¡®El reino¡¯: la religi¨®n y las cloacas del poder en Argentina unidas para vencer

¡°El viejo mundo muere. El nuevo tarda en aparecer. En ese claroscuro surgen los monstruos¡±. La frase de Antonio Gramsci que abre El reino es, m¨¢s que un resumen de su contenido, una declaraci¨®n de intenciones de sus creadores. La serie argentina de Netflix se ha convertido, pocas semanas despu¨¦s de su estreno, en un ¨¦xito de la plataforma en todo el ¨¢mbito de habla hispana. Corrupci¨®n material y espiritual, la religi¨®n como arma de poder, el precio de la ambici¨®n pol¨ªtica y un preciso relato de c¨®mo funcionan las cloacas del sistema se unen en este thriller de ocho episodios creado por Marcelo Pi?eyro y Claudia Pi?eiro, con quienes hablamos a principios de septiembre por videoconferencia.

¡°La serie no pretende dar cuenta de c¨®mo es el evangelismo hoy en Argentina sino construir un pastor que pueda ser veros¨ªmil. Lo elaboramos en t¨¦rminos de qu¨¦ pasar¨ªa si. Hay una tendencia muy fuerte en la regi¨®n a volver a lo conservador de la mano de algunas iglesias¡±, resume la escritora Claudia Pi?eiro (Buenos Aires, 61 a?os, autora de Elena sabe o La catedral, en Alfaguara) para presentar a Emilio (Diego Peretti), un pastor evangelista metido a la pol¨ªtica en torno a cuyas ambiciones, debilidades y maldades gira la trama. Pero no es una serie que transite por un solo carril y la historia crece poco a poco, fecunda en ambientes e ideas, apoyada en un elenco muy s¨®lido. Durante la escritura, reconocen Pi?eyro y Pi?eiro, los grandes personajes estaban ya en su mente y el int¨¦rprete ideal, tambi¨¦n. En casi todos los casos, lo consiguieron. Ah¨ª est¨¢n Mercedes Mor¨¢n como Elena, pastora y mujer de Emilio, o Chino Dar¨ªn como Julio Clamens, joven de turbio pasado y asesor de la iglesia. ¡°El rodaje con ellos fue muy divertido¡±, reconoce Marcelo Pi?eyro (Buenos Aires, 68 a?os), director de Plata quemada (2000), Kamchatka (2002) o La viuda de los jueves (2009, basado precisamente en una novela de su socia creativa en El reino) que se estrena aqu¨ª como director de una serie.

La apuesta de Netflix por dar todos los cap¨ªtulos de una vez puede tener sus inconvenientes, pero determinado tipo de series se ve beneficiado por este modo de consumo. Le pasa a La casa de papel, por ejemplo, y tambi¨¦n a El reino. Ne¨®fitos en el lenguaje del streaming, apostaron por inicios disruptivos que ¡°se disfrutan menos si dejas pasar mucho tiempo entre un cap¨ªtulo y otro¡±, resume Pi?eiro. Buen ejemplo es el del cuarto episodio, con la bendici¨®n de las pilas de dinero negro que van luego de un sitio a otro, en coche o a pie, en maletas y bolsas, a alimentar el flujo sangu¨ªneo de la iglesia de Emilio. ¡°Lo veo como un relato unitario, como una pel¨ªcula, m¨¢s all¨¢ de que est¨¦ dividido en cap¨ªtulos¡±, remata Pi?eyro, consumidor de series por la v¨ªa del atrac¨®n desde que se enganch¨® a The Wire con los DVD.

La cara y la cruz de la historia est¨¢ formada por Rub¨¦n Osorio (Joaqu¨ªn Furriel), un oscuro asesor pol¨ªtico, aut¨¦ntico poder en la sombra y uno de los pilares de la narraci¨®n, y la fiscal Roberta Candia (Nancy Dupl¨¢a), un personaje de novela negra cl¨¢sica, alguien que se resiste a dejarse derrotar por las presiones, la pereza o la falta de medios. ¡°Es un exotismo para el sistema judicial argentino porque le importa la verdad¡±, comenta Pi?eyro casi divertido.

Milagros y pandemia

Transita la serie en algunos momentos por lugares delicados. Siempre, insiste Pi?eiro, ¡°desde el respeto absoluto a la fe religiosa genuina¡± que es luego manipulada por lo pol¨ªtico. El Pescado es un ni?o pobre, amenazado como otros por la congregaci¨®n que se supone lo protege. Pero ¨¦l tiene sus recursos, su poder, algo que algunos llamar¨ªan capacidad para hacer milagros. Y aqu¨ª, la pareja creadora, tan compenetrada en todo, se divide. ¡°Marcelo quer¨ªa que se sugiriera que el milagro pod¨ªa ser y yo quer¨ªa dejar claro que no, que ten¨ªa que haber una explicaci¨®n l¨®gica. Al final funciona porque est¨¢ en la l¨ªnea roja, porque tiene que ver m¨¢s con la esperanza que con otra cosa¡±.

Como tantas otras producciones, el rodaje de El reino se vio afectado por la pandemia. Antes de las restricciones impuestas en Argentina ya hab¨ªan acabado con las escenas multitudinarias, los ba?os de masas del pastor Emilio. Luego, al volver, algunas de las ideas no se pod¨ªan llevar a cabo con las nuevas condiciones y eso, celebran, les llev¨® a reestructurar, pensar de otra forma, ahora ya con los actores en marcha, para moldear la historia a su medida.

La entrevista con este diario les encuentra en plena elaboraci¨®n de la segunda temporada. La primera cierra en alto, como todo buen thriller, pero todos los personajes tienen futuro. Es m¨¢s, asegura Pi?eiro, ¡°hay un mont¨®n de personajes secundarios que desarrollamos en la escritura pre guion y que detallamos mucho m¨¢s de lo que demostramos en esta temporada y que a lo mejor en la segunda necesitan tener un mayor protagonismo¡±.

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