¡®Si camina como pato¡¯¡
El Partido Dem¨®crata debe emprender un profundo proceso de reflexi¨®n sobre su desconexi¨®n con el electorado, especialmente con el que deber¨ªa haberlos acompa?ado, para que pueda mantener el sistema de pesos y contrapesos del sistema pol¨ªtico
Ha pasado ya casi un mes desde las elecciones que gan¨® Donald Trump en Estados Unidos, consolidando adem¨¢s las mayor¨ªas en el Senado y en la C¨¢mara. Con una ventaja del 4%, que es definitiva, pero no es estrepitosa. A su vez, a pesar de que su campa?a se gast¨® 1.500 millones de d¨®lares en 15 semanas, Kamala Harris fue la primera candidata dem¨®crata en perder el voto popular en dos d¨¦cadas y fue derrotada en todos los Estados bisagra o swing states.
Pasada la campa?a, vinieron los golpes de pecho dem¨®cratas, con rasgada de vestiduras, y buscando culpables. ¡°No deber¨ªa sorprender que el Partido Dem¨®crata, que ha abandonado a la clase trabajadora, descubra que la clase trabajadora lo ha abandonado a ¨¦l. Primero fue la clase trabajadora blanca y ahora son los trabajadores latinos y negros tambi¨¦n. Mientras los l¨ªderes dem¨®cratas defienden el status quo, la gente quiere cambio, y tiene raz¨®n¡±, dec¨ªa Bernie Sanders al d¨ªa siguiente. Alexandra Ocasio-Cortez, otra de las voces m¨¢s liberales (en el l¨¦xico pol¨ªtico estadounidense), le advert¨ªa a Harris antes de las elecciones, por X, que habr¨ªa una gran rebeli¨®n progresista si llegaba a sacar de su puesto a Lina Khan, a quien muchos consideran excesivamente progresista y enemiga del mundo empresarial. Khan dirige la poderosa Comisi¨®n Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en ingl¨¦s), que se encarga de hacer cumplir las leyes antimonopolio, proteger a los consumidores y regular las pr¨¢cticas comerciales.
La todopoderosa y f¨¦rrea l¨ªder dem¨®crata de California, Nancy Pelosi, quien a sus 84 a?os fue elegida por vig¨¦sima vez a la C¨¢mara de Representantes, culp¨®, al igual que otros, a Joe Biden por demorarse demasiado en renunciar a su candidatura, lo que evit¨® que hubiera una primaria del partido abierta en la que otros dem¨®cratas hubieran competido por la nominaci¨®n. Esto en el fondo parecer¨ªa sugerir que tampoco estaba contenta con Harris como candidata. Sin embargo, si una reciente encuesta publicada por Yougov tiene raz¨®n, la derrota del partido dem¨®crata hubiera sido m¨¢s amplia si el candidato o candidata hubiera sido Biden mismo, la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, o el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro. Se dice popularmente que ¡°el hilo se rompe por lo m¨¢s delgado¡± y en este caso, lo m¨¢s delgado del hilo para muchos l¨ªderes del partido result¨® siendo el presidente del pa¨ªs m¨¢s poderoso del mundo.
Lo cierto es que la derrota de los dem¨®cratas, aunque no fue estrepitosa porcentualmente, s¨ª fue muy clara. El partido republicano controlar¨¢, tras la toma de posesi¨®n, la Casa Blanca, la C¨¢mara de Representantes, el Senado y el Tribunal Supremo. Suena a que Trump ser¨¢ un presidente omnipotente, con mucho margen de maniobra para realizar las reformas que quiere, pero las mayor¨ªas no le dan para ser un dictador o para decir que Estados Unidos ha entrado en una era de autoritarismo y fascismo. Trump tendr¨¢ que negociar y ceder con frecuencia, como le acaba de suceder con la humillante ca¨ªda de su designado a fiscal general, Matt Gaetz, cuya entrada al gobierno no estaban dispuestos a apoyar muchos republicanos moderados.
