Ahora que Telecinco quiere ser un Groucho sin bigote ni puro
En 2000, la telerrealidad liquid¨® los ¨²ltimos restos de la primitiva y loqu¨ªsima cadena de Mediaset
Mercedes Mil¨¢ sali¨® a cerrar Deluxe y desmont¨® una ¨¦poca que ella misma abri¨® en el a?o 2000, cuando la telerrealidad liquid¨® los ¨²ltimos restos de la primitiva, loqu¨ªsima y hoy casi inenarrable Telecinco. No s¨¦ c¨®mo se convertir¨¢ Mediaset en un pasatiempo inocuo, sin el vitriolo del corrillo de comadres que se sientan a la fresca a poner de vuelta y media a todo quisque. Es una operaci¨®n delicada, yo dir¨ªa que imposible: lo normal es pasar de Hannah Montana a Miley Cirus, o de la Leticia Sabater de A mediod¨ªa, alegr¨ªa a la Leticia Sabater de Tr¨ªnchame el pavo. Hacer el camino de vuelta desde el cinismo verbenero al candor de la calabaza Ruperta es como cerrar la caja de Pandora cuando lleva treinta a?os abierta.
Mientras llegan la paz y las sonrisas para toda la familia, record¨¦ en una cena con amigos la primer¨ªsima Telecinco, esa charanga improvisada que aturdi¨® a un pa¨ªs acostumbrado a una tele sobria que le trataba de usted, con los Javier Basilio, las Loreto Valverde, los Juanito Navarro, las Mamma Ciccio, los Jes¨²s Gil y los dizque informativos de Luis Mari?as. Mientras hablo, mi mujer me mira como si hablase de Liliput: ella viv¨ªa en un pueblo en aquellos a?os, donde no llegaba la se?al de las privadas. Pertenece a una Espa?a sin memoria de esa Telecinco: ¡°Ve¨ªamos el TP con el titular de qui¨¦n mat¨® a Laura Palmer y no sab¨ªamos de qu¨¦ hablaba¡±, confiesa, y todos los amigos la compadecemos, aunque ella dice que no se puede a?orar lo que no se ha vivido. Tal vez, pero hace falta para apreciar la largura del camino que se desanda. Aquella Telecinco sublim¨® lo cutre y revent¨® el concepto de prestigio con tracas falleras. Que persiga hoy algo parecido a la respetabilidad es tan inquietante como un Groucho sin bigote ni puro.
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