Un hombre decente

Ha pasado m¨¢s de una semana desde que el Presidente Joe Biden renunci¨® a su candidatura a la presidencia de Estados Unidos, tras un proceso que debi¨® ser muy dif¨ªcil para ¨¦l y le debi¨® revolver muchas fibras internas.

Se ha especulado mucho sobre las razones: Si fue un gran patriota al renunciar y se ¡°inmol¨®¡± en aras de la unidad del partido y la democracia, si lo hizo por la presi¨®n pol¨ªtica expl¨ªcita de miembros de su partido o si el factor decisivo fue la amenaza de donantes de que no contribuir¨ªan m¨¢s a la campa?a presidencial dem¨®crata ni a las de otros candidatos del partido. Es posible tambi¨¦n que haya sido una combinaci¨®n de todas las anteriores.

De concretarse la amenaza de las donaciones, a una posible derrota presidencial se podr¨ªan sumar otras, especialmente en el Congreso, en el que tener mayor¨ªas es fundamental para apoyar al ejecutivo o para hacerle contrapeso si el presidente es del partido contrario. Adem¨¢s del presidente y vicepresidente, el 5 de noviembre se elegir¨¢n a nivel nacional todos los 435 miembros de la C¨¢mara de Representantes y la tercera parte del Senado y m¨²ltiples cargos a nivel estatal y local.

Las poco m¨¢s de tres semanas entre el desastroso debate contra Donald Trump en junio y su renuncia a la candidatura el 21 de julio, estuvieron adem¨¢s plagadas de muchas filtraciones y rumores relacionados ¡ªentre otros¡ª con el silencio de algunos aliados claves como su ex jefe y amigo Barack Obama y Nancy Pelosi, la poderosa l¨ªder congresista. Pelosi, a sus 84 a?os, ha sido miembro de la C¨¢mara de Representantes desde 1987 y presidente de esta en dos oportunidades; es la ¨²nica mujer que ha ejercido este cargo, la ¨²ltima vez hasta 2023. Y no est¨¢ de m¨¢s recordar que el o la presidente de la C¨¢mara de Representantes (Speaker of the House) es la tercera persona en la l¨ªnea de sucesi¨®n presidencial, si faltaran el presidente y el vicepresidente. El apoyo que Biden no obtuvo de Obama y Pelosi, le lleg¨® a Kamala Harris e inmediatamente se convirti¨® en candidata.

Y como si ese escenario no fuera suficientemente complejo para ¨¦l, el 13 de julio estuvo a punto de ser asesinado su archienemigo pol¨ªtico Donald Trump, lo cual ¡ªde haber sucedido¡ª hubiera causado una situaci¨®n pol¨ªtica ca¨®tica e impredecible.

Biden empez¨® a recorrer los pasillos del Capitolio cuando, a finales de 1972, fue elegido como el senador ¡°junior¡± del peque?o Estado de Delaware, tras una campa?a austera que manej¨® con su familia y amigos. En enero de 1973 se posesion¨® como senador y estuvo en el Senado hasta el a?o 2009, cuando salt¨® del Capitolio a la oficina vicepresidencial en el Observatorio Naval, en la famosa Avenida Massachusetts, de donde luego pasar¨ªa a la Casa Blanca.

Sus m¨¢s de tres d¨¦cadas en el Senado moldearon a Biden como un senador carism¨¢tico, con gran sentido del humor, apreciado y experto en asuntos de pol¨ªtica internacional. Famoso por ser un liberal moderado y sencillo, iba y ven¨ªa en tren todos los d¨ªas desde Delaware hasta Washington conversando con los dem¨¢s pasajeros. No estuvo exento de controversias, pero ten¨ªa la habilidad y la credibilidad para buscar y con frecuencia lograr acuerdos bipartidistas; lo que en Washington se conoce como trabajar con ¡°los dos lados del pasillo¡±, expresi¨®n heredada del parlamento ingl¨¦s, que viene de la forma en que est¨¢n distribuidos los parlamentarios del Senado y la C¨¢mara en el Capitolio: de un lado quienes est¨¢n con el Gobierno y del otro la oposici¨®n.

Sin embargo, su exitosa carrera p¨²blica tambi¨¦n ha estado marcada por las tragedias personales, varias de ellas en momentos claves de su vida pol¨ªtica.

