Mar¨ªa Luengo, investigadora: ¡°Se puede despolarizar Europa, tener impacto contra la animosidad partidista¡±
La profesora de la Universidad Carlos III lidera un proyecto de m¨¢s de cien expertos de 35 pa¨ªses para analizar y contrarrestar la polarizaci¨®n en Europa
?Qu¨¦ es polarizar? Hay quien piensa que es lo que hace EL PA?S ¡ªLo Pa¨ªs, dir¨¢, probablemente¡ª y hay quien opina que, por usar las palabras del presidente Pedro S¨¢nchez, la ¨²nica culpa es de ¡°la galaxia digital ultraderechista¡± y ¡°la m¨¢quina del fango¡±. En Espa?a y otros pa¨ªses, chocan visiones contrapuestas, polarizadas, que no ayudan a diseccionar un fen¨®meno que, sin duda, atraviesa nuestra sociedad dejando un reguero ...
?Qu¨¦ es polarizar? Hay quien piensa que es lo que hace EL PA?S ¡ªLo Pa¨ªs, dir¨¢, probablemente¡ª y hay quien opina que, por usar las palabras del presidente Pedro S¨¢nchez, la ¨²nica culpa es de ¡°la galaxia digital ultraderechista¡± y ¡°la m¨¢quina del fango¡±. En Espa?a y otros pa¨ªses, chocan visiones contrapuestas, polarizadas, que no ayudan a diseccionar un fen¨®meno que, sin duda, atraviesa nuestra sociedad dejando un reguero de desconfianza y crisis institucionales. Para poner orden, un numeroso equipo de acad¨¦micos de 35 pa¨ªses se ha decidido a lanzar un proyecto que analice la polarizaci¨®n en Europa, para hacer un atlas bien delimitado del problema en este continente, con la intenci¨®n de intervenir para desescalarlo.
Al frente de los m¨¢s de cien investigadores implicados est¨¢ la profesora Mar¨ªa Luengo (Madrid, 52 a?os), de la Universidad Carlos III, especializada en desinformaci¨®n y medios, porque ¡°la idea surgi¨® estudiando qu¨¦ es la imparcialidad period¨ªstica en el contexto de una sociedad polarizada¡±. ¡°Los medios son parciales, pero ?la causa est¨¢ en la sociedad, que cada vez est¨¢ m¨¢s sesgada y m¨¢s polarizada?¡±, se pregunta. Para responder a esa y a otras muchas dudas, la red de expertos que capitanea desde hace seis meses trabajar¨¢ durante cuatro a?os con dos metas claras. La primera es definir bien el problema, porque a su juicio hay que combatir la polarizaci¨®n radical, la que desgarra con odio el tejido social, y no tanto la polarizaci¨®n sana, la que mantiene fuerte el m¨²sculo democr¨¢tico, inspirados por Chantal Mouffe. Lo quieren estudiar desde la psicolog¨ªa social, la antropolog¨ªa, las identidades, la cultura y otras disciplinas, para encontrar ¡°patrones comunes europeos¡±, porque casi todo lo que se ha publicado hasta ahora es desde la ciencia pol¨ªtica de EE UU.
El segundo objetivo es todav¨ªa m¨¢s ambicioso: aprender a rebajar esa tensi¨®n, a partir de ¡°un mapa de iniciativas de despolarizaci¨®n en la sociedad civil y en los medios¡±, para dise?ar sus propias intervenciones. Porque creen que es posible despolarizar Europa. Luengo atiende a EL PA?S en las instalaciones madrile?as de la Carlos III reci¨¦n llegada de Polonia, donde han mantenido la primera marat¨®n de trabajo.
Pregunta. Lo primero es delimitar qu¨¦ es polarizaci¨®n.
Respuesta. Estamos interesados en el fen¨®meno de la polarizaci¨®n radical, porque parte de lo que entendemos es que la polarizaci¨®n no siempre es mala, y la despolarizaci¨®n no es siempre buena. Siempre ha habido partidismo y eso activa tambi¨¦n la democracia y la participaci¨®n ciudadana. El problema est¨¢ cuando esa polarizaci¨®n se radicaliza, cuando es inc¨ªvica, cuando ya hay un cambio de estado en lo que ser¨ªa la pol¨ªtica ordinaria. Y se convierte en animosidad: no me gustas porque no eres de los m¨ªos, y todo lo que pienses me parece mal de entrada.
