Por qu¨¦ el deterioro de internet es imparable: Israel y Palestina como ejemplo
La avariciosa explotaci¨®n de cada usuario en las principales plataformas empeora sin remedio la experiencia de navegar
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Hace unos d¨ªas, la revista Wired decidi¨® retirar un art¨ªculo de su p¨¢gina. ¡°Despu¨¦s de una revisi¨®n cuidadosa¡±, escribieron los editores, ¡°y de material relevante que nos han proporcionado tras su publicaci¨®n¡± optaron por eliminarla. El art¨ªculo de opini¨®n se titulaba ¡°C¨®mo Google altera las b¨²squedas para meterse en tu cartera¡±.
Su argumento b¨¢sico, y terrible, era que si buscas ¡°ropa de ni?os¡±, Google la modifica para a?adir palabras clave (por ejemplo, una marca de ropa infantil) que devuelva anuncios mejor pagados que el usuario en realidad no buscaba. El ¨²nico beneficiario de esta artima?a era Google: ni el anunciante quer¨ªa pagar por esos anuncios ni el usuario quer¨ªa buscar esa marca.
Google neg¨® rotundamente que lo hiciera. Wired les crey¨® y retir¨® la pieza. Su autora dijo que lo vio en una diapositiva durante una exposici¨®n en el gran caso contra Google por monopolio, cuyos procedimientos son en gran parte secretos, y que empez¨® en septiembre. A pesar de la respuesta de Google, la autora del art¨ªculo, Megan Gray, mantiene su argumento: ¡°El equipo de b¨²squeda de Google y el equipo de anuncios trabajaron juntos para aumentar en secreto las peticiones comerciales, lo que les daba m¨¢s ingresos¡±, explic¨® a The Atlantic.
En otro caso de monopolio contra Amazon, seg¨²n revel¨® el Wall Street Journal, se supo que la empresa ten¨ªa un proyecto llamado Nessie: consist¨ªa en un algoritmo que observaba los precios de la competencia y detectaba si estaban vinculados a los de Amazon. Si as¨ª era, Amazon pod¨ªa subir sus precios y todas las dem¨¢s grandes plataformas iban a seguirles. ?Los ¨²nicos perjudicados? Los consumidores.
Amazon asegura que el gobierno de EE UU no entiende bien c¨®mo funcionaba Nessie, que ya no est¨¢ en marcha. Pero es de esas ideas l¨®gicas dentro de una compa?¨ªa que tiene un control enorme sobre la venta online: si las otras empresas vigilan mis precios y los adaptan al m¨ªo, subo yo y todos suben conmigo, yo acabar¨¦ ganando m¨¢s. Nessie dio a Amazon m¨¢s de 1.000 millones de d¨®lares, seg¨²n el Journal.
El consumidor esc¨¦ptico o c¨ªnico ver¨¢ estas pr¨¢cticas como obvias. Toda empresa tender¨¢ a maximizar sus beneficios al l¨ªmite de la legalidad. O super¨¢ndola si cree que igual no les pillar¨¢n.
Internet naci¨® como una alternativa al mundo f¨ªsico: m¨¢s libre, menos previsible, m¨¢s grande. El ¨¦xito de un pu?ado de empresas hace que su promesa se haya convertido en otro para¨ªso capitalista: ?por qu¨¦ si tenemos ya 1.000 millones de clientes no intentamos conseguir tambi¨¦n el cliente 1.000.000.001?
Esta obviedad la cuenta aqu¨ª un ex empleado de Google en un post viral titulado ¡°La tiran¨ªa del usuario marginal¡±. Los objetivos de una empresa de software est¨¢n destinados a satisfacer el crecimiento a expensas de los usuarios originales. Este ex empleado, Ivan Vendrov, recuerda el OkCupid de 2014, donde la aspiraci¨®n de ligar implicaba responder a docenas de preguntas con cientos de palabras. Los matches eran m¨¢s ajustados. Ahora OkCupid es Tinder: desliza a izquierda o derecha, y r¨¢pido por favor.
¡°No son solo las apps de citas¡±, escribe Vendrov. ¡°Casi todo el software de consumo ha tendido hacia un control m¨ªnimo del usuario, scroll infinito y contenido basura. Incluso la joya de la corona de internet, la b¨²squeda de Google, ha deca¨ªdo hasta el punto de ser in¨²til para consultas complicadas¡±, a?ade.
Pero por qu¨¦ ocurre. Este es el p¨¢rrafo clave:
¡°Las empresas que crean aplicaciones tienen fuertes incentivos para lograr m¨¢s usuarios, incluso usuarios que obtienen poco valor de la aplicaci¨®n. A veces esto se debe a que puedes monetizar a esos usuarios de poco valor con anuncios. A menudo, se debe a que su negocio depende del efecto red [cada nuevo usuario de una plataforma aumenta el valor de esa red para otros usuarios] e incluso los usuarios de poco valor pueden ayudar a fortalecer la posici¨®n de una empresa. As¨ª, la m¨¦trica estrella para dise?adores e ingenieros suele ser algo as¨ª como ¡°usuarios activos diarios¡±: la cantidad de usuarios que inician sesi¨®n en su aplicaci¨®n en un periodo de 24 horas¡±.
