Radiograf¨ªa de la telerrealidad en Espa?a
Un recorrido por el g¨¦nero, desde el primer ¡®Gran Hermano¡¯ hasta la era de las plataformas
En abril de 2000 el estreno de Gran Hermano, el primer programa de telerrealidad espa?ol, supuso un revuelo sin precedentes: ?d¨®nde quedaban los l¨ªmites de la intimidad? Telecinco se apresur¨® a garantizar que no emitir¨ªa chistes soeces, escenas escatol¨®gicas o conversaciones sobre sexo o pol¨ªtica. Incluso el responsable de importar el formato original holand¨¦s, Jos¨¦ Velasco, tuvo que disuadir a dos grupos parlamentarios, PP y PSOE, de abrir una comisi¨®n para investigar c¨®mo se grababa el programa. ¡°Les dije que iban a hacer el rid¨ªculo si la poblaci¨®n les ve¨ªa bajando de un autob¨²s en Guadalix. El pa¨ªs no pod¨ªa pensar que lo m¨¢s importante para el Congreso era averiguar si sal¨ªa gente en calzoncillos en Gran Hermano¡±, recuerda hoy. Dos d¨¦cadas despu¨¦s, con 22 reality shows en curso en la televisi¨®n espa?ola, uno de esos programas les pide a sus concursantes que disparen a un conejo, otro emite escenas de sexo expl¨ªcito en los avances y a otro se le est¨¢n pidiendo responsabilidades por el suicidio de una actriz.
El camino hasta aqu¨ª ha sido m¨¢s corto de lo que parece. El primer paso es que la realidad en los realities es un t¨¦rmino cada vez m¨¢s amplio. Desde aquel de Gran Hermano, que alcanz¨® un 80% de cuota de audiencia, la relaci¨®n del p¨²blico con los realities es, m¨¢s que de amor-odio, de curiosidad-desconfianza. ¡°La telerrealidad invita al p¨²blico a ver tramas construidas como si fueran ficci¨®n y seres humanos retratados como si fueran personajes¡±, explica Merc¨¦ Oliva, profesora del departamento de Comunicaci¨®n de la Universidad Pompeu Fabra. Al fin y al cabo, tienen guionistas. ¡°Se supone que la no ficci¨®n no tiene guion. Pero todo lo tiene¡±, se?ala ?scar Prol, responsable de contenidos de no ficci¨®n de Amazon Prime Video que se forj¨® en Qui¨¦n quiere casarse con mi hijo y en la productora de First Dates. ¡°Te planteas: ?Qu¨¦ quiero que pase? ?C¨®mo puedo hacer que los concursantes reaccionen como yo quiero seg¨²n la historia que quiero contar?¡±.
Con esta f¨®rmula, la telerrealidad se ha convertido, junto a los informativos y los eventos deportivos, en la ¨²ltima raz¨®n de ser de la televisi¨®n en abierto. Supervivientes y La isla de las tentaciones son de los pocos programas actuales capaces de superar el 30% de la audiencia; y MasterChef se mantiene, ocho a?os despu¨¦s, en torno a un s¨®lido 20%, m¨¢s del doble que la audiencia media de TVE. Ahora Netflix (Insiders y Amor con fianza) y Amazon Prime Video (Celebrity Bake Off) aspiran a conquistar tambi¨¦n ese pen¨²ltimo basti¨®n de las cadenas.
