Silvia Abril: ¡°Tengo sofocos, no me escondo¡±
La actriz, que estrena una serie donde celebra junto a su amiga Toni Acosta su medio siglo de vida, bromea sobre las glorias y miserias de la mediana edad y confiesa que sufri¨® bulimia en su juventud
Hace un d¨ªa del demonio en Madrid, el tr¨¢fico es el infierno propiamente dicho y los convocados a la cita ¡ªacordada casi aqu¨ª te pillo, aqu¨ª te grabo¡ª llegamos estresad¨ªsimos. Todos menos la entrevistada, que aparece fresca cual rosa pese a haber dormido poco. Saluda a los recepcionistas del hotel, que conoce de otras veces, y se pone a disposici¨®n con envidiable talante entre sereno y colega. Va de riguroso negro, con un plumas de esos ultraligeros, vestido largo de punto fino y gafas de pasta tambi¨¦n negras. Todo muy catal¨¢n, seg¨²n los t¨®picos indumentarios que asociamos con ellos los madrile?os, y viceversa. Solo rompe la monocrom¨ªa un abanico rojo y amarillo con el que se autoventila ininterrumpidamente. Ambas, me temo, sabemos de d¨®nde vienen esos calores.
Suele ir siempre de colorinchis subiditos de tono. ?Quer¨ªa parecer m¨¢s seria en la foto?
Al rev¨¦s. Llevo siete d¨ªas rodando una pel¨ªcula fuera de casa y se me ha acabado la ropa. Ayer me ech¨¦ un caf¨¦ en el ¨²ltimo jersey naranja, y hoy solo ten¨ªa cosas negras, ya me fastidia. Para m¨ª, la ropa vistosa y las gafas raras son mi forma de estar en el mundo. Necesito el color, me gusta la gente con luz y buena energ¨ªa.
Entonces, este d¨ªa gris, fr¨ªo y lluvioso le dar¨¢ bajonazo.
Pues antes s¨ª me hubiera dado, pero ahora, con la movida del cambio clim¨¢tico, pienso: ¡±Qu¨¦ bien que llueva¡±.
?Tan concienciada est¨¢?
Superconcienciada. A medida que me hago mayor, necesito m¨¢s la naturaleza, me sirve para descargarme, es mi toma de tierra.
La veo y la oigo superzen.
Qu¨¦ va, en lo peor de la pandemia, encerrada en casa, una de las cosas que me propuse es bajar de la rueda de h¨¢mster en la que ten¨ªa la sensaci¨®n de estar, pero estoy otra vez metida.
?Qu¨¦ le pas¨® en la pandemia?
Que pet¨¦. No me daba la vida, no paraba de trabajar, a¨²n encerrada. Un d¨ªa me vi disfrazada de Mary Poppins, a punto de entrar en imagen en el programa de Andreu [Buenafuente, su pareja, director de Late Motiv], que hac¨ªamos en el piso de arriba de casa, con mi hija Joana pidiendo comer a gritos y la clase online del cole a medias. Empec¨¦ a llorar y no pod¨ªa parar. Me baj¨¦ del programa, pero me cuesta mucho decir que no a cualquier propuesta. Necesitar¨ªa dos vidas para probar todo lo que me gustar¨ªa.
En El gran sarao, la actriz Toni Acosta y usted celebran juntas sus 50 a?os y hablan de la menopausia y otras cositas de la mediana edad femenina. ?Tiene ese abanico algo que ver con el asunto?
Claro. Tengo sofocos, no me escondo. La menopausia es un co?azo, s¨ª, pero ?qu¨¦ pasa? Es una etapa de la vida de la mujer. Los t¨ªos tambi¨¦n tienen sus cositas.
Acosta y usted se conocieron hace tres a?os y desde entonces son intim¨ªsimas. Disfrutan y trabajan juntas. ?Lo suyo fue un flechazo?
Totalmente. Tengo una conexi¨®n muy bestia con ella. De repente, aparece alguien en tu vida y haces match. Me ha pasado otras veces, pero cre¨ªa que, a cierta edad, ya no pasaba. Amo a Toni, lo digo totalmente en serio. Me casar¨ªa con ella, podr¨ªa ser mi pareja, podr¨ªa enamorarme de ella.
?Es usted m¨¢s abierta con los a?os?
Es que, a esta edad, estamos de vuelta de muchas cosas. Mi madre, separada hace 20 a?os, no deja de decirnos que la dejemos de parejas, con lo bien que se est¨¢ sola. No se necesita a los hombres para ser feliz. Y tambi¨¦n hay que decir algo que hasta nosotras decimos poco: en el momento de la menopausia, la libido cae. Somos v¨ªctimas de las hormonas, ?qu¨¦ culpa tenemos? Pero se puede vivir y ser feliz sin tanto sexo, y eso te permite abrir otras puertas y descubrir otros lugares donde se est¨¢ de maravilla.
?Y las arrugas c¨®mo se llevan?
