Apoyar a un candidato o provocar la dimisi¨®n de un gobernador: la incursi¨®n de los artistas puertorrique?os en la arena pol¨ªtica

El pasado 30 de agosto, el candidato republicano a las elecciones presidenciales, Donald Trump, hablaba ante su emocionado p¨²blico en Johnstown, en Pensilvania, en uno de sus actos de campa?a. ¡°Todos los puertorrique?os van a votar por Trump ahora¡±, dec¨ªa. Momentos despu¨¦s, los reguetoneros Anuel AA y Justin Quiles subieron al escenario. Ambos con las gorras rojas con el escrito Make America Great Again, el lema de la campa?a del republicano. ¡°Desde que Trump no ha estado cerca de Puerto Rico, no es un secreto que hemos estado pasando por muchas cosas como pa¨ªs¡±, dec¨ªa el primero de ellos. Ese activismo pol¨ªtico por parte de los m¨²sicos puertorrique?os, lejos de parecer ins¨®lito, cuenta con precedentes llamativos a?os atr¨¢s, cuando otros artistas de la isla pasaron por apoyar otras candidaturas o incluso provocar la dimisi¨®n de un gobernador.

La condici¨®n pol¨ªtica de Puerto Rico ha sido objeto de controversia hist¨®ricamente. El director del Instituto de Estudios Puertorrique?os, Charles Venator-Santiago, afirma que el t¨¦rmino oficial para definir el estatus de la isla en la actualidad es el de ¡°territorio no incorporado¡± de Estados Unidos, lo que supone que pertenece al pa¨ªs, pero no es parte de ¨¦l. En 1952 se permiti¨® a Puerto Rico adoptar una Constituci¨®n local, pero sin cambiar ese estatus. Por ello, los ciudadanos de la isla ¡ªalrededor de 3,2 millones de personas¡ª no puedan participar en los comicios federales, pero s¨ª pueden ejercer el voto para los gobernadores en la isla y para un comisionado residente en la C¨¢mara de Representantes estadounidense (donde tiene voz, pero no voto).

Para Venator-Santiago, la afirmaci¨®n de Trump de que ¡°todos los puertorrique?os¡± votar¨ªan por ¨¦l es inexacta. El tambi¨¦n profesor de la Universidad de Connecticut afirma que el posicionamiento pol¨ªtico de los artistas de Puerto Rico en el contexto federal no tiene un impacto significante desde la isla. Aunque la situaci¨®n de territorio no incorporado no permite que la poblaci¨®n de Puerto Rico pueda votar en las elecciones federales, s¨ª pueden hacerlo aquellos que viven en las demarcaciones del territorio nacional. El n¨²mero de puertorrique?os en el territorio estadounidense representa en torno al 2% de la poblaci¨®n total, unas 5,8 millones de personas de las cerca de 332 millones que habitan el pa¨ªs.

Pese a que Puerto Rico no cuenta con ese ¡°impacto¡± federal, Venator-Santiago opina que ese posicionamiento s¨ª podr¨ªa resultar beneficioso para el propio artista. ¡°Cuando Anuel AA se afilia con Trump, ¨¦l est¨¢ como que accesando a unos mercados nacionales en la misma onda en que, en mi opini¨®n, Beyonc¨¦ y Jay Z [que mostraron su apoyo al dem¨®crata Barack Obama a?os atr¨¢s] accesaron. El presidente Obama le dio a Beyonc¨¦ y Jay Z un estatus diferente, un reconocimiento nacional, una validaci¨®n nacional que le abri¨® otras puertas comerciales¡±, reflexiona.

Tintes republicanos

El experto Venator-Santiago comenta que los valores de la cultura del trap y el rap tienden a identificarse con los valores de la derecha. ¡°Por un lado, est¨¢n las narrativas republicanas de que el partido es para los ricos, para ayudar a todo el mundo a enriquecerse, como que se cultiva esa noci¨®n de ¨¦xito econ¨®mico [del g¨¦nero]; por otro lado, creo que muchos artistas no entienden la pol¨ªtica y tienen una visi¨®n m¨¢s cruda, donde le echan la culpa al pobre por ser pobre¡±, se?ala.

El caso de los Anuel AA y Justin Quiles no fueron los ¨²nicos en el hist¨®rico del Partido Republicano. El pasado viernes, el mismo Trump subi¨® al escenario de Las Vegas, Nevada, a otra de las grandes personalidades de ascendencia puertorrique?a, Nicky Jam. ¡°Es un honor conocerlo, se?or presidente. Las personas que vienen de donde vengo yo, no conocen al presidente. As¨ª que soy afortunado [¡­] Lo necesitamos. Lo necesitamos de vuelta. Necesitamos que sea el presidente¡±, clam¨® el reguetonero en aquel acto de campa?a. Las palabras de Jam eran un cambio de posici¨®n respecto a la que tom¨® solo tres d¨ªas antes en una entrevista en Univision: ¡°No, no, ni de pol¨ªtica, ni de religi¨®n, yo no me meto con esas dos cositas¡±.

