡°Una prensa libre es la piedra angular de las sociedades democr¨¢ticas y una herramienta clave en la lucha contra la desinformaci¨®n da?ina¡±. Los gobiernos del Reino Unido y Alemania coincidieron en expresar su preocupaci¨®n por lo sucedido. Y Reporteros sin Fronteras denunci¨® que la gesti¨®n de Musk es un ¡°desastre para el derecho a la informaci¨®n¡±, adem¨¢s de un riesgo y una ¡°amenaza para la democracia¡± el manejo ¡°arbitrario¡± de las grandes plataformas de internet.
M¨¢s all¨¢ de esos actos de solidaridad, pocas cosas unen al grupo de los expulsados, reporteros freelance y representantes de medios como The New York Times, CNN, The Washington Post o Voice of America, entre otros, salvo que todos ellos son estadounidenses y que se han mostrado p¨²blicamente cr¨ªticos en estos d¨ªas con Musk. La compa?¨ªa no respondi¨® a las peticiones de explicaci¨®n de este y de otros diarios, por lo que hubo que conformarse con la de Musk, que el jueves por la noche acus¨® a los periodistas, sin aportar pruebas, de compartir informaci¨®n privada sobre su paradero, pr¨¢ctica que equipar¨® a ¡°dar las coordenadas para un asesinato¡±.
El due?o de Tesla, que adquiri¨® recientemente Twitter por 44.000 millones de d¨®lares (41.460 millones de euros), estaba haciendo referencia al cierre, este mi¨¦rcoles, de la cuenta @ElonJet mantenida por un joven de 20 a?os llamado Jack Sweeney, que brindaba a su medio mill¨®n de seguidores informaci¨®n al minuto de la localizaci¨®n del jet privado del segundo hombre m¨¢s rico del planeta (esta ha sido adem¨¢s la semana en la que el magnate franc¨¦s Bernard Arnault lo desaloj¨® de lo m¨¢s alto de esa lista).
Sweeney, cuyo Twitter personal tambi¨¦n qued¨® suspendido junto a dos docenas de otros que rastreaban los movimientos a¨¦reos de los supermillonarios, obten¨ªa esa informaci¨®n de registros p¨²blicos. Musk prometi¨® que su llegada a la empresa abrir¨ªa una nueva era, libre de censuras. Una vez la hubo adquirido, dijo: ¡°Mi compromiso con la libertad de expresi¨®n es tal que no prohibir¨¦ la cuenta que sigue mi avi¨®n, a pesar de que es un riesgo para mi seguridad¡±.
Poco despu¨¦s de la expulsi¨®n de los periodistas, Musk, que ha demostrado en repetidas ocasiones que cambiar de idea es uno de sus pasatiempos favoritos, tuite¨®: ¡°Criticarme sin parar est¨¢ bien, pero doxxear [neologismo que define el acto de revelar informaci¨®n personal de otro usuario Internet] mi ubicaci¨®n en tiempo real y poner en peligro a mi familia no lo es¡±. Y anunci¨® el castigo para los infractores de esa regla sobrevenida de Twitter: ¡°siete d¨ªas¡± fuera de la plaza p¨²blica digital.
Tambi¨¦n puso en marcha una encuesta en dos tiempos (la primera, con ¡°demasiadas opciones¡±, la cancel¨® a la media hora) para que los usuarios votaran si readmitir a los afectados inmediatamente o en una semana. A las 17.00 de Washington (23.00 en Espa?a), cuando a¨²n quedaban poco m¨¢s de seis horas y media para el cierre de la urna digital, hab¨ªan emitido su opini¨®n m¨¢s de 3,3 millones millones de usuarios, y el 59% se inclinaban por un perd¨®n inmediato.
Uno de los afectados, Steve Herman, corresponsal nacional en jefe de Voice of America, servicio de noticias dependiente del Gobierno estadounidense, a¨²n estaba ¡°en shock¡± y en espera de una explicaci¨®n 16 horas de su suspensi¨®n permanente, seg¨²n asegur¨® en una conversaci¨®n telef¨®nica con EL PA?S. ?l, aclar¨®, no es un reportero de tecnolog¨ªa, aunque ha escrito desde agosto ¡°un par de historias sobre Twitter¡±. Ten¨ªa unos 112.000 seguidores, con los que hab¨ªa compartido sus opiniones sobre la marcha de la red social y comentarios sobre el veto a sus compa?eros mientras se estaba produciendo el jueves por la noche. ¡°Yo creo que ese fue el motivo de mi expulsi¨®n. Me arrastr¨® una bola de nieve¡±, aclar¨®. A la pregunta de si son ciertas las acusaciones de Musk de que se dedic¨® a compartir temerariamente informaci¨®n personal de los movimientos del magnate, el reportero respondi¨® tajantemente: ¡°Eso es completamente falso¡±.
