De los v¨ªdeos mutilados a los ¡®deepfakes¡¯: por qu¨¦ la realidad pol¨ªtica siempre acaba como un zasca manipulado para las redes

Nada de lo que sucede en redes es ajeno a la psicolog¨ªa humana: cuando decimos que las plataformas digitales provocan esto o lo otro, lo que decimos realmente es ¡°esto es lo que genera nuestra psicolog¨ªa al exponerse a las redes¡±. Y por supuesto, lo mismo sucede con la pol¨ªtica. ?Qu¨¦ efecto provocan en sus seguidores los v¨ªdeos que comparten a diario los l¨ªderes en sus redes sociales? ?Por qu¨¦ tienen tanto ¨¦xito los v¨ªdeos de zascas en los que solo vemos una parte del supuesto di¨¢logo entre parlamentarios? ?Por qu¨¦ los partidos siguen utilizando v¨ªdeos manipulados de sus rivales?

En junio, la red social china TikTok se vio obligada a retirar un v¨ªdeo del PP de Madrid en el que se mostraba a Pedro S¨¢nchez diciendo lo contrario de lo que realmente dijo. Estas fueron sus palabras reales: ¡°Dicen que he adelantado las elecciones porque me estoy buscando una salida personal. Solamente pienso en m¨ª, no pienso en la sociedad espa?ola. Bueno, pues todo es un bulo¡±. Pero la cuenta de los populares madrile?os cort¨® la parte inicial y final (el ¡°dicen que¡± y lo del bulo) y lo subi¨® a la plataforma. TikTok lo borr¨® por vulnerar su nueva pol¨ªtica interna de moderaci¨®n de contenidos: ¡°No permitimos contenido (falso) de alto realismo creado digitalmente, como el v¨ªdeo de una persona real hablando, pero cuyas palabras se han modificado o editado¡±.

Veinte d¨ªas despu¨¦s, el coordinador general del PP, El¨ªas Bendodo, subi¨® a Twitter otro v¨ªdeo de S¨¢nchez en El Hormiguero. ¡°Sanchismo es una combinaci¨®n de tres cosas: de mentiras, de maldades y de manipulaciones¡±, se le ve decir. Pero, obviamente, S¨¢nchez se refer¨ªa a lo que se le atribuye desde la oposici¨®n, aunque Bendodo omite esa parte y escribe: ¡°100%. Toda Espa?a coincide con esto que dice Pedro S¨¢nchez¡±. El v¨ªdeo ha recibido 600.000 visualizaciones y sigue en la plataforma.

Desde el partido del presidente del Gobierno se hizo algo similar, al aprovechar un lapsus del portavoz de campa?a de los populares, Borja S¨¦mper: ¡°Queremos derogar el sanchismo para que la mentira vuelva a operar en pol¨ªtica¡±, dijo, lo que aprovech¨® el PSOE para publicar un v¨ªdeo elevando a categor¨ªa el error del portavoz y as¨ª recuperar controversias del PP durante sus a?os de Gobierno.

¡°Vamos a estar ante una de las campa?as m¨¢s sucias de la historia, pero tambi¨¦n desde los canales no revelados, de hostigamiento y de deslegitimar al contrario¡±, resume la experta en comunicaci¨®n pol¨ªtica Ver¨®nica Fumanal.

Os dejo mi turra de hoy

Todos estos v¨ªdeos han tenido ¨¦xito y repercusi¨®n en redes, pero quiz¨¢ los m¨¢s habituales son los que suben los pol¨ªticos con la frase t¨®pica: ¡°Aqu¨ª os dejo mi intervenci¨®n de hoy...¡±. ¡°Esos v¨ªdeos desde los partidos tienen una intencionalidad, que parezca viral y que aqu¨ª el que lo peta soy yo. Pero solo con aparentarlo no sirve. Si quiero que sea viral, tengo que conectar de manera emocional desde el contenido¡±, explica Fumanal.