¡°En Netflix tienes el solomillo: 50 minutos de oro puro de telerrealidad¡±, indica Mario Briongos, director de entretenimiento de Fremantle (Amor con fianza) que ha pasado por realities como Gran Hermano o Confianza ciega. Briongos admite que se pierde el comentario social en redes en directo semana a semana, pero se concentra en los primeros d¨ªas ¡°porque ahora consumimos as¨ª, de manera ef¨ªmera¡±. Las redes sociales han mantenido viva la relevancia de la telerrealidad y han alterado c¨®mo el p¨²blico la consume. En 2012, durante la emisi¨®n de Qui¨¦n quiere casarse con mi hijo, el bloguero Hematocr¨ªtico utiliz¨® la palabra ¡°tr¨®spido¡± (de origen coloquial gallego) para referirse a los concursantes y acab¨® siendo tendencia mundial. Desde entonces la experiencia de consumir un reality ya no consiste solo en verlo, sino en comentarlo a la vez en redes sociales. Amparo Castellano, directora general de la productora Zeppelin, reconoce que seleccionaron a Luc¨ªa Pariente y a Adara para Secret Story porque los fans llevaban tiempo pidiendo su participaci¨®n en un reality. En noviembre, Secret Story acapar¨® el 62,4% de la conversaci¨®n sobre televisi¨®n en Twitter seg¨²n un informe de la consultora Barlovento Comunicaci¨®n. Fueron casi 5,5 millones de tuits en un mes.
El siguiente paso es la obligaci¨®n de subir constantemente la apuesta. En 2003, tres a?os despu¨¦s de que Telecinco garantizase que no iba a emitir tramas soeces, el conflicto central de Hotel Glam fue esclarecer si Yola Berrocal hab¨ªa masturbado a Dinio Garc¨ªa en un autocar. Las primeras im¨¢genes sexuales emitidas por Gran Hermano fueron las de Eva y Emilio en la segunda edici¨®n y, para la cuarta, ya se hab¨ªa acu?ado un t¨¦rmino espec¨ªfico: edredoning. Hoy, en La isla de las tentaciones se da por hecho que va a haber im¨¢genes de coitos en cada cap¨ªtulo. Preguntado por el l¨ªmite de lo que nunca emitir¨ªan, el director de Cuarzo (productora de La isla), Juan Ram¨®n Gonzalo, responde que muestran ¡°lo necesario para que las historias se entiendan¡±. La maquinaria, por cierto, no distingue entre plataforma y televisi¨®n tradicional. ?lvaro D¨ªaz, director de contenidos de no ficci¨®n en Netflix, es m¨¢s conocido por la audiencia como Alvarito, el apelativo que le daba Mercedes Mil¨¢ cuando era director de Gran Hermano: ¡°Todos los que estamos haciendo realities en Espa?a venimos del mismo sitio y de trabajar con la misma persona, Jos¨¦ Velasco [actual presidente de iZen, productora de Insiders]¡±.
El tercer paso es el tipo de gente y comportamientos que el p¨²blico espera de un reality. Aquel 23 de abril de 2000, fecha de estreno de Gran Hermano, el monitor gir¨® 180 grados: la televisi¨®n ya no mostraba personas porque eran famosas, sino que ahora las personas eran famosas porque sal¨ªan en televisi¨®n. ¡°En GH12 Julio El feroz y Flor dijeron claramente dentro de la casa que se iban a enrollar para dar que hablar, para que les llevasen a otros programas y para que le diesen a ella una portada en Intervi¨². Se les expuls¨® directamente¡±, recuerda Mafer Jim¨¦nez, que empez¨® de redactora en Qui¨¦n sabe d¨®nde y fue directora de casting en 12 ediciones de Gran Hermano, en las dos primeras de MasterChef y ahora en Insiders. Seg¨²n ella, en los castings de telerrealidad se busca gente que exprese sus emociones. ¡°Es fundamental: si no hay emotividad, si no hay expresividad, si no hay capacidad de comunicaci¨®n, ?qu¨¦ hacemos? Pues ¡®Quita ese mueble y ll¨¦vatelo de ah¨ª¡±. En el dialecto de Mediaset, ¡°mueble¡± es el t¨¦rmino con el que se describe a los concursantes que no generan tramas, conflictos, ni minutos de televisi¨®n.
