Los ministros no gobiernan, los ministros bloquean
?scar Puente ha tenido ¨¦xito al convertir en estrategia pol¨ªtica el bloqueo en X-Twitter
Hace un par de a?os, la ex ingeniera de datos de Facebook Frances Haugen public¨® La verdad sobre Facebook, una reveladora disecci¨®n de los mecanismos internos con los que las redes sociales han contribuido a hacer de la nuestra la era de la polarizaci¨®n pol¨ªtica. La confidente dentro del universo Meta ofreci¨® entonces detalles de una reuni¨®n mantenida con responsables de partidos europeos que se resist¨ªan a aplicar en las redes sociales la f¨®rmula m¨¢gica con las que ve¨ªan c¨®mo grupos ultras en todo el mundo estaban ocupando el espacio digital. El algoritmo no premiaba, ni lo hace hoy, la cortes¨ªa o la moderaci¨®n, sino el insulto, la burla o las expresiones de odio al adversario pol¨ªtico. ¡°Nos est¨¢is haciendo tomar posturas que no nos gustan, que son malas para la sociedad, pero si no lo hacemos no ganaremos en el mercado de las redes sociales¡±, ven¨ªan a quejarse, desconcertados, los partidos pol¨ªticos convencionales ante los jefes de Facebook.
La cuesti¨®n sigue vigente, divide a la clase pol¨ªtica y desaf¨ªa a los estrategas de partido con este dilema de la comunicaci¨®n moderna: ?c¨®mo explotar la capacidad de viralizaci¨®n de los mensajes m¨¢s emocionales sin tener que apelar al enfado, el miedo o la crueldad m¨¢s escondida de los ciudadanos y futuros votantes? ?C¨®mo hacer compatible el respeto a las maneras en democracias con ese lenguaje de las emociones que parece invadir todos los espacios comunes de una sociedad? ?D¨®nde se encuentra el punto virtuoso que separa la innovaci¨®n en el di¨¢logo con el ciudadano del recurso a la desverg¨¹enza en materia de comunicaci¨®n pol¨ªtica?
Este a?o hemos visto algunos experimentos interesantes en esta materia. El concepto #PerroSanxe cambi¨® de bando en las redes sociales y pas¨® de insulto al presidente del Gobierno a icono de la campa?a socialista del pasado julio. Los asesores de Isabel D¨ªaz Ayuso transformaron el ¡°hijo de puta¡± que sali¨® de la boca de la presidenta madrile?a en pleno debate de investidura, mientras hablaba el candidato S¨¢nchez, en un ¡°Me gusta la fruta¡± que, como la manzana de Blancanieves, reluce con falsa inocencia mientras su coraz¨®n atesora una peque?a dosis de veneno. Pero 2023 nos ten¨ªa reservada otra vuelta de tuerca en el uso de las redes sociales para fines pol¨ªticos. El uso del bloqueo en X (antes Twitter) a cuentas de oponentes pol¨ªticos como un nuevo ¡°zasca¡±, practicado estos d¨ªas por el actual ministro de Transporte, ?scar Puente.
El zasca de ?scar Puente a Ayuso se ha escuchado hasta en la luna. Menos fruteros y m¨¢s pol¨ªticos que hablan a la derecha a la cara. pic.twitter.com/C5lOqMvrDK
— Fran Guerrero (@Fran_Guerrero82) December 10, 2023
Repasemos los hechos: el descarrilamiento de tres trenes en la red madrile?a en menos dos semanas, provoca, la semana pasada, las cr¨ªticas en Twitter de la presidenta Ayuso y de varios miembros del gobierno madrile?o. Se trata de uno de los primeros contratiempos sonados desde que Puente asumi¨® sus tareas como ministro de Transportes. El vallisoletano, novato en el Gobierno nacional, es, sin embargo, un veterano usuario de Twitter. Desde 2010, Puente ha publicado m¨¢s de 41.500 tuits y consolidado en su perfil un estilo directo, desinhibido, falt¨®n a veces, algo que le ha permitido bregarse sin dificultades en mil batallas de la pol¨ªtica local y contra singulares actores de extrema derecha, de quien es una bestia negra. Solo esa dilatada experiencia y su conocimiento de las din¨¢micas de la plataforma pueden explicar que Puente asumiera los riesgos de dar con la puerta en las narices digitales al alcalde de Madrid, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida, y a tres consejeros madrile?os.
De entrada, bloquear a usuarios en Twitter cuando eres pol¨ªtico no se antoja una pr¨¢ctica muy recomendable. La hemeroteca arroja algunos casos similares en otras latitudes: el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, bloque¨® en 2018 a varios compatriotas y lo mismo hizo el brasile?o Jair Bolsonaro en 2021 con un periodista cr¨ªtico. En 2019, un tribunal federal estadounidense estableci¨® que Donald Trump incurr¨ªa en una pr¨¢ctica inconstitucional al bloquear a varios usuarios de Twitter que le criticaban, ya que su cuenta de presidente deb¨ªa ser considerada como un foro p¨²blico. Que Trump cerrara el paso a varios usuarios constitu¨ªa, por tanto, un ataque contra la libertad de expresi¨®n.
M¨¢s que un debate jur¨ªdico, ?scar Puente ha planteado una estrategia pol¨ªtica de gesti¨®n de crisis a partir de un feo institucional: ha ninguneado a varios adversarios pol¨ªticos sin necesidad de insultos, memes e improperios, ha monopolizado la conversaci¨®n de las redes y ha logrado desviar la atenci¨®n de los medios del problema real, los descarrilamientos, hacia su propia forma de hacer pol¨ªtica que, por cierto, celebran numerosos simpatizantes socialistas, cansados de mantener una correcci¨®n que han abandonado otros partidos. Los pol¨ªticos agraviados, mientras tanto, han contribuido a la difusi¨®n de la ¡°marca Puente¡± con numerosos tuits lamentando la ofensa de la que han sido objeto. Tambi¨¦n ha ca¨ªdo alg¨²n insulto: ¡°macarra¡±, llam¨® el lunes a Puente el alcalde de Madrid. El nuevo ministro de Transportes, a este paso, les deber¨¢ parte de su promoci¨®n como pol¨ªtico nacional. Seg¨²n la herramienta SocialBlade, en solo siete d¨ªas ?scar Puente ha ganado 7.000 seguidores, 5.000 de ellos en las ¨²ltimas 24 horas. Todo un espaldarazo para una marca personal.
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