Un mes despu¨¦s, mientras los albergues mexicanos permanecen vac¨ªos en la frontera, las amenazas de Trump siguen sin cumplirse
Las escenas en Ciudad Ju¨¢rez, M¨¦xico, y en otras ciudades fronterizas ¡ªde Tijuana a Reynosa¡ª ponen de relieve los reveses, hasta ahora, de la promesa del presidente de lanzar la mayor operaci¨®n de deportaci¨®n de la historia de Estados Unidos

Esta historia fue publicada en colaboraci¨®n con Puente News Collaborative, una redacci¨®n biling¨¹e sin fines de lucro, conciliadora y financiadora dedicada a noticias e informaci¨®n de alta calidad y basadas en hechos e informaciones de la frontera M¨¦xico-Estados Unidos.
Los megaalbergues para deportados instalados por el Gobierno mexicano a lo largo de la frontera se encuentran en su mayor¨ªa vac¨ªos, un mes despu¨¦s de que el presidente Donald Trump amenazara llevar a cabo ¡°deportaciones masivas¡± desde el primer d¨ªa de su Administraci¨®n. Las escenas en Ciudad Ju¨¢rez y en otras ciudades fronterizas ¡ªdesde Tijuana en el oeste hasta Reynosa en el este¡ª ponen de relieve los reveses, hasta ahora, de la promesa del presidente de lanzar la mayor operaci¨®n de deportaci¨®n de la historia de Estados Unidos. El republicano hizo campa?a con la promesa de detener y expulsar a unos 11 millones de indocumentados.
Las autoridades mexicanas a lo largo de la frontera, incluida Ciudad Ju¨¢rez, parecen aliviadas de no haber visto todav¨ªa una oleada de deportados. ¡°Esperamos que no se produzca una gran repatriaci¨®n¡±, dijo la Secretaria de Bienestar Social, Ariadna Montiel Reyes, tras una visita a un extenso campamento de tiendas de campa?a vac¨ªas que podr¨ªa albergar a 2.500 deportados. La agencia federal se encarga de proporcionar servicios a los mexicanos devueltos a su pa¨ªs de origen en un proceso a menudo denominado repatriaci¨®n.
Hasta el momento, unos 2.000 migrantes mexicanos han pisado los albergues gestionados por el Gobierno, seg¨²n inform¨® recientemente la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, en su conferencia de prensa diaria. En total, m¨¢s de 13.455 migrantes han sido deportados a M¨¦xico, seg¨²n Sheinbaum. Entre ellos hay tambi¨¦n 2.970 migrantes de pa¨ªses distintos de M¨¦xico, incluidos Cuba y Venezuela, seg¨²n las autoridades mexicanas.

En el ¨²ltimo mes, las cifras de deportados enviados a M¨¦xico fueron superiores a las de las ¨²ltimas cuatro semanas bajo la anterior Administraci¨®n del presidente Joe Biden, dijo Ariel G. Ruiz Soto, analista principal de pol¨ªticas del Instituto de Pol¨ªticas Migratorias, una entidad no partidista.
Desde entonces, las deportaciones se han estabilizado, si no es que en realidad han ca¨ªdo, desde los primeros 10 d¨ªas de la Administraci¨®n Trump, seg¨²n Ruiz Soto, quien ha examinado datos tanto de Estados Unidos como de M¨¦xico. ¡°Eso tiene mucho que ver con los desaf¨ªos reales que el ICE [el Servicio de Inmigraci¨®n y Control de Aduanas de Estados Unidos] est¨¢ enfrentando con respecto a la capacidad limitada en el interior¡±, dijo, refiri¨¦ndose a la falta de espacio para retener a inmigrantes en el interior del pa¨ªs.
El ICE lleva tiempo diciendo al Congreso que no tiene fondos suficientes para detener a todos los inmigrantes indocumentados que Trump ha prometido arrestar. El zar de la frontera Tom Homan declar¨® a CNN el domingo pasado: ¡°No estoy contento con las cifras, porque tenemos muchos criminales que encontrar. As¨ª que de lo que estamos hablando ahora es de aumentar el n¨²mero de equipos, la focalizaci¨®n... Tenemos que hacer m¨¢s¡±. El ICE, el CBP y el Departamento de Defensa no respondieron a las preguntas de este medio.
Nogales
En Nogales, Sonora, al otro lado de la frontera con la ciudad de Arizona del mismo nombre, los refugios permanecen vac¨ªos o con pocos migrantes, dijo Alma Cota de Ya?ez, directora ejecutiva de la Fundaci¨®n Empresarial Sonorense (FESAC), una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro centrada en la asistencia a los inmigrantes y el desarrollo fronterizo. ¡°No estamos viendo ning¨²n caos en nuestra comunidad¡±, dijo Cota de Ya?ez en una reuni¨®n de organizaciones filantr¨®picas en Ciudad de M¨¦xico.