Es decir, hay que reunir usuarios para venderles m¨¢s anuncios al precio que sea. Facebook, Instagram, X, Google, Amazon acaban por orden natural muriendo en ese muro. No es una tendencia nueva. Ya hemos hablado del ¡°enmerdamiento¡± de internet de Cory Doctorow a principios de marzo. Llevamos tiempo con esta tendencia, pero tiene hitos puntuales como los juicios por monopolio en EE UU de este mes.
Ahora, la guerra de nuevo
?Qu¨¦ tiene que ver Israel y Palestina con esta decadencia en la experiencia de usuario? La carrera por los usuarios afecta todos los frentes. Elon Musk decidi¨® retirar los titulares de los enlaces en X porque llevaban a sus usuarios fuera de la plataforma, aunque resulten ¨²tiles para entender mejor un tuit. La moderaci¨®n de contenido cuesta dinero y es mejor que la hagan gratis los usuarios con las notas de comunidad y adem¨¢s as¨ª defender la libertad de expresi¨®n.
X sigue siendo el lugar con m¨¢s debate global. Pero el algoritmo hace esa experiencia m¨¢s compleja: un d¨ªa son los supuestos beb¨¦s decapitados por Ham¨¢s, otro d¨ªa el presunto ataque desde el L¨ªbano. El algoritmo pone el foco encima, como cuando sale el cantante en un concierto y salta a las pantallas de todos los usuarios. El objetivo es acumular visitas para ganar algo de influencia o dinero. ?Por qu¨¦ no usar im¨¢genes de otras guerras? ?Por qu¨¦ no exagerar a riesgo de ser crueles? ?Por qu¨¦ no decir algo solo para ver si viraliza? ?Por qu¨¦ no inventar? Los medios han sido hist¨®ricamente los primeros en aprovecharse de llamar la atenci¨®n. Pero ahora hay miles de cuentas que emiten.
La gran diferencia, por tanto, es la cantidad de contenido circulando. Hay dos tendencias imparables: una, si el esfuerzo para saber qu¨¦ ocurre es tan grande, el incentivo de dedicar cada d¨ªa dos horas a desgranar la verdad es agotador. Eso llevar¨ªa m¨¢s gente a medios tradicionales. Pero dos, hay millones de personas, sobre todo j¨®venes, que van a TikTok a informarse porque hay usuarios/influencers contando su punto de vista de manera transparente.
El Washington Post public¨® un art¨ªculo sobre el porqu¨¦ de los miles de millones de visitas a v¨ªdeos informativos sobre Oriente Pr¨®ximo. Una joven palestina americana, que es clara con sus preferencias, dec¨ªa: ¡°La gente realmente quiere cosas que sean agradables y f¨¢ciles de entender y desglosar, pero que tambi¨¦n est¨¦n dise?adas para las redes sociales, que es de donde la gente obtiene sus noticias hoy en d¨ªa¡±. Un acad¨¦mico estadounidense a?ad¨ªa: ¡°Estos tiktokers son esc¨¦pticos ante las agendas de los medios y tienen menos inter¨¦s en participar en eso¡±.
La gran diferencia con los medios es que son abiertos con qui¨¦n apoyan. Sabes de d¨®nde viene cada cual. Todo esto suena bonito hasta que lees que la campa?a digital de Joe Biden va a ocupar tambi¨¦n ese espacio: ¡°[De cara a la campa?a de 2024] tendremos un intenso enfoque en producir contenido viral, lo que refleja el campo de batalla cambiante de las campa?as modernas: desde promover temas de conversaci¨®n y e influir a periodistas hasta editar videos populares y difundirlos entre influencers aliados. Tambi¨¦n significa combatir la desinformaci¨®n que se propaga r¨¢pidamente¡±. En ese campo donde pesan todos igual, los influencers ¡°pagados¡± tambi¨¦n influyen. La contaminaci¨®n es enorme.
Este giro hacia una mayor transparencia en las opiniones es un giro que tambi¨¦n ocurre en los medios. Esta semana entrevist¨¦ a Ben Smith, que sali¨® del New York Times para fundar un medio global que fuera precisamente ¡°m¨¢s transparente¡±. Las newsletters que se multiplican son prueba de ese cambio de tono y estilo.
Nadie sabe d¨®nde nos llevar¨¢. Pero seguro que no nos lleva al pasado. No somos la misma gente peleando en Twitter ahora. Tenemos 20 a?os m¨¢s y el mundo ha cambiado. La gente que viene ahora tiene objetivos distintos y recrear el universo de los 2010 con Bluesky o Threads es inviable.
Si todo esto suena ca¨®tico, es porque lo es. Informarse nunca fue f¨¢cil. Ganar dinero tampoco. Es l¨®gico que las empresas que han ganado tanto quieran un nuevo d¨®lar fresco, hasta su ¨²ltimo respiro. No soy fan de los refranes, pero est¨¢ claro que sintetizan siglos de experiencia humana y la avaricia rompe el saco.
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