Las secuelas del ¡®Katrina¡¯ como nunca las hab¨ªamos visto
La miniserie ¡®Despu¨¦s del hurac¨¢n¡¯ (Apple TV+) y el documental ¡®Hijos del Katrina¡¯ (HBO Max) ofrecen dos aproximaciones muy distintas a la devastaci¨®n generada por el hurac¨¢n, las inundaciones y quienes no supieron gestionar el desastre
¡°Despu¨¦s de haber pasado el hurac¨¢n, cre¨ªamos que pod¨ªamos sobrevivir a cualquier cosa. Y est¨¢bamos equivocados. Oh, se?or, est¨¢bamos equivocados¡±. El lamento lo pronuncia Cherry Jones (24, Transparent) en el papel de Susan Mulderick, la experimentada enfermera encargada de la gesti¨®n de la crisis en el Hospital Memorial de Nueva Orleans. All¨ª, aislados y sin luz, se instal¨® el infierno entre el 29 de agosto y el 2 de septiembre de 2005, una odisea narrada por Despu¨¦s del hurac¨¢n (Five Days at Memorial), serie disponible en Apple TV+ con un cap¨ªtulo nuevo cada viernes.
La estructura de esta ficci¨®n dirigida y creada por John Ridley (American Crime) y Carlton Cuse (Perdidos) es sencilla: un cap¨ªtulo para cada uno de los d¨ªas (son los que se han podido ver en el momento en que se publica este art¨ªculo) y tres para la investigaci¨®n y las consecuencias legales de lo que pas¨® all¨ª dentro. Cada entrega empieza con una entrevista a uno de los protagonistas, siempre dentro de la ficci¨®n, para anclar la historia a su origen period¨ªstico y a los hechos reales. Basada en el art¨ªculo escrito para ProPublica y The New York Times con el que Sheri Fink gan¨® el Pulitzer en 2009 y el libro que lo sigui¨® (titulado igual que la serie y publicado en 2013) la narraci¨®n comienza el 11 de septiembre, cuando los investigadores llegan al hospital y encuentran 45 cad¨¢veres. La trama vuelve entonces al 29 de agosto para contarnos c¨®mo golpea Katrina Nueva Orleans, c¨®mo todos quieren creer que es un hurac¨¢n m¨¢s, c¨®mo el hospital se llena de gente que busca all¨ª refugio igual que otras ocasiones similares. Y segundo d¨ªa, el alivio al ver que han sobrevivido, la tragedia durante el tercero una vez que se rompen los diques y se inunda la ciudad, acentuada en las horas siguientes por la ca¨ªda de la luz, la falta de suministros, la inundaci¨®n de dos plantas del edificio, la ausencia de medidas internas y de ayuda externa. Fink, que tambi¨¦n es productora de la serie, cuenta que el hospital no ten¨ªa un plan para evacuaci¨®n en caso de inundaci¨®n.
Ante el caos, la desorganizaci¨®n, el agobio, el calor, el abandono de las autoridades y el empeoramiento progresivo de la situaci¨®n, todos trabajan para salvar cientos de vidas sin luz, agua corriente o medicinas. Ante la falta progresiva de recursos hubo que decidir a qui¨¦n dar prioridad y qu¨¦ hacer con quienes dif¨ªcilmente sobrevivir¨ªan. 23 de los 45 cad¨¢veres hallados en el Memorial ten¨ªan altas dosis de morfina; el Estado de Luisiana consider¨® que 20 fueron v¨ªctimas de homicidio. La doctora Anna Pou (Vera Farmiga), Chery Landri y Lori Budo fueron acusadas de cuatro de esas muertes. Un gran jurado decidi¨® en 2006 que no hubiera juicio y quedaron libres de cargos. Existe un enorme debate en la comunidad m¨¦dica sobre qu¨¦ hacer en estos casos y sobre la pertinencia de los protocolos establecidos hace a?os. La serie no entra en esto y es muy sutil a la hora de mostrar a Pou administrando la morfina. Las otras dos doctoras apenas aparecen. Los creadores tampoco gu¨ªan a la audiencia por un camino concreto, huyen tanto del manique¨ªsmo como del sentimentalismo, dos tentaciones muy fuertes en un producto as¨ª. ¡°No se trata de encontrar h¨¦roes y v¨ªctimas, sino de contar qu¨¦ pas¨® realmente. El espectador puede formarse su juicio. No hay respuestas sencillas¡±, cuenta Fink.
A partir del cuarto cap¨ªtulo, con el hospital convertido en una trampa mortal, lo que hasta entonces ten¨ªa algo tambi¨¦n de pel¨ªcula de desastres y de serie de m¨¦dicos queda a un lado y solo cabe la desesperaci¨®n. El sudor de los abnegados m¨¦dicos se puede sentir, el agobio de los enfermos, la soledad ante la muerte, se palpan. Son escenas duras rodadas con sobriedad, con la distancia justa, sin morbo.
Un caso de estas dimensiones tiene todo tipo de ramificaciones e historias internas. Hay tres de especial inter¨¦s. La primera es la de Life Care, un hospital privado dentro de otro hospital privado que ocupaba la planta s¨¦ptima. La enfermera encargada, interpretada por una Julie Ann Emery a la altura de un reparto excelente, lucha por la supervivencia de sus pacientes, una epopeya que muestra los agujeros de un sistema basado exclusivamente en el dinero. La segunda es la pelea del matrimonio Leblanc por llegar hasta el hospital y rescatar a la madre de Marc y a otros pocos m¨¢s en sus lanchas. A trav¨¦s de su aventura nos muestran con habilidad y sin discursos lo mal organizado que estuvo todo durante aquellos d¨ªas. La tercera conecta con las anteriores. No es algo que salga del trabajo period¨ªstico de Fink, pero no deja de ser una buena aportaci¨®n de la ficci¨®n. En un club de golf y luego en los despachos de los due?os del hospital, se ve a los encargados del negocio preguntarse si esto es bueno para ellos. As¨ª de simple.
Denuncia con tradici¨®n oral
Muy diferente es Hijos del Katrina, documental disponible en HBO Max y el debut de Edward Buckles, un joven realizador que ten¨ªa 12 a?os cuando el hurac¨¢n destruy¨® su ciudad. ¡°Despu¨¦s del desastre, de haber perdido tanto, nadie nos pregunt¨® c¨®mo nos sent¨ªamos y yo voy a hacerlo. Es una historia que necesita ser contada¡±, asegura Buckles al principio del filme, en el que entrevista a decenas de j¨®venes cuyas vidas fueron truncadas de ni?os cuando su casa y todo lo que ten¨ªan desapareci¨® bajo las aguas. Con una utilizaci¨®n equilibrada de la animaci¨®n y de ciertas im¨¢genes de archivo, el documental se centra en lo que tiene que decir aquella generaci¨®n y su familia, rota como tantas. Son j¨®venes que han vivido un trauma y nadie nunca los ha tratado. Algunos es la primera vez que hablan de ello.
Hay una parte de Hijos del Katrina que la emparenta con Treme, aquella primera e inolvidable exploraci¨®n a las secuelas del hurac¨¢n, aquel homenaje a Nueva Orleans creado por David Simon y Eric Overmyer. Treme giraba en torno a la m¨²sica, la comida y la corrupci¨®n, pero una de sus grandes virtudes fue abordar uno de los efectos m¨¢s devastadores del hurac¨¢n: la destrucci¨®n de las comunidades tras la vuelta de los refugiados, la p¨¦rdida de ra¨ªces de la gente, la gentrificaci¨®n progresiva de ciertos barrios. Las v¨ªctimas, siempre negras en una ciudad esencialmente negra. Las autoridades que lo planifican, esencialmente blancas. Si no hab¨ªa un plan para aprovechar algo as¨ª, lo parec¨ªa. Bukcles recurre a la tradici¨®n oral y deja que hable su generaci¨®n, las primeras v¨ªctimas de todo esto. Sus voces tejen una in¨¦dita red narrativa sobre el Katrina.
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