Tienen ¨¦xito los mon¨®logos a partir de un di¨¢logo mutilado, la intervenci¨®n de un solo pol¨ªtico en la que queda inapelable: un zasca al enemigo, aunque ni se lo vea, porque est¨¢ cortado. De los m¨¢s celebrados en la izquierda son los ya m¨ªticos ¡°le voy a dar un dato¡±, que pronunciaba la vicepresidenta Yolanda D¨ªaz en las sesiones de control al Gobierno. La mayor¨ªa de las veces, los internautas de izquierdas solo ven la respuesta de D¨ªaz, sin la pregunta ni la r¨¦plica de sus contrincantes (muchas veces Teodoro Garc¨ªa Egea o Iv¨¢n Espinosa de los Monteros). Pero si esos d¨ªas uno se asomaba a las redes del PP o de Vox, el supuesto zasca de la vicepresidenta no exist¨ªa y el ganador del lance hab¨ªa sido el popular o el ultraderechista.

¡°En los partidos ahora est¨¢n demasiado concentrados en el tuit, el baile de TikTok y el formato de los 20 segundos, y han dejado de intentar conectar con la gente desde el contenido, buscando fingir lo viral de manera artificial¡±, desarrolla Fumanal, que asesor¨® a tres candidaturas en las elecciones de mayo y trabaj¨® en el pasado con Albert Rivera y con Pedro S¨¢nchez. La especialista en comunicaci¨®n pol¨ªtica a?ade: ¡°Nos estamos fijando mucho en el formato y el canal y nos olvidamos de que las cosas se convierten en virales, o no, si empatizamos con un pensamiento de muchas personas, si representa a mucha gente¡±.

El gusto por los extremistas

Varios estudios recientes construyen entre todos un mosaico que ayuda a explicar el ¨¦xito del fen¨®meno de los v¨ªdeos mutilados convertidos en zascas en redes. Un trabajo publicado en Science Advances proporciona claves desde la psicolog¨ªa social, despu¨¦s de realizar tres experimentos con m¨¢s de 6.000 personas: la gente prefiere a aquellos individuos de su signo pol¨ªtico que muestran m¨¢s confianza y coherencia en su discurso. Es decir, caen mejor quienes se muestran firmes en sus propias convicciones pol¨ªticas, las ¡°personas extremas¡±. ¡°Si yo soy ligeramente conservador, las personas que mejor me van a caer no son los ligeramente conservadores como yo, sino los extremadamente conservadores. Y lo mismo ocurre para el otro lado ideol¨®gico¡±, resume el neurocient¨ªfico Joaqu¨ªn Navajas, de la Universidad Torcuato Di Tella e investigador del CONICET.

Navajas y sus colegas comprobaron estos resultados en estudios masivos presenciales en Argentina y Portugal, pero tambi¨¦n en Twitter, donde invitaron a los participantes de Estados Unidos a leer perfiles falsos con opiniones que pod¨ªan ser m¨¢s o menos coherentes, en distintos niveles de solidez ideol¨®gica. ¡°Los perfiles m¨¢s confiados, con m¨¢s certezas en sus frases, ca¨ªan mejor, causaron mayor atracci¨®n¡± entre los sujetos moderados dentro de su misma cuerda pol¨ªtica, explica Navajas. No es un mecanismo rec¨ªproco: estos extremistas, tan seguros de s¨ª mismos, no sienten la misma simpat¨ªa por los tibios de su bloque pol¨ªtico.

¡°Es algo que deja un gusto un poco pesimista, pero podr¨ªa llegar a tener un valor evolutivo: ante un peligro, buscar a los l¨ªderes m¨¢s firmes y con mayor confianza pudo tener ventajas frente a l¨ªderes dubitativos¡±, desarrolla el coautor del estudio.

