El fracaso del ¡®hyperloop¡¯, el sue?o de Elon Musk de viajar a 1.000 Km/h en tren que se desvanece
La tecnolog¨ªa que promet¨ªa viajes a velocidades casi supers¨®nicas en c¨¢psulas a trav¨¦s de tubos al vac¨ªo se desinfla despu¨¦s de una d¨¦cada de proyectos sin cuajar
Diez a?os despu¨¦s de que Elon Musk publicara un trabajo con su propuesta para viajar en c¨¢psulas por tubos al vac¨ªo, hyperloop solo ha cosechado fracasos. El nuevo medio de transporte te¨®ricamente permit¨ªa alcanzar los 1.000 km/h y hasta 1.200 km/h, unas expectativas que rozan la velocidad del sonido. Pero ninguno de los ensayos hasta la fecha se ha acercado a esta meta. A finales de 2023, una de las empresas que m¨¢s dinero hab¨ªan reunido para materializar el proyecto, Hyperloop One, ech¨® el cierre. La espa?ola Zeleros, que tambi¨¦n aspiraba a desarrollar la tecnolog¨ªa, ha anunciado que ha despedido a la mitad de su plantilla y reorientar¨¢ sus esfuerzos a la movilidad el¨¦ctrica.
Para algunos, lo que ha ocurrido era la cr¨®nica de un fiasco anunciado. Carlo van de Weijer, director de Movilidad Inteligente de la Universidad T¨¦cnica de Eindhoven, ha sido uno de los m¨¢s cr¨ªticos con el sistema: ¡°Es una soluci¨®n muy complicada en busca de un problema que no existe. Poner dinero en hyperloop como sistema de transporte serio fue una idea est¨²pida desde el principio¡±.
Pero la tecnolog¨ªa suscit¨® una oleada de inter¨¦s en sus primeros momentos. Musk plante¨® un escenario sugerente. San Francisco-Los ?ngeles, un trayecto que en carretera son unas 6 horas, se podr¨ªa recorrer en 30 minutos. Al fundador de Tesla y de SpaceX, le preced¨ªa su imagen de ¨¦xito y de visionario, un factor que pudo estimular la inversi¨®n. ¡°Mucha gente pudo pensar ¡®oh, vaya, hemos perdido la oportunidad de Tesla¡¯, que hab¨ªa adquirido un enorme valor, y debieron de pensar que pod¨ªan sumarse a esa nueva idea. Y levantaron mucho capital, porque era una tecnolog¨ªa muy atractiva. Pero se olvidaron por completo de que no estaban resolviendo ning¨²n problema¡±, incide van de Weijer.
La fallida Hyperloop One lleg¨® a levantar unos 450 millones de d¨®lares. Entre sus inversores se contaban Richard Branson, el multimillonario fundador del imperio tecnol¨®gico Virgin, y el operador portuario emirat¨ª Dubai Ports World. Otra startup, tambi¨¦n estadounidense, Hyperloop TT, se hab¨ªa asegurado ya alrededor de 108 millones de d¨®lares para 2016. ¡°El asunto estaba totalmente verde y la gente estaba comprando futuro¡±, apunta Manuel Romana, profesor de Transportes en la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, en la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid (UPM). ¡°Los que pusieron dinero quer¨ªan subirse al carro al principio. Pero hay varias incertidumbres tecnol¨®gicas fuertes de c¨®mo conseguir la tecnolog¨ªa¡±.
El hyperloop se inspira en los sistemas de tubos neum¨¢ticos, que se implantaron a finales del siglo XIX para enviar documentos en grandes edificios. Son los mismos que hoy se usan en algunos supermercados para retirar el efectivo de la caja r¨¢pidamente. ¡°Elon Musk pens¨® que eso se pod¨ªa escalar a un transporte de personas y de mercanc¨ªas. Pero claro, la tecnolog¨ªa que exist¨ªa tiene un di¨¢metro de cent¨ªmetros¡±, explica el especialista en transportes de la UPM. Hyperloop consiste en tubos al vac¨ªo donde se impulsar¨ªan c¨¢psulas para llevar viajeros o mercanc¨ªas, sin ning¨²n impedimento para avanzar. Y esta ausencia de rozamiento permitir¨ªa alcanzar las alt¨ªsimas velocidades prometidas. Hasta aqu¨ª, la teor¨ªa m¨¢s b¨¢sica.
La realidad se presenta m¨¢s compleja. En una visita que hizo a las instalaciones de Hyperloop One, Van de Weijer sali¨® con m¨¢s dudas de las que ya ten¨ªa. ¡°Vi algunos problemas fundamentales y me sorprendi¨® que no hubiera una respuesta seria a todas estas cuestiones. Estaban gastando una enorme cantidad de dinero en el desarrollo de cosas completamente irrelevantes¡±, se?ala.
