¡°He vuelto¡±, dice Donald Trump
El presidente electo ha viajado a la inauguraci¨®n de la catedral de Notre Dame y dado su primera entrevista con un medio como si ya fuera jefe de Estado
El candidato est¨¢ dando paso, semana a semana, al presidente. Es una metamorfosis relativamente sutil, pero perceptible, especialmente en el ¨¢mbito internacional. La marca Trump, como no pod¨ªa ser de otra manera, no se va a medida que se acerca la fecha de toma de posesi¨®n, pero se despliega de diferentes formas en este especial contexto postelectoral con sabor a hibernaci¨®n del poder.
El s¨¢bado, en Par¨ªs, por ejemplo, las c¨¢maras, casi todas enfocadas sobre Donald Trump a pesar de que la representante oficial de Estados Unidos fuera Jill Biden ¡ªsu esposo, el todav¨ªa presidente Joe, opt¨® por no cruzar el Atl¨¢ntico para la reinauguraci¨®n de la catedral de Notre Dame, a?os despu¨¦s de aquel incendi¨® que dej¨® unas im¨¢genes surreales¡ª, nos regalaron nuevos clips de sus ya famosos apretones de mano con Emmanuel Macron. Durante unos cuantos segundos, en la explanada frente a la otra-vez-majestuosa iglesia, y tambi¨¦n frente al Eliseo, Trump zarande¨® el brazo del presidente franc¨¦s y luego lo jal¨® a su pecho. En el mundo Trump, la demostraci¨®n de dominaci¨®n pura, el macho alfa reclamando su control. A su manera, con este gesto que se conoce de sobra es absolutamente medido y con un tel¨®n de fondo ic¨®nico, Donald Trump le ha dicho al mundo: ¡°He vuelto¡±.
Pero m¨¢s all¨¢ de la performatividad de sus apretones de mano, el presidente electo ya ha comenzado a actuar como si fuera jefe de Estado. Este mismo fin de semana, aprovechando que estaba en la capital de Francia, se reuni¨® con el presidente de Ucrania, Volod¨ªmir Zelenski, y Macron, para hablar sobre c¨®mo acabar la guerra con Rusia, una promesa central de su campa?a. Pero cuando se es presidente, aunque sea extraoficialmente, la realidad obliga a matizar de una manera que no sucede cuando se est¨¢ en busca de votos frente a los suyos y las declaraciones y juramentos tienen pocas consecuencias. El discurso se ha rebajado entre antes de la elecci¨®n y ahora. La OTAN, todav¨ªa blanco de fuertes cr¨ªticas, parece que s¨ª tiene futuro.
En el Medio Oriente tampoco ha esperado para ejercer su diplomacia extraoficial. Ha despachado a su enviado para Oriente Pr¨®ximo, Steve Witkoff, para conversaciones con Israel y Qatar sobre Gaza: ¡°Hemos recibido mucho aliento de la Administraci¨®n entrante para lograr un acuerdo antes incluso de que el presidente tome posesi¨®n¡±, declaraba el s¨¢bado el primer ministro catar¨ª, Mohamed Bin Abdelrahman al Thani. Tambi¨¦n se le atribuye cierta responsabilidad a su mediaci¨®n para sacar adelante el cese al fuego en el L¨ªbano de hace unas semanas.
Sobre Siria, que tras 13 a?os de guerra civil ca¨ªa en manos de los rebeldes mientras ocurr¨ªa la ceremonia en Notre Dame, los remanentes del Trump candidato y aislacionista, volvieron por un momento al descartar en las redes sociales que Estados Unidos vaya a participar directamente en ese escenario. ¡°Estados Unidos no deber¨ªa verse metido en esto. No es nuestra lucha. Dejemos que se resuelva solo, ?no nos impliquemos!¡±. Es muy poco probable que eso suceda: el ej¨¦rcito estadounidense tiene cientos de tropas estacionadas en el noreste de Siria, ya ha atacado posiciones del Estado Isl¨¢mico en territorio sirio, y muy seguramente se acabar¨¢ involucrando de alguna manera para influir en qui¨¦n terminar¨¢ con el poder en el estrat¨¦gico pa¨ªs mediterr¨¢neo.
Y mientras tanto, Biden, si bien no est¨¢ desaparecido, parece hablar al vac¨ªo. Mientras las declaraciones y nombramientos han hecho que los titulares los haya acaparado Trump, el hombre que ocupa el Despacho Oval en su ocaso pol¨ªtico y f¨ªsico solo ha logrado entrar en la agenda informativa cuando indult¨® a su hijo Hunter. Su visita a Angola, su primera y ¨²ltima a ?frica, y su asistencia en las cumbres de la APEC en Per¨² y del G-20 en Brasil, pasaron casi desapercibidas.
