Los l¨ªmites a la inmigraci¨®n que propone Trump amenazan a la econom¨ªa de Estados Unidos

Cargados con grandes mochilas de las que cuelgan sus cascos de obra, dos hombres hablan bajo en espa?ol en uno de los vagones de la l¨ªnea A del metro de Nueva York. Van a Manhattan. Un tercero aprovecha el vaiv¨¦n para dormir o quiz¨¢ simplemente cerrar los ojos en el viaje desde Brooklyn. Cerca, dos mujeres con uniformes de auxiliar de un centro de salud comentan algo que ven en el tel¨¦fono; una con acento latino, la otra jamaiquino. Son las 5.30 a.m. de un d¨ªa laboral en la primavera neoyorquina y ese tren es una peque?a muestra de un pa¨ªs que cubre un elevado porcentaje de las ofertas de trabajo con personas llegadas de fuera de sus fronteras.

Las cifras de la Oficina de Estad¨ªsticas Laborales (BLS en sus siglas en ingl¨¦s) muestran que en abril los inmigrantes representaban el 19,2% de la fuerza laboral. Es un r¨¦cord y un aumento de dos puntos porcentuales con respecto a antes de la pandemia. Pero puede que sean m¨¢s. ¡°Hay proyecciones de la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO) y otros estudios que sugieren que el crecimiento de la fuerza laboral no nativa ha sido m¨¢s intensa de lo que captan los datos de la BLS¡±, dice Nancy Vanden Houten, economista jefe para Estados Unidos de Oxford Economics.

Esta economista acaba de publicar un estudio en el que valora el impacto econ¨®mico de las propuestas del candidato republicano a la Presidencia, Donald Trump, en caso de que se profundicen los l¨ªmites a la inmigraci¨®n legal e ilegal. Trump ha prometido una deportaci¨®n de 11 millones de personas. ¡°En ese escenario, la inmigraci¨®n neta anual ser¨ªa de unas 560.000 personas al a?o, aproximadamente la mitad de los 1,1 millones actuales¡±, explica.

El impacto en t¨¦rminos de empleo ser¨ªa muy notable para categor¨ªas laborales enteras, sobre todo en los Estados costeros ¡ªincluida Alaska¡ª y Texas. Si la inmigraci¨®n fuese fuertemente restringida ¡°se perder¨ªa labor en un amplio abanico de actividades, desde computaci¨®n y matem¨¢ticas hasta mantenimientos de edificios¡±, explica Vanden Houten. Al tabular las cifras que el BLS tiene hasta 2022, la experta dice que la representaci¨®n de estos trabajadores en muchos sectores es realmente sorprendente, en unos porcentajes que pueden ser todav¨ªa m¨¢s elevados que lo que captan las cifras.

Con la excepci¨®n de la asistencia personal ¡ªcuidados de mayores, enfermos o impedidos¡ª y el sector de agricultura, pesca y silvicultura, que no se han recuperado del todo desde la pandemia, la presencia de trabajadores no nativos en otras categor¨ªas laborales es hoy superior a la que hab¨ªa antes de la covid. En el caso de la computaci¨®n y las matem¨¢ticas, el 26,5% de los trabajadores no nacieron en el pa¨ªs, lo mismo que el 24,4% de quienes trabajaban en ciencias de la vida, f¨ªsicas y sociales ¡ªcomo bi¨®logos, sism¨®logos, pat¨®logos, geneticistas, economistas¡ª o el 23,9% de quienes ocupan empleos en el sector de apoyo a la salud.

En el sector de preparaci¨®n de comidas y servicios, el 23,2% de los trabajadores son extranjeros, mientras que tambi¨¦n lo son 4 de cada 10 empleados en el mantenimiento de edificios y propiedades. En las obras y las extracciones mineras, de cada 10 trabajadores, casi 3,5 de ellos son no nativos. En el caso de las dos categor¨ªas que hace dos a?os estaban por debajo de 2019, uno de cada cinco cuidadores personales son de fuera de Estados Unidos, como lo es el 36,6% de quienes trabajan en granjas, pesca y mantenimiento de bosques.

Aunque algo m¨¢s de la mitad de estos trabajadores, 15 de los 28 millones, se han naturalizado ciudadanos, seg¨²n el Informe de Comunidades Americanas del Censo, el resto son trabajadores con papeles y sin ellos. ¡°Las industrias que dependen de estos trabajadores podr¨ªan quedar m¨¢s afectadas por medidas en¨¦rgicas contra la inmigraci¨®n ilegal¡±, dice Vanden Houten. Mientras que otras sufrir¨¢n si se imponen nuevos l¨ªmites para visados. Algunos empleos se pueden contratar en el extranjero, pero otros no y estas limitaciones, de confirmarse, llegar¨¢n cuando ya haya un d¨¦ficit de trabajadores.

La profesora de econom¨ªa en la Universidad de North Florida Medeline Zavodny explicaba en un estudio el a?o pasado que los despidos en ciertas industrias de alta tecnolog¨ªa y las preocupaciones por el impacto de la inteligencia artificial ¡°no dejan ver que Estados Unidos contin¨²a necesitando m¨¢s trabajadores en todos los rangos de capacitaci¨®n. La inmigraci¨®n internacional es la ¨²nica fuente potencial de crecimiento de la poblaci¨®n en edad de trabajar en los pr¨®ximos a?os¡±. Sus c¨¢lculos apuntan a que sin una llegada continuada de inmigrantes, la poblaci¨®n en edad de trabajar se reducir¨¢ en las pr¨®ximas dos d¨¦cadas y para 2040 habr¨¢ seis millones menos trabajadores que en 2022.

Zavodny rechaza las cr¨ªticas de que los migrantes afecten negativamente al empleo de los nativos y apunta a la experiencia de estos ¨²ltimos a?os, en los que el empleo de este grupo tambi¨¦n se ha disparado. ¡°El porcentaje de nacidos en el pa¨ªs que est¨¢n empleados sobrepas¨® la tasa anterior a la pandemia y est¨¢ en su nivel m¨¢s alto en 20 a?os¡±, afirma. M¨¢s a¨²n, con la vista puesta en legislaciones como el CHIPS Act y el Inflation Reduction Act para relocalizar industrias de alta tecnolog¨ªa en el pa¨ªs, Zavodny se?ala que a mediano plazo los trabajadores estadounidenses no van a ser suficientes ¡°a medida que se implementan proyectos de infraestructura financiados por el gobierno federal y aumenta la producci¨®n nacional de semiconductores¡±.

Seg¨²n el estudio de Oxford Economics, la mitad de las 10 ocupaciones que se espera que vean un crecimiento m¨¢s fuerte del empleo en el futuro ¡°se nutren desproporcionadamente de trabajadores for¨¢neos¡±. Se trata de apoyo en el sector de salud, computaci¨®n y matem¨¢ticas, ciencias de la vida, f¨ªsica y sociales, servicios y cuidados personales y transporte.

¡°No quiero entrar en el terreno pol¨ªtico, pero restringir la inmigraci¨®n no tiene sentido cuando se necesitan trabajadores, una necesidad que ser¨¢ mayor a medida que la poblaci¨®n envejece¡±, dice Vanden Houten. Esta economista admite que el sistema inmigratorio necesita arreglos, pero que la cuesti¨®n ¡°se ha convertido en algo muy politizado y perdemos de vista los beneficios que han se?alado la CBO y la Reserva Federal¡± como el potencial de crecimiento econ¨®mico y la rebaja de la inflaci¨®n. Zavodny va m¨¢s lejos y mantiene que una ca¨ªda de la poblaci¨®n llevar¨¢ a la econom¨ªa al estancamiento a largo plazo ¡°e incluso la contracci¨®n¡±. En este crucial a?o electoral en Estados Unidos, los discursos hegem¨®nicos alrededor de dos temas centrales, la econom¨ªa y la inmigraci¨®n, van camino de estrellarse.

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