¡®Get Back¡¯: el documental de Peter Jackson sobre los Beatles es un acontecimiento
Una producci¨®n para la historia, una experiencia inmersiva en su creatividad. En 22 d¨ªas que empiezan un tanto perdidos hacen canciones para disco y medio
Es conocida la tendencia de Peter Jackson a la desmesura en el metraje: su aclamada trilog¨ªa de El se?or de los anillos suma 9 horas en su versi¨®n comercial y 11 en la extendida. Ahora el director nos regala The Beatles: Get Back, que estrena este jueves Disney+, una inmersi¨®n de casi ocho horas en las sesiones de grabaci¨®n de Let It Be en enero de 1969 a partir de las filmaciones de 22 d¨ªas de trabajo de los Fab Four. Ha dicho Jackson que pensaba hacer una sola entrega de dos horas y media, pero la pandemia le dio tiempo de sobra para estudiar, restaurar, editar y montar un material tan abrumador que desemboc¨® en tres cap¨ªtulos de larga duraci¨®n.
Los Beatles est¨¢n bajo fuerte presi¨®n, inc¨®modos por las c¨¢maras que les observan sin descanso, indecisos sobre el rumbo que deben tomar y, no es tan expl¨ªcito esto, cercanos al final. Y, sin embargo, en solo tres semanas son capaces de crear desde la nada las canciones del ¨¢lbum Let It Be y la mitad de las del siguiente y ¨²ltimo, Abbey Road; para colmo se nos muestran todas las que desechan (una pena por la r¨ªtmica y antirracista Commonwealth, entre otras), y algunas que acabar¨ªan en sus primeros trabajos en solitario (All Things Must Pass, Jealous Guy, Another Day).
Get Back es un acontecimiento para la historia de la m¨²sica popular, porque saca a la luz una cantidad enorme de material in¨¦dito de los Beatles, el m¨¢s relevante al menos desde la trilog¨ªa Anthology, de 1995. Y porque logra todos sus objetivos: sumergir al espectador en la sala de ensayos y grabaci¨®n del grupo m¨¢s importante del siglo XX, observar el proceso creativo de la pareja m¨¢s fecunda que ha dado el pop. Y mostrar a la vez sus complejas relaciones personales: la camarader¨ªa propia de unos chicos que llevaban juntos desde adolescentes y hab¨ªan vivido algo extraordinario en apenas siete a?os, pero en los que se advierte el desgaste del ¨¦xito y la tendencia centr¨ªfuga que los separar¨¢ solo algunos meses despu¨¦s.
Artesan¨ªa
Es una producci¨®n impecable y cruda, en la que apenas algunos subt¨ªtulos y contadas im¨¢genes de archivo ponen contexto a lo que est¨¢n haciendo los Beatles en ese tiempo y ese lugar. Para los mel¨®manos, el gancho es asistir a la artesan¨ªa de cada canci¨®n: uno trae una melod¨ªa, la toca y la tararea porque no ha escrito la letra, los otros ayudan a afinarla a lo largo de muchas sesiones, hasta que coge forma y acaba sonando redonda, perfecta. Un d¨ªa se retrasa Lennon y McCartney se pone a improvisar un riff mientras canta, en un mensaje a su compa?ero ausente: ¡°Vuelve a donde perteneces¡±. As¨ª nace la canci¨®n que da t¨ªtulo a la pel¨ªcula. Para los mit¨®manos, el gancho es esa especie de Gran Hermano con los Beatles, que permite observar como un voyeur a un McCartney entusiasta que intenta erigirse como l¨ªder; a un Lennon a veces distante, otras sarc¨¢stico y divertido; a un Harrison irritable que se siente ninguneado por sus compa?eros en su mejor momento creativo; a un Ringo Starr que evita conflictos y est¨¢ c¨®modo en su perfil bajo. Se observa, y eso es novedoso, que la qu¨ªmica entre John y Paul funciona hasta el final: se entienden, respetan y complementan; eso coincide con que George despunta como autor. Y all¨ª est¨¢n Yoko Ono como la intrusa omnipresente (la pel¨ªcula evita presentarla como la villana), Linda McCartney con su hija Heather, el teclista Billy Preston como el quinto beatle de esta etapa, el productor George Martin y todo un ej¨¦rcito de ingenieros, productores, c¨¢maras, asesores, fot¨®grafos que pululan por los estudios.