Entre los latinos, la mayor¨ªa la siguen teniendo los dem¨®cratas, pero es cada vez m¨¢s precaria, especialmente entre los hombres j¨®venes. As¨ª lo muestran m¨²ltiples encuestas y an¨¢lisis, que adem¨¢s indican que una de las mayores preocupaciones es la situaci¨®n econ¨®mica. Similar situaci¨®n sucedi¨® con los votantes afroamericanos. A¨²n m¨¢s, entre las mujeres ¡ªespecialmente las mujeres blancas¡ª Trump mejor¨® su posici¨®n, a pesar de sus l¨ªos judiciales por abuso sexual y de su posici¨®n claramente antiaborto. Esto sin contar la escogencia como f¨®rmula a J.D. Vance, quien dijo en una entrevista en 2021 ¡ªdurante el gobierno Biden¡ª que Estados Unidos estaba gobernado por ¡°dem¨®cratas, oligarcas corporativos y un mont¨®n de mujeres con gato y sin hijos que son miserables en sus vidas y con las decisiones que han tomado y quieren que el resto del pa¨ªs sea miserable tambi¨¦n¡±. Es ampliamente conocido el alboroto que se arm¨® con tan desatinado comentario, en el que hasta Taylor Swift intervino.
De acuerdo con Pew Research Center (PRC) en una investigaci¨®n reciente (noviembre 17 a 24), el 59% de los estadounidenses conf¨ªan en que Trump manejar¨¢ bien la econom¨ªa, el 54% que lo har¨¢ bien en aplicaci¨®n de la ley y lucha contra la delincuencia, el 53% en cuanto a inmigraci¨®n y pol¨ªtica exterior. En el tema del aborto, al centro del debate pol¨ªtico nacional, solo el 45% cree que manejar¨¢ bien el tema. Tambi¨¦n es interesante ver como ¡ªen el ¡°term¨®metro emocional¡±¡ª los votantes hoy tienen una aproximaci¨®n m¨¢s ¡°c¨¢lida¡± hacia Trump. Este a?o el 43% declararon tenerla, comparado con el 34% en 2020 y el 36% en 2016.
Los resultados de Trump y el Partido Republicano son muy claros aunque, de nuevo, no son demoledores. Sin embargo, a nadie le debe caber duda del mensaje que los electores enviaron y que, en vez de se?alarse y acusarse entre s¨ª, deber¨ªan generar una reflexi¨®n en el Partido Dem¨®crata, para ver c¨®mo reconecta con la clase trabajadora, si quiere recuperar alguna de las c¨¢maras del Congreso en 2 a?os. Trump obtuvo una mejor votaci¨®n en 37 de los 50 Estados este a?o, aunque no haya ganado en cada uno de estos, si se compara esta elecci¨®n con la de 2020 cuando compiti¨® contra Biden. En la misma comparaci¨®n, Harris obtuvo menos votos que Biden en 2020 en 44 estados, una clara desmejora del partido.
En 2016, Trump fue elegido para sorpresa de muchos, hasta ¨¦l mismo, seg¨²n se rumoraba en ese entonces. En 2020 el mismo voto popular decidi¨® sacarlo de la Casa Blanca y darles paso a los dem¨®cratas. Tras cuatro a?os, la mayor¨ªa de la gente no quiso m¨¢s progresismo y puso al conservadurismo republicano a comandar la rama ejecutiva y la legislativa con Trump como l¨ªder indiscutido del partido. Con un voto m¨¢s a conciencia, porque ya lo conocen, ya saben qui¨¦n lo rodea y ya saben qu¨¦ es lo que pretende.
Ya es hora de que los dem¨®cratas paren de atacar e insultar a los republicanos, mir¨¢ndolos con aire de superioridad moral. El ahogado no se busca r¨ªo arriba. Lo que debe seguir es un muy profundo proceso de reflexi¨®n sobre su desconexi¨®n con el electorado, especialmente con el que deber¨ªa haberlos acompa?ado, que les permita mantener el sistema de pesos y contrapesos del sistema pol¨ªtico.
Porque finalmente, si camina como pato, tiene patas de pato, tiene plumas de pato y pone huevos de pato, es un pato. En otras palabras, si hasta los grupos que deber¨ªan estar votando por los dem¨®cratas votaron por los republicanos, el pato al que Estados Unidos quiere en este momento ¡ªpara bien o para mal¡ª es al pato Donald. Trump.
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