Del ¡®terror lila¡¯ a la celebraci¨®n trans: c¨®mo el arco¨ªris ti?¨® la bandera estadounidense

Cuando Madeleine Tress falleci¨® en 2009, ocup¨® varias p¨¢ginas de obituarios en los peri¨®dicos locales de San Francisco, como veterana activista de los derechos LGTBI+ de la ciudad. Pero nadie hizo nunca una gran pel¨ªcula o un drama televisivo sobre su vida. En la serie documental Pride (Orgullo), que acaba de estrenar Disney+ en Espa?a, la actriz Alia Shawkat (Search Party, Arrested Development) interpreta una reconstrucci¨®n del momento definitorio de su vida. Hace seis d¨¦cadas, perdi¨® su trabajo so?ado como economista en el Departamento de Comercio de Estados Unidos. Ser lesbiana fue la causa. Otros tantos como ella fueron investigados por el FBI y expulsados de la Administraci¨®n p¨²blica durante el llamado terror lila en tiempos de persecuci¨®n del senador McCarthy. La primera disculpa al respecto lleg¨® en 2017 de la mano de John Kerry, en ese momento secretario de Estado de la Administraci¨®n de Barack Obama.

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Pride, una producci¨®n de Vice Studios y Killer Films, recurre a peque?os relatos como el de Tress para dibujar un todo en torno al avance de los derechos de la comunidad LGTBI+ en Estados Unidos desde los a?os cincuenta hasta el arranque de los 2000. La serie, coral y antol¨®gica, busca la diversidad tambi¨¦n en sus decisiones estil¨ªsticas. Cada uno de sus seis episodios, uno por d¨¦cada, se basa en la personalidad creativa de la directora o el director que se encarga de ¨¦l. As¨ª, mientras Tom Kalin (Savage Grace) intercala en la primera entrega secuencias ficcionadas con testimonios reales, la cineasta independiente Cheryl Dunye (The Watermelon Woman) aborda en la tercera de ellas el ascenso femenino dentro del colectivo mirando a c¨¢mara e introduciendo a sus referentes personales. Una de esas mujeres, Barbara Hammer, glorificaba el cuerpo femenino, hac¨ªa t¨¢ctil lo visible y alimentaba la sororidad con su cine experimental de tem¨¢tica l¨¦sbica.

El resultado global es una valiosa enciclopedia de pioneros a los que el tiempo ha olvidado por el camino. Resurge el nombre de Bayard Rustin, activista negro, gay y asesor personal de Martin Luther King, que se adelant¨® e inspir¨® a Harvey Milk en la lucha por los derechos civiles. Porque Pride se empe?a en recordar que la historia LGTBI+ no es solo de color blanco. Por eso, celebra la cada vez mayor relevancia de la poeta negra Audre Lorde en el discurso feminista del 8-M. Y recuerda a Christine Jorgensen, exmilitar convertida en estrella medi¨¢tica al regresar a Estados Unidos como mujer transexual pocos a?os despu¨¦s del fin de la Segunda Guerra Mundial. El cumplir con el mito est¨¦tico de actrices como Joan Crawford y Marilyn Monroe le ayud¨® a no ser completamente ignorada, como le ocurr¨ªa a muchas coet¨¢neas racializadas a quien casi nadie se molest¨® en fotografiar.

Historia en pantalla peque?a

Disney+ no es la ¨²nica plataforma digital que ha incorporado este tipo de contenidos a su cat¨¢logo. A finales del 2019, Apple TV+ repasaba el mismo relato desde otra perspectiva, centrada en la conquista de la igualdad sexual en Estados Unidos a trav¨¦s de la televisi¨®n. A pesar de su tem¨¢tica, Visible: Out on Television (Visible: fuera del armario en televisi¨®n) recurre a patrones narrativos mucho m¨¢s cl¨¢sicos que Pride.

A lo largo de cinco cap¨ªtulos, explica c¨®mo las pantallas caseras lograron que el espectador del pa¨ªs sintiera la realidad LGTBI+ como parte de su cultura. En este caso, los cr¨¦ditos est¨¢n llenos de nombres conocidos. La presentadora Ellen DeGeneres; Asia Kate Dillon, que interpreta a personajes no-binarios en horario de m¨¢xima audiencia; los protagonistas de Pose (la actriz trans MJ Rodriguez y el actor gay Billy Porter) y el periodista Anderson Cooper son algunas de las celebridades que dan su testimonio para recorrer una l¨ªnea del tiempo similar, desde mediados del siglo XX hasta principios del XXI.

¡°?Raymond Burr era gay?¡±, se preguntan con gesto de incredulidad varios de ellos sobre el conocido int¨¦rprete de Ironside y Perry Mason. Su historia personal demuestra que no est¨¢ todo dicho en un Hollywood en apariencia abierto y tolerante. Sus invitados comentan sobre los aciertos y errores en cuanto a representaci¨®n de las minor¨ªas sexuales en programas como el culebr¨®n Dinast¨ªa, la comedia Soap ¡ªla primera serie semanal con un actor interpretando a un personaje homosexual¡ª o An American Family, el primer programa de telerrealidad emitido en Estados Unidos.

La serie tambi¨¦n analiza c¨®mo los espacios informativos y de debate cubrieron asuntos como el asesinato de Harvey Milk y los primeros a?os de la epidemia del VIH. Y c¨®mo pasaron de desinformar en torno a la homosexualidad a dar voz a la lucha de asociaciones como Act Up, responsable directa de que el virus haya dejado de ser una sentencia de muerte en el pa¨ªs.

Uno de sus miembros, Peter Staley, fue durante a?os invitado habitual de espacios como 60 Minutes, formato similar en tono y longevidad a Informe Semanal. En Visible: Out on Television cuenta c¨®mo fue un espacio de entretenimiento el que le cambi¨® la vida. Aidan Quinn interpret¨® a mediados de los ochenta en el telefilme Invierno en primavera a un joven gay que reclamaba dignidad a sus padres (Ben Gazzara y Gena Rowlands), tras contarles que hab¨ªa contra¨ªdo VIH. En su emisi¨®n original, la pel¨ªcula logr¨® un solo anunciante, que promocionaba la Biblia, pero la cadena decidi¨® mantenerlo en su programaci¨®n. Staley, que en esos momentos arrancaba una exitosa carrera en el mundo de las finanzas en JP Morgan, era uno de sus espectadores. Acudi¨® a un m¨¦dico al comprobar que ten¨ªa los mismos s¨ªntomas que Quinn mostraba en pantalla. As¨ª descubri¨® que estaba infectado y encontr¨® en el guion un referente a la hora de comunic¨¢rselo a su familia. Poco despu¨¦s, abandon¨® la multinacional para convertirse en un activista destacado de Act Up. Uno de los grandes logros de este grupo fue saber controlar la narrativa de los medios de comunicaci¨®n, atrayendo a las c¨¢maras y micr¨®fonos con sus actos de protesta. En tres a?os de golpes medi¨¢ticos, el presupuesto de Estados Unidos para investigar y combatir el VIH se multiplic¨® exponencialmente, recuerda Staley ante la c¨¢mara.

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