Mujeres negras, latinas y nativas: las trabajadoras m¨¢s expuestas a la pobreza por la dependencia de las propinas
Hay cinco millones de trabajadores en Estados Unidos que necesitan de los extras de los clientes para alcanzar el salario m¨ªnimo, el 70% mujeres
Calcular cu¨¢l debe ser el porcentaje de la cuenta que debe a?adirse para cubrir el servicio forma parte de la experiencia de cualquier cliente de hosteler¨ªa en Estados Unidos. Si hace unos a?os un 10% era adecuado, ahora cualquier cantidad por debajo del 20% parece insuficiente, dejando a muchos consumidores con la sensaci¨®n de que la cuenta, al final, est¨¢ por encima de lo que esperaban. Lo cierto es que la propina, justificada por algunos y vilipendiada por otros, es parte fundamental del salario de casi cinco millones de trabajadores en todo el pa¨ªs. O mejor dicho, de muchas trabajadoras, pues 7 de cada 10 empleados dependientes de propinas son mujeres. Y entre ellas, las latinas est¨¢n sobrerrepresentadas. A pesar de suponer el 7,9% de la fuerza laboral total, el 12,9% necesita este plus para subsistir.
Un informe del Centro Nacional de Derecho de la Mujer, presentado este mi¨¦rcoles, advierte de que la dependencia de las propinas aumenta el riesgo de vivir bajo el umbral de la pobreza, que en 2023 se situ¨® en unos ingresos de 20.000 d¨®lares anuales para una familia de dos adultos y en 30.000 d¨®lares para una familia de dos adultos y dos ni?os. No obstante, debido al encarecimiento de la compra y la vivienda, incluso aquellos que duplican ese l¨ªmite viven ¡°casi en la pobreza, donde una emergencia m¨¦dica, un recorte de horarios o cualquier gasto inesperado puede significar que no tengan dinero para pagar las necesidades b¨¢sicas como comida, alquiler o el cuidado del los hijos¡±, apunta el informe.
Tres de cada 10 mujeres que dependen de estos empleos viven en o cerca de la l¨ªnea de pobreza, y m¨¢s de un 10% por debajo de ella, casi el doble del total de las mujeres presentes en el mercado laboral. Estos empleos generalmente ofrecen horarios inestables y carecen de beneficios como un seguro m¨¦dico o la posibilidad de que se cubran d¨ªas por enfermedad. El problema es mayor a¨²n si las mujeres son nativas, afroamericanas o latinas.
Las diferencias tambi¨¦n se dan por Estados. La situaci¨®n mejora en aquellos donde el empleador paga el salario m¨ªnimo por ley federal, que es de 7,25 d¨®lares por hora desde 2009. Desde hace m¨¢s de tres d¨¦cadas, sin embargo, la ley permite que en algunos Estados el empleador pague solo 2,13 d¨®lares por hora, completando el resto hasta el m¨ªnimo federal establecido con propinas. En caso de que estas no sean suficientes, el empleador pagar¨ªa el resto, aunque en muchos casos es dif¨ªcil de comprobar y no se cumple. En los Estados de Alaska, California, Minnesota, Montana, Nevada y Oreg¨®n, donde el empleador est¨¢ obligado a pagar un salario justo, cubriendo por completo el m¨ªnimo estatal sin incluir las propinas, el ¨ªndice de pobreza entre las mujeres es un 30% menor que en los que se paga solo 2,13 d¨®lares por hora.
Mayor riesgo de acoso sexual
El hecho de depender de las propinas supone, adem¨¢s, que las mujeres se enfrenten a un mayor riesgo de sufrir acoso sexual, ¡°ya que pueden sentirse obligadas a tolerar comportamientos inapropiados por parte de los clientes¡± para conseguir un extra mayor, se?ala el informe. Los tipos de empleos que dependen de la generosidad del usuario est¨¢n por lo general peor pagados y las mujeres se llevan la peor parte: ganan 84 c¨¦ntimos por cada d¨®lar obtenido por los hombres. La brecha salarial tambi¨¦n se agranda en el caso de las latinas, las nativas y las asi¨¢ticas estadounidenses de las islas del Pac¨ªfico, en comparaci¨®n con las mujeres blancas no hispanas.
La precariedad en este sector de la poblaci¨®n ha llegado a la campa?a electoral y el candidato republicano, Donald Trump, ha querido atraerse su voto prometiendo que eliminar¨¢ los impuestos de las propinas. ¡°Esta es la primera vez que he dicho esto, y los empleados de hoteles y la gente que recibe propinas van a estar muy felices porque cuando llegue al Gobierno no vamos a cobrar impuestos por las propinas¡±, dijo el domingo pasado ante miles de seguidores en un mitin de campa?a en Las Vegas.
En un comunicado, Ted Pappageorge, el secretario del Sindicato de Trabajadores Culinarios, que re¨²ne a m¨¢s de 60.000 trabajadores en Nevada, respondi¨®: ¡°Desde hace d¨¦cadas el Sindicato ha luchado por los derechos de los trabajadores dependientes de propinas y en contra de una imposici¨®n injusta. Definitivamente se necesita alivio para los ingresos de las propinas, pero los trabajadores de Nevada son lo suficientemente listos para saber la diferencia entre soluciones reales y las promesas de campa?a de un convicto¡±.
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