No roban empleos ni lastran la econom¨ªa: as¨ª contribuyen los migrantes al desarrollo de Europa
Barreras legales y falsos mitos impiden que los pa¨ªses de acogida aprovechen el potencial de la inmigraci¨®n, alerta el proyecto Casa com¨²n de C¨¢ritas
No hay estudios que avalen que los inmigrantes roban puestos de trabajo a los lugare?os en las sociedades de acogida, ni que los pa¨ªses europeos est¨¢n sufriendo una invasi¨®n. A¨²n as¨ª, algunas personas siguen convencidas de lo contrario. Los aportes de los migrantes en el Norte global son m¨²ltiples, seg¨²n el proyecto Casa com¨²n, coordinado por C¨¢ritas para investigar la relaci¨®n entre migraciones y desarrollo en 11 pa¨ªses europeos. Pero a¨²n existen muchas barreras y falsos mitos que impiden aprovechar de pleno su potencial en los pa¨ªses de destino, alerta la organizaci¨®n.
La serie de estudios muestra que los migrantes desempe?an un papel central en las actividades econ¨®micas tanto de los pa¨ªses de origen como los de acogida, adem¨¢s de enriquecer los ¨¢mbitos pol¨ªticos, sociales y culturales de la sociedad. En Austria, por ejemplo, su contribuci¨®n a la seguridad social supera con creces lo que reciben en ayudas, mientras que su presencia en el mercado de trabajo alem¨¢n compensa el envejecimiento de la poblaci¨®n.
¡°Aunque tengan un impacto positivo, algunas personas seguir¨¢n pensando que no es as¨ª¡±, explica Jean-Michel Lafleur, docente de la Universidad de Lieja y coautor del informe Casa com¨²n sobre B¨¦lgica, durante las Jornadas Europeas de Desarrollo, celebradas en Bruselas el 18 y 19 de junio. El 44% de los belgas que contestaron a la ¨²ltima Encuesta social europea, por ejemplo, sostiene que la migraci¨®n afecta de manera negativa la econom¨ªa. Pero la realidad es otra.
El informe desmiente el falso mito seg¨²n el cual los inmigrantes roban puestos de trabajo a los nativos. ¡°Esta convicci¨®n se basa en la idea de que el n¨²mero total de empleos en una econom¨ªa sea limitado y que la llegada de migrantes obligue los trabajadores a competir¡±, explica. ¡°En primer lugar, este pensamiento no toma en cuenta el efecto de la inmigraci¨®n en la demanda de trabajadores, ni que, como consumidores, los migrantes crean demanda de bienes y servicios en el pa¨ªs de destino y, por lo tanto, tambi¨¦n de mano de obra, lo que conduce a la creaci¨®n de empleos. Adem¨¢s, no reconoce que los migrantes y los trabajadores nativos no son perfectamente sustituibles, ya que generalmente tienen habilidades diferentes; ni que muchos de ellos son empresarios y crean sus propios empleos¡±.
El 44% de los belgas cree que la inmigraci¨®n tiene un impacto negativo en la econom¨ªa del pa¨ªs
Otro de los grandes beneficios de la migraci¨®n, seg¨²n el estudio, consiste en la circulaci¨®n de informaci¨®n sobre los sistemas de mercado de los pa¨ªses de origen y de residencia, algo que favorece el comercio bilateral.
Uno de los falsos mitos m¨¢s recurrentes sobre migraci¨®n tiene que ver con el impacto fiscal. En B¨¦lgica, en 2013, los migrantes contribuyeron a alrededor del 0,8% del producto interior bruto, pero cerca de la mitad (48%) de la poblaci¨®n encuestada en el sondeo europeo cree que los migrantes afectan de manera negativa las finanzas p¨²blicas.
Esta percepci¨®n err¨®nea, argumenta el estudio, se basa en que los migrantes son m¨¢s golpeados por el desempleo y presentan una tasa de nacimientos mayor que los belgas. ¡°Esto lleva a algunos a creer que los migrantes son los mayores beneficiarios de la asistencia social, las prestaciones por desempleo y las familiares. Y es cierto. Sin embargo, est¨¢n subrepresentados en las dos categor¨ªas m¨¢s importantes de gasto gubernamental: las pensiones p¨²blicas y los beneficios por discapacidad¡±. Los autores lo vinculan con el hecho de que los inmigrantes en B¨¦lgica son mucho m¨¢s j¨®venes que los nacionales.
Los movimientos de poblaci¨®n benefician tambi¨¦n a los pa¨ªses de origen. En 2017, las remesas globales hacia las regiones menos adelantadas ascendieron a 466.000 millones de d¨®lares, una cifra que triplica la Ayuda Oficial al Desarrollo. ¡°A menudo se habla de fuga de cerebros, pero es un estereotipo que hay que mitigar¡±, matiza el profesor Lafleur. ¡°Es cierto que las personas que se desplazan suelen ser las m¨¢s calificadas, pero esto se traduce tambi¨¦n en mayores remesas hacia el pa¨ªs de origen. Adem¨¢s, en el extranjero adquieren ulteriores competencias con las que contribuir al desarrollo de su pa¨ªs si deciden regresar¡±.
Para que las sociedades de acogida se beneficien del potencial de la inmigraci¨®n, concluye el informe, hay que derribar obst¨¢culos como la falta de caminos legales y seguros para alcanzar los pa¨ªses europeos y asegurar el acceso de los migrantes a una vivienda digna y el respeto de todos los derechos sociales, as¨ª como acabar con la discriminaci¨®n.
El 10% de los belgas cree que los migrantes representan m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n del pa¨ªs, cuando en realidad en 2017 rondaban el 16%. El lenguaje escogido por los medios para abordar este fen¨®meno es una de las m¨²ltiples causas que contribuyen a originar una percepci¨®n distorsionada de la realidad, se?alan los autores. Los sondeos europeos muestran que un porcentaje elevado de poblaci¨®n (65%) cree que los migrantes incrementan el crimen en el pa¨ªs, roban trabajo a los que all¨ª nacieron (38%), tienen un impacto negativo en la econom¨ªa (44%) y son una amenaza para la cultura belga (25%).
¡°La integraci¨®n es un proceso dual que requiere esfuerzos tanto por parte del migrante como de la sociedad de acogida. Sin embargo, hay una minor¨ªa de la opini¨®n p¨²blica a la que no podemos llegar", sostiene Lafleur. Se trata de personas que se dejan guiar por los prejuicios y no van a cambiar de idea incluso si leen datos que demuestran una realidad distinta. ¡°Incluso con datos a la mano, si han tenido una experiencia negativa, van a generalizar. Lo que parece funcionar en estos casos es generar otra experiencia positiva. Si establecieran un contacto m¨¢s directo con los migrantes y escucharan sus historias, muchas de estas ideas desaparecer¨ªan¡±. La escuela, seg¨²n el profesor, representa un ¨®ptimo terreno para fomentar estos encuentros.
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