El veterano periodista explic¨® que no sab¨ªa gran cosa de la encuesta en la que se estaba dirimiendo su continuidad en la red social (¡±me trae sin cuidado; Musk har¨¢ exactamente lo que venga en gana¡±), y que estar¨ªa ¡°dispuesto a volver a ella¡±, pero ¡°no a cualquier precio¡±.
Voice of America envi¨® a este diario un comunicado en defensa de su reportero, lo mismo que The New York Times, cuyo especialista en tecnolog¨ªa, Ryan Mac, no estuvo ¡°disponible para entrevistas¡±. ¡°La suspensi¨®n de varias cuentas de Twitter de periodistas prominentes es cuestionable y desafortunada. Ni el Times ni Ryan han recibido ninguna justificaci¨®n sobre por qu¨¦ ocurri¨® esto. Esperamos que se restablezcan todas las cuentas y que Twitter proporcione una explicaci¨®n satisfactoria¡±, explic¨® en un correo electr¨®nico Melissa Torres, portavoz del rotativo neoyorquino.
La directora de The Washington Post, Sally Buzbee, emple¨® el jueves Twitter para exigir el regreso de su empleado, Drew Harwell, y para denunciar ¡°un acto de censura que mina directamente la promesa de Musk de dirigir Twitter como una plataforma dedicada a la libertad de expresi¨®n¡±. CNN, por su parte, dijo en un comunicado que ¡°la suspensi¨®n impulsiva e injustificada de varios periodistas, incluido Donie O¡¯Sullivan, de CNN, es preocupante, pero no sorprendente¡±. Despu¨¦s, Oliver Darcy, columnista de la cadena televisiva especializado en medios, public¨® un art¨ªculo en el que consideraba que el incidente plantea ¡°serios interrogantes sobre el futuro de la libertad de prensa en Twitter, plataforma que es referencia por su papel de ¡®plaza p¨²blica¡¯ digital¡±.
Adem¨¢s de los citados, la lista de los 10 expulsados se completaba a primera hora de la tarde del viernes con Matt Binder, del blog Mashable, el expresentador de televisi¨®n y c¨¦lebre analista de izquierdas Keith Olbermann, Linette L¨®pez, de Business Insider, Micah Flee, de The Intercept, y los periodistas independientes, Tony Webster y Aaron Rupar.
Las sanciones con la que Jourova ha amenazado a Musk desde Bruselas est¨¢n contempladas en la Ley de Servicios Digitales (DSA son sus siglas en ingl¨¦s), el reglamento aprobado este mismo a?o por la Uni¨®n Europea, que empezar¨¢ a aplicarse en unos meses. El castigo, que, como recuerda la eurodiputada Adriana Maldonado, parlamentaria que trabaj¨® en esta norma, debe ser ¡°eficaz, proporcionado y disuasorio¡±, puede llegar hasta el 6% de la facturaci¨®n anual de la compa?¨ªa.
Desde que Musk adquiri¨® Twitter, ya ha tenido varios roces con la Uni¨®n Europea. Hace unas semanas fue el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, con quien mantuvo una reuni¨®n en la que este le dio un toque de atenci¨®n. ¡°Twitter tendr¨¢ que aplicar pol¨ªticas de usuario transparentes, reforzar significativamente la moderaci¨®n de contenidos y proteger la libertad de expresi¨®n, abordar la desinformaci¨®n con determinaci¨®n y limitar la publicidad dirigida¡±, declar¨® el franc¨¦s en la red social al t¨¦rmino del encuentro. El portavoz oficial de la Comisi¨®n para Econom¨ªa Digital, Johannes Barke, ha completado las palabras de Jourova al a?adir que la DSA obliga a las plataformas a tener normas de uso ¡°claras, comprensibles y transparentes¡± que respeten los Derechos Humanos.
Mientras todo eso suced¨ªa, Musk sigui¨® mostr¨¢ndose muy activo en su coto particular para regocijo o espanto de sus m¨¢s de 121 millones de seguidores. Tambi¨¦n hizo gala de esa actitud suya de Ner¨®n que contempla satisfecho c¨®mo arde Roma. En un mensaje ech¨® mano del emoticono de la hoguera para celebrar que ¡°Twitter est¨¢ en llamas¡±. Despu¨¦s, m¨¢s enigm¨¢tico, a?adi¨®: ¡°Y pronto, se?oras y se?ores, el golpe de gracia¡±. No estuvo inmediatamente claro a qu¨¦ se refer¨ªa, aunque despu¨¦s pudo colegirse que se trataba de la inminente publicaci¨®n de la sexta entrega de los documentos de Twitter que ha filtrado al periodista Matt Taibi y que hablan de c¨®mo gestion¨® la compa?¨ªa la informaci¨®n sobre los l¨ªos en el extranjero de Hunter Biden, hijo del presidente Joe Biden. Tambi¨¦n tuite¨® lo siguiente: ¡°Me resulta tan inspirador ver el s¨²bito amor por la libertad de expresi¨®n de la prensa¡±. Y ah¨ª, el emoji empleado fue aquel que no puede disimular el sonrojo entre una nube de corazones.
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