Jackson trabaj¨® a partir de unas 60 horas de filmaciones y 150 horas de sonido, un material guardado bajo llave desde que se registr¨® para la pel¨ªcula Let It Be, de 1970. Ensamblarlo todo fue un esfuerzo monumental que oblig¨® incluso a leer sus labios para que todo encajara; el resultado es deslumbrante en su calidad visual y sonora. Aquella primera pel¨ªcula que dirigi¨® Michael Lindsay-Hogg, como el ¨¢lbum del mismo nombre, se public¨® cuando ya se hab¨ªa anunciado la disoluci¨®n de la banda y cada uno de ellos iniciaba su carrera en solitario. Por eso se la considera la cr¨®nica del fin de los Beatles, pero en realidad no fue su ¨²ltimo trabajo, sino Abbey Road, grabado, ya sin c¨¢maras, meses despu¨¦s.
Un poco de contexto: en enero de 1969, ha pasado un a?o y medio de la muerte de Brian Epstein, el manager que hab¨ªa cuidado de ellos; han vuelto de un fallido retiro espiritual en la India; acaban de lanzar el ¨¢lbum blanco (The Beatles), que marca su regreso a la sencillez del rock and roll despu¨¦s de su etapa psicod¨¦lica. Llevan tres a?os sin actuar en directo, un periodo muy f¨¦rtil en el que elevaron su ambici¨®n art¨ªstica. Haber simplificado su sonido, en busca de las esencias, les hace pensar en subir de nuevo a los escenarios. M¨¢s cosas estaban cambiando: Lennon ya estaba unido a Yoko Ono y exig¨ªa que ella estuviera constante y literalmente a su lado; parec¨ªa menos implicado en el proyecto com¨²n (acababa de colaborar con los Stones en Rock and Roll Circus; antes de la separaci¨®n oficial ya hab¨ªa dado dos conciertos con Ono y Eric Clapton). McCartney ha tomado claramente las riendas de la banda, pero su liderazgo es discutido, abiertamente por Harrison y de forma m¨¢s sutil por John. Tienen diferencias, adem¨¢s, sobre qui¨¦n y c¨®mo debe gestionar sus negocios.
La pel¨ªcula de Jackson muestra, de inicio, a unos Beatles un tanto perdidos. Se dan un plazo de tres semanas para un proyecto que no tienen claro. Es sorprendente que aceptaran ser filmados a todas horas, a menudo con las c¨¢maras y micr¨®fonos encendidos cuando no hay nadie m¨¢s en el estudio (cuentan que se les tapaba la luz roja del objetivo). O¨ªmos sus conversaciones, sus dudas, sus momentos de relajo y de enfado. Planean reaparecer en un especial para televisi¨®n, como hab¨ªa hecho Elvis Presley el a?o anterior, pero no lleg¨® a celebrarse. Y, sobre todo, quieren volver al directo y que sea a lo grande. Manejan distintas f¨®rmulas muy seriamente, la m¨¢s delirante embarcar con el p¨²blico en Inglaterra y navegar hasta Libia para actuar en un antiguo teatro romano junto al mar.
La inspiraci¨®n para los nuevos temas no llega sola: dedican mucho tiempo a improvisar, a dar vueltas a cada idea, a hacer versiones (sobre todo de Chuck Berry y otros cl¨¢sicos del primer rock and roll; pretenden volver a las ra¨ªces, a lo que hac¨ªan en Hamburgo), se intercambian a ratos los instrumentos (todos pasan por la bater¨ªa y el piano); incluso intentan recuperar canciones que compusieron muy j¨®venes. Quien llegue al tercer cap¨ªtulo ver¨¢ ad¨®nde llev¨® ese proceso aparentemente ca¨®tico. La idea de un concierto de masas da un giro y acaba en una modesta pero genial actuaci¨®n por sorpresa de algo m¨¢s de 40 minutos en la azotea del edificio de Apple Corps en el centro de Londres, solo para quienes pasaban por all¨ª, hasta que llega la polic¨ªa y ordena parar. Esa actuaci¨®n se recupera ¨ªntegramente; es asombroso que al d¨ªa siguiente, culminado el proyecto, vuelvan al estudio y ya est¨¦n hablando de las pr¨®ximas canciones que grabar¨¢n.
