Russell T. Davies: ¡°La furia por el sida ha durado d¨¦cadas. La de la covid no ser¨¢ diferente¡±
El creador de ¡®Years and Years¡¯ y ¡®Queer as Folk¡¯, uno de los productores m¨¢s aclamados de la televisi¨®n europea, estrena su obra m¨¢s personal, una serie sobre el VIH en los a?os ochenta
Es uno de los autores m¨¢s admirados y aclamados de la televisi¨®n europea. Entre su primera gran serie, Queer as Folk en 1999 y la ¨²ltima, Years and Years en 2019, hay dos d¨¦cadas de ¨¦xitos de p¨²blico y cr¨ªtica, de ser nombrado principal responsable del auge de las series inglesas; de cambiar incluso la historia de la vaca sagrada de la televisi¨®n brit¨¢nica, Doctor Who, que ¨¦l revivi¨® cuando llevaba muerta 16 a?os. Todav¨ªa sigue en antena. Pero hoy Russell T. Davies (Gales, 57 a?os) dice estar nervioso. Estrena It¡¯s a Sin (HBO Espa?a), una luminosa serie sobre los a?os del sida en el Reino Unido de los ochenta. Es su obra m¨¢s personal, la que dice llevar a?os queriendo hacer. La m¨¢s gay, dentro de una obra que, si bien generalista, ha sido siempre radiantemente homosexual. Y la que, como lamenta en una conversaci¨®n por Zoom con EL PA?S, le ha tocado emitir justo en competencia con otro odiado virus.
Pregunta. ?Le parece apta la comparaci¨®n entre VIH y covid?
Respuesta. Si en los ochenta hubi¨¦ramos tenido, como en 2020, al primer ministro en televisi¨®n hablando del virus, si se hubieran emitido testimonios telef¨®nicos de gente infectada, si se hubieran escrito tantos art¨ªculos en prensa, habr¨ªa habido menos muertes. Eso es un hecho. Pero hay similitudes: la confusi¨®n, la paranoia, las falsedades. Del sida se dec¨ªa que lo hab¨ªa mandado Dios como castigo; de la covid se dice que la manda el 5G. Es la misma locura, la misma reticencia a enfrentarse a los hechos, a aprender, a afrontar la realidad. Es extra?o y triste tambi¨¦n que en ambas ocasiones se olvide a una minor¨ªa: a los hombres gais en los ochenta y, ahora, a las personas mayores y los pobres, al menos en el Reino Unido. Los gobiernos siempre encuentran formas nuevas de ignorar a la gente. Y la rabia va a durar mucho tiempo. La gente lleva a?os furiosa por el sida, por todas las p¨¦rdidas que tuvimos, y creo que ser¨¢ igual con esta pandemia. Toda esta gente que se ha quedado sin ver a su madre, a su padre¡ Esa ira va arder por mucho tiempo.
P. En Queer as Folk, la primera gran serie LGTBIQ, reflej¨® la euforia del inicio de la visibilizaci¨®n. ?Qu¨¦ le ha llevado a mirar al pasado ahora?
R. Mi edad. Tengo los mismos a?os que esos personajes: cumpl¨ª los 18 en 1981, me mud¨¦ a la gran ciudad, viv¨ª la crisis del sida¡ Aun le doy gracias a Dios por estar vivo. Una noche tonta, un error suelto, y hubiera acabado como ellos. Siempre me dije que ten¨ªa que escribir sobre ello y me alegra haber esperado. Me hac¨ªa falta perspectiva, no solo para entender semejante magnitud, sino para resultar divertido. Tener el cuajo de decir: ?sabes qu¨¦? Quiero celebrar estas vidas, quiero disfrutarlas como ellos las vivieron.
P. El otro gran cronista de la homosexualidad inglesa, Alan Hollinghurst, pas¨® por algo parecido. Escribi¨® La l¨ªnea de la belleza en 2004 para compensar el haber remoloneado con el sida en sus anteriores libros. ?Coincidencia?
R. En el cuarto cap¨ªtulo de It¡¯s a Sin ves a Margaret Thatcher como homenaje a Alan. En La l¨ªnea de la belleza hay una escena preciosa, imposiblemente elegante, en la que el protagonista baila con Thatcher. Pens¨¦ en mucho en ella al escribir mi escena, que por cierto, va por un lado diferente. S¨ª, creo que en Reino Unido tenemos la idea de que el sida ya estaba contado, por la de veces que sali¨® en los culebrones de tarde en los noventa. En Estados Unidos, por ejemplo, s¨ª se hicieron trabajos buen¨ªsimos en plena crisis, como Angels in America [de Tony Kushner] y The Normal Heart [de Larry Kramer].