¡°Por eso Najwa Nimri dice al principio del programa: ¡®No nos enga?emos, a estas alturas los concursantes de reality se las saben todas¡±, indica Mamen Fern¨¢ndez, directora de Insiders. A los 24 a?os era la redactora encargada de seguir a Jorge Berrocal (¡°Qui¨¦n me pone la pierna encima¡±) en el primer Gran Hermano y ahora juega un papel activo ante las c¨¢maras para garantizar que los concursantes se crean la pantomima. Insiders pretende darle la en¨¦sima vuelta a los realities de convivencia: los concursantes se someten a un casting para entrar en un programa misterioso sin saber que, en realidad, los castings son el programa. En un momento dado, les indican a varios de ellos que deben disparar a un conejo si desean continuar. Las balas son de fogueo, el animal es de peluche, pero la angustia de los concursantes es aut¨¦ntica. ¡°El conejito fue una respuesta a la pregunta sobre la cual gira el programa: ?hasta d¨®nde estar¨ªan dispuestos a llegar por entrar en un concurso? Solo en las situaciones l¨ªmite te vas a mostrar como eres realmente¡±, se defiende Arantxa S¨¢nchez, directora de producci¨®n de iZen.
Seg¨²n Merc¨¦ Oliva, la verdadera competici¨®n del concursante es contra el programa. ¡°El instinto de los concursantes siempre ser¨¢ tratar de tener un cierto control sobre c¨®mo quedan representados ante las c¨¢maras, mientras que el programa quiere que pierdan el control sobre su propia representaci¨®n porque ah¨ª es donde se encuentran los momentos de autenticidad. Y para lograr esa autenticidad lo que se hace es ponerles bajo presi¨®n¡±, se?ala.
¡°A nivel de percepci¨®n social hay una distinci¨®n entre reality de convivencia y talent show¡±, opina Oliva. ¡°El talent est¨¢ vinculado a nociones m¨¢s leg¨ªtimas: trabajo, talento, esfuerzo. Conecta con nociones tradicionales de meritocracia, mientras que el reality de convivencia est¨¢ m¨¢s estigmatizado. Por eso el talent se ha querido desvincular de la convivencia¡±. De hecho, Macarena Rey, presidenta de Shine Iberia, presumi¨® de hacer ¡°formatos blancos¡± como MasterChef y Maestros de la costura compitiendo con realities ¡°mucho m¨¢s fuertes¡± como La isla de las tentaciones o Supervivientes. Jorge Javier V¨¢zquez, presentador del segundo, se dio por aludido y respondi¨® en S¨¢lvame: ¡°Me gustar¨ªa que muchas de las personas conocidas que han ido a trabajar a MasterChef explicaran cu¨¢l ha sido su experiencia y en qu¨¦ situaciones l¨ªmite se les ha colocado para que dieran juego en el programa. Programa blanco, turur¨²¡±.
MasterChef y su productora, Endemol Shine Iberia, han recibido cr¨ªticas desde que la actriz Ver¨®nica Forqu¨¦ se suicid¨® en su domicilio el pasado 13 de diciembre. Una publicaci¨®n en redes sociales de su compa?era en la serie de 1994 Pepa y Pepe Silvia Abascal resumi¨® la opini¨®n de muchos espectadores: ¡°No estaba bien. No entend¨ªa c¨®mo se le permit¨ªa participar ni continuar en lamentables y evidentes condiciones¡±. Tambi¨¦n lament¨® los comentarios ¡°salvajes, despiadados¡± que algunos espectadores del programa escrib¨ªan a Forqu¨¦ en Instagram. ¡°El foco no est¨¢ en las caras visibles del programa, compa?eros y presentadores, sino en las invisibles; las cabezas pensantes que lo crean y las que lo consumen¡±.
Mario Briongos asegura que hay un equipo de psic¨®logos 24 horas en todas las producciones de Fremantle, tal y como lo hab¨ªa en Gran Hermano, donde ¨¦l empez¨® como redactor. ¡°En Amor con fianza tuvieron que intervenir ante situaciones complicadas como ataques de ansiedad o mala gesti¨®n de sus emociones. Al fin y al cabo son chavales j¨®venes¡±, se?ala. Tanto Amparo Castellano como Juan Ram¨®n Gonzalo confirman que las producciones de Zeppelin (Gran Hermano, Secret Story) y Cuarzo (La isla de las tentaciones) se rigen por un reglamento y un c¨®digo de conducta, adem¨¢s de hacer pasar a los concursantes por revisiones psicol¨®gicas antes, durante y despu¨¦s del concurso.