Cada uno es libre de tomarse el envejecimiento, y de hacer con su cuerpo y su rostro, lo que le d¨¦ la gana. De momento, estoy a favor de la arruga. Claro que me ha cambiado el cuerpo, claro que tengo arrugas, claro que me jode, pero me va a salir m¨¢s barato aceptarme que invertir en b¨®tox y cirug¨ªa y no reconocerme. Me da pena ver a compa?eras. Lo entiendo y respeto, pero por ahora me niego. Quiero ser como Geraldine Chaplin. ?Si no nos dejamos envejecer, qui¨¦n va a hacer de vieja?
Dej¨® Derecho en cuarto para estudiar teatro. Vaya volantazo.
Yo entonces era una ni?a de pueblo, no hab¨ªa salido de Matar¨®. Me apasionaba el teatro, pero nadie a mi alrededor se hab¨ªa dedicado a esto ni me hab¨ªan llevado de ni?a. No sab¨ªa que de esto se pod¨ªa vivir. As¨ª que acab¨¦ en Derecho por seguir al reba?o. En la universidad di con una profesora, Chiqui, que me habl¨® del Instituto del Teatro. Me present¨¦ a las pruebas a escondidas de mi familia, me cogieron, y dej¨¦ la carrera. Nunca dud¨¦, aunque una profesora me hizo da?o.
?Y eso?
Me solt¨® una sandez. Yo era una adolescente, no me gusta la palabra gorda, pero siempre necesit¨¦ m¨¢s talla que mis compa?eras. Esa profesora me llam¨® la atenci¨®n y me dijo que, si no perd¨ªa peso, no podr¨ªa ser actriz. Eso me destroz¨® por dentro. Me lo cre¨ª y desarroll¨¦ un trastorno con la comida. Ahora s¨¦ que fue bulimia. Me atracaba a escondidas. No fue demasiado grave, porque yo sola busqu¨¦ ayuda en un grupo de terapia de una amiga argentina, y lo resolv¨ª. Pero viv¨ª autocastig¨¢ndome con la comida.
Eso fue hace 30 a?os, ?hemos mejorado o empeorado en esa exigencia?
Quiero creer que hemos mejorado un poco, pero no lo suficiente. Las redes sociales nos muestran que hay mucho camino por recorrer. Se empiezan a ver cuerpos no normativos en actrices y modelos, pero son pasos, no voy a decir que insignificantes, pero no suficientes.
Defiende el humor sin l¨ªmites, pero ?qu¨¦ no le hace maldita la gracia?
Pues mira, la pol¨ªtica. Lo que est¨¢ pasando con ella no tiene ni pu?etera gracia. Siempre pienso, no veas las noticias, no leas. Yo uso la comedia para sobrevivir, pero hay veces que ni con el humor puedes superar cosas que ocurren. Como la campa?a de insultos personales contra Irene Montero. Me indign¨® tanto que tuve que desconectarme para no saltar en redes.
?Eso no es autocensura?
Un poco s¨ª. Pero es por evitar el ruido, la avalancha, por evitarme marrones. Estamos anestesiados en ese sentido. Yo hago mucha campa?a en casa, con los m¨ªos, con mis sobrinos, pero no uso la fuerza que puedo tener con mis seguidores, que ni s¨¦ los que tengo, para levantar la voz y decir estoy contra esto. En ese sentido soy cobarde.
?Se ve¨ªa as¨ª a los 51? Porque los 50 ya los cumpli¨® hace tiempo, ?ya estamos quit¨¢ndonos a?os?
Jajaja. S¨ª, pero los 50 los celebr¨¦ sola, en pandemia, y esto es una fiesta de serie. Nunca me he quitado ni un mes. Nunca he proyectado nada. Siempre he vivido al d¨ªa. A veces pienso que no he tomado nunca las riendas de mi carrera porque no me ha hecho falta, he estado siempre en el lugar oportuno con la gente precisa. He sido muy afortunada y estoy muy agradecida con la vida porque no he tenido que buscar el camino, sino que lo he encontrado. Nunca he tenido plan.
Y si no, siempre le queda el plan B de acabar Derecho y montar un despacho.
Quita, quita, qu¨¦ rollazo.
'EL GRAN SARAO'
Es la serie en la que Silvia Abril (Mataró, 51 años) celebra, junto a su amiga y colega, la actriz Toni Acosta, su medio siglo de vida. Abril, que formó parte del mítico grupo teatral Els Comediants, dejó la carrera de Derecho para dedicarse a la interpretación, donde ha destacado por su acusada vis cómica. Tras participar en éxitos televisivos como Homo Zapping o Tu cara me suena, Abril, pareja de Andreu Buenafuente, con quien presentó la gala de los Goya en 2020, ha participado también como actriz en la saga de películas Padre no hay más que uno. En El gran sarao, recién estrenada, aborda las contradicciones de la mediana edad y se ríe de todo y de todos, empezando por ella misma.
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