La primera de ellas fue reci¨¦n elegido senador por primera vez, en noviembre de 1972. Unas semanas despu¨¦s, el 18 de diciembre, su esposa Noeilia y sus tres peque?os hijos Naomi, Beau y Hunter salieron de compras navide?as y en un accidente automovil¨ªstico murieron su hija Naomi y su esposa, mientras Beau y Hunter salieron heridos. El joven y ahora viudo senador, con dos hijos peque?os, se posesion¨® en Washington el mes siguiente, en medio de su duelo personal y el de su familia. Acababa de cumplir 30 a?os.

La muerte de su hijo mayor, Beau, el 30 de mayo de 2015 por un tumor cerebral fue otra de sus grandes tragedias. Biden, como vicepresidente de Barack Obama, era la carta natural del partido para la candidatura presidencial en 2016. En ese momento renunci¨® a sus aspiraciones, se dedic¨® a ayudar a su familia a superar el dif¨ªcil momento y apoy¨® a Hillary Clinton, quien a la postre perdi¨® contra Trump.

Su segundo hijo, Hunter, ha tenido m¨²ltiples problemas por su adicci¨®n al alcohol y las drogas en los ¨²ltimos a?os y ha sido blanco de escrutinio p¨²blico y judicial. Hace menos de dos meses, el 11 junio, fue condenado por un jurado por mentir bajo juramento en la compra de un arma en 2018, pues afirm¨® que no consum¨ªa drogas, cuando en realidad era adicto a la coca¨ªna. Inmediatamente se conoci¨® el fallo, el presidente Biden dijo p¨²blicamente que no har¨ªa nada para suavizar su situaci¨®n o perdonarlo, lo cual podr¨ªa hacer, pues est¨¢ dentro de sus facultades presidenciales. Biden hijo a¨²n tiene pendiente un juicio por asuntos fiscales que empezar¨¢ el 5 de septiembre, en la mitad de la que hubiera sido la campa?a de reelecci¨®n de su padre.

Conoc¨ª al senador Biden hace m¨¢s de veinte a?os, como segundo a bordo del equipo diplom¨¢tico colombiano ante la Casa Blanca que lideraba el embajador Luis Alberto Moreno, en la Administraci¨®n del presidente Andr¨¦s Pastrana. Durante una reuni¨®n con el comit¨¦ de relaciones exteriores del Senado, en el que Biden era el l¨ªder de la minor¨ªa, el Presidente Pastrana le present¨® el ¡°Plan Colombia¡±, contra la proliferaci¨®n de drogas il¨ªcitas y la violencia asociada, para el que Colombia buscaba apoyo norteamericano. Tras escucharlo, Biden le respondi¨® ¡ªen la forma directa que le es caracter¨ªstica¡ª que le era dif¨ªcil apoyarlo porque lo consideraba demasiado centrado en interdicci¨®n y seguridad, a pesar de que Colombia estaba sumergida en una gran violencia, financiada en buena parte por el narcotr¨¢fico. Para Biden, Estados Unidos deb¨ªa enfocar sus recursos m¨¢s en la prevenci¨®n, la educaci¨®n y la salud p¨²blica.

Tras varias reuniones con ¨¦l y su equipo, finalmente accedi¨® a ir a Colombia, lo cual hizo en la primera mitad del a?o 2000. Tuve el gusto de acompa?arlo un par de d¨ªas y viajar con ¨¦l dentro del pa¨ªs. Volvi¨® a Washington con un conocimiento de primera mano de la situaci¨®n y, sin abandonar su planteamiento de salud p¨²blica, entendi¨® las dificultades que pasaba el pa¨ªs y termin¨® apoyando el Plan Colombia y trabajando en llave con los republicanos, entre otros con el presidente del comit¨¦ de relaciones exteriores en ese momento, Jesse Helms, un l¨ªder parlamentario ultraconservador.

No s¨¦ si la historia juzgue la carrera pol¨ªtica de Biden por su l¨¢nguido final. Lo dudo. A pesar del mal debate que desencaden¨® el proceso y el abrupto final de su candidatura, no cabe duda de que su carrera de m¨¢s de cinco d¨¦cadas lo mostr¨® como un l¨ªder muy significativo nacional e internacionalmente, resiliente a pesar de sus tragedias, conciliador y abierto; pero, ante todo, pasar¨¢ a la historia como un hombre decente.

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