El baile de Walz y los ¡°raros¡±
El anuncio del candidato vicepresidencial que acompa?ar¨¢ a Kamala Harris y su sencillo ataque a los republicanos ha dominado la agenda noticiosa y exacerbado a un Trump en busca de una nueva estrategia
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Un saludo veraniego a donde quiera que est¨¦n:
Por fin, el ritmo vertiginoso de la actualidad electoral estadounidense ha amainado. Un poco nada m¨¢s, es verdad, pero lo suficiente para respirar. Despu¨¦s de un mes y medio en el que hubo: un debate hist¨®ricamente catastr¨®fico; un atentado fallido a un candidato; la coronaci¨®n del mismo en la convenci¨®n republicana; la, casi, in¨¦dita renuncia del otro candidato; el paso al frente de Kamala Harris como la primera aspirante negra y sud asi¨¢tica a la presidencia de Estados Unidos; y la consecuente fiebre de entusiasmo por ella, el c¨ªrculo se cerr¨® con el anuncio de que el Gobernador de Minnesota, Tim Walz, ser¨ªa la f¨®rmula vicepresidencial de la actual vicepresidenta. Con las alineaciones completas, el martes 6 de agosto comenz¨® de lleno la carrera de 91 d¨ªas planos para llegar a la Casa Blanca.
Fue algo cercano a una sorpresa absoluta. Las quinielas daban por compa?ero ¡ªporque nadie dudaba que ser¨ªa un hombre quien acompa?ar¨ªa a Kamala Harris¡ª de papeleta a Josh Shapiro, popular Gobernador del Estado clave de Pensilvania, o Mark Kelly, senador por Arizona, otro crucial territorio de batalla. Pero al final Harris y su campa?a optaron por un nombre poco conocido a nivel nacional, tal vez impresionados por la oratoria, natural, cercana y certera de este hombre de 60 a?os, la viva imagen de uno de los estereot¨ªpicos vecinos rurales de la Am¨¦rica profunda, la sonrisa que saluda sentado sobre un tractor del otro lado de una carretera infinita. El mejor ejemplo lo hab¨ªa dado unos d¨ªas antes, proporcionando como un aparente accidente el nuevo mejor ataque a la pareja republicana de Donald Trump y J.D. Vance: llamarlos ¡°raros¡±.
Desde que Walz pronunci¨® la palabra weird (raro) para describir a los republicanos en una entrevista televisiva unos cuantos d¨ªas antes de ser presentado como el n¨²mero dos de Harris, el partido dem¨®crata se mont¨® al carro. Es dif¨ªcil saber hasta qu¨¦ punto fue coordinado, pero lo cierto es que la palabra lleg¨® para quedarse. De Harris para abajo todos la empezaron a usar, y no han parado. Tras a?os de o¨ªr calificativos catastrofistas hasta el hartazgo, tanto que llamar a Trump racista o sexista no generaba pr¨¢cticamente ning¨²n efecto, Walz dio en la tecla.
Si en ocasiones unas elecciones parecen un concurso de popularidad propio de un high-school promedio, nadie como el exprofesor y entrenador del equipo de f¨²tbol americano de secundaria para leer el p¨²blico. Si Trump y Vance se comportan como bullies o matones ¡ªalgo que Biden ha repetido muchas veces sin ganarse demasiada simpat¨ªa¡ª, hay que lidiar con ellos d¨¢ndoles de otra forma. Se apagan las llamas, ya no hay indignaci¨®n por las barbaridades que puedan salir de los candidatos republicanos ¡ªque al final lo que buscan en gran parte es precisamente ofuscar a sus contrarios¡ª. Son ridiculeces: esa gente es ¡°rara¡±.
Seg¨²n diversos reportes, el sencillo ataque se le ha metido debajo de la piel a Trump, que no ha logrado producir un apodo a la altura para su nueva adversaria. Ha intentado diferentes opciones como Laffin¡¯ Kamala (en referencia a la risa de Harris), o Crazy Kamala, pero intentar atacar su histrionismo o llamarla loca no ha sido demasiado exitoso. Tal vez es demasiado obvio que evoca un cl¨¢sico t¨®pico machista.
En cualquier caso, mientras la semana pasada la dupla Harris-Walz saltaba de Estado a Estado dando m¨ªtines en arenas abarrotadas y dominaba el prime-time televisivo repitiendo weird una y otra vez, Trump estaba pr¨¢cticamente recluido en su mansi¨®n de Florida. El jueves pasado dio una rueda de prensa, en busca de volver a ser el protagonista de los titulares. No lo logr¨® realmente, su diatriba ya se conoce bien, y sin miles de seguidores areng¨¢ndole, pierde todav¨ªa m¨¢s fuerza.
