Demora o p¨¦rdida de documentos migratorios: otro de los problemas de los m¨¢s de 64 mil solicitantes de asilo en albergues de Nueva York
Al no tener direcciones fijas, muchos migrantes que esperan cartas oficiales sobre su situaci¨®n legal, Seguro Social y otros tr¨¢mites, nunca las reciben, complicando la suerte de sus vidas en Estados Unidos
Los m¨¢s de 64 mil migrantes que a¨²n permanecen en el sistema de refugios de Nueva York enfrentan un problema que a la vista parece simple, pero que podr¨ªa marcar la suerte de sus vidas en Estados Unidos: la demora o p¨¦rdida de la correspondencia que no consiste en ofertas para tarjetas de cr¨¦dito bancario, ni postales vintage de felicitaciones, ni paquetes de Amazon, sino las cartas que env¨ªan las autoridades de migraci¨®n y que podr¨ªan contener informaci¨®n relacionada con sus n¨²meros de Seguro Social, permisos de trabajo, citas para huellas y otros tr¨¢mites vinculados con su estatus en el pa¨ªs.
La prensa local, los activistas, las organizaciones de ayuda a emigrantes y muchos de los perjudicados han denunciado la situaci¨®n que enfrentan algunos de los que se encuentran en los m¨¢s de 200 refugios que conforman los hoteles, albergues, iglesias y campamentos en la ciudad. Al parecer, el extrav¨ªo del correo postal se ha visto agravado desde que las autoridades neoyorquinas implementaran la pol¨ªtica que establece que los solicitantes de refugio solo pueden permanecer entre 30 y 60 d¨ªas en un albergue, lo cual hace que muchos tengan que trasladarse a otros centros de acogida y cambiar constantemente las direcciones en las que esperan una respuesta a su condici¨®n legal.
El panorama es evidentemente ca¨®tico tanto para los migrantes como para las autoridades: los primeros corren el riesgo de perder sus documentos, y a los segundos les ha costado lidiar con la correspondencia de los m¨¢s de 210,000 migrantes que entraron a su sistema desde que se agudizara la crisis migratoria en la frontera y Nueva York se convirtiera en el sitio que muchos migrantes eligieron o al que llegaban expulsados en buses o aviones desde estados republicanos como Texas.
En un comunicado, la Alcald¨ªa asegur¨® que la ciudad conservaba ¡°la correspondencia de alta calidad¡± en sus refugios o la sede de la Cruz Roja en Nueva York, donde la ciudad administra su centro de ayuda para migrantes. ¡°Un inmigrante puede recuperar el correo incluso si es trasladado. Le alertamos que tienen correo pendiente cuando se les transfiere a otro refugio¡±, aseguraron.
No obstante, el problema persiste y muchos aseguran que la realidad es que en ocasiones el correo desaparece, algo que podr¨ªa significar hasta la deportaci¨®n para quienes, por no enterarse, pierdan un aviso de audiencia ante los tribunales. El correo postal es uno de los servicios gratuitos que la ciudad de Nueva York ha puesto a disposici¨®n de los migrantes, como el hospedaje, la alimentaci¨®n, el asesoramiento con las escuelas para menores de edad o la asistencia legal.
Un informe de mayo del contralor de la ciudad sobre la implementaci¨®n de la ¡°regla de los 60 d¨ªas¡± para las familias solicitantes de asilo asegura que no existen pol¨ªticas escritas para la transferencia de pertenencias y correo. Seg¨²n indicaron, a los hu¨¦spedes ¡°se les informa que su correo estar¨¢ disponible en ese sitio para recogerlo despu¨¦s del alta¡±, y ¡°se les informa sobre c¨®mo cambiar su direcci¨®n y se les proporcionan los formularios¡±.
No obstante, el informe asegura que la ciudad no tiene pol¨ªticas ni procedimientos ni materiales de capacitaci¨®n sobre la retenci¨®n de correo o el cambio de direcci¨®n. ¡°Es posible que el personal y los proveedores de refugios no sepan que deben guardar las pertenencias e informar a los hu¨¦spedes que este servicio est¨¢ disponible. Esto puede resultar en la p¨¦rdida de posesiones personales para familias con recursos limitados¡±, dice el informe.
?C¨®mo lograr as¨ª la autosuficiencia a la que apelan las autoridades?
El caos que provoca la p¨¦rdida o desaparici¨®n de la correspondencia contradice los esfuerzos que, de acuerdo con las autoridades de Nueva York, hacen para que los migrantes pueden ser autosuficientes y as¨ª liberar responsabilidades en medio de una crisis que les ha costado millones de d¨®lares del financiamiento p¨²blico, y que ha sido apuntada con el dedo de quienes consideran que la situaci¨®n se las ha ido de las manos.
Todo parece ser consecuencia de fallos encadenados: aparentemente el esfuerzo de las autoridades est¨¢ puesto en que los migrantes puedan valerse por s¨ª solos, pero al no llegarles los documentos se les imposibilita la b¨²squeda de empleo. A su vez, el tiempo de permanencia en los albergues (60 d¨ªas para las familias con ni?os y entre 30 o 60 d¨ªas para personas solteras en dependencia de su edad o condici¨®n) hace que a muchos se les imposibilite recomenzar una nueva vida en solo uno o dos meses, un plazo en el que les cuesta insertarse en una sociedad completamente desconocida, con otro idioma y reglas. Algunos pueden volver a solicitar su entrada a los albergues, pero las autoridades aprobar¨¢n o no su regreso.
Aunque La administraci¨®n del alcalde dem¨®crata Eric Adams cree que dicha pol¨ªtica ayudar¨¢ a reducir la cantidad de personas en albergues y hacer que algunos no pasen all¨ª largos periodos de hasta un a?o, la medida ha sido repudiada por varias organizaciones que han abogado porque se apruebe una ley para detener los desalojos de los refugios. Hace unas semanas la Coalici¨®n Inmigrante de Nueva York dijo en una rueda de prensa que unas 50,000 familias, la mayor¨ªa provenientes de Latinoam¨¦rica en los ¨²ltimos dos a?os, estaban en riesgo de desalojo de los albergues temporales.
Las cr¨ªticas a la medida no solo se?alan el desorden en el recibimiento de la correspondencia, sino en c¨®mo afecta a miles de ni?os que tienen que interrumpir su asistencia a la escuela cuando deben salir del albergue en el plazo requerido.
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