P. Esa es la que intentan desescalar.
R. Justo ah¨ª estamos. Queremos tener claros los cimientos te¨®ricos de a qu¨¦ llamamos polarizaci¨®n y despolarizaci¨®n. ?C¨®mo la entendemos? ?C¨®mo se est¨¢ entendiendo? ?Y c¨®mo podemos, cr¨ªticamente, situarnos mejor ante ese concepto? Los gur¨²s de la polarizaci¨®n, sobre todo en Estados Unidos, ya utilizan t¨¦rminos que intentan matizar m¨¢s el t¨¦rmino, una animosidad partisana, porque si no es una palabra hueca. Los sistemas culturales que est¨¢n nutriendo las democracias liberales terminan en relatos o narrativas muy contrarias. Y eso va, como dec¨ªamos, permeando hacia dos bloques antag¨®nicos, donde ya no es un agonismo, una lucha entre contendientes pol¨ªticos, sino un antagonismo, un ¡°te odio¡±, una lucha de opuestos.
P. Pero tambi¨¦n existe la polarizaci¨®n falsa, un mecanismo psicol¨®gico que nos lleva a creer que el otro nos odia m¨¢s de lo que es real.
R. Casi todos los estudios, casi todo lo que sabemos de polarizaci¨®n, viene de la ciencia pol¨ªtica, sobre elecciones, y tambi¨¦n algo de comunicaci¨®n. Hay muy poco de psicolog¨ªa social, cuando nos parece que, por ejemplo, en las redes sociales es clave estudiar la psicolog¨ªa del que polariza en redes, porque al final son unos pocos quienes marcan la tendencia. Hace falta un mayor conocimiento de elementos culturales, antropolog¨ªa, elementos de psicolog¨ªa, que hay muy poco desarrollado. Y la tendencia la marca Estados Unidos o el mundo anglosaj¨®n. Nosotros queremos bajar a trabajar en la polarizaci¨®n social, m¨¢s vinculada a la esfera civil.
P. Con un enfoque europeo.
R. Lo primero que esperamos es apuntalar un poquito m¨¢s a Europa, identificar, dar visibilidad, reforzar redes de investigadores que est¨¢n trabajando sobre esto, hacer un an¨¢lisis de iniciativas de la sociedad civil o de los medios en cada uno de estos pa¨ªses. Y luego espero es que realmente consigamos dar el paso desde la academia a la vida, al mundo real: tener impacto es fundamental. Probar de manera experimental intervenciones de despolarizaci¨®n, en contra de la animosidad partidista. Queremos aportar algo en positivo, no solo entender bien qu¨¦ es esto de la polarizaci¨®n, sino tambi¨¦n llegar a esa despolarizaci¨®n.
Esperamos intervenir para despolarizar Europa, tener impacto en el mundo real¡±
P. ?Se puede despolarizar Europa?
R. Creemos que se puede detectar e intervenir para conseguir despolarizarla, que haya un mayor pluralismo y no ese antagonismo, ese ¡°te tacho, no te entiendo y ni siquiera indago, porque afectivamente estoy con mi grupo, y tengo que pensar igual que ellos en todos los temas¡±. En algunas propuestas de despolarizaci¨®n se hablaba de espacios de paz, porque se entiende polarizaci¨®n como conflicto, guerra. En ese sentido, vamos a ver c¨®mo podemos entendernos en una especie de postconflicto.