El coste es una de las dificultades que atisba este experto en movilidad. Se necesitar¨ªan motores de inducci¨®n lineal, que son sistemas de propulsi¨®n destinados a impulsar las c¨¢psulas. Y el sistema requerir¨ªa uno muy potente o muchos de ellos, colocados cada cierta distancia. Algo que resultar¨ªa enormemente caro, al igual que la construcci¨®n de los conductos de acero necesarios para aguantar la estructura de la red de transporte.
A esto se le suma una planificaci¨®n complicada, pues como mejor funcionar¨ªa hyperloop es con un trazado en l¨ªnea recta. ¡°Tendr¨ªas que horadar monta?as e ir a trav¨¦s de cualquier obst¨¢culo y es muy dif¨ªcil planear esto¡±, resalta van de Weijer. Evidentemente, cualquier red de transporte real tiene desv¨ªos y convergencias que ser¨ªan dif¨ªciles de materializar. En la capacidad de carga tambi¨¦n vio una limitaci¨®n. ¡°Hablaban de c¨¢psulas de 14 personas lanzadas cada dos minutos. E incluso dec¨ªan que pod¨ªan hacerlas de 28 personas y enviarlas cada minuto. La capacidad era muy peque?a en comparaci¨®n con la que da una autopista o una l¨ªnea a¨¦rea¡±.
En esta d¨¦cada todos los ensayos de hyperloop se han quedado muy lejos del concepto. ¡°No ha habido publicaciones de evoluciones. Las pruebas que hab¨ªa no se parec¨ªan en nada al sistema planteado¡±, afirma Romana. En 2020, Hyperloop One hizo su primer y ¨²nico ensayo con pasajeros humanos y la velocidad alcanzada fue de 172 km/h.
En Espa?a, tambi¨¦n cundi¨® el entusiasmo. La valenciana Zeleros levant¨® 15 millones de euros ¡ªincluso Juan Roig entr¨® como inversor¡ª para desarrollar la tecnolog¨ªa. El grupo tecnol¨®gico-industrial Artificial se involucr¨® en la construcci¨®n de c¨¢psulas, encargadas por Hyperloop TT. Le qued¨® un saldo a cobrar de 2,2 millones de d¨®lares, que convirti¨® en un paquete de acciones de la compa?¨ªa estadounidense. La compa?¨ªa asegura que va a centrarse en ¡°el mercado de la movilidad el¨¦ctrica y conectada, con productos y clientes reales¡±.
Romana pone sobre la mesa un factor clave para el ¨¦xito de cualquier proyecto de transporte: ¡°Hay muchos puntos que no estaban resueltos. Y hay que resolverlos para que una compa?¨ªa de seguros acepte una p¨®liza. Todo va asegurado. No es concebible que una empresa se arriesgue a pagar lo que digan los juzgados [en caso de accidente] porque las indemnizaciones pueden ser car¨ªsimas. Por eso, tienes que hacer cosas que sean t¨¦cnicamente posibles y tambi¨¦n que la aseguradora lo vea suficientemente seguro como para aceptar el riesgo¡±.
Precisamente la seguridad del sistema es otro de los aspectos que genera dudas. ¡°La idea de esto era que iba a ser posible lanzar c¨¢psulas muy frecuentes, una detr¨¢s de otra, cada pocos minutos y a gran velocidad¡±, recapitula Romana. ¡°Pero claro, esto plantea muchas preguntas de seguridad. ?Qu¨¦ pasa cuando una c¨¢psula para de emergencia? Todas las dem¨¢s tienen que parar de emergencia¡±, y a?ade que esta f¨®rmula se complica porque se necesita contar con una distancia de parada para que la c¨¢psula que viene detr¨¢s no se estrelle.
Van de Weijer es a¨²n m¨¢s catastrofista en su cuestionamiento: ¡°?Qu¨¦ pasa si hay un agujero en el tubo? El sistema entero podr¨ªa implosionar¡±, subraya, en referencia a la fuerza con la que entrar¨ªa el aire del exterior en un conducto al vac¨ªo, espoleado por la gran diferencia de presi¨®n existente. Ambos especialistas coinciden en que estas empresas buscaban el apoyo de fondos p¨²blicos para desarrollar proyectos que requieren mucho capital. A este respecto, van de Weijer se muestra tajante: ¡°No deber¨ªamos so?ar que habr¨¢ un sistema de transportes de hyperloop ni deber¨ªamos invertir dinero p¨²blico en un sistema as¨ª¡±.
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