No obstante, las preocupaciones persisten, con la historia de Estados Unidos y M¨¦xico como gu¨ªa. Entre 1929 y 1939, cerca de un mill¨®n de mexicanos y sus hijos nacidos en Estados Unidos fueron deportados en la llamada Gran Repatriaci¨®n, seg¨²n los historiadores del libro Decade of Betrayal. Y en 1954, el Gobierno estadounidense deport¨® a varios cientos de miles de mexicanos y a sus hijos nacidos en Estados Unidos, en lo que entonces se conoci¨® con el nombre racista de Operaci¨®n Espalda Mojada. Ambas operaciones generaron miedo y ansiedad en las calles de las ciudades estadounidenses, especialmente en las que ten¨ªan una gran poblaci¨®n latina.
D¨¦cadas despu¨¦s, las heridas de la humillaci¨®n siguen abiertas, en carne viva, a ambos lados de la frontera. Por eso, M¨¦xico no se arriesga, ni en la emoci¨®n ni en la ejecuci¨®n pr¨¢ctica. M¨¦xico te abraza es el lema de la campa?a actual del Gobierno de Sheinbaum.
En el albergue de Ju¨¢rez, se ven colchones azules y grises dentro del campamento, desde donde se aprecian destellos de colores alegres procedentes de los ba?os port¨¢tiles en el exterior, pintados en colores naranjas, rosas y turquesas. Observando la escena hay una estatua enorme del Papa Francisco, defensor de los inmigrantes, que extiende una mano desde la que vuela una paloma. Esta estatua del jefe de la Iglesia Cat¨®lica fue colocada hace casi una d¨¦cada en El Punto, cerca del hist¨®rico parque Chamizal, en terrenos que terminaron una disputa entre Estados Unidos y M¨¦xico sobre la l¨ªnea fronteriza.
Tijuana
En el centro de Tijuana, Baja California, ha surgido otro albergue temporal con literas, duchas y cocina para estancias de migrantes de solo uno o dos d¨ªas. El refugio se llama Juventud 2000. Los residentes de estos centros tienen algo en com¨²n, independientemente de que se encuentren en el Estado de Baja California, Chihuahua o Tamaulipas: se han quedado sin opciones de obtener asilo en Estados Unidos o de entrar legalmente en el pa¨ªs con la aplicaci¨®n para tel¨¦fonos m¨®viles CBP One, que desapareci¨® minutos despu¨¦s de que Trump asumiera la presidencia el pasado 20 de enero.
Algunos migrantes mexicanos dijeron que permanecer¨ªan en Tijuana, confiando en una reversi¨®n de las pol¨ªticas de Trump. Es algo que est¨¢ profundizando la preocupaci¨®n por que las comunidades fronterizas se vean abrumadas en las pr¨®ximas semanas y meses. El Gobierno de Sheinbaum est¨¢ repartiendo tarjetas de d¨¦bito de 97 d¨®lares para animar a los migrantes a regresar a sus ciudades de origen en el interior del pa¨ªs.
Mat¨ªas Ezequiel, de 35 a?os, considera que su esperanza termin¨® ¡°cuando Trump tom¨® posesi¨®n¡±. ¡°Pero somos de Puebla y all¨¢ hay mucha violencia¡±, agreg¨®. ¡°Mis hijos fueron amenazados: definitivamente no vamos a regresar¡±. Algunos migrantes optar¨¢n por saltar el muro en Tijuana, o tomar una lancha r¨¢pida a trav¨¦s del agua, dijeron. Otros tomar¨¢n las rutas de monta?a a trav¨¦s de la cercana ciudad de Tecate hacia el este, o intentar¨¢n utilizar los visados de otras personas para cruzar a trav¨¦s de los puestos de control de veh¨ªculos en la frontera.
En Tijuana, los precios que cobran los coyotes por introducir clandestinamente a migrantes en Estados Unidos se han duplicado, seg¨²n algunos de ellos. El coste de estos cruces oscila entre los 6.000 y los 10.000 d¨®lares, el doble de lo que costaban antes. Pero los coyotes tambi¨¦n est¨¢n luchando por hacer negocio en otras ciudades, como Ju¨¢rez, donde los precios han bajado debido a la ca¨ªda de la demanda, seg¨²n trabajadores humanitarios de organizaciones sin ¨¢nimo de lucro para migrantes.
Reynosa
Del mismo modo, en Reynosa, Tamaulipas, los migrantes se han refugiado en albergues o duermen en la calle. Alrededor de 100 migrantes viven en un estado de limbo en Senda de Vida 2, uno de los albergues privados m¨¢s grandes de la ciudad, con espacio suficiente para unas 2.000 personas.