Ri?as, desconcierto y talento
El Let It Be de 1970 era un documental t¨¦cnicamente un tanto rudimentario que lleva d¨¦cadas sin ser reeditado y nunca tuvo versi¨®n digital. La mayor parte del metraje, 80 minutos, se lo llevan las canciones que interpretan en el estudio y su ¨²ltima actuaci¨®n en directo. Pero ya incluye momentos de jolgorio y de ri?as, entre ellas la famosa discusi¨®n entre Paul y George en la que este le acaba diciendo: ¡°Tocar¨¦ como quieras y no tocar¨¦ si no quieres¡±. En Get Back, sin embargo, tenemos un relato completo de aquella crisis. Harto de sentirse humillado por Paul, George le replica en otro momento: ¡°T¨² necesitas a Eric Clapton¡±. Coge la puerta y se marcha a Liverpool; tardar¨¢ seis d¨ªas en dejarse convencer para regresar. En ese lapso Lennon dice a McCartney que s¨ª, que igual hay que llamar a Clapton. Percibimos su desconcierto. O¨ªmos una conversaci¨®n de cafeter¨ªa en la que John reprocha a Paul que corrija tanto a los dem¨¢s, pero luego no admita que nadie le diga nada de sus arreglos. Paul le admite a John: t¨² eras el jefe aqu¨ª, pero yo he tenido que serlo estos dos a?os y me cuesta. Meses despu¨¦s, Lennon considerar¨ªa una traici¨®n que fuera McCartney quien anunciara el fin de los Beatles, su banda, la de John.
Se ha dicho que Let It Be es una cr¨®nica amarga del final de los Beatles, y que el objetivo de Jackson con Get Back era recuperar una versi¨®n m¨¢s luminosa de ese tiempo, demostrar que pese a los roces estaban unidos, se lo pasaban bien juntos, y estaban comprometidos con su monumental obra. En realidad, ni Let It Be es tan sombr¨ªa ni Get Back tan festiva. En las dos producciones vemos luces y sombras. Lo que pasa es que Get Back se detiene con todo el detalle en episodios que solo de pasada se asoman a la pel¨ªcula de 1970 o fueron omitidos. Esta nueva versi¨®n de aquel material hac¨ªa falta porque en su d¨ªa no se crey¨® oportuno aprovecharlo con esta ambici¨®n. Fueron los propios Beatles los que evitaron una distribuci¨®n m¨¢s amplia de la pel¨ªcula Let It Be, porque no quedaron satisfechos con la imagen que daba de ellos. Ganaron un Oscar (a la mejor banda sonora) que no recogieron. Resulta que, visto un relato mucho m¨¢s extenso de esos 22 d¨ªas, los conflictos no son los protagonistas, aunque los hay, sino el extraordinario talento de unos jovenzuelos (no hab¨ªan cumplido 30 a?os) a los que tres semanas bastan para hacer de todo.
La objeci¨®n que puede ponerse a Get Back es que est¨¢ hecho por un fan y dirigido a los fans. No todo el p¨²blico apreciar¨¢ escuchar ocho versiones distintas de una misma canci¨®n, verla crecer a lo largo del metraje. La extensi¨®n puede ser disuasoria; quiz¨¢s habr¨ªa resultado m¨¢s digerible en seis o siete cap¨ªtulos de algo m¨¢s de una hora.
Coincidiendo con el estreno, se ha publicado el libro The Beatles: Get Back (C¨²pula), con textos del propio Jackson, grandes fotos y la transcripci¨®n, d¨ªa a d¨ªa, de todos los di¨¢logos que aparecen en el documental. Adem¨¢s, la discogr¨¢fica Universal ha lanzado una edici¨®n especial en caja super deluxe del ¨¢lbum Let It Be, que incluye 27 grabaciones in¨¦ditas de las que han salido ahora a la luz.
Disney+ culmina con este lanzamiento su apuesta por los Beatles como franquicia, al estilo de lo que ha hecho con Star Wars o Marvel; por fortuna lo est¨¢ explotando con mucho m¨¢s mimo. La misma plataforma ya estren¨® McCartney 3, 2, 1, una miniserie para mel¨®manos en la que Paul y el productor Rick Rubin diseccionan algunas de sus canciones. Claramente es McCartney quien controla hoy el relato de qui¨¦nes fueron los Beatles, pero el tiempo transcurrido le permite mirar atr¨¢s con buen criterio, porque los choques de egos no resultan tan irritantes medio siglo despu¨¦s. Peter Jackson ha trabajado de acuerdo con los beatles vivos y las viudas de los fallecidos, pero dice haber decidido con total libertad. Get Back completa como ya no esper¨¢bamos el enorme legado de The Beatles en la historia de la m¨²sica.
Puedes seguir EL PA?S TELEVISI?N en Twitter o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.