Hay teor¨ªas que establecen que uno de los motivos por los cuales uno se afilia a determinado grupo es para reducir la incertidumbre acerca de uno mismo, como recuerda Navajas: ¡°Si yo deseo estar conforme conmigo mismo, para mi bienestar personal, voy a buscar afiliarme a un partido pol¨ªtico para reducir incertidumbre sobre m¨ª mismo. Y tiene todo el sentido que busque a las personas m¨¢s coherentes de ese grupo, las m¨¢s categ¨®ricas¡±.

Los radicales de nuestra cuerda son los que m¨¢s atraen, como se ha observado en m¨¢s estudios: son un valor refugio, un ancla ideol¨®gica, y m¨¢s en tiempos l¨ªquidos de crisis y vaivenes. Ya en 2017, un trabajo de Pew Research mostr¨® que los m¨¢s extremistas de cada partido eran los que m¨¢s seguidores atra¨ªan en redes sociales. Dedicarse al zasca y la pureza ideol¨®gica en los v¨ªdeos sale rentable en el plano particular, aunque puede tener efectos indeseables.

El efecto del zasca en la polarizaci¨®n

No se trata de que la gente viva en burbujas pol¨ªticas en redes, escuchando solo lo que quiere o¨ªr, como ha observado la especialista Ana Sof¨ªa Cardenal, de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), en sus trabajos: ¡°Lo que consume y quiere consumir el t¨ªpico ciudadano medio, el que decide elecciones, no est¨¢ en esas burbujas¡±. Sin embargo, reconoce Cardenal, ¡°estos v¨ªdeos y memes se extienden como la p¨®lvora por WhatsApp, que es la segunda puerta de acceso a la informaci¨®n, y no hay forma de saber qu¨¦ se hace all¨ª¡±. Y a?ade la importancia del factor identitario: ¡°Las redes captan m¨¢s atenci¨®n en lo negativo y en los mensajes altamente emocionales. Pueden haber servido para consolidar este sentimiento, tan negativo y tan pasional, que despierta Pedro S¨¢nchez¡±, explica.

Aunque considera que se exagera la influencia de las redes sociales, para el soci¨®logo Luis Miller ¡°pueden ser medios muy efectivos para desarrollar estrategias polarizadoras¡±, como escribe en su libro Polarizados, la pol¨ªtica que nos divide (Deusto). Y explica c¨®mo funciona ese efecto de arriba hacia abajo, de las ¨¦lites hacia los ciudadanos. ¡°A trav¨¦s de los mensajes directos que los pol¨ªticos lanzan a sus seguidores en las redes sociales, proporcionando una imagen ideologizada de la realidad. Al no tener el filtro de la prensa tradicional, los pol¨ªticos actuales son capaces de ofrecer su verdad sobre cualquier asunto de forma inmediata¡±. Adem¨¢s, Miller recuerda que los ciudadanos se ven legitimados por los pol¨ªticos que se dirigen de forma bronca y con faltas de respeto, replicando ese tono.

El polit¨®logo Llu¨ªs Orriols lo explica con detalle en su libro Democracia de trincheras (Pen¨ªnsula) al citar el trabajo de su colega Diana Mutz, de la Universidad de Pensilvania. Mutz explic¨® en su libro titulado In your face politics (que Orriols traduce como ¡°La pol¨ªtica del zasca¡±) qu¨¦ efectos ten¨ªan sobre la audiencia los distintos tonos de los debates tras grabar falsas tertulias entre pol¨ªticos que manten¨ªan las mismas posturas de fondo, pero en un caso eran amables y en el otro eran maleducados. ¡°Los resultados fueron claros y algo preocupantes¡±, describe Orriols: ¡°El debate inc¨ªvico basado en zascas captaba m¨¢s la atenci¨®n de la audiencia y consegu¨ªa que la gente recordara m¨¢s las posiciones de cada candidato. Es decir, el debate airado y grosero ofrec¨ªa una ventaja muy interesante: la notoriedad¡±. Y concluye: ¡°La mejor forma de inocular un mensaje es, pues, usar un debate bronco basado en el zasca¡±.

