Jos¨¦ Fern¨¢ndez: ¡°M¨¦xico depende en un 80% del mercado de Estados Unidos y se les est¨¢ amenazando con una cat¨¢strofe econ¨®mica¡±
El exsubsecretario para el Crecimiento Econ¨®mico, Energ¨ªa y Medio Ambiente analiza en entrevista con EL PA?S el radical viraje de la Administraci¨®n Trump y los desaf¨ªos diplom¨¢ticos del tablero global
Se sienta con un caf¨¦, reci¨¦n llegado de Washington y con tiempo, el que no ha tenido estos cuatro a?os, para analizar el cambio pol¨ªtico en Estados Unidos y los nuevos desaf¨ªos a los que se enfrenta el enredado mundo de la diplomacia econ¨®mica. Jos¨¦ Fern¨¢ndez (Cuba, 70 a?os) sigue teniendo mucho de ese ni?o que con 11 a?os sali¨® de La Habana rumbo a Madrid. Recuerda con claridad el miedo y el v¨¦rtigo del emigrante. C¨®mo fue con su familia a un comedor social, al colegio Virgen de Atocha y ese momento (entre sonrisas y nostalgia) en el que un taxista no les quiso cobrar para no quitarles lo poco que ten¨ªan. De esa Espa?a de los a?os sesenta, a Estados Unidos, donde se licenci¨® en la Universidad de Dartmouth y se doctor¨® en Derecho en Columbia.
Fern¨¢ndez no era nuevo en pol¨ªtica: ocup¨® una Secretaria Auxiliar en Asuntos Econ¨®micos durante el mandato de Barack Obama y trabaj¨® en la campa?a de Hillary Clinton. Estos ¨²ltimos cuatro a?os ha sido subsecretario para el Crecimiento Econ¨®mico, Energ¨ªa y Medio Ambiente, dentro de la Secretar¨ªa de Estado de Antony Blinken, con el que ha recorrido todos los continentes, intentando hilar esa delgada y delicada l¨ªnea entre los intereses del mundo y los del pueblo americano. En su discurso de despedida, hace tres semanas, record¨® con orgullo, c¨®mo ser latino es parte de lo que siempre ha sido y ser¨¢. Ha necesitado alejarse de lo que ¨¦l llama este ¡°circo¡± y¨¦ndose a montar en bici, ni m¨¢s ni menos, que a Vietnam. Sin duda, no ha conseguido dejar atr¨¢s sus temores por el presente, que espera sea solo un par¨¦ntesis en el futuro.
Pregunta. ?Se ha olvidado el mundo de Cuba?
Respuesta. El ¨²nico ¨¦xito que ha tenido el r¨¦gimen es haberlo convertido en irrelevante. En su d¨ªa fue un pa¨ªs que hab¨ªa cometido errores, pero que tambi¨¦n ten¨ªa mucho que ofrecer a los ciudadanos: educaci¨®n y salud. Ahora ni eso. Han perfeccionado el arte de mendigar y convertido Cuba, desgraciadamente, en un pa¨ªs del que nadie habla. A Venezuela le est¨¢ pasando lo mismo que lo que ha ocurrido con los movimientos revolucionarios en Latinoam¨¦rica: todos acaban en dictaduras llenas de pobreza, corrupci¨®n, desigualdad y desesperaci¨®n. Puras cleptocracias.
P. ?Se echa de menos una mayor intervenci¨®n de Estados Unidos contra Nicol¨¢s Maduro?
R. No. Los tiempos de la diplomacia de plomo ya han pasado.
P. ?C¨®mo es sacarse de las venas Washington?
R. Mi vida profesional ha sido la abogac¨ªa aqu¨ª en Nueva York, pero es verdad que estoy muy orgulloso de lo que hemos podido hacer estos ¨²ltimos a?os. En 2020 ten¨ªamos disputas con todo el mundo. De una manera respetuosa entre colegas, entre vecinos y aliados, buscamos la manera de resolverlas y m¨¢s importante que eso, hemos conseguido grandes alianzas.
P. ?China era el enemigo y ahora va a dejar de serlo?
R. China siempre ha sido nuestro rival. No es lo mismo que enemigo. China no tiene aliados. Solo a Rusia y no es el vecino ideal. No estamos de acuerdo con muchas pol¨ªticas suyas. Lo que est¨¢ haciendo en Hong Kong o en T¨ªbet es algo repugnante. Pero, hay muchos asuntos que necesitan respuestas inminentes. Y si no colaboramos con China, no habr¨¢ ¨¦xito.
P. ?Por ejemplo?
R. Respecto a los minerales cr¨ªticos, sabemos que si queremos llegar a 2050 y reducir el calor global a menos de 1,5, vamos a necesitar 42 veces el litio que tenemos hoy y 22 veces el cobalto. Y estos minerales, hoy en d¨ªa, est¨¢n controlados por China. Casi el cien por cien del grafito que necesitamos para las bater¨ªas de coches el¨¦ctricos viene de China o se procesa en China. No podemos negar que somos vulnerables. Ning¨²n pa¨ªs puede resolver este asunto por su cuenta.
P. ?Son los aranceles una extorsi¨®n pol¨ªtica?
R. Donald Trump desgraciadamente lo est¨¢ haciendo, pero me cuesta dignificar este circo, y dar coherencia a sus medidas porque no la tiene. Este se?or est¨¢ convencido de que los aranceles a M¨¦xico, Canad¨¢ y Europa, por ejemplo, supondr¨¢n un rendimiento positivo para Estados Unidos. Ning¨²n economista lo avala, pero ¨¦l lo repetir¨¢ una y otra vez. Son medidas innecesarias, pase lo que pase y aunque esto se resuelva a corto plazo, est¨¢s creando un temor irreversible entre tus aliados de que no eres de fiar. En la Administraci¨®n de Joe Biden tambi¨¦n tuvimos problemas con M¨¦xico y con otros pa¨ªses, pero siempre, detr¨¢s de cada negociaci¨®n, nos ¨ªbamos de la mesa sabiendo, que como con un familiar, no puedes romper relaciones, ni amenazarle. Dependen en un 80% de nuestro mercado. Les est¨¢s amenazando literalmente con una cat¨¢strofe econ¨®mica.
P. ?C¨®mo se ver¨¢ afectada Europa?
R. A largo plazo todos van a tener que diversificar y buscar otros mercados. Eso est¨¢ claro. Y a corto plazo, la inflaci¨®n se va a apoderar de los mercados americanos y algo m¨¢s simple todav¨ªa: muchas cosas directamente no se pueden producir aqu¨ª. Pero todo esto, repito, es intentar dar coherencia a las pol¨ªticas de Trump, y eso es mucho pedir.
P. La consistencia de las democracias dura menos de cuatro a?os.
R. Es un peligro. Todo es demasiado fr¨¢gil. No solamente en la pol¨ªtica comercial, sino tambi¨¦n en los tribunales, que pueden cambiar leyes que llevan m¨¢s de 200 a?os en este pa¨ªs. Es un peligro. No tenemos un rumbo constante.
P. ?Algo habr¨¢n hecho mal ustedes, los dem¨®cratas, para haber perdido las elecciones?
R. La sociedad americana ha cambiado. Lo vimos ya en la Administraci¨®n de Obama y tambi¨¦n en la candidatura de Hillary Clinton en la que trabaj¨¦ directamente. Pero ojo, que tambi¨¦n lo hemos visto en Inglaterra y Alemania, por ejemplo. Llega un populismo f¨¢cil que promete soluciones r¨¢pidas a temas realmente dif¨ªciles. El problema de la droga, por ejemplo, en Estados Unidos va mucho m¨¢s all¨¢ del fentanilo. Ha existido desde hace d¨¦cadas y decir que cerrar las fronteras lo va a resolver es absolutamente falso.
P. ?Y d¨®nde est¨¢ la soluci¨®n?
R. No la tengo. Es parte de lo que quiero hacer estos pr¨®ximos a?os. Trabajar en pol¨ªtica econ¨®mica a ver c¨®mo podemos enfrentar estos problemas coyunturales. Trump, pase lo que pase, en cuatro a?os no estar¨¢. Y tendremos que buscar la manera de recomponer las piezas desde el punto de vista econ¨®mico.
P. O sea, que va a volver a la pol¨ªtica.
R. No creo que pueda volver a la abogac¨ªa y desvincularme de la vida pol¨ªtica. Creo que hay mucho por hacer. Lo que ha pasado con el voto latino, o con el voto ¨¢rabe, nos ha ense?ado que tenemos que tirarnos al ruedo, y si no lo hacemos, no podemos criticar al Trump de turno que venga. Tenemos que aprender esta lecci¨®n en el Partido Dem¨®crata.
P. Cree que van a conseguir un buen candidato para 2028.
R. S¨ª. Pas¨® con Bill Clinton y con Barack Obama. Pero tenemos que pensar c¨®mo hacer que la gente se sienta incorporada a la pol¨ªtica. De este mandato, muchos, desgraciadamente ver¨¢n las consecuencias de su voto.
P. Nunca ha habido tantos billonarios juntos en un Gabinete presidencial.
R. Tenemos que ver que estas personas cumplan la ley. Estamos viendo que los intereses comerciales de unos pocos van a dominar los intereses pol¨ªticos de la naci¨®n. Yo por ley, al aceptar mi cargo, me tuve que desvincular de ocho empresas, y ahora hay algunos que tendr¨¢n que demostrar que no tienen intereses en 800 compa?¨ªas. Lo veo muy dif¨ªcil. Pero tendr¨¢n que hacerlo. Yo ten¨ªa personas que miraban mi declaraci¨®n de impuestos todos los a?os. Al final, nadie quiere tener un cargo pol¨ªtico y que te manchen el nombre. Y nadie quiere dejarlo con deshonra.
P. ?Qu¨¦ es lo que ve y le quita el sue?o?
R. Muchas cosas. Me preocupa que se rompa mucho vidrio y que sea dif¨ªcil de recomponer. No puedes, por ejemplo, desmantelar USAID y volver a ?frica y explicarles que no les vamos a seguir ayudando. Mi temor es que, de aqu¨ª a cuatro a?os, cuando volvamos a Europa, y queramos recomponer lazos comerciales, no nos crean y nos digan que no somos un socio confiable. Y esto nos ha tomado mucho tiempo lograrlo. No hablo solo de esta pasada legislatura. Muchos a?os.
P. ?Habla usted de Ucrania?
R. Prometimos estar all¨ª hasta el final. Y los ucranianos lo creyeron y han pagado con sangre mantener su libertad. La pr¨®xima vez que se lo digamos a un pa¨ªs, ?nos va a creer? La confianza toma demasiado tiempo conseguirla, y se rompe muy r¨¢pido. Al pueblo americano le prometimos que ¨ªbamos a defender los derechos humanos protegiendo a otros pa¨ªses. No pele¨¢ndonos con ellos. Estamos en un punto muy importante y vamos a tener que convencer a nuestros aliados de que Estados Unidos es un pa¨ªs que quiere cooperar y no quiere ir por su cuenta.