El sesgo de g¨¦nero llega a las pantallas de los ni?os: casi el 80% de las series infantiles reproducen los roles tradicionales

Detr¨¢s de los inofensivos animales y personajes de series infantiles como Teen Titans, Pok¨¦mon, Dragon Ball o Bob Esponja se esconde el sesgo de g¨¦nero. El 77% de los cap¨ªtulos que ven los m¨¢s peque?os reproducen los roles de g¨¦nero tradicionales o, lo que es lo mismo, distinguen entre la imagen complaciente y afectiva de la mujer y la fuerza y poder del hombre. Algo que se traduce en dos formas de violencia contra la figura femenina: f¨ªsica ¡ªen el 19% de los productos para ni?os entre 7 y 12 a?os¡ª y psicol¨®gica ¡ªel 22,8% dibujos animados masculinos la ejerce¡ª. Esto es lo que ha revelado el ¨²ltimo estudio de la Asociaci¨®n de Mujeres Cineastas y Medios de Informaci¨®n (CIMA) que ha analizado 707 cap¨ªtulos de las 40 series, para ni?os entre 3 y 12 a?os, mejor valoradas por el p¨²blico en IMDB.

En 2022, los menores pasaron de media cuatro horas diarias conectados a una pantalla fuera de las aulas ¡ªtelevisi¨®n tradicional y las plataformas¡ª, seg¨²n Barlovento Comunicaci¨®n. En esas horas han aprendido que ¡°ellas deben tener el apego familiar muy desarrollado y ellos no¡±, explic¨® F¨¢tima Arranz, directora de la investigaci¨®n, el pasado jueves en la presentaci¨®n del informe en la oficina del Parlamento Europeo en Madrid. Cuando hay una protagonista, la familia tiene un peso relevante en la trama en casi la mitad de las series; sin embargo, cuando lo son ellos, se ignora en el 71,7% de las veces. La experta apunta a la importancia de fijarse en este grupo porque est¨¢n formando su identidad y buscan referentes a partir de los relatos visuales.

Es dif¨ªcil que las menores encuentren una imagen con la que puedan verse representadas: casi el 70% de los protagonistas son hombres y el porcentaje solo se iguala en los personajes menores. Por ejemplo, en Bob Esponja todos los dibujos importantes son masculinos, incluyendo su caracol mascota, a excepci¨®n de la ardilla Arenita, que aparece en muy pocos episodios. Y es que, aunque en su mayor¨ªa lo que los ni?os ven son animales u objetos, estos responden a un g¨¦nero.

El estudio asegura que se sigue fomentando que las ni?as no son hero¨ªnas ¡ªsolo son el 21% sobre los personajes totales¡ª y que no tienen capacidad de liderazgo. Las figuras femeninas son rescatadas casi siempre por masculinas, mientras que solo el 32% de hombres son liberados por mujeres. Pero han ganado espacio en las profesiones: el 50% realizan trabajos que no son tradicionalmente femeninos.

El dato que alarma al exdirector de marketing de RTVE Alejandro Perales es que los dibujos masculinos siguen anclados al 100% en los empleos considerados de hombres. Perales insisti¨® durante la presentaci¨®n del informe en la necesidad de poner el foco no solo en el empoderamiento de ellas, sino tambi¨¦n en la deconstrucci¨®n del estereotipo de chico. ¡°Es como en la publicidad, las chicas entran en juguetes masculinos, pero ellos no en los femeninos¡±. Una idea que tambi¨¦n apoy¨® la asesora cultural en el Ayuntamiento de Madrid, Isabel Rosell: ¡°No quieren encajar en su rol tradicional, pero tampoco saben c¨®mo hacerlo en los nuevos valores¡±.

Solo el 3,3% de directoras y 1,8% de guionistas de programas de ficci¨®n para los m¨¢s peque?os son mujeres. Algo que s¨ª explica que la existencia de lo femenino dependa de lo masculino: en un 93% del visionado las mujeres hablan de hombre, cuidados y amor a la familia.

El ¡°viejismo¡± est¨¢ re?ido con los dibujos

La infrarrepresentaci¨®n de las mujeres no ha sido lo ¨²nico estudiado por el equipo de Arranz. A los expertos les preocupa la imagen que dan las series infantiles sobre los adultos. Luis, pediatra jubilado y p¨²blico durante la presentaci¨®n, quiso trasladar su preocupaci¨®n por el ¡°viejismo¡±: ¡°Los mayores no conocemos el mundo de los peque?os. Antes en la consulta me pod¨ªa acercar a ellos hablando de Espinete, pero ahora nos ridiculizan¡±. Generalmente, los adultos son abuelos, profesores y vecinos, pero interpretados desde un ¡°tratamiento denigrante¡±, apunta Perales. Las productoras, seg¨²n el experto, se mueven por su inter¨¦s y as¨ª quieren que los j¨®venes rechacen la figura de autoridad que les apaga la televisi¨®n. Rosell, que tambi¨¦n trabaj¨® en la BBC en la ¨¦poca de los Teletubbies, opina igual: ¡°Estamos criando a los ni?os aislados con un lenguaje propio que les aleja de los adultos¡±.

El estudio tambi¨¦n ha medido la opini¨®n de productores, pol¨ªticos y progenitores. Los padres sienten que ya no existe un control de la programaci¨®n, ni en televisi¨®n ni en internet, y que es un problema que los ni?os tengan la posibilidad de ver contenido las 24 horas del d¨ªa. Y son ellos los m¨¢s culpabilizados por parte de las productoras y la administraci¨®n porque, para ambos actores, son los que tienen la responsabilidad final. Sin embargo, es el poder p¨²blico el que tiene la posici¨®n m¨¢s ambigua y de ah¨ª el complejo sistema legal que hay tras los contenidos infantiles.

Perales asegura que Espa?a lleva seis meses en un bloqueo legal. Antes de la aprobaci¨®n de la Ley General de Comunicaci¨®n Audiovisual en julio, operaba el c¨®digo de autorregulaci¨®n de contenidos televisivos e infancia. ¡°Cualquiera que lo vea puede decir que el fallo ha sido absoluto en cuanto a su desarrollo¡±, explica el experto, que tambi¨¦n particip¨® en su creaci¨®n. ¡°Pero exist¨ªa una norma que, a su forma, funcionaba. Ahora, la puesta en marcha de la nueva ley ha anulado ese documento. ?El problema? La norma no funciona porque ¡°f¨ªa todo su desarrollo a los modelos de corregulaci¨®n¡± ¡ªentre Estado y empresas privadas¡ª, pero ¡°no incentiva a los operadores visuales a generar esos marcos, porque sin c¨®digos, no hay regulaci¨®n¡±. Por lo que, seg¨²n el exmiembro de RTVE: ¡°Ten¨ªamos poco, pero ahora no tenemos nada¡±.

Los expertos coinciden en fomentar el esp¨ªritu cr¨ªtico de los ni?os como una de las principales soluciones. Sin embargo, Perales apunta a la responsabilidad de los mayores: ¡°En la medida en la que seamos eficaces a la hora de bloquear los contenidos perjudiciales para los menores, dejaremos m¨¢s campo para los contenidos que son adecuados¡±.

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