Ayer mismo se anunci¨® por sorpresa una ¡°conversaci¨®n¡± con Elon Musk en vivo en X, la plataforma antes conocida como Twitter que el hombre m¨¢s rico del mundo compr¨® y ha reconstruido en un terreno todav¨ªa m¨¢s f¨¦rtil para la desinformaci¨®n y el extremismo. Musk hizo hincapi¨¦ en decir que era una conversaci¨®n y no una entrevista, porque en una entrevista nadie act¨²a normal; o dicho de otra manera, en las entrevistas se act¨²a raro. Aqu¨ª saldr¨ªan los verdaderos Donald y Elon, tan incomprendidos.
Se me ocurren muchas palabras para describir las dos horas de charla entre estos dos multimillonarios, rara podr¨ªa perfectamente ser una de ellas. Se habl¨® de inmigraci¨®n, de geopol¨ªtica, de econom¨ªa y hasta de cambio clim¨¢tico. Pocas cosas que se dijeron pasar¨ªan una m¨ªnima verificaci¨®n de datos. Se conectaron casi mill¨®n y medio de personas, y aunque millones m¨¢s podr¨¢n escuchar la conversaci¨®n en la cuenta de X de Musk si quieren, es realmente poco para influir de alguna manera est¨¢s elecciones. Adem¨¢s, o¨ªrlos no dar¨¢ muchas novedades. Hablaron a sus seguidores y no hubo ninguna pol¨¦mica porque estuvieron de acuerdo en casi todo. Al final Musk dijo que lo apoyaba, Trump lo agradeci¨®, y todo sigui¨® igual.
La pr¨®xima semana se celebrar¨¢ la Convenci¨®n Dem¨®crata en Chicago, donde Kamala Harris y Tim Walz se dar¨¢n un ba?o de masas y reconfirmar¨¢n que el partido entero est¨¢ con ellos ¡ªeso es si logran silenciar suficientemente a la facci¨®n que busca un compromiso a un embargo de armas a Israel, que ha interrumpido ya varios discursos recientes de Harris y que posiblemente tiene la capacidad de poner en jaque una eventual victoria contra Trump¡ª. Despu¨¦s, el 10 de septiembre, ser¨¢ el primer cara a cara entre los ya confirmados candidatos presidenciales, y es posible que haya otros dos debates m¨¢s.
En los ¨²ltimos d¨ªas hemos asistido al baile de Walz y los ¡°raros¡±, y aunque puede parecer que este sea el ritmo de aqu¨ª en adelante, los 85 d¨ªas que faltan son suficientes para que pase cualquier cosa. M¨¢s vale que despu¨¦s del mes y medio que acaba de pasar haya quedado clara la lecci¨®n de que la m¨²sica puede cambiar de un momento para otro.
M¨¢s noticias sobre las elecciones de EE UU
Despu¨¦s de este resumen del nuevo tablero electoral, aqu¨ª dejo varias piezas para que completen su conocimiento de las ¨²ltimas novedades en las elecciones presidenciales de Estados Unidos:
La campa?a de Trump se lanza a recuperar la iniciativa en EE UU frente al impulso de Harris. Los republicanos describen a la vicepresidenta como una progresista ¡°radical¡±. El expresidente opta por el insulto y regresa a la red social X.
An¨¢lisis | Las encuestas en EE UU: Kamala Harris supera por primera vez a Donald Trump, por Kiko Llaneras. La nueva candidata ha dado la vuelta a los sondeos. Con los dem¨®cratas revitalizados, la carrera presidencial vuelve a ser un suceso de cara o cruz.
Opini¨®n | ?Puede una palabra derrotar a Donald Trump?, por Antoni Guti¨¦rrez Rub¨ª. Al llamarlo ¡°sencillamente raro¡±, Tim Walz, el candidato dem¨®crata a la vicepresidencia, puso nombre a un concepto que no exist¨ªa: c¨®mo act¨²a el expresidente y su ej¨¦rcito de seguidores.
An¨¢lisis | La campa?a de Elon Musk, por Marta Peirano. Cabe preguntarse qu¨¦ influencia est¨¢ teniendo en las elecciones de Estados Unidos el ¨²nico usuario de X capaz de modificar el servicio para garantizar su visibilidad y la de sus amigos.
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