¡®Hot dogs¡¯ de d¨ªa y fuegos artificiales de noche: una gu¨ªa para celebrar el 4 de julio en Nueva York

La llegada de la celebraci¨®n del 4 de julio, el d¨ªa en que se conmemora la independencia de Estados Unidos, significa, para mucha gente, la oportunidad de irse de vacaciones. La Asociaci¨®n Americana del Autom¨®vil (AAA) estima que en torno a 70.9 millones de personas viajar¨¢n por carretera este a?o. Pero aquellos que han decidido quedarse este jueves en Nueva York tienen multitud de planes a lo largo y ancho de los cinco distritos de la ciudad, que ser¨¢ una fiesta continua.

Qu¨¦ hacer durante el d¨ªa

Si a¨²n no le han invitado a alguna de las tradicionales barbacoas que se organizan por doquier, no hay por qu¨¦ alarmarse. Un paseo por alg¨²n parque ya le har¨¢ calentar motores y contagiarse del ambiente festivo que se respira por cada esquina de la ciudad. No es tanto lo que se hace, como lo que se siente. El mayor espect¨¢culo en s¨ª es presenciar c¨®mo una ciudad de ritmo tan fren¨¦tico y apabullante como Nueva York, de pronto se pausa para celebrar conjuntamente este d¨ªa, a pesar de las diferencias culturales, religiosas y pol¨ªticas de los estadounidenses.

Uno de los planes m¨¢s rocambolescos es ir a Coney Island, donde se celebrar¨¢ el famoso concurso de comer perritos calientes Nathan, que tendr¨¢ lugar de 11 de la ma?ana a 1 de la tarde y que cuenta con $10.000 para los ganadores de cada categor¨ªa. El r¨¦cord actual lo sostiene Joey ¡°Jaws¡± Chestnut, quien ha ganado el concurso en 16 ocasiones y quien lleg¨® a comerse 76 perritos calientes en diez minutos. En cuanto a las mujeres, que desde el 2011 compiten por separado, el r¨¦cord mundial lo marca Miki Sudo, que lleg¨® a comerse 48.5 perritos calientes en diez minutos en 2020. Adem¨¢s, uno puede pasar la tarde en el parque de atracciones y terminar el d¨ªa viendo el castillo de pirotecnia desde la legendaria playa.

Y al caer la noche¡­

Este a?o el broche de oro a la gran fiesta en honor al D¨ªa de la Independencia de Estados Unidos tiene la particularidad de que se ver¨¢ sobre el r¨ªo Hudson (por primera vez en once a?os) haciendo las delicias de los residentes de Nueva Jersey, que podr¨¢n verlos desde el paseo mar¨ªtimo de Hoboken, Weehawken y Jersey City.

Aquellos que se queden en la Gran Manzana pueden ver los fuegos artificiales desde el West Side de Manhattan. Si se lo pueden permitir, nada mejor que ver las explosiones en el cielo desde alg¨²n edificio ic¨®nico, como por ejemplo el Empire State, que con precios que oscilan desde los $44 a los $550, garantiza una noche memorable. O hacer un crucero, con compa?¨ªas como Liberty Belle o Circle Line¡¯s.

Pero hay otras opciones. Desde el parque p¨²blico del Pier 57 podr¨¢ verse gratuitamente, al tiempo que se disfruta de la oferta de restaurantes que se concentran all¨ª y de la m¨²sica de Dj Viper. Si se quiere algo menos masificado se pueden conseguir entradas (por $150-$350) en City Winery del Pier 27 o en el City Vineyard del Pier 26 (por $100) o el Grand Banks, un restaurante dentro de un barco en el Pier 25 ($300-$450). Y si se prefiere algo m¨¢s espectacular, nada mejor que una playa, como Jones Beach, donde, adem¨¢s, habr¨¢ m¨²sica.

El espect¨¢culo anual de fuegos artificiales de Macy?s, que cumple su 48? edici¨®n, empezar¨¢ como todos los a?os sobre las 9:30 de la noche. Contar¨¢ con 60.000 cohetes de treinta colores diferentes e ir¨¢ acompa?ado de una exhibici¨®n de drones, dado el ¨¦xito que tuvo el a?o pasado, cuando se organiz¨® por primera vez.

En televisi¨®n empezar¨¢ a transmitirse por televisi¨®n a partir de las 8 y contar¨¢ con la actuaci¨®n de varios artistas, entre los que destaca el cantante puertorrique?o Luis Fonsi, entre otros como Amber Mark, Brandy Clark y Lainey Wilson.

El final de los fuegos artificiales marcar¨¢ el final del d¨ªa para unos y el principio de una larga noche para otros. Hoteles como Le Bain, Arlo ART Midtown, Virgin Hotel, o The William Vale tambi¨¦n organizan fiestas que duran desde la tarde hasta la madrugada, para aquellos que sigan teniendo energ¨ªa para m¨¢s. Porque en Nueva York, ya se sabe; hasta que el cuerpo aguante.