En la Casa del Migrante Nuestra Se?ora de Guadalupe, un albergue privado m¨¢s peque?o, se han refugiado ciudadanos mexicanos deportados tras las redadas del ICE de las dos ¨²ltimas semanas. En este recinto viven unos 160 migrantes, en su mayor¨ªa mexicanos preocupados por la seguridad en sus Estados de origen.
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¡°Las personas que est¨¢n all¨ª, ?qu¨¦ otra cosa van a hacer?¡±, se pregunt¨® Kevin McNamara, director ejecutivo de 13:2 Initiative, una organizaci¨®n con sede en Texas que distribuye donaciones a los refugios. ¡°Quiz¨¢ se aferren a alguna esperanza de que algo pueda funcionar, pero probablemente pasar¨¢n cuatro a?os antes de que haya alg¨²n camino significativo¡±, a?adi¨®.
Del R¨ªo
Ir¨®nicamente, la ¨²nica ola a gran escala de reci¨¦n llegados a la frontera parecen ser los cientos de tropas militares en ambos lados. Sheinbaum envi¨® el mes pasado otros 10.000 efectivos de la Guardia Nacional a los Estados fronterizos mexicanos. Algunos se han unido a otros miembros del ej¨¦rcito mexicano en la b¨²squeda de t¨²neles clandestinos utilizados para el contrabando y veh¨ªculos con destino a Estados Unidos que transportan fentanilo, una b¨²squeda desesperada alimentada por las amenazas de Trump de imponer aranceles del 25% a las importaciones mexicanas, lo que perjudicar¨ªa profundamente a los consumidores estadounidenses. En el lado estadounidense, la Administraci¨®n Trump ha desplegado 1.500 soldados adicionales, que se suman a los 2.500 que ya estaban en la frontera sur de Estados Unidos, para dar apoyo a la Patrulla Fronteriza estadounidense.
En Del R¨ªo (Texas, EE UU), la presencia de los militares estadounidenses en hoteles ya abarrotados de polic¨ªas estatales ha dejado perplejos a algunos locales, que viven en comunidades consideradas entre las m¨¢s seguras de Estados Unidos.
¡°Como miembro de la comunidad, no los veo con sus uniformes militares¡±, dijo Tiffany Burrow, que dirige la organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro Coalici¨®n Humanitaria Fronteriza Val Verde. ¡°Los veo fuera de servicio, caminando arriba y abajo por nuestra calle principal, yendo a Chick-fil-A o Whataburger¡±. A?adi¨® que el flujo de migrantes en busca de ayuda descendi¨® de unos 89 al d¨ªa a principios de enero a cero.
El Paso
En alg¨²n punto entre las poderosas fuerzas econ¨®micas y culturales que unen a dos pa¨ªses y dos ciudades fronterizas se encuentra la confusi¨®n. En los albergues y en otros lugares, las especulaciones en las redes sociales agitan a¨²n m¨¢s al p¨²blico. En El Paso, Texas, un condado de m¨¢s de 950.000 habitantes, m¨¢s del 80% de la poblaci¨®n es latina. Aqu¨ª, al parecer, todo el mundo es sospechoso de ser indocumentado.
Un reciente v¨ªdeo compartido en redes muestra a agentes con chalecos con los logotipos de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos preguntando por su ciudadan¨ªa a un grupo de j¨®venes angloparlantes en unas instalaciones de entrenamiento de caballos. Uno de los agentes armados incluso les exige que presenten pruebas de su ciudadan¨ªa. ¡°Soy ciudadano estadounidense, nacido en El Paso, Texas¡±, responde uno de los j¨®venes. Oficiales de la Patrulla Fronteriza no quisieron hacer comentarios sobre el v¨ªdeo al ser consultados por este medio, aludiendo a una investigaci¨®n. Pero el agente Orlando Marrero-Rubio asegur¨® que ¡°no est¨¢n pidiendo papeles de inmigraci¨®n a la gente al azar¡±. Las unidades de lucha contra el contrabando y de inteligencia llevan a cabo controles selectivos que implican a un sospechoso concreto y cuentan con una orden judicial, a?adi¨®.
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Sin embargo, el v¨ªdeo y los presentes cuando los agentes interrogan a los j¨®venes sugieren lo contrario. Dicen que los agentes nunca presentaron una orden judicial para entrar en la propiedad privada. En los establos de caballos, un trabajador llamado Ventura, que no quiso dar su apellido, resumi¨® c¨®mo se sent¨ªa ante la amenaza de las deportaciones. ¡°Estamos muy tristes¡±, dijo. ¡°Nos sentimos acorralados. No por los caballos, sino por la migra¡±.
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