P. ?Es un problema derivado de la digitalizaci¨®n de las sociedades?
R. Cada vez m¨¢s, los estudiosos de la polarizaci¨®n ponen el inicio en la crisis econ¨®mica, en 2008. No tanto en la cuesti¨®n digital, sino m¨¢s en la desigualdad econ¨®mica, porque genera desigualdad tambi¨¦n en c¨®mo nos vemos, como nos percibimos. Expertos como Luis Miller hablan de una polarizaci¨®n cotidiana, por barrios, que siempre ha sido as¨ª, pero que todav¨ªa se est¨¢ como acentuando m¨¢s en la cuesti¨®n de las estructuras materiales. Eso est¨¢ ah¨ª, pero creo que hay un elemento multifactorial: est¨¢ lo econ¨®mico, lo pol¨ªtico, lo que ha pasado estos a?os en Espa?a desde la moci¨®n de censura¡ Y en Europa, hablando con colegas de otros pa¨ªses, descubrimos que toda la cuesti¨®n hist¨®rica, identitaria y cultural es muy importante. La divisi¨®n no se entiende, sin ir al pasado de sus pa¨ªses, a las identidades. La guerra en Yugoslavia, nuestra Guerra Civil¡ Son cosas que estamos intuyendo y que van a ser muy interesantes, porque una red as¨ª nos saca de Espa?a, que quiz¨¢s tambi¨¦n estemos muy pegados a nuestra historia y nuestra manera de ver las cosas. Y Europa nos da esa perspectiva diferente.
P. ?Y las redes vuelven m¨¢s t¨®xicas esas identidades?
R. Hay estudios muy contradictorios. Por un lado, se ha demostrado que la mayor exposici¨®n a redes y estar online te expone a pluralidad de ideas. Pero, por otro lado, est¨¢s en tu tribu, que refuerza constantemente lo que piensas, tu manera de ver las cosas. Todav¨ªa falta claridad sobre la influencia.
Hay unos medios de extrema derecha, muy agresivos, que realmente poco periodismo hay ah¨ª. Hay cosas muy cutres¡±
P. Y la aportaci¨®n de la psicolog¨ªa social.
R. La polarizaci¨®n nociva o radical ya no tiene que ver con la ideolog¨ªa, sino con la polarizaci¨®n afectiva, que es ahora mismo lo que estamos explorando. Una intensificaci¨®n de esos afectos negativos hacia la otra persona, solo porque es diferente. El mecanismo no es meramente racional, no se trata de ¡°pues te voy a dar argumentos de raz¨®n para que entiendas¡±, sino que tiene que ir a esos mecanismos afectivos, psicol¨®gicos, de alfabetizaci¨®n medi¨¢tica. Es ense?ar a la gente a no compartir informaci¨®n de la que no est¨¢s segura simplemente porque va contra los otros. Se habla mucho de desinformaci¨®n y una de las causas es que desinformamos a prop¨®sito porque queremos polarizar, para hablar mal del otro. Ah¨ª hay que tener mucho cuidado, ah¨ª es donde salta la alarma. Quiz¨¢ las redes no solo amplifican la extensi¨®n, sino tambi¨¦n la intensidad.
P. Se gener¨® mucho ruido con lo que dijo el presidente Pedro S¨¢nchez, cuando habl¨® de medios digitales y m¨¢quina del fango.
R. Se meten en el mismo saco cosas distintas, porque en medios digitales hay de todo. Pero bueno, s¨ª que se est¨¢ identificando a unos medios concretos, de extrema derecha, muy agresivos, que realmente poco periodismo hay ah¨ª, poca profesionalidad. Hay cosas muy cutres. En ese sentido tiene parte de raz¨®n, pero lo digital es m¨¢s amplio.
P. ?Hace falta delimitar lo que es un medio de comunicaci¨®n? Hay medios y otras cosas disfrazadas.
R. Algunos lo llaman medios alternativos. Ahora de extrema derecha hay muchos, pero no solo. A mi modo de ver, son un factor de polarizaci¨®n por el tono agresivo y tambi¨¦n por ese fen¨®meno que hay que estudiar: hay algunas plataformas muy parciales que no solo intentan ganarse a los suyos, sino que tratan de desdecir a los que no son suyos, buscan generar antagonismo pol¨ªtico. En los pa¨ªses n¨®rdicos los han identificado como ¡°iliberales¡±, en el sentido de que no es que sean de extrema derecha, es que apoyan ideas que van en contra de las leyes democr¨¢ticas. Eso es muy diferente, porque van hacia atr¨¢s en derechos adquiridos, en libertades civiles. Aqu¨ª parece que est¨¢n todos en el saco de la extrema derecha, pero hay que estudiarlo.
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