En 2008 el entonces candidato republicano John McCain (que perdi¨® las elecciones contra Obama) se reuni¨® con Daddy Yankee, con quien habl¨® de educaci¨®n, reinserci¨®n y de un proyecto enfocado en la comunidad hispana. ¡°Estoy aqu¨ª para apoyar al senador McCain porque creo en sus ideales y en sus propuestas para gobernar esta naci¨®n¡±, afirm¨® en un mitin realizado en agosto de aquel a?o, donde tambi¨¦n tild¨® al republicano ¡°como el mejor candidato¡±. El profesor de Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad Amherst en Massachussets Alexander Theodoridis explicaba en entrevista con este diario que el apoyo de un artista a un candidato no tendr¨ªa por qu¨¦ afectar a la decisi¨®n y a la forma de pensar de sus fan¨¢ticos (¡°es altamente improbable¡±, concretaba). ¡°Lo que s¨ª har¨¢ es mostrar su entusiasmo y expandirlo entre sus fans. Que hagan donaciones, que sean voluntarios¡±, a?ad¨ªa.

Una bandera ondea en San Juan

Pero el patr¨®n no siempre ha tenido esa tendencia. Otra de las grandes superestrellas contempor¨¢neas de la isla, Benito Antonio Mart¨ªnez Ocasio (Bad Bunny), ha mantenido un perfil alejado de la campa?a presidencial, pero con una cr¨ªtica a la corrupci¨®n y el malestar que se vive en Puerto Rico con la clase pol¨ªtica. En los ¨²ltimos d¨ªas, el Conejo Malo ha expresado la importancia de la participaci¨®n electoral como soluci¨®n para contrarrestar esa molestia. ¡°Yo no me estoy metiendo en pol¨ªtica, la pol¨ªtica se mete en mi vida porque afecta a mi pa¨ªs, porque afecta a Puerto Rico. Yo s¨¦ que la pol¨ªtica es una mierda, nadie cree en los pol¨ªticos del pa¨ªs. Tener un momento para sacar la tarjeta [electoral], ir a votar, puede ser como¡­ Diablo, es bien importante siendo joven decidir el futuro del pa¨ªs en el que vivimos¡±, expresaba la semana pasada en una conversaci¨®n junto al podc¨¢ster puertorrique?o El Tony.

Antes de eso, hace dos a?os, Mart¨ªnez Ocasio public¨® el video musical de una de sus canciones, El Apag¨®n. Lejos de limitarse a acompa?ar sus letras con im¨¢genes exuberantes ¡ªpropias del reguet¨®n¡ª, convirti¨® el videoclip en un breve documental realizado por la periodista Bianca Graulau, donde trataba graves problemas que afectan al territorio puertorrique?o, como la gentrificaci¨®n, la injusticia social o la privatizaci¨®n en la isla. El hurac¨¢n Mar¨ªa, que acab¨® con dos terceras partes de la red el¨¦ctrica y gener¨® da?os de cerca de 100.000 millones de d¨®lares en Puerto Rico en 2017, y dej¨® casi 3.000 muertos, fue gran inspiraci¨®n para aquel reportaje de El Apag¨®n. Esos cortes de electricidad que se dieron con el gran desastre natural, se han mantenido hasta la actualidad. Aquella gran tormenta sigue dejando una huella visual en algunos de los territorios.

No era la ¨²nica vez que mostraba ese malestar con la clase pol¨ªtica. En el verano de 2019, Mart¨ªnez Ocasio se uni¨®, junto a otros artistas de renombre como el actor Benicio del Toro o los m¨²sicos Ricky Martin y Residente, a las masivas protestas en San Juan que exig¨ªan la dimisi¨®n del entonces gobernador, Ricardo Rosell¨®, envuelto en una fuerte pol¨¦mica por participar en conversaciones hom¨®fobas y sexistas a trav¨¦s de Telegram. La imagen de las protestas no era un posicionamiento a nivel federal, como el de Anuel AA junto a Trump, pero s¨ª muestra el descontento art¨ªstico con una de las situaciones pol¨ªticas denostaron el nombre de la isla. Tambi¨¦n se convirti¨® en un momento hist¨®rico: fue la primera vez en que un gobernador electo de la isla dimit¨ªa de su cargo en su historia como territorio no incorporado de Estados Unidos.

Bad Bunny expresaba su tristeza en el p¨®dcast por haber escuchado desde peque?o, dec¨ªa, que el Gobierno de Puerto Rico era corrupto y lamentaba que siguiese escuchando esa queja con el paso de los a?os. ¡°Yo sue?o con un Puerto Rico donde todo el mundo pueda ser feliz, donde lo que la gente de afuera ve pueda ser por lo menos un poquito m¨¢s real para la gente de aqu¨ª¡±, resum¨ªa.