En lo que coinciden Miller y Orriols es que esa polarizaci¨®n del electorado tiene un efecto movilizador, algo esencial en esta campa?a electoral perpetua que se vive en Espa?a desde 2014. A veces, los v¨ªdeos tienen ¨¦xito de forma org¨¢nica y natural: por ejemplo, cuando a los tiktokers les gust¨® el rap de la campa?a del PP de Madrid. En otras ocasiones, pueden ser un fiasco, como cuando el primer ministro brit¨¢nico, Rishi Sunak, grab¨® una alocuci¨®n para redes en su coche y era evidente que no llevaba puesto el cintur¨®n de seguridad.

No obstante, Fumanal advierte de que los partidos tambi¨¦n usan contenidos que no son aparentemente pol¨ªticos, sino de influencers y perfiles an¨®nimos, ¡°que hablan de bolsos y cremas, pero inoculan una forma de ser mujer para ser feliz, por ejemplo, como las nuevas pititas de las que hablaba EL PA?S hace poco¡±. O los j¨®venes youtubers mis¨®ginos y ultraliberales que hablan de videojuegos o criptomonedas: ¡°Las olas conservadoras, los ultras, est¨¢n consiguiendo mucho con contenidos velados. Hay muchos sectores de la poblaci¨®n consumiendo pol¨ªtica sin saber que es pol¨ªtica¡±.

En todo caso, la notoriedad y las ventajas de estas bofetadas virtuales tienen consecuencias negativas para todos, como resume Orriols: ¡°El debate basado en los zascas capta la atenci¨®n, genera audiencia, likes o retuits, pero tambi¨¦n fomenta el descr¨¦dito de los adversarios pol¨ªticos y atrinchera ideol¨®gicamente a la opini¨®n p¨²blica¡±.

La inteligencia artificial intoxica la pol¨ªtica

Todos los mecanismos explicados pueden exacerbarse con la irrupción de los deepfakes, estas recreaciones falsas de imágenes, vídeos e incluso la voz de los políticos generados por sistemas de inteligencia artificial (IA). Es decir, podemos llegar a un momento en que no sepamos si la alocución entera de un político es real o creada por ordenador. Aunque es un fenómeno muy nuevo y del que todavía no se ha explotado a fondo su potencial, ya se ha podido estudiar cómo funcionan sus efectos. En un estudio recién publicado, se observó que los deepfakes tienen un efecto radicalizador entre los usuarios, pero no porque hagan cambiar de opinión a la audiencia, sino porque siembran confusión.

Estos días, Nadia Calviño lanzaba un tuit con una foto del Gobierno reconstruido en su versión infantil con IA. También Aitor Esteban, del PNV, bromeaba con las posibilidades, pero en ambos casos el contexto estaba claro. Sin embargo, Ron DeSantis (del Partido Republicano estadounidense) ya la usa sin avisar contra su rival, Donald Trump, fingiendo que se abrazaba y besaba con el epidemiólogo Anthony Fauci. En Estados Unidos, ya están tratando de ponerle coto a este fenómeno antes de que suceda en las presidenciales de 2024 como con Facebook y Cambridge Analytica en 2016.

Ana Sofía Cardenal se muestra preocupada. "Habrá que ver cómo impactan estas nuevas formas de comunicación/desinformación en la campaña. En cualquier caso, sabemos que los fact-checks funcionan, con más o menos eficacia, pero funcionan. Es decir, mensajes como los de Calvino mostrando que se trata de una foto falsa construida con IA son eficaces para combatir la información falsa que se difunde en redes", asegura.

Fumanal cree que "los fakes van a ser uno de los temas a los que estar atentos en esta campaña". Y es más pesimista que Cardenal: "Es algo muy complicado que no se puede afrontar en el corto plazo, porque una campaña es ruido, mucho ruido, y no puedes pretender que la gente esté permanentemente buscando si es verdad lo que ve. No se puede".