P. Dec¨ªa de resultar divertido. Uno de sus personajes, en el umbral de la muerte por sida a los 25, suelta una frase casi provocativa: ¡°Nadie recuerda lo bien que nos lo hemos pasado¡±.
R. Fue uno de los motivos para escribir esta serie. He le¨ªdo todo lo que he encontrado sobre el sida, y esto era algo que no se estaba diciendo. Como esas vidas fueron tan breves, las recordamos como tr¨¢gicas, m¨ªseras, oscuras, cuando en realidad fueron brillantes y gloriosas. Tom¨¦ absolutamente la decisi¨®n de que este chaval moribundo le dijera a su madre: ¡°Pero me lo he pasado tan bien¡±.
P. Ha tomado la decisi¨®n de contratar solo a actores gais para los papeles de gais.
R. No gais: p¨²blicamente gais. En Reino Unido no se permite preguntarle a alguien si es gay en una entrevista de trabajo desde 2010.
P. Si un hetero no puede hacer de gay, ?un gay no puede hacer de hetero?
R. No sugiero que lo haga toda la industria. ?Solo es una serie! Casi ning¨²n otro programa lo hace, lo cual me libera para hacerlo yo.
P. ?C¨®mo logra atraer a p¨²blicos masivos con historias tan... bueno, gais?
R. Me cuesta responderte, porque nunca he tenido opci¨®n. Si me metes en un proyecto, saldr¨¢ de m¨ª algo gay te guste o no.
P. ?Est¨¢ acostumbrado a que le critiquen por ello?
R. Hace a?os fui a la boda de mi productor, cuando estaba escribiendo Doctor Who. Hab¨ªa creado al Capit¨¢n Harkness, un hombre felizmente pansexual, que en una escena, besaba al Doctor en la boca. En esta boda se me acerc¨® una mujer a decirme lo t¨ªpico de: ¡®Mis ni?os no tienen por qu¨¦ ver esas inmundicias por la tele¡¯. Se supone que tienes que decir que no est¨¢s de acuerdo, sobre todo en una boda, pero ese d¨ªa yo no estaba de humor. Me lanc¨¦ y acab¨¦ exigi¨¦ndole su direcci¨®n para denunciarla a la polic¨ªa porque sus hijos se estaban criando en un entorno de odio, y deber¨ªan quit¨¢rselos. No pod¨ªa parar. Literalmente la acos¨¦ hasta que se tuvo que ir. Estoy inmensamente orgulloso de m¨ª mismo.
P. Otros creadores de su talla se han ido al streaming, donde cobran millonadas, pero usted se queda en la BBC y Channel 4. ?Voluntariamente?
R. No, no. ?Dadme esa millonada! Tal vez sea mi edad: la gente que conozco est¨¢ en los canales tradicionales, esa puerta la tengo m¨¢s abierta. Pero s¨ª, dadme el puto imperio de Ryan Murphy: la serie m¨¦dica de Russell T. Davies, la serie ochentera de Russell T. Davies. ?Una comedia con robots! Aunque no creo que pueda trabajar tanto como Murphy. ?C¨®mo logra ese t¨ªo plancharse las camisas? Bueno, supongo que tiene a alguien que se lo haga¡
P. Ojo, que usted tampoco para de producir.
R. Years and Years se estren¨® hace ya dos a?os. Lo que hago es ruidoso, as¨ª que parece que estoy m¨¢s presente de lo que estoy.
P. ?Qu¨¦ piensa de los cr¨ªticos que creen que los relatos hist¨®ricos queer, de los que vivimos un auge en televisi¨®n, pueden producir complacencia con un presente todav¨ªa lleno de amenazas?
R. Lo entiendo. Ahora mismo hay una guerra extraordinaria entre las mujeres trans y las feministas transexcluyentes, algo desconcertante y fascinante. Es un debate pol¨ªtico y no le veo el lado dram¨¢tico, pero se lo encontrar¨¦, aunque me llevar¨¢ un tiempo, porque quiero escribir sobre ello. Estas batallas siempre las tenemos delante. En Inglaterra, la ministra del Interior [Pitri Patel], la mujer a cargo de la ley, vot¨® contra el matrimonio igualitario. No te puedes relajar. Las batallas siguen ah¨ª. Ella es la batalla.
P. ?Qu¨¦ ve en la guerra por los derechos trans?
R. Me estresa porque me pone en la complicada situaci¨®n de hacerle mansplaining a mujeres trans y cis sobre lo que dice el bando contrario, lo que no es una imagen muy edificante. Creo que hay un terreno com¨²n que debemos encontrar lo antes posible. Porque la ultraderecha est¨¢ disfrutando con esto, a carcajada limpia. Tenemos a nuestros enemigos afilando sus cuchillos y nosotros mirando donde no es.
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