El peligroso arte de presumir de facha
Iker Jim¨¦nez lleva a?os moldeando un g¨®lem que ya no controla, y pronto se ver¨¢ ante el dilema de todo hacedor de g¨®lems: o reniega de ¨¦l o se funde en su barro
Desactivar los insultos por medio de la apropiaci¨®n es una estrategia inteligent¨ªsima e inapelable que aprendimos de los movimientos por los derechos civiles. De eso va la canci¨®n Zorra: si yo me defino con la palabra que me denigra, tus insultos ya no me hacen da?o. Es un m¨¦todo infalible por su sencillez: no hace falta ser Dem¨®stenes para usarlo, pero desarma al oponente como un discurso de Churchill. Rebota, rebota y en tu culo explota.
Iker Jim¨¦nez intent¨® hacerse un Zorra esta semana, en la que ha pasado mucho m¨¢s tiempo tuiteando que currando en sus programas. A cuenta de sus comentarios sobre Eurovisi¨®n ¡ªm¨¢s paranormal que todas las temporadas de Cuarto milenio¡ª, el presentador respondi¨® a la avalancha de odiadores marc¨¢ndose un Ayuso: ¡°Si ser facha o fascista es ir en contra de tantos antivalores, pues muy bien. Me parece muy bien que me lo llam¨¦is¡±.
Apropiarse del insulto no funciona con facha. Una cosa es que te d¨¦ lo mismo que te insulten (y cuando haces v¨ªdeos de ocho minutos respondiendo a todo quisque y dedicas tiempo de tu programa a ello, no da la impresi¨®n de que te resulte indiferente) y otra, ponerte camisetas orgullosas de Superfacha. Es cierto que ni Iker ni nadie merecen insultos por hacer lo que hac¨ªa la Espa?a petarda mientras ve¨ªa Eurovisi¨®n: chafardear en las redes. Pero en la forma en que se apropia del denuesto hay algo m¨¢s que ret¨®rica, pues Cuarto milenio ha representado un punto de inflexi¨®n en su g¨¦nero, sobre todo desde la pandemia.
Las cosas del misterio eran antes como aparecen en la serie de Berto Romero El otro lado: pop, divertidas, morbosillas e ingenuas. Fantasmas y extraterrestres eran entretenimientos blancos que, poco a poco, se han convertido en reducto y vanguardia del reaccionarismo que asalt¨® el Congreso de Estados Unidos. Jim¨¦nez no ha sido el responsable de esa deriva, pero s¨ª un colaborador necesario, y aunque tiene todo el derecho a expresarse como guste y a pelearse en las redes con quien quiera, a m¨ª me da la impresi¨®n, en este a?o en que celebramos el centenario de Kafka, de que lleva a?os moldeando un g¨®lem que ya no controla, y pronto se ver¨¢ ante el dilema de todo hacedor de g¨®lems: o reniega de ¨¦l o se funde en su barro. Que presuma de facha puede indicar que ha elegido lo segundo.
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