Estos pasos nos han llevado al presente, cuando m¨¢s de un espectador se plantea si el g¨¦nero no ha ido demasiado lejos. ¡°En todos los realities hay una tensi¨®n ¨¦tica en la relaci¨®n de poder entre programa y concursante. Es un equilibrio precario¡±, analiza Merc¨¦ Oliva. ¡°Esa relaci¨®n de poder desigual, a¨²n m¨¢s grande en el caso de los an¨®nimos, es algo que hay que examinar. Durante mucho tiempo una de las grandes normas de los realities ha sido no poner en cuesti¨®n las normas. No puedes quejarte: si est¨¢s aqu¨ª es porque quieres y debes demostrarlo acatando las reglas apasionadamente. Y es muy importante entender que los concursantes son trabajadores y, como tales, hay una realidad que tiene que examinarse a nivel legal. ?Qu¨¦ tipos de contratos se firman? ?Qu¨¦ acuerdos se hacen?¡±.
¡°Gustavo Bueno dec¨ªa que el programa estaba cambiando la forma en que la gente se ve a s¨ª misma¡±, recuerda hoy Jos¨¦ Velasco sobre el fil¨®sofo al que GH fascinaba por considerarlo ¡°una reproducci¨®n del sistema de creencias en un entorno controlado¡±. Merc¨¦ Oliva coincide en que la telerrealidad permiti¨® abordar temas sobre los cuales no parec¨ªa aceptable hablar. ¡°Como a veces se hace de formas cuestionables, parece que se olvida el valor que tiene la telerrealidad para plantear temas sobre los que necesitamos hablar. La telerrealidad conecta con debates sociales muy profundos. Por eso siguen atrayendo tanto al p¨²blico¡±.
Amparo Castellano, de Zeppelin, saca pecho. ¡°Aunque este tipo de programas se recuerden m¨¢s por las pol¨¦micas, tambi¨¦n se ha de reconocer que hist¨®ricamente estos formatos han sido un gran est¨ªmulo para visibilizar colectivos y realidades que estaban fuera del foco medi¨¢tico (LGTBQ+) o mostrar diversidad ¨¦tnica y racial¡±. A Jorge P¨¦rez Vega, director de contenidos de Buend¨ªa, productora de Drag Race Espa?a, le interesaba adem¨¢s el di¨¢logo entre generaciones: ¡°Pupi [Poisson, concursante de 38 a?os] se dedica al drag desde una ¨¦poca en la que en Espa?a tu familia te dejaba de hablar por hacer algo as¨ª, mientras que a otras concursantes sus padres les compraron sus primeros zapatos de tac¨®n. Ese arco presenta una radiograf¨ªa de Espa?a como pa¨ªs y su evoluci¨®n¡±.
Jos¨¦ Velasco, el ¡°chiflado¡± que se trajo de Holanda Gran Hermano y cambi¨® la televisi¨®n espa?ola, est¨¢ hoy aprendiendo sobre la marcha a navegar en las plataformas. ¡°Ya no puedes esperar a que el espectador se enganche porque tiene la tele puesta y se tropieza con tu programa. En las plataformas los mecanismos son distintos: necesitamos que se enganchen desde el minuto 5, as¨ª que las emociones deben aparecer m¨¢s r¨¢pido. En el primer Gran Hermano la gente pon¨ªa el directo en V¨ªa Digital y creaba adicci¨®n. Los informes indicaban que hab¨ªa espectadores que lo dejaban puesto cuatro o cinco horas, aunque no pasara nada, porque les hac¨ªa compa?¨ªa. Pero hoy la tele ya no es una hoguera¡±.
Puedes seguir EL PA?S TELEVISI?N en Twitter o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.