?Qu¨¦ pasa con la ola de despidos en el sector tecnol¨®gico?

Tras a?os oyendo hablar de la transformaci¨®n digital, de la cuarta revoluci¨®n industrial y de la falta de perfiles tecnol¨®gicos, no es de extra?ar que la marea de despidos que desde el a?o pasado afecta al sector haya pillado por sorpresa a muchos. Los n¨²meros no son, en principio, ninguna nimiedad: si en 2022 las grandes tecnol¨®gicas prescindieron de m¨¢s de 164.000 trabajadores, en 2023 han superado ya los 234.000, de acuerdo con el portal Layoffs.fyi. Solo en Meta, 21.000; en X, antes Twitter, 3.700 (la mitad de su plantilla)¡­ Un fen¨®meno que, debido a la globalizaci¨®n y a su integraci¨®n en nuestros mercados, tambi¨¦n se deja sentir tanto en Espa?a como en otros pa¨ªses. Ahora bien, ?estamos asistiendo al estallido de una nueva burbuja de expectativas infladas?

En apariencia, nada m¨¢s lejos de la realidad: ¡°[Esos despidos] suponen una parte peque?a del mercado, aunque es cierto que hacen mucho ruido. Pero el desarrollo del sector sigue siendo estable, aunque no tan abrupto como en a?os anteriores. En Espa?a, por ejemplo, estamos viendo un crecimiento del 5 % respecto al a?o pasado¡±, explica ??igo Fern¨¢ndez, director ejecutivo s¨¦nior de Technology by PageGroup. El Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), por su parte, apunta en la misma direcci¨®n: seg¨²n sus datos, el n¨²mero de profesionales ocupados del sector TIC creci¨® un 3 % en Espa?a (hasta las 564.137 personas), y el volumen de negocios en 2021 fue de 110.223,3 millones de euros. Y, aun as¨ª, m¨¢s del 60 % de las compa?¨ªas afirm¨® haber tenido problemas para encontrar especialistas con los que cubrir esa demanda.

?C¨®mo explicar esta contradicci¨®n aparente?

Tras la pandemia, vinieron la calma... y los ajustes

El origen (y la explicaci¨®n) de la ola de despidos se ubica en el incremento generalizado de las plantillas que muchas de esas compa?¨ªas llevaron a cabo durante la pandemia. Una vez pasada la emergencia, y con las aguas volviendo a su cauce, vino un reajuste inevitable. ¡°Durante la segunda mitad de 2020 y gran parte de 2021, las restricciones sociales aplicadas para combatir el virus llevaron a un extraordinario aumento del teletrabajo y de las gestiones online, generando (por ejemplo, en el sector del retail) una repentina expansi¨®n del crecimiento de ventas y transacciones digitales a cifras nunca alcanzadas¡±, afirma Juan Riva, CEO y fundador de Immune Technology Institute.

En esas circunstancias, las empresas se vieron obligadas a readaptar sus plantillas. Con el progresivo retorno a la normalidad, la demanda se moder¨®, ¡°y ello ha provocado que ahora se est¨¦ produciendo un ajuste en esas mismas plantillas. Sin embargo, el crecimiento del modelo online, lejos de frenarse, est¨¢ superando las expectativas previas a la crisis sanitaria¡±, a?ade Riva.

Uno de los casos m¨¢s paradigm¨¢ticos de este proceso lo experiment¨® Zoom. Esta empresa, que triplic¨® su tama?o durante los dos a?os m¨¢s duros de la pandemia para responder a aquellas necesidades sobrevenidas, anunci¨® en febrero que desped¨ªa al 15 % de su plantilla (1.300 personas); un hecho ¡°provocado por una falta de planificaci¨®n que garantizara un crecimiento sostenible. Por lo tanto, al caer la demanda, tanto m¨²sculo se hizo innecesario¡±, esgrime Jos¨¦ Luis V¨¢zquez-Poletti, profesor titular de la Facultad de Inform¨¢tica de la Universidad Complutense de Madrid.

El de Meta, apunta, fue otro caso parecido, ¡°ya que apost¨® por dar el salto de la humanidad al metaverso y luego tuvo que reducir su plantilla en varias ocasiones¡±. Y eso, a pesar de haber anunciado el pasado mes de febrero unos beneficios netos de 23.200 millones de d¨®lares en 2022, lo que aun as¨ª supuso una fuerte ca¨ªda, del 41 %, con respecto al resultado registrado un a?o antes. En cualquier caso, cabe recordar que ¡°las grandes tecnol¨®gicas no solo tienen perfiles tecnol¨®gicos. En Espa?a, por ejemplo, algunas de ellas solo tienen especialistas en ventas o marketing, y esos son los puestos que se vieron afectados¡±, apunta Fern¨¢ndez.