La entrevista de este domingo en el programa Meet the Press de NBC, la primera que ha dado desde que gan¨® las elecciones, es otro gran ejemplo del metaf¨®rico cambio de vestuario de Trump que ha sucedido en las ¨²ltimas semanas. Era, a todas luces, la conversaci¨®n con un presidente (electo); as¨ª, con ese detalle presente pero relegado a un segundo plano. El tono de un hombre que nos ten¨ªa acostumbrados a ataques virulentos y despiadados, y que nos atemoriza si lo mantiene y hace realidad sus amenazas, rebaj¨®, ligeramente, su mensaje, y lo ti?¨® de una sutil alteza presidencial.
Entre numerosas otras cosas, en la poco m¨¢s de hora de entrevista, mantuvo su promesa de deportar inmigrantes sin papeles, pero asegurando que inicialmente la centrar¨¢ en ¡°los delincuentes¡± y que luego con el resto ver¨¢ ¡°c¨®mo va¡±. Abri¨® la puerta a un pacto con los Dem¨®cratas para que los llamados dreamers (que llegaron como menores hijos de inmigrantes y han hecho su vida en el pa¨ªs) se queden en Estados Unidos. Tambi¨¦n asegur¨® que no impulsar¨¢ una persecuci¨®n judicial contra sus rivales pol¨ªticos; aunque tampoco descart¨® que suceda, as¨ª no sea por orden directa suya.
Igualmente, se mantuvo firme en otros temas. Reiter¨® que habr¨¢ indultos en su primer d¨ªa en el cargo para los condenados por el asalto al Capitolio, a quienes pinta como m¨¢rtires y presos pol¨ªticos. Tambi¨¦n asegur¨® que impondr¨¢ aranceles y repiti¨® que es su ¡°palabra favorita¡±, aunque ahora admite que no puede garantizar que eso no afecte al bolsillo de los estadounidenses, ni que puede garantizar nada, en realidad.
El periodo del ¡°pato cojo¡± ¡ªdurante el cual un mandatario espera en cuenta regresiva el d¨ªa en el que debe entregar el poder y, por lo tanto, simb¨®licamente, ese poder ya no es m¨¢s que papel mojado¡ª es bien conocido, pero si normalmente eso quiere decir unos cuantos meses de actividad pol¨ªtica congelada, este a?o significa que el republicano se ha adue?ado de la voz de mando prematuramente. Los presidentes no llevan corona, pero si lo hicieran, Trump se la ha puesto antes de su coronaci¨®n.
M¨¢s noticias postelectorales de Estados Unidos
Tras este peque?o resumen de c¨®mo Trump, el presidente electo, se va quitando esa coletilla para convertirse en presidente a secas, les dejo aqu¨ª varias noticias que hemos publicado en la ¨²ltima semana para que est¨¦n al d¨ªa con todo lo que pasa en el camino a la Casa Blanca:
- El trumpismo amenaza con imponer obst¨¢culos al env¨ªo de remesas al extranjero. Los simpatizantes del presidente electo piden a la nueva Administraci¨®n gravar las transferencias econ¨®micas a pa¨ªses en desarrollo.
- M¨¢s de 75 premios Nobel piden al Senado de Estados Unidos que no confirme a Robert Kennedy como secretario de Salud. La carta, a la que ha tenido acceso el diario ¡®The New York Times¡¯, subraya que la salud p¨²blica estar¨ªa en riesgo bajo su direcci¨®n.
- Biden estudia conceder indultos preventivos a posibles objetivos de la persecuci¨®n de Trump. Liz Cheney, Anthony Fauci y Mark Miller estar¨ªan entre los posibles beneficiarios de una pol¨¦mica medida que los blindar¨ªa frente a posibles represalias.
- La frontera que deja Biden: calma gracias a M¨¦xico y puertas cerradas a solicitantes de asilo. El n¨²mero de migrantes que entra a Estados Unidos ha bajado dr¨¢sticamente desde junio y el procesamiento de nuevas peticiones de asilo est¨¢ pr¨¢cticamente suspendido.
- Las milicias en la frontera, preparadas para apoyar en la operaci¨®n de deportaci¨®n masiva de Trump. Grupos de civiles armados que ya patrullan en busca de migrantes ilegales se han ofrecido para cooperar de manera oficial en la agenda migratoria del presidente electo.
- Trump se plantea cambiar a su candidato para el Pent¨¢gono por su exrival Ron DeSantis. El presentador de la cadena Fox Pete Hegseth acumula acusaciones de abusos sexuales y borracheras, mientras crece la oposici¨®n en el Senado a su nombramiento.
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