Puntos fuertes y flaquezas de China ante la nueva guerra comercial de Trump
El estado de la econom¨ªa resta margen de maniobra a Pek¨ªn, pero recientes golpes de efecto tecnol¨®gico, como la inteligencia artificial Deepseek, le han hecho ganar capacidad negociadora
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China y Estados Unidos son en estos momentos como dos viejos rivales que se juntan tras cuatro a?os para retomar un duelo postergado: la segunda guerra comercial lanzada por Donald Trump es en realidad una continuaci¨®n de la que ¨¦l mismo inici¨® en 2018; solo se trata de una nueva batalla. Tras el primer golpe del republicano, que decret¨® el 1 de febrero un 10% de aranceles adicionales a todas las importaciones chinas, Pek¨ªn devolvi¨® el mandoble de forma inmediata.
La r¨¦plica fue acotada y teledirigida contra distintos sectores estadounidenses: fij¨® aranceles de entre el 10% y el 15% adicionales a 80 productos energ¨¦ticos y manufacturas de Estados Unidos (muy por debajo del zarpazo de la Casa Blanca); abri¨® una investigaci¨®n a Google (cuyo buscador est¨¢ prohibido en el pa¨ªs y, por tanto, tiene presencia reducida); fij¨® restricciones a la exportaci¨®n de minerales cr¨ªticos para las industrias tecnol¨®gica y armament¨ªstica, e incorpor¨® a las estadounidenses PVH (due?a de Tommy Hilfiger y Calvin Klein) e Illumina (dedicada a la biotecnolog¨ªa) al listado de empresas no fiables, lo que da v¨ªa libre para imponer medidas punitivas.
El ca?onazo limitado de Pek¨ªn ha sido interpretado ampliamente como cierta disposici¨®n negociadora. Y es, a la vez, un esbozo de las armas con las que podr¨ªa contar en caso de recrudecimiento. Algunos analistas, sobre todo los pr¨®ximos a Pek¨ªn, aseguran que el pa¨ªs llega mejor preparado para aguantar el pulso que en 2018; otros creen que su econom¨ªa, lastrada por la crisis inmobiliaria, y su excesiva dependencia de las exportaciones le restan margen de maniobra.
Son ¡°represalias simb¨®licas y selectivas¡±, resume Wang Huiyao, exasesor del Gobierno chino y hoy al frente del Center for China and Globalization, con sede en Pek¨ªn. Esto mostrar¨ªa, en su opini¨®n, apertura al di¨¢logo. Mientras los aranceles a Estados Unidos, que se activaron el pasado lunes, gravan productos por valor de cerca de 14.000 millones de d¨®lares (13.554 millones de euros), a la inversa recaen sobre importaciones estimadas en unos 525.000 millones de d¨®lares (507.000 millones de euros).
Los grav¨¢menes ¡°pretenden minimizar las consecuencias econ¨®micas, al tiempo que demuestran que China no dar¨¢ marcha atr¨¢s¡±, abundan los analistas de Trivium China en un reciente bolet¨ªn. ¡°Pero si Trump no negocia, Pek¨ªn probablemente atacar¨¢ m¨¢s importaciones estadounidenses¡±. De momento, no ha habido, oficialmente, llamada entre el magnate y su hom¨®logo chino, Xi Jinping, para discutir un posible acuerdo, como s¨ª logr¨® de forma provisional con Canad¨¢ y M¨¦xico.
Para el instituto estadounidense Brookings la respuesta limitada tiene una explicaci¨®n: tras siete a?os de guerra comercial, con imposiciones mutuas de aranceles y restricciones a las exportaciones, el Gobierno chino cuenta ¡°con menos palancas de las que tirar¡±, afirma en un art¨ªculo.
En 2018, ¡°ten¨ªa deficiencias en su comprensi¨®n¡± de lo que supon¨ªa una batalla comercial, afirma, en cambio, Dong Shaopeng, investigador principal del Instituto Chaoyang de Estudios Financieros de la Universidad de Renmin, en Pek¨ªn. Ahora, entiende mejor ¡°las pr¨¢cticas hegem¨®nicas de EE UU¡±, a?ade este observador con postulados pr¨®ximos al Gobierno chino.
Desde entonces, Pek¨ªn ha acentuado la autosuficiencia en numerosos sectores, especialmente el tecnol¨®gico, y diversificado sus exportaciones. Muchos de esos nuevos destinatarios de productos chinos son adem¨¢s naciones del Sur Global, con las que Pek¨ªn pretende intensificar lazos y ganar terreno en el teatro geopol¨ªtico. El flujo de bienes hacia los pa¨ªses de la Nueva Ruta de la Seda, el megaprograma de inversiones e infraestructuras chino, supera ya el 50% de las exportaciones, destaca Wang. Esta ser¨¢ posiblemente una l¨ªnea a seguir en los pr¨®ximos cuatro a?os.
La estrategia de Pek¨ªn consiste en prepararse para ¡°sacar ventaja de la disrupci¨®n¡± de Trump en la escena global, argumenta Yun Sun, director del China Program en el Stimson Center, en un reciente texto en Foreign Affairs. Las autoridades chinas, expone, asumen que sus pol¨ªticas desmantelar¨¢n por s¨ª mismas los cimientos de la hegemon¨ªa global estadounidense. ¡°La principal prioridad de China, por tanto, es simplemente capear el temporal¡±.
Entre otras cosas, deber¨¢ enfrentarse a su propia estabilidad econ¨®mica interna. China creci¨® en 2024 al 5%, por encima de otros pa¨ªses, pero con signos de enfriamiento, y lejos de la tasa de aumento del 6,9% del PIB de 2017. El consumo sigue ¨¢tono, la deuda local es abultada y la riqueza de los hogares sufre por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Pek¨ªn lleva meses lanzando medidas de est¨ªmulo, y se prev¨¦n m¨¢s propuestas en los pr¨®ximos meses.
¡°Los americanos saben que las cosas no van bien¡±, dice Alicia Garc¨ªa Herrero, economista jefa de Asia-Pac¨ªfico de Natixis. ¡°Pero los golpes de efecto tecnol¨®gicos (como la inteligencia artificial Deepseek) devuelven algo de palanca a China, porque EE UU no consigue contener su ascenso, o eso parece¡±. La irrupci¨®n de una inteligencia artificial (IA) china supuestamente m¨¢s barata y eficiente que la de la estadounidense OpenAI ha sido una forma de decirle a su rival que las sanciones no frenan su desarrollo.
En este contexto, las exportaciones son fundamentales para Pek¨ªn, que alienta la salida al exterior para estimular el crecimiento. En 2024, China tuvo un super¨¢vit comercial que roz¨® el bill¨®n de d¨®lares, el mayor de la historia, por lo que todo lo que suene a crescendo de barreras comerciales es una llamada de alerta. Pero esta maquinaria exportadora es un arma de doble filo, y ha provocado respuestas proteccionistas m¨¢s all¨¢ de Estados Unidos: la Uni¨®n Europea ya ha comenzado a alicatar un muro frente a productos chinos como el coche el¨¦ctrico.
China conf¨ªa en que las tornas pueden girar, sobre todo si los grav¨¢menes de Trump golpean a todo el planeta. Los aranceles del 25% anunciados esta semana contra el aluminio y el acero con independencia de su origen son un ejemplo. ¡°Si [Estados Unidos] impone aranceles a todos, fuerza a que todos tengan m¨¢s [comercio] con China¡±, expone Wang.
Pek¨ªn ya ha dado muestras de que busca un acercamiento con la UE; Bruselas ha exhibido apertura en profundizar la relaci¨®n. Las autoridades chinas sopesan adem¨¢s, seg¨²n The Wall Street Journal, recortes arancelarios para socios no estadounidenses, con la idea de impulsar la inversi¨®n extranjera y el comercio con Europa y otros pa¨ªses asi¨¢ticos. Medidas de este estilo beneficiar¨ªan a la econom¨ªa china, y podr¨ªan socavar las alianzas estadounidenses y proyectar una imagen de Pek¨ªn como l¨ªder global.
Garc¨ªa Herrero cree que la respuesta china ha de entenderse como un gesto ¡°para la audiencia interna¡±, pero con idea de seguir negociando. La investigaci¨®n a Google no es significativa, pone como ejemplo (Trivium ve posible que esta se dirija contra su sistema operativo Android, mayoritario en los m¨®viles chinos). Pero, adem¨¢s, es un aviso de que podr¨ªan abrir diligencias contra empresas con m¨¢s mercado en China, como Apple. ¡°Eso ser¨ªa mucho m¨¢s grave¡±, dice Garc¨ªa Herrero.
Las restricciones a los minerales cr¨ªticos y tierras raras, sector en el que China roza el 90% del procesamiento global, es un terreno en el que tiene margen para seguir cerrando el grifo. En octubre, aprob¨® nuevos mecanismos para restringir las exportaciones de productos de doble uso (civil y militar); poco despu¨¦s fren¨® las exportaciones a EE UU de materiales como el germanio, el galio, el antimonio y el grafito en respuesta a las sanciones tecnol¨®gicas de la Administraci¨®n de Joe Biden. Estos elementos son claves en la fabricaci¨®n de semiconductores y bater¨ªas.
Ahora, China ha a?adido derivados del wolframio, el telurio, el bismuto, el molibdeno y el indio a la lista sujeta a control: insumos vinculados a la industria militar y pesada; a la producci¨®n de semiconductores y acero; a la electr¨®nica de alta velocidad, la optoelectr¨®nica y la fotovoltaica. Trivium alertaba el a?o pasado de que Estados Unidos y China estaban el borde de una ¡°guerra comercial de minerales¡±. ¡°Con las ¨²ltimas acciones¡±, concluyen, ¡°hemos pasado el l¨ªmite¡±.
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