Tambi¨¦n pesaron lo suyo otros factores ¡°como la crisis provocada por la escasez de semiconductores, que provocaron que ciertas plataformas tecnol¨®gicas no pudieran llegar a sus consumidores. Eso ocasion¨® grandes p¨¦rdidas para las empresas que desarrollaban soluciones para dichas plataformas, y que contaban con un despliegue mucho m¨¢s r¨¢pido para recuperar su inversi¨®n¡±, se?ala V¨¢zquez-Poletti. ¡°Cap¨ªtulo aparte es de las aventuras de ciertas empresas en el mundo de las criptodivisas y, m¨¢s concretamente, de los NFTs. A d¨ªa de hoy no conozco ning¨²n caso de ¨¦xito, pero s¨ª de p¨¦rdidas por los esfuerzos dedicados¡±.

Para el acad¨¦mico, en cambio, el efecto burbuja s¨ª que ha llegado a producirse, movido por la actitud de las empresas: ¡°Se trata de un comportamiento parecido al pinchazo de las puntocom, cuando se pensaba que el chicle podr¨ªa estirarse indefinidamente¡±. Eso s¨ª, aunque la situaci¨®n cambia seg¨²n la compa?¨ªa que se mire, muchos de los puestos que se han eliminado corresponden a perfiles no tecnol¨®gicos, como ventas o marketing.

Un impacto m¨¢s all¨¢ del sector tecnol¨®gico

No solo han sido las empresas tecnol¨®gicas las que han experimentado cambios significativos en sus planes. Tambi¨¦n otros sectores, como la banca y las telecomunicaciones, se han visto afectados: en el sector bancario, la transformaci¨®n digital y la creciente competencia de las fintech han llevado a una reevaluaci¨®n de las estrategias y a una mayor inversi¨®n de tecnolog¨ªa para adaptarse a las demandas de los clientes¡±, sostiene Riva. Mientras, a?ade, el ¨¢mbito de las telecomunicaciones se ha visto fuertemente mediatizado por la expansi¨®n del 5G, la demanda de servicios de conectividad y una gran competitividad, que han impulsado la necesidad de reclutar y retener talento tecnol¨®gico.

Adaptarse a un entorno tan cambiante como el actual exige, a juicio de los expertos, apostar por una estrategia de formaci¨®n continua y desarrollo de habilidades: ¡°Debemos estar actualizados; no nos queda otra. La velocidad de los cambios es tal que, hace un a?o por estas fechas, la evoluci¨®n del metaverso era protagonista en todos los medios. Pero con la aparici¨®n, a finales de noviembre de 2022, de ChatGPT, casi nadie se acuerda ya de ello¡±, afirma Riva. Una formaci¨®n que, en este sector, puede obtenerse de forma intensiva en alguno de los numerosos bootcamps que ofrecen las escuelas digitales. Y todo ello sin olvidar la importancia del networking a la hora de mantenerse actualizado e informado de posibles oportunidades profesionales.

Perfiles profesionales con m¨¢s futuro

Si atendemos a los datos de egresados de la Facultad de Inform¨¢tica de la Complutense, la tasa de paro del sector ser¨ªa pr¨¢cticamente cero. ¡°Adem¨¢s, en nuestra bolsa de trabajo hace ya bastantes a?os que hay m¨¢s oferta que demanda¡±, se?ala V¨¢zquez-Poletti. Grados como la Ingenier¨ªa en Inform¨¢tica, Ingenier¨ªa de Computadores o Ingenier¨ªa de Software, por ejemplo, ofrecen una base s¨®lida que luego puede completarse con m¨¢steres espec¨ªficos como el de Internet de las Cosas o el propio de Ingenier¨ªa Inform¨¢tica, adem¨¢s de bootcamps como los que ofrece Immune (dise?o UX/UI o DevOps & Cloud Computing) y otros ciclos formativos.

¡°Espa?a cuenta con, aproximadamente, 120.000 vacantes tecnol¨®gicas sin cubrir, sobre todo para ingenieros en desarrollo de software, expertos en ciberseguridad, datos, aprendizaje autom¨¢tico e inteligencia artificial, adem¨¢s de los perfiles que aportan la escalabilidad de la nube¡±, puntualiza Riva, a los que Fern¨¢ndez a?ade, adem¨¢s de estos, ¡°especialistas en datos, ERP y CRM, que experimentar¨¢n un gran crecimiento en los pr¨®ximos a?os¡±. Seg¨²n el ?ndice de Econom¨ªa y Sociedad Digital (DESI), en los ¨²ltimos a?os se han contratado en Europa nueve millones de profesionales TIC y se espera que alcancen los 20 millones para 2030.

El acad¨¦mico de la Complutense no quiere terminar sin hacer hincapi¨¦ en el relevo generacional que se traduce en un cambio de prioridades: ¡°La estabilidad baja posiciones en la escala de valores de nuestros estudiantes, en pos de una mayor retribuci¨®n o de un proyecto m¨¢s atractivo a corto plazo. Esto resulta en profesionales a los que no les duelen prendas el saltar de una empresa a otra cuando las condiciones actuales no son de su agrado, incluso con pocos meses de diferencia¡±. Una tendencia que, no obstante, puede tener dos lecturas muy diferenciadas: ¡°La del egresado que reacciona a las condiciones laborales y busca nuevas oportunidades, o la del profesional con poco compromiso que tienda a abandonar el barco a las primeras de cambio¡±, se?ala.

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