Henrik Carlsen, mucho m¨¢s que el padre de un genio pentacampe¨®n de ajedrez

Henrik Carlsen, de 59 a?os, no da la imagen de un padre absorbente o dominador; m¨¢s bien, la contraria. Pero los hechos permiten deducir que su hijo Magnus no ser¨ªa hoy pentacampe¨®n del mundo y n¨²mero uno desde 2010 sin sus decisiones en momentos clave. No tanto en el ¨¢mbito t¨¦cnico -aunque ¨¦l tambi¨¦n es ajedrecista- sino en la muy exigente tarea de educar a un genio, orientarlo y, lo m¨¢s dif¨ªcil, motivarlo para que por encima de la cumbre no vea solo un tremendo vac¨ªo.

Una conversaci¨®n tranquila y sin grabadora con Henrik permite comprobar que su cultura e inteligencia son extraordinarias. Recuerda que destacaba en matem¨¢ticas a los seis a?os y que fue un adolescente sediento de saber. ?l, consultor de empresas tecnol¨®gicas, y su esposa, Sigrun, ingeniera qu¨ªmica, renunciaron a educar a sus cuatro hijos (Magnus y tres chicas) en casa, como les hubiera gustado, porque sus respectivas profesiones lo imped¨ªan: ¡°Luego, cuando vimos que el sistema educativo noruego dejaba mucho que desear, nos sentimos frustrados. Magnus brillaba en matem¨¢ticas a la misma edad que yo, pero luego dio un baj¨®n, hasta los 15 a?os, porque se aburr¨ªa en clase¡±, recuerda en una charla en la que tambi¨¦n habl¨® de filosof¨ªa, literatura o pol¨ªtica internacional.

Sin embargo, y con independencia de hasta qu¨¦ punto los genios nacen o se hacen, Sigrun y Henrik aportaron mucho: ¡°Practicamos la estimulaci¨®n muy temprana en casa con los cuatro. Por ejemplo, todos resolv¨ªan rompecabezas mientras com¨ªan antes de los dos a?os¡±. Es probable que la decisi¨®n m¨¢s rentable (en todos los sentidos) de la vida de Henrik fuera no insistir a Magnus sobre el ajedrez cuando, a los cinco a?os, no mostr¨® un inter¨¦s especial. Ni a los seis ni a los siete, y Henrik se mantuvo paciente hasta que, con casi ocho, sinti¨® celos de su hermana Ellen, que jugaba al ajedrez con pap¨¢. Y ah¨ª se inici¨® la carrera de uno de los mejores ajedrecistas de todos los tiempos.

Hubo otra decisi¨®n muy clarividente: Sigrun y Henrik se tomaron un a?o sab¨¢tico con sus cuatro hijos, viajando por Europa y Dub¨¢i, cuando Magnus ten¨ªa 13 a?os. En su primera entrevista con EL PA?S (Linares, 2007, a los 16 a?os), el actual campe¨®n fue rotundo sobre ello: ¡°Ese fue el mejor a?o de mi vida hasta ahora¡±. Y Henrik confirma: ¡°S¨ª, porque subi¨® mucho en ajedrez jugando torneos importantes y aprendi¨® mucho visitando lugares interesantes, y sin la presi¨®n de ir a la escuela cada d¨ªa¡±. ?Influy¨® en esa decisi¨®n el acoso escolar que sufr¨ªa Magnus por ser un ni?o muy destacado y famoso? ¡°La raz¨®n fundamental del a?o sab¨¢tico fue que encajaba muy bien con la educaci¨®n que dese¨¢bamos dar a nuestros hijos. No niego que hubiera acoso, pero no le doy mucha importancia¡±.

Aunque Magnus era entonces muy t¨ªmido, nada indicaba que el control de las emociones iba a ser su principal punto d¨¦bil, como ¨¦l mismo reconoci¨® en diciembre de 2016, tras ganar el desempate del Mundial contra el ruso Sergu¨¦i Kariakin en Nueva York. ¡°Desde entonces, y como yo soy bastante esc¨¦ptico en cuanto a la eficacia de los psic¨®logos especializados en deporte de alta competici¨®n, todo el equipo ha intentado poner de su parte en la preparaci¨®n psicol¨®gica de Magnus, hablar con ¨¦l sobre estos temas para que se mentalice adecuadamente. Y todo indica que ¨¦l es ahora mucho m¨¢s fuerte en ese ¨¢mbito que hace cinco a?os¡±.

Tal fortaleza ha sido el factor decisivo en este Mundial de Dub¨¢i frente a Ian Niep¨®mniashi, que Carlsen gan¨® con relativa facilidad (7,5-3,5): ¡°En un duelo por el t¨ªtulo mundial de ajedrez, la psicolog¨ªa es un elemento important¨ªsimo. No solo en cuanto a c¨®mo analizar y gestionar las emociones propias y de tu rival. Tambi¨¦n debe tenerse en cuenta que cualquier suceso en la vida privada del jugador puede afectar mucho a su rendimiento¡±.

El campe¨®n y su equipo ten¨ªan muy claro que la inestabilidad del ruso hab¨ªa sido su punto d¨¦bil desde que era juvenil: ¡°Trabajaron mucho en no olvidar nunca que Niepo es Niepo, con independencia de que se mostrase muy duro para empatar las cinco primeras partidas. Aunque Magnus hubiera perdido la sexta, estaba psicol¨®gicamente preparado para no olvidar eso y seguir luchando. Tambi¨¦n es cierto que en ese caso, Niepo no se hubiera hundido y todo habr¨ªa sido mucho m¨¢s dif¨ªcil, al menos durante unas cu¨¢ntas partidas m¨¢s¡±.

Henrik coincide con la opini¨®n generalizada de que Niep¨®mniashi hab¨ªa trabajado en los ¨²ltimos meses para corregir su gran punto d¨¦bil: ¡°Tras la derrota en la sexta partida despu¨¦s de ocho horas de combate agotador, Niepo estuvo muy bien en la conferencia de prensa, dando la cara con dignidad. Aunque sea parad¨®jico, es probable que su cansancio extremo en ese momento le ayudase a pasar el mal trago con buena imagen. Pero luego, cuando tuvo tiempo y energ¨ªa para pensar en las consecuencias de la derrota, todo se le vino abajo¡±.

En cuanto a la estrategia conservadora que Niep¨®mniashi eligi¨® para el duelo, en lugar de su habitual estilo agresivo, creativo y arriesgado, Henrik tiene su propia visi¨®n: ¡°Es verdad que Ian ha jugado contra su propia naturaleza. La explicaci¨®n quiz¨¢ est¨¦ en que su equipo busc¨® un equilibrio entre su tendencia natural y la exigencia enorme de un duelo por el t¨ªtulo. Y en las cinco primeras partidas parec¨ªa que lo hab¨ªan logrado. Pero su estabilidad se rompi¨® por completo tras la sexta¡±.

El padre del campe¨®n no quiere opinar sobre el llamativo anuncio de su hijo el martes: solo defender¨¢ su t¨ªtulo en 2023 si el vencedor del Torneo de Candidatos es el franco-iran¨ª Alireza Firouzja, 2? del mundo a los 18 a?os, porque es el ¨²nico rival que le motiva: ¡°No voy a especular sobre lo que Magnus ha dicho en un podcast. Por supuesto, apoyo su decisi¨®n, porque s¨¦ muy bien el desgaste que lleva cada Campeonato del Mundo. Y tambi¨¦n doy fe de que Firouzja tiene un talento descomunal, impresionante incluso para Magnus¡±.

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