?Qu¨¦ ocurre tras la edad de oro de la televisi¨®n? El mismo oro, aunque enterrado bajo una oferta masiva

Jorge Carri¨®n (Tarragona, 46 a?os) adelant¨® en 2011 el poder global, casi tan potente como el de la literatura cl¨¢sica, de los relatos creados en las series de televisi¨®n en su ensayo Teleshakespeare (Errata Naturae). En ese momento, ya hablaba de los Mad Men, de los Fisher de A dos metros bajo tierra y de los antih¨¦roes de The Wire y Los Soprano. Han pasado 11 a?os en los que han surgido nuevos cl¨¢sicos, como Fleabag y The Leftovers, y otro tipo de fen¨®menos globales, como Stranger Things y Juego de tronos. Van de la mano de una masificaci¨®n de la oferta de series que ha tra¨ªdo la llegada de infinidad de plataformas, algunas de ellas fugaces. Para reevaluar el nuevo panorama televisivo y ajustar alguna que otra cuenta pendiente con el texto original, Carri¨®n, doctor en Humanidades por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, lanza una edici¨®n remasterizada de su texto, editado por Galaxia Gutenberg. En ¨¦l incluye una selecci¨®n de los art¨ªculos que ha publicado en The New York Times y en The Washington Post en los ¨²ltimos a?os.

Para el autor de Teleshakespeare, la calidad actual en cuanto a series de televisi¨®n es parecida a la de entonces. Solo ha cambiado nuestra perspectiva. ¡°El problema es que antes admir¨¢bamos esas 10 series excelentes que surg¨ªan entre 500 y ahora encontramos 10 series excelentes entre 50.000. Ha cambiado el porcentaje, pero no la cantidad de buen material¡±, defiende a mediados de octubre, justo antes de ofrecer una charla junto al cr¨ªtico Lorenzo Mejino en el Teatro CCCB de Barcelona durante el festival Serializados.

¡°The Wire no gan¨® ning¨²n premio. Fue creada con total libertad, sin ning¨²n tipo de presi¨®n. Eso cambia radicalmente a partir de 2007, con Mad Men y Breaking Bad. Todo se codifica, los creadores se enfrentan a muchas expectativas y ya no vuelve a ocurrir eso de que un creador tenga total libertad¡±, explica.

Pero Teleshakespeare no es una recopilaci¨®n de obras maestras, sino que intenta representar y analizar a toda una industria, comenta Carri¨®n. ¡°Naci¨® de la idea de Shakespeare como autor popular, no solo un cl¨¢sico. This Is Us, por ejemplo, me ha emocionado, y aparece en el nuevo texto, como en su d¨ªa aparec¨ªa V¡±. La nueva realidad televisiva complica la creaci¨®n de una nueva edici¨®n de este ensayo en la pr¨®xima d¨¦cada. ¡°Cada vez hay menos series de las que puedas escribir un ensayo largo en un medio masivo de fen¨®menos como Juego de tronos, Black Mirror y Euphoria. La fragmentaci¨®n de la audiencia hace que no haya suficiente p¨²blico que la haya visto. Me hubiese gustado escribir sobre Separaci¨®n (Apple TV+), una serie extraordinaria, pero pens¨¦ que mis lectores no iban a saber de qu¨¦ iba¡±, lamenta.

Un nuevo concepto que analiza Carri¨®n en su remasterizado texto es el de la autoconsciencia en las series, que afecta a sus propias tramas. Recuerda c¨®mo Girls en su ¨²ltima temporada hace que algunos de sus personajes rueden una pel¨ªcula sobre su propia historia, ya contada en la serie. Esa autoconsciencia se extiende incluso a otros proyectos. Con The Leftovers, Damon Lindelof busc¨® en cierto modo corregir la sensaci¨®n agridulce que dej¨® en muchos seguidores de Perdidos, su anterior obra, retomando y reenfocando algunas de sus reflexiones. Michael C. Hall probablemente no hubiera sido Dexter de no haber encarnado a David en A dos metros bajo tierra. Y adaptando Homeland, los creadores de 24 llegaron a lugares que la constre?ida estructura narrativa de su anterior ¨¦xito no permit¨ªa. ¡°Las series son a menudo adictas a su propio pasado. Cada vez es un fen¨®meno m¨¢s complejo e infinito. Maravillas como Better Call Saul hacen que un gran protagonista nazca de un personaje secundario. Y Diane Lockhart [secundaria de The Good Wife, protagonista de The Good Fight] es algo as¨ª como la memoria de 15 a?os de televisi¨®n¡±, comenta el ensayista.

Aunque haya disminuido la capacidad de las series de generar conversaci¨®n, ?podr¨¢n las ficciones sonoras lograr algo parecido? ¡°En espa?ol, El gran apag¨®n y Guerra 3 comienzan a arrastrar a millones de oyentes. Creo que va a llegar el momento en que sean tan comentadas como las de televisi¨®n¡±, advierte el catal¨¢n. En diciembre, estrena nuevo proyecto con Podium Podcast, ampliando el universo de Solaris, ensayos sonoros. Se trata de un podcast experimental titulado Ecos y centrado de nuevo en tecnolog¨